domingo, 6 de octubre de 2024

 



Gonzalo “Chalo” Morúa

 

De nuevo entra en escena con su análisis nuestro excelso colaborador Búho por Siempre, Gonzalo “Chalo” Morúa:

De los treinta equipos que comenzaron la temporada de MLB en la primavera, en el otoño se han reducido a ocho.

Ha iniciado la fase divisional con los dos equipos sembrados y los ganadores de la etapa de comodines en cada una de las ligas.

En la Americana los Yankees enfrentan a los Tigers y los Guardianes a los Royals que eliminaron como visitantes y por barrida a los Astros y los Orioles respectivamente.

En la Nacional los Dodgers-Padres y los filis-Mets. San Diego eliminó a Atlanta en dos juegos, mientras que Nueva York necesitó los tres para ganar su serie en Milwaukee.

La fase de comodines es casi un volado, como lo muestra la eliminación de Astros, Orioles y Bravos. Aquí es determinante el momento con el que llegan los equipos.

Además, la presencia o ausencia de pitchers dominantes es crítica: Skubal puso la muestra con los Tigres y Sale no pudo hacerlo con los Bravos. Los Orioles escogieron el peor momento del año para entrar en una mala racha, simplemente no anotaron carreras, a pesar de su buena ofensiva.





En la siguiente etapa de la competencia, avanzarán los cuatro equipos que ganen tres juegos. Sigue siendo una serie muy corta, pero las escuadras que no tengan profundidad en su rotación y/o su bullpen estarán en problemas.

Esto parece cierto para los Dodgers, cuya rotación de abridores es un signo de interrogación:

Yamamoto, que abrió el primer juego, viene de una seria lesión; Flaherty, quien era el pitcher más confiable, fue designado para el segundo juego, lo que, leyendo entre líneas, es una mala señal.

Para el tercero sería el turno de Walker Buehler, que sigue sin acercarse a su nivel previo a la Tommy John que tuvo en 2022, y cerrarían con el novato Landon Knack.

Los Dodgers necesitarán urgentemente un gran trabajo de su bullpen para salir triunfadores de aquí en adelante. Tienen a todo el elenco excepto Brusdar Graterol que sigue batallando con su hombro.

Por su parte los Padres perdieron a Joe Musgrove en su segundo juego contra los bravos, y deberán recurrir a Yu Darvish y Martín Pérez.


Contaron ayer con Dylan Cease y hoy tendrán a Michael King.

Cease no ha sido tan bueno como en Chicago, pero ya lanzó un juego sin hits ni carreas este año, y King cerró muy bien la campaña. Además, reforzaron muy bien su bullpen que ya era bueno con Matt Scott y Mark Hoenig.

En el papel esta es la serie más pareja y muy posiblemente se vaya más allá de tres juegos. Dada la rivalidad entre los dos equipos, incluso el factor de la localía puede resultar importante en el desarrollo de la serie.

En cuanto a los Mets, tienen la moral muy alta, pero cerraron la temporada en Milwaukee el domingo, volaron a Atlanta para jugar un doble juego el lunes y regresaron a Milwaukee el martes para su serie de comodines, en la que tuvieron que ir a los tres juegos.



 Por otra parte, Francisco Lindor, el líder indiscutible del equipo, está jugando sin recuperarse de una lesión en su espalda baja. La carga de trabajo parece un handicap muy pesado ante un equipo de Filadelfia descansado, balanceado, experimentado y enfocado en llegar a la serie mundial.

En resumen, las ganas, la juventud de los Reales y su falta de experiencia no parecen bastar para ganar tres juegos ante Cole, Rodón y Gil. A menos que la semana de descanso afecte a Judge, Soto y el resto de la ofensiva, los Yankees deberán avanzar.

Los Guardianes son un equipo que no empapa pero moja. Fuera de José Ramírez no tienen grandes nombres, pero saben fabricar carreras y tienen bateadores de poder. Además tienen al mejor cerrador del beisbol. Hay que ganarles en ocho innings.

Para los Reales, llegar a la serie divisional es un plus. Todos hablan de la tremenda temporada de Bobby Witt, pero pocos mencionan a Salvador Pérez cuyo aporte ofensivo y liderazgo han sido claves para el joven equipo de KC, y nadie cita a Vinnie Pasquantino, que a pesar de perderse más de un mes por una fractura de pulgar produjo 99 carreras.

En la nacional los Filis deberían ganarle a los Mets  con relativa facilidad y los padres a los Dodgers, posiblemente yendo al límite.

Eso dice la lógica. Pero no hay que olvidar que estamos hablando del rey de los deportes, que es impredecible, en el que los pronósticos muy seguido van a dar al bote de la basura y los resultados sorprenden a todo el mundo.

Por eso nos gusta tanto. ¿No es cierto?

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