sábado, 28 de marzo de 2020

RONNIE EN TLAHUALILO

 

Prof. José Luis Tovar... Historiador
 Prof.  José Santos Navarro Lara  Historiador de Estadísticas
 Dr. Andrés Flores Quintanilla  Reflexólogo Medicina Deportiva.
Con sincero afecto para Ustedes y a los Fanáticos de la Comarca Lagunera
TLAHUALILO  DURANGO.
Hace ya algunos años cuando mis facultades físicas y mentales estaban ordenadas y se encontraban aptas para seguir jugando en primer nivel. Después de jugar en la Liga Invernal de Sonora, estuve con los Ostioneros de Guaymas. Era el mes de Febrero y fui invitado a jugar en una Liga prácticamente desconocida para mí, la Liga Mayor de la Laguna funcionaba en esos meses y se nutría con jugadores de la Liga Invernal al terminar sus compromisos, se jugaba los fines de semana, mi amigo Moi Camacho fue el que me convenció para ir a jugar en el equipo de sus amores y de su tierra natal, no lo pensé dos veces, acepté con mucho gusto y allá fui a una nueva aventura en el Beisbol Profesional, en aquellos años ya habían separado de los Pericos de Puebla a mi compañero entrañable de lucha, enviándolo en un cambio inexplicable al México, que hasta la hora de estar escribiendo estas líneas, no se como le hicieron, en Puebla se rumoró mucho que fue una jugada Maquiavélica del manager en turno Beto Ávila, pero hablando con él, me confesó que el cambio ya estaba concretado, mucho antes de haber firmado el contrato, para dirigir a Los Pericos, así es que, todo salió de alguna de las dos oficinas involucradas.  Y volvimos a tener grandes años bateadores, con el México estuvo tremendo y ayudó a ganar el Campeonato, yo bateé 35 jonrones y empujé mas de 100 carreras, pero no fueron suficientes y nos conformamos con un tercer lugar, la diferencia fue el “otro Camacho”, le dije a Tommy Morales una noche en el Dugout del Parque del Seguro Social.


Arribé a Torreón en un vuelo en Hermosillo que venía de Tijuana, México, Torreón, así es que primero me llevaron a CDMX para llegar a mi destino, ahí estaba mi amigo Moi y el Sr, Jesús Cobos, quien era el Presidente del Equipo Tlahualilo y también era Presidente del Corporativo de una Línea de Transportes Laguna, me instalaron en un gran hotel que estaba de moda, enfrente de la clásica plaza pública y comercios y restaurants de primer orden. La ciudad me gustó mucho, limpia con gente de Beisbol y cosa rara, me di cuenta que residían bastantes personas de origen español y no tenían Futbol de categoría, bueno estoy hablando de la década de los 60,  pero si tenían un excelente estadio para  practicar esa disciplina, que después con el tiempo lograron participar en torneos organizados de alto nivel, donde su equipo Santos. Sigue escribiendo la historia.
Don Jesús Cobos era un entusiasta hombre de negocios y su principal hobbie era el Béisbol y como era íntimo amigo de Moi, pues me sentí en casa, la plática de él para conmigo, fue cordial y todo se movió alrededor de mi actuación que tuve en el Invierno con Guaymas, agarré la seña de inmediato y le dije “Señor Cobos, si la magia bateadora no me ha abandonado, podré hacer grandes cosas en éste su equipo, Moi me conoce, el Diablo Montoya y Espino también, así es que veremos como nos va el próximo juego contra San Pedro, yo vengo en condiciones”… “Jajaja mi Ronnie, eres bueno para las señas, ya me lo había comentado aquí Moisés”.
Me presenté al campo deportivo en Gómez Palacio y saludé a muchos jugadores que los acababa de ver en la Invernal Sonorense, “Ah cabrón, Moi, qué buen equipo paraste, Lechler, yo, tú. Héctor Treviño y el muchacho Federico Rodríguez en el short, y atrás Héctor Espino, Diablo Montoya y el zurdo Roberto Contreras y aquí veo a José Peña, Al Mulo Alvarado, al Charras Hernández, con esto tenemos, no..? y me contestó… Qué crees que entre más juego soy más pendejo, pinchi “Cabezón” jajajajaja no te haré quedar mal, sé como me siento y ya escuchaste lo que me dijo el dueño del Equipo”… “Sí, eres uno de sus favoritos y te respeta mucho”.
Hablar de Tlahualilo  una entidad que en aquel entonces era pequeña, ahora en la actualidad es un próspero centro de trabajo de producción en los campos agrícolas, ha crecido de acuerdo a su economía, aquí se cultiva “la mejor sandia del mundo” me decía cada rato mi amigo Moisés y agregaba”… “Yo también siembro algunas hectáreas jajajaja”. Te creo, si no eres nada pendejo y como me decías cada rato en Puebla. “Gavilán que suelta….No es Gavilán”.
Sin duda el Béisbol en Tlahualilo Durango y en mi Pueblo aquí en Empalme, Sonora, han sido en el País dos entidades que han producido jugadores de mucho prestigio, dotados de un inmenso talento y como toda entidad que produce elemento humano para practicar un deporte donde se consagran y son un ejemplo para las juventudes y un permanente orgullo para sus habitantes, en éste caso el Beisbol, está sujeto a algunas variantes por su antecedente histórico. 
No hay que ir a escudriñar las revistas de Beisbol de antaño para saber quienes fueron los jugadores que inmortalizaron a sus ciudades de origen, en todos los Parques del País donde mostraron su  nivel de juego, demostrando  para qué sirve un bat, un guante y una pelota en sus manos.
Participé en un Juego de Estrellas, no noté diferencia alguna en cuanto a calidad de las Selecciones que jugarían ese día  ante 9 mil personas, asistencia récord de aquellos años, en una Liga Independiente, cuando estaba en el campo de juego, ahí se encontraban , Montemayor, Vicente Romo, Fernando Remes, Julius Grant, Natas Garcia, Héctor Espino, Diablo Montoya, Moi y Ronnie Camacho, Alfredo Ortiz, Al Mariscal, Héctor Y Bobby Treviño, Jesús Lechler, en fin, parecía que estaba en un Juego de Estrellas  de Liga Mexicana.
El juego de Campeonato, se fue a 10 entradas, era contra San Pedro, ahí, el manager era Felipe Montemayor, y envió a Vicente Romo a definir  tan importante compromiso, contra José Peña, dos de los mejores brazos Mexicanos de cualquier Liga y para variar, Héctor Espino hizo tronar el cañón que tenía en sus manos y con centellantes swings, él decidió solo el juego, en el primer inning bateó jonrón con dos en las bases, y después con un doble empujó la cuarta carrera. Al otro día en los medios de difusión, se comentó a ocho columnas. ESPINO 4  SAN PEDRO 2, ganó Peña y perdió Romo…Tlahualilo era el Campeón.


Dice la historia que con ese Campeonato ganado era el segundo consecutivo, para convertirse en Bi campeón del Beisbol Lagunero, fueron tres Campeonatos ganados. Mi actuación en esa Liga, no estuvo a la altura de mi nivel, la magia bateadora me había abandonado momentáneamente, afortunadamente no se notó, porque,  El Diablo, Moi y Espino quienes bateaban en ese orden en el line up, estuvieron fantásticos con el bat, yo bateaba detrás del Superman de quinto y detrás de mí, Lechler. Don Jesús Cobos el Presidente del equipo me dijo, “Te presionaste desde que llegaste, querías hacer más de lo debido, tu presencia en el equipo fue determinante, sobre todo en el line up, nos tenían mucho respeto, a mi me apodaron “El Rey Midas”, por aquello de la nómina  de sueldos que se pagaron, lo cual no me importó mucho, ustedes se pagaron solos, llevando mucha gente a todos los Parques de la Liga”.
Cuando todo terminó, me regresé a mi casa en Empalme, a recoger a mi Familia, pues había que reportar a Los Pericos en Puebla con Chito García de Mgr. y la cacaraqueda Mexicanización del equipo, que después de un arranque muy bueno, nos derrumbamos hasta los últimos lugares  ya la gente no la convenció el cambio tan brusco e inesperado. A mí, ya me empezaban a gritar, que me retirara, que ya estaba viejo, en fin, el precio de la fama así se paga en el Deporte…Sin embargo me repuse y terminé bateando en 1969, .303, 24 jonrones y 116 carreras impulsadas Líder de la Liga. Esa fue mi despedida de la Ciudad de Puebla y los Fanáticos, me volvieron a aplaudir…Después, cambiaron la franquicia a Yucatán y nos convirtieron en Los Leones… FIN

domingo, 15 de marzo de 2020


Costumbres y supersticiones… del deporte
Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga

¿Quiénes si no?

El diccionario define las costumbres: "Hábito, uso. Cada país tiene sus costumbres. Práctica que ha adquirido fuerza de ley; regirse por la costumbre. Lo que se hace más comúnmente..." Continúa con otras acepciones; para nosotros basta. Puede el país tener sus costumbres, las provincias, municipios, ciudades, pueblos, barrios, edificios, vecinos y familias.
Los deportistas no hacen la excepción, mucho menos los peloteros. Pero no confundamos costumbre con superstición, aunque a veces se emparientan. Una es la base de la otra. ¿Qué dice usted amigo? ¿Le salen mejor las cosas cuando las hace de forma diferente? ¿Prefiere el mismo asiento? ¿Toma el idéntico camino cuando va al trabajo? Conozco las respuestas. ¿Adivino? No. Soy hombre de costumbres, muchas rayan en la superstición, igual que usted, aunque no quiera confesarlo.
Los peloteros no pueden salirse de ellas, pues caen en slump, un problema psicológico de marca mayor. No vea con malos ojos las costumbres. Las hay simpáticas, hasta bonitas; otras decoloran el espectáculo. Cuando Babe Ruth (aquel muchacho grande que llenó de jonrones y pasión al béisbol, cual fantasma que ronda por todos los estadios del mundo) invitaba al pitcher a lanzarle como quisiera; él la botaría. ¿Fanfarronerías del Gran Bebé? Más bien un rito psíquico espectacular. Claro, no siempre lo hizo ni la sacó del parque.
Ted Williams, quizás el mejor bateador de siempre, querido y respetado por muchos, odiado por otros, era enemigo de las entrevistas, perdía la concentración; los periodistas lo atacaban por problemas familiares y personales, pero en el terreno era imposible hacerlo. Por respuesta, Williams adoptó una fea costumbre, grosera, carente de ética: escupía cuando llegaba a home para anotar, sobre todo si era jonrón; se vengaba de la prensa. Fue tan grande con los Medias Rojas de Boston, que su pueblo le perdonó aquella desfachatez. “¡Costumbres que matan!”, diría el abuelo Pancho.      
Omar Linares y Antonio Muñoz se llevaban las mangas de la camisa hacia arriba, como si les molestaran para batear. Según me confesó, se sentía mejor. Luis Giraldo Casanova, quien por derecho propio baila, canta y toca en ese trío, con una afinación envidiable, movía el bate con la mano izquierda para ambos lados, antes de entrar al cajón de bateo. ¿Necesidad? Dice que fue a raíz de una lesión, y durante muchos años la incorporó a su perfecto sistema de bateo.  
En nuestras mentes están sus legendarios batazos y con ellos la costumbre de pararse en home con los brazos abiertos para ver volar la esférica sobre la cerca. ¿Costumbre o superstición?, usted sabrá; para mí es la primera. Inolvidables momentos, ¿verdad?
Tanto perfeccionó Alfonso Urquiola su juego –quizás como ningún otro–, que tiraba para primera sin mirar y lo hacía abrumadoramente bien. Lleno de costumbres y supersticiones desde la niñez, incorporó aquella característica que lo inmortalizó, no igualada, que yo conozca, por nadie.                                                               
Ese hombre de hierro que responde al nombre de Lázaro de la Torre, saltaba la línea de cal cuando iba al dugout, en un rito que inició Orlando (Duke) Hernández, quien después abandonó el país y llegó a destacarse en las Grandes Ligas. ¿Conoce usted la respuesta? Las cámaras de televisión los seguían con cierta complicidad.
Nuestro genuino y singular Lázaro Madera, el bateador más indescifrable de la pelota cubana y mucho más allá, recio toletero e impulsor de carreras, cuando acudía al home plate con el aluminio –no usó el madero–, abría un hoyo, después hacía una lomita. Hasta le llamó la atención el recordado Apolinar, el mismo que atendió con amor el San Luis, después tenía que arreglarlo. El fortísimo bateador no se sentía bien sin aquella ceremonia.                  
Hay de todo en la pelota. Si un lanzador como Jesús Guerra, sacaba de paso a los bateadores con movimientos lentos, Pedro Luis Lazo no les daba tiempo para concentrarse. Parecía una máquina de lanzar, con ilimitadas pelotas dentro. Ambos, entre los mejores en cualquier época, guardaron para sí tal sistema.
Juan Carlos Oliva no pudo pichear tranquilo, se acostumbró a relevar en momentos cruciales; donde muchos flaqueaban, él gozaba de lo lindo. Otro tanto hizo el flaco Maximiliano Gutiérrez, quien caminaba para arriba del gigante Muñoz como si también fuera un cíclope. Y lograba dominarlo.
Las costumbres son parte del folclore y tienen la desgracia de cargar con malas culpas, que no les pertenecen.
Si usted vuelve al diccionario encontrará superstición: “Desviación del sentimiento religioso que nos hace creer en cosas falsas, temer cosas que nos pueden hacer daño, o poner nuestra confianza en otras que de nada sirven… También hallará vanos presagios sobre cosas fortuitas, como la caída de un salero, el número 13, etc.”
De una forma u otra, casi todos tenemos algo de supersticiosos. No siempre está asociado el término a la religión. Algunos, para demostrar que no lo son, hacen lo contrario, prefieren el enigmático número 13, dejan caer los saleros, pasan por debajo de una escalera, aunque haya otro espacio; sería interminable la lista. Los que así actúan, a mi modo de ver, son tan o más supersticiosos que quienes ingenuamente se educaron en tales actos, o son tímidos, una forma cercana a la hechicería.
Los supersticiosos están a la orden desde los inicios del béisbol. ¿No ha visto jugadores que se resisten a ser cuarto bate? Me vuelve a la mente el propio Lázaro Madera. Aquel bateador sui géneris, que le dio a la bola con furia durante muchas temporadas, no quería ni aceptaba batear en el cuarto turno. Algunas veces lo hizo y mermó su rendimiento. ¿Por qué? Es posible que no se encuentre una respuesta aceptable.
La base de las supersticiones está en las costumbres. Hay peloteros incapaces de batear, si antes no hacen varios swings. Para muchos, el número tiene que ser exacto: 2, 3 o 4. Si hace 6 o 7, pierden la concentración. El camagüeyano Felipe Sarduy, no hacía ninguno.
De niño veía, antes de entrar al cajón de bateo, persignarse al extraordinario camarero Tony Taylor, del Almendares. Mucho más acá lo hizo Víctor Mesa, y otros. ¿Confianza? ¿Seguridad? Definitivamente, sí. La costumbre obliga a ritualizar los movimientos.
No es patrimonio de la pelota. Observe en los Juegos de las Olimpiadas o los Mundiales. Algunos logran su concentración en el silencio absoluto, no miran para nada ni para nadie en sus carrileras. Más que atletismo parece yoga, cualquiera sabe qué estará pasando por sus mentes.
Otros, como Maurice Greene, conocido como La Bala de Cañón, recordista mundial, campeón olímpico de Sydney 2000 y campeón mundial, no estaba tranquilo ni un instante. Se movía de un lugar a otro, avanzaba, se detenía, retrocedía, miraba al público, pedía palmadas y, para colmo, cuando llegaba a la meta y se sabía campeón, sacaba la lengua ante las cámaras de televisión. No nos faltaba el respeto. Por supersticioso, necesitaba tales excentricidades. Los psicólogos dicen que es un problema de personalidad; no discrepo, pero parafraseando a Galileo: "Y, sin embargo, se mueve..."      
Wilfredo Sánchez, el Hombre-hit de la pelota cubana, tenía una forma muy suya de prepararse para batear. Se agachaba con el bate corto, como siempre lo usó y lo movía varias veces sobre home, barriéndolo. Cualquiera diría que estiraba los músculos. Para él fue una ceremonia necesaria e impuso una moda a la que me acogí, pues me gustó aquel estilo y ya no pude batear sin hacerlo.  
Con los implementos sucede otro tanto. Algunos, poseedores de guantes prodigiosos y bates último modelo, se aferran a los viejos; se sienten seguros. La ciencia y la técnica lo niega, pero el jugador sigue con su antiquísimo guante. Es así, no busque otra explicación. Si lo cambian, piensan que no van a poder fildear. Necesitan un proceso de adaptación al nuevo, que no puede ser en el juego, sino en la etapa de entrenamiento.
¿Y qué me dice usted de aquellos que van más allá, con eso que algunos llaman brujería? ¿No ha visto trapos rojos en los dugouts, chivos muertos, gatos negros en el terreno o gallinas prietas en las graderías? ¿Qué no? Fíjese bien, descubrirá curiosidades.
Los tiempos actuales son más con los pies puestos en la tierra, la ciencia se ha ido imponiendo poco a poco, pero quedan lagunas. Retroceda en la memoria y verá, en cualquier estadio, ritos africanos acompañados de tambores y hombres echando candela por la boca en el espectáculo. Se dan la mano el amor a la pelota y el sincretismo religioso.
En la instalación se vuelcan las pasiones y en ellas, las supersticiones juegan un importante papel. Algunos, cuando dan el batazo decisivo, miran al cielo buscando bendición. Otros dirigen la mirada al graderío para ver cómo hacen catarsis sus seguidores. Hasta los hay que dan la vuelta al cuadro impasibles, como si tal cosa, recuerdo al matancero Lázaro Junco. Quizás lo hacen agradeciéndole a la vida, o al más allá, sus propias virtudes.
Interesante tema que no está agotado. Muchos de nuestros jugadores fueron y son supersticiosos. Se sienten mejor con ellos mismos, o vaya usted a saber con quién. En otro momento les contaré anécdotas para que se chupen los dedos.
Ahora tengo que dejar de escribir, porque son las tres de la tarde y a esa hora mataron a Lola. Dicen que a ella también le gustó la pelota. No por gusto Bobby Salamanca narraba el jonrón con aquello de "Adiós Lolita de mi vida..."

Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga.
Marzo de 2020.


viernes, 13 de marzo de 2020


Rendimiento de Colombianos en Primavera.
Por: Eddy Henríquez.


              
La pelota colombiana a nivel profesional ha tomado un buen rumbo a pesar de las distancias largas o cortas que nos puedan separar de las grandes potencias.
En el pasado Clásico Mundial nos fue muy bien, jugando de tú a tú con nuestros contrincantes; en la pasada Serie del Caribe el bateo no estuvo al nivel pero el pitcheo abridor sí.

Ahora, llegó la Primavera 2020 y un total de 18 muchachos hicieron acto de presencia siguiéndole a México con 31 y por encima de Panamá y Nicaragua. Repitiendo como es lógico los 9 grandes ligas 2019 y otros que fueron llamados como Non- Roster y Roster 40.
Con un total de 12 de posición y 6 lanzadores, entre ellos 5 jugadores de cuadro, 2 jardineros, 5 receptores, 2 abridores y 4 relevistas. Su rendimiento fue aceptable, regular y bueno, teniendo en cuenta su grado de experiencia y en la forma física en que llegaron.

Muchos de ellos vieron acción en la pasada temporada invernal, otros que no tuvieron permiso y optaron por seguir las indicaciones o el trabajo trazado por sus distintas organizaciones.

Comenzamos por los de cuadro interior y Dilson Herrera, muchacho que fue firmado por Pittsbourgh, pasó por NYM con quien debutó en MLB, por Cinci, no hizo el equipo grande y retornó a Metros; donde después de hacer gran campaña con el Syracuse AAA en 2019 con 24 H4 se declaró agente libre.

Contrató con Baltimore 2020 y vio acción como primera base en 15 G-29AB-1B-5R-6H-3H2-1H3-2RBI y 214 a Marzo 12. No hizo el equipo y fue enviado al Norfolk AAA.

El fenómeno con NYY Gio Urshella, peleando el puesto con el Dominicano Miguel Andujar, al cual lo han desplazado a los Jardines y también podría hacer el trabajo en la primera almohadilla.

Gio tiene mejor defensa y desde un principio ha sido ratificado como 3 base titular, al menos en el inicio. Bateo para 259- en 12G-30AB-6R-8H-1H2-1H4-2RBI y 6BB.
Donovan Solano, con mucha más experiencia, hizo buena campaña con San Francisco 2019 y fue el mejor Average de todos los Colombianos con 381; producto de 8H-21AB-2H2-1RBI-5R en 11G.

Le vemos un puesto seguro y este año puede ser mejor que el anterior, dada su versatilidad en el cuadro interior que hasta podría reemplazar a Brandon Crawford en el campo corto.
Y el nacido en la Isla, prospecto No. 1 de Boston y 44 de MLB, cuyo Bono ha sido el más alto pagado por un talento colombiano, lo hizo Cinci en 2017 por 2. Millones Cien Mil.

En 2019 nos sorprendió conectando 24H4 con 86 RBI en 118G con Rancho Cucamonga y Tulsa (LAD). Le falta madurez para estar en el equipo grande, fue enviado al Portland AA en la  Eastern League para ser alineado en 2021.

En 11G-17AB-1R-3H-1RBI-4BB-1SB y solo 176; en un gran bateador, pero aun no puede con el Pitcheo de grandes ligas.
Los dos jardineros, ambos tienen puesto seguro, fueron 9º y 10º  mejores Novatos debutantes según el Ranking nuestro.

Harold Ramírez, titular con MM, es pieza fundamental del equipo, consumió 29AB- en 15G- 5R-5H-2H4-3RBI-1B y 185.

Oscar Mercado, figura indiscutible con Cleveland, gran campaña 2019, más rápido de piernas que Ramírez, lastimosamente se lesionó la muñeca al caer fildeando.

Ojala sea una torcedura y esté apto para el Opening Day; le fue muy bien en la primavera en 7G-18AB-4R-5H-1H2-1H4-3RBI para 278 y tiene que ser titular.

De los cinco receptores, el novato Meybris Viloria (KC) ha sido el de mejor lucimiento, no hizo el equipo grande ahora con la llegada de Salvador Pérez, fue enviado al Omaha Storm  AAA y es Roster 40.
En 9G-15AB-1R-4H-2BB-1SO y 267. En consagrado Jorge Alfaro (MM) bajó de peso, está más rápido, saludable y solo participó en 2G-5AB. Este año la tiene difícil porque ha llegado el venezolano Francisco Cervelli, de amplia trayectoria, titular con NYY, y con Pittstbourgh.

Pero, siempre hay un pero, parece que su salud no es la mejor y en caso que no pase la prueba sería favorable para el sincelejano.

El talentoso de Tampa Ronaldo Hernández,  #11 otro que está programado para 2021, Futuras Estrellas 2019; hizo gran campaña con el Charlotte en la FSL; es la esperanza para el equipo después de Zunino.

Vio accionar en 9G y solo se ponchó 3 veces en 16 AB-2R-3H-1RBI y 188; dio un salto vertiginoso, fue enviado al Durham Bulls AAA Liga Internacional y es Roster 40.

Carlos Martínez (ATL) terminó campaña 2019 en AA con el Mississipi, tomó sus sorbos y demostró que si tiene con que llegar; en 4G-6AB-2H-1RBI-2B y 333; también fue enviado a AAA con el Gynnett Stripers. Qué bien, es más que todo defensivo.
Y el novatico nacido en Santiago de Cali, Andrés Angulo (SF) del Augusta Clase A fue invitado a un Juego, 1AB-000.

El primera base de Boston Jerry Downs, hermano de Jeter también fue invitado, 1G-1AB-00. Un jardinero nacido en San Antero, Valle del Sinú, Leandro Emilini, gran Bateador, manos seguras, promesa de Washington, fue convocado el pasado 07 de Marzo pero no alcanzo a debutar.

De los Seis  lanzadores nos preocupa principalmente Julio Teherán, ahora con LAA que firmo por una temporada y 9 Millones. Será su segundo abridor después de Heanny.

Sus dos aperturas no fueron de lo mejor, 5,40 en 5.0 IP-5H-3ER-1H4-3B-3SO-278 y 1.60 de Whipp. A José Quintana tampoco le fue muy bien en sus 2 aperturas con un Chicago que tiene mucho por mejorar este año. En 4.0IP-9,00-2.00-6H-4ER-1H4-2B-3SO y 333 de average oponente.

Al contrario del relevista de Bocachica Tairon Guerrero, que fue negociado de MM a CWS, demostró mejor comportamiento, en 6G-6.0 IP- solo 2 Hits-1ER-1H4-3B-2SO-286 y 1.50. Aun así fue enviado al Charlotte Knights transitoriamente, ojala vuelva al equipo grande y se consolide como todo un relevista intermedio porque ya es hora, no hay más espera para él.

Con Pittsburgh, Luis Escobar, parece que su brazo no está para grandes ligas, debutó en 2019 y no estuvo bien. En 5G-4.0IP-6H-5R-4ER-2H4-4B-1SO-353 y 2.50; 0-1-9,00. Fue enviado nuevamente al Indianapolis.

Nabil Crismatt, dejado libre por Seattle, encontró trabajo con STL, le dieron chanche en 2G-1.0IP-1B-0,00-1.00; fue asignado al Menphis AAA; y el #3 de San Diego, Luis Patiño, programado para este 2020, Futuras Estrellas 2019. Tuvo un comportamiento aceptable.


En 2G-2.0IP-4H-1R-3ER-4SO y 13.50; será nuestro próximo MLB, le vemos mucho futuro y ojala no sea devuelto.    
   


miércoles, 11 de marzo de 2020

NUEVAS REGLAS EN MLB; EL RECINTO HISTÓRICO NARANJERO




Al Bat

Nuevas reglas y el Recinto Naranja

Por Jesús Alberto Rubio.

1.- Eso es: dentro de las nuevas reglas en Grandes Ligas para 2020, está el hecho de que los lanzadores –sean abridores o relevistas-- deberán enfrentar un mínimo de tres bateadores… o bien terminar la entrada para poder ser relevados por otro compañero.

La única excepción a la regla será cuando un pitcher se lesione o tenga una enfermedad que le impida lanzarle al mínimo de rivales o terminar el inning.

Otra es la relativa a los roster de 26 jugadores: Las listas de jugadores se expanden de 25 a 26 jugadores para este 2020, de los cuales, un máximo de 13 pueden ser lanzadores.  

Las nuevas reglas se anunciaron oficialmente desde febrero pasado y es posible que en su momento se haya enterado. Pero por aquello de las dudas, aquí se las pongo de nuevo en mi twitter @albat42, tomadas de la página de MLB de aquella fecha.

¿Y el Recinto Histórico Naranjero?


2.- Ya estamos en marzo y aún no hemos recibido noticias de que el Club Naranjeros de Hermosillo rescate y ponga a disposición de la afición su Recinto Histórico.

Se nos dijo que este año se iba a crear el espacio para de nuevo honrar a los grandes protagonistas de la historia de la franquicia.

Faltó quizá precisar en qué mes.

Por mientras ya vamos en el tercero del año 2020.

Ojalá.

Vacío de banderines

3.- A propósito del Club Naranjeros, Eleazar Labrada en  mi Facebook escribió lo siguiente:

Afirma que los Naranjeros tienen la mejor afición, estadio y más campeonatos en la MP, pero que desde hace buen rato que no logra un título.

“Es más, ni siquiera está dentro de los 4 mejores equipos de la liga, por lo que creo que merecemos mejores resultados. ¿No crees que sea necesaria una limpia en las oficinas Naranjeras, empezando con los dueños?”

Mi respuesta:

Con algo puntual y rápido le digo a Eleazar lo siguiente: “Si se van los dueños, cuidado. Hermosillo pudiera quedarse sin beisbol en la LMP.

Y enseguida, advertí: los ciclos negativos/falta de campeonatos, a veces son muy "duros" y la franquicia local no es la excepción en ese horizonte.

Acostumbraron a la afición a disfrutar gallardetes (17) en este circuito), más los de las Ligas de Sonora y Costa del Pacífico. Por ello, quizá la desesperanza y hasta enojo.

Esperemos que la próxima temporada les dé resultado y ganen el campeonato.

Es un excelente tema, Eleazar. De análisis y búsqueda de respuestas.


Vinicio luce bien y su equipo técnico. Pero pues ya vimos que "faltó algo más".

Y ello es precisamente el quid del asunto.

 Qué hace falta”.

4.- Eugenio Vélez, fue acusado de tráfico de armas en su país, República Dominicana. Vélez jugó cinco años en las Grandes Ligas con los Gigantes y Dodgers. También vio acción en la pelota profesional mexicana con varios equipos. Carajo.


 5.- Y mire: Con una delegación compuesta por 393 representantes en los deportes de beisbol, atletismo, futbol de bardas, basquetbol 3X3, tiro con arco, beisbol y futbol de bardas, la Universidad de Sonora será del 20 al 23 del  mes en curso una de las tres sedes  de la fase regional de la Universiada Nacional 2020, evento convocada por el Consejo Nacional del Deporte de la Educación, A.C. (Condde).

Las otras sedes serán el Cetys Mexicali y el Itson/Cajeme.

Luego vendrá la fase nacional, en León, Guanajuato.

Pero mejor acceda a mi Face IMÁGENES UNIVERSITARIAS o bien al sitio de nuestra alma mater, www.uson.mx