sábado, 29 de septiembre de 2018


 ORÍGENES DEL BEISBOL... Y EL FENWAY PARK

Lanzando para Home


POR ALFONSO ARAUJO BOJÓRQUEZ




Los orígenes precisos de muchas cosas sobre el béisbol que damos por sentado están fuertemente envueltos por los velos casi impenetrables del pasado.

Sería maravilloso saber quién primero se puso la cinta en el guante o que lanzador fue el primero en sacar a un corredor de la base, pero es imposible siquiera señalar con certeza el momento de la transición entre juegos antiguos como rounders y stoolball y decir que esto es como y donde comenzó el béisbol.

Todavía hay muchas personas, algunos jugadores actuales de Grandes Ligas, que creen que Abner Doubleday inventó el juego tal como lo conocemos.

La opinión más sostenible durante el último medio siglo ha sido que Alexander Cartwright fue el inventor y que el primer juego bajo las reglas de Cartwright se jugó el 19 de junio de 1846 en el Elysian Fields de Hoboken, New Jersey entre los New York Nine y el club de Cartwright los Knickerbockers.

Existe un registro completo de este juego.

Sabemos que el marcador final fue de 23-1 y el juego finalizó, cuando los New York Nine, anotaron su carrera 21, de acuerdo con las reglas y fabricaron dos más para una medida segura y luego mantuvieron sin anotación en su último turno a los Knickerbockers.

Cartwright estuvo arbitrando el juego por fuera del terreno y aplicó una multa de 6 centavos a un jugador de los Nueve de New York.

¿Pero realmente fue el primer juego?

 Si es así, ¿cómo es que los Knickerbockers, supuestamente el primer club que se organizó principalmente con el propósito de jugar béisbol, perdiendo tan atrozmente?

Lo que hizo Cartwright es hacer todo lo contrario del cricket.

En lugar de palos, utilizar bases. En vez de correr hacia a esa distancia y regresar. El utilizó cuatro bases. Los pitcheres del cricket lanzan por arriba del brazo y en el béisbol original era por debajo. Por eso los Nueve de Nueva York, ganaron fácilmente, pues eran jugadores con mucha experiencia en cricket...

El Fenway…


Fenway Park es un lugar agradable para visitar, pero que no sea de día, porque los equipos no sólo luchan entre ellos, deben luchar contra el sol, el viento, la niebla, las palomas y el Monstruo Verde.

Este estadio cuenta con uno de los campos de sol más intimidantes en el béisbol. Se dice en Boston que el sol sale por el Este y se pone en los ojos del jardinero derecho. En realidad el sol ciega a todos.

A fines de Septiembre de 1972, los Medias Rojas comenzaron un juego muy importante contra Detroit, perdiendo al sol las primeras bolas voladoras que los Tigres batearon. Ese mismo año, una tolva alta, golpeó al lanzador de los Medias Blancas, Wilbur Wood en la rodilla, porque estaba cegado por el sol.

El clima en el Fenway es como George Steibrenner en un mal día, totalmente impredecible. Los vientos huracanados de Nueva Inglaterra, no solo han transformado elevados altos en jonrones, sino que también han arrancado la gran mano del viejo reloj del campo central y doblado el poste de foul del jardín izquierdo.

El 25 de Abril de 1962, el fuerte viento del Este, bajó la temperatura en Fenway de 78 grados a 58 en menos de 10 minutos. Cuando los vientos se apagan, la niebla menuda se vuelve tan espesa como la sopa de almejas.

El 8 de agosto de 1966 el juego tuvo que ser detenido cuatro veces, debido a la poca visibilidad. La madre naturaleza abusa de los jugadores de otras maneras. Le da boletos de ida y vuelta a Fenway a palomas y gaviotas.

El 17 de mayo de 1947 el lanzador de los Cafés de San Luis, Ellis Kinder, quedó bombardeado, cuando una gaviota dejó caer excremento de 3 onzas en el montículo. Pero las palomas son el ave nacional del Fenway.

El toletero de Detroit, Willie Horton, dio muerte cerca del home a una paloma con un batazo en abril de 1974. En 1945 una paloma se interpuso en un batazo de Hal Peck de los Atléticos de Filadelfia y llegó hasta segunda. La paloma perdió algunas plumas y los Atléticos pierden el juego.

En el Fenway actual, ya no sucede eso, porque la mayoría de los juegos son de noche y además desde hace tiempo se reconstruyó y ahora hay asientos arriba del Monstruo Verde...Después más lanzamientos.

viernes, 28 de septiembre de 2018

CARLOS CASTILLO BARRIO Y EL BÉISBOL
Por Héctor Barrios Fernández


El béisbol es un deporte que bien te puede dar o te puede quitar y para evitar mayores frustraciones tienes que estar consciente de estas posibilidades.
Puede ser cruel o sin merecerlo puede darte satisfacciones, puedes conectarle sólido a la pelota y ésta va a dar al guante de algún fildeador, puedes batear la bola al filo de la barda y el jardinero en un salto descomunal atraparla ya del otro lado de la cerca o bien puedes conectar un machucón con la punta del bat y de puro milagro la pelota cae atrás del primera o del tercera base y el batazo se convierte en un hit sencillo y a veces doble o triple.
El béisbol es un juego que no puedes “jugar” con él, tienes que tomarlo en serio, de lo contrario te cobrará la factura, en ocasiones a un alto precio.
Al béisbol lo tienes que respetar, si no lo haces te hará pasar un mal momento.
La vida es así, tienes que tomarla con seriedad y ser respetuoso de ella, de no ser así, tarde o temprano lo pagarás caro.
El béisbol te brinda oportunidades y tú sabrás si las aprovechas o las desaprovechas, si las tomas o las dejas.
Por supuesto que el béisbol tiene eso que tiene la vida y la muerte que “cuando te toca, aunque te quites y cuando no te toca aunque te pongas.”
Puedes ser llamado desde la banca a tomar turno al bat y tener la oportunidad de decidir el encuentro con un batazo, pero resulta que recibes un doloroso pelotazo y el siguiente bateador roletea para doble matanza y adiós sueños de victoria, después resulta que al ir a fildear cometes el error con el que pierde tu equipo, quisieras no haberte levantado ese día. El béisbol no te da.
Por el contrario puedes conectar el batazo que pone adelante a tu equipo y enseguida realizar la atrapada que salva el juego para tu causa. Entonces el béisbol te está dando.
Hubo lanzadores que tiraron un juegazo y les tocó perderlo, como el de Jaime Orozco quien estando a un out del juego perfecto, se lleva la derrota, Alfredo Ortiz poncha a 23 Ostioneros de Guaymas y pierde el juego, Freddie Arroyo a punto de lanzar juego perfecto y se lleva la derrota, Harvey Haddix lanzó 12 innings perfectos, retiró a 36 bateadores en forma consecutiva y perdió el juego en el inning 13, Bill Bevens casi logra el primer juego sin hit ni carrera en Serie Mundial y lo que logró fue llevarse la derrota.
Por otra parte el béisbol te ofrece la oportunidad de ser como Sergio “África” González conectándole de hit a Alfredo Ortiz y evitarle lanzar juego sin hit ni carrera o un Sergio Hugo Vizcarra al conectar cuadrangular a Jaime Orozco, pero que tal un Bobby Thomson pegando de cuadrangular a Ralph Branca para ir a la Serie Mundial o mejor aún un Bill Mazeroski conectando batazo de cuatro esquinas para ganar el séptimo juego y la Serie Mundial dejando tendidos en el terreno a los Yankees.
Y así y así, el béisbol da y quita, quita y da, por eso en el béisbol como en la vida debemos andarnos con cuidadito.
En el ámbito del béisbol he tenido en Ustedes a grandes maestros y Ustedes a un alumno que debiera aprenderles más.
Sin embargo he de reconocer el haber aprendido mucho de maestros como Alfonso Araujo, Eduardo Almada, Jesús Rubio, Enrique Kerlegand, Ronnie Camacho quien aparte de haber sido gran pelotero ahora se distingue como escritor, Jaime Jarrín, Mario Thomas, Vin Scully, Jerry Coleman  y por fortuna muchos otros grandes de la crónica.
Hoy ha sido un día muy especial ya que he tenido a bien recibir un libro, vía paquetería, intitulado “Memorias de un sancosmeco.” En él, su autor Juan Edwin Schirp y Milke nos narra una colección de recuerdos, memorias e historias de sus días en el barrio de San Cosme, hoy colonia García Ginerés en la hermosa ciudad de Mérida, Yucatán.
Las páginas 155 y 156 de esta obra están dedicadas a contarnos parte de la historia del maestro Carlos Castillo Barrio quien es un brillante y reconocido historiador del béisbol.
En ellas nos dice que “El Divino Flaco” es un verdadero buscador de antigüedades, sobre todo si son de béisbol. Que donde haya algo que huela a viejo, allí está el “Flaco” acompañado de su lupa para indagar, busca en bibliotecas, librerías, periódicos y sobre todo con personas “de edad.”
Busca records de béisbol, locales y foráneos, le interesan mucho los que son poco conocidos y poco publicados, en su hurgar aquí y allá, se ha hecho de muchos y raros documentos, también con otros miembros de la comunidad, se ha preocupado por hacer trámites y promociones en bien de sus habitantes.
El autor manifiesta su deseo de que “El Flaco Castillo” sea algún día cercano, reconocido y electo al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano, por sus múltiples aportaciones como cronista, historiador, anotador e investigador del béisbol nacional, al haber logrado con su trabajo callado, responsable y limpio los méritos para tal nombramiento.
He recibido también un par de publicaciones periodísticas que nos dicen del trabajo beisbolero de Don Carlos Castillo Barrio y su inclusión al Salón de la Fama del Deporte Yucateco, así como también sus múltiples invitaciones a la Isla de Cuba con la finalidad de dictar conferencias sobre la historia del béisbol, sobre todo a la ciudad de Pinar del Río.
Sea esta entrega un reconocimiento al Maestro Carlos Castillo Barrio y a todos aquellos cronistas que día a día nos aportan sus conocimientos y sus experiencias producto de sus investigaciones dentro del Rey de los Deportes.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com

viernes, 21 de septiembre de 2018





Integran la Fundación “René Chávez”


Por Jesús Alberto Rubio.


Sabrá usted que recién se formó la Fundación “René Chávez”, por lo que le solicité a José Luis Naranjo, anabista perenne, y me informara sobre el objetivo de esa organización y tuve de él  la siguiente respuesta:

“Mira, Jesús: de inicio, Héctor Zamudio, Pablo Gutiérrez Delfín y Luis Meré, en Poza Rica, nos participaron de que Ramón "abulón" Hernández y otros compañeros tenían la inquietud de volver a reunir a los anabistas.

Se habló de una etapa de afiliación, crear un padrón y saber con cuántos compañeros se contaba.

La idea es que se admitan en el grupo ex beisbolistas, beisbolistas activos y simpatizantes.

Se habló de una cuota económica accesible para crear un fondo de ahorro pro ayuda de miembros que requieran de la propia fundación.

Firmamos: Zamudio, Jett, Cuco, Baby, Hernán Díaz, Pablo Gutiérrez, entre otros, y dimos datos para mantener comunicación.

Esta semana volvieron a reunirse en Veracruz algunos de los mismos y además estuvo presente Ramón "Abulón Hernández, Octavio Salgado, César Lara, y otros.

También me informó "Picos" Contreras que se acordó formar la fundación que llevara por nombre René Chávez la cual está en etapa de protocolización y estructuración de quienes estarán al frente de la fundación.

Compañeros de toda la Republica han respondido con entusiasmo y se declaran listos para esta nueva etapa. Además, se organizan en sus regiones para realizar eventos en beneficio de la naciente agrupación.

A grandes rasgos es lo que te puedo informar. Si puedes contactar al "Abulón”, Zamudio, o Meré, es posible tengan más información.

Siempre un gusto saludarlo; mi respeto y aprecio sincero”.

Ok.

Enhorabuena, amigo, y adelante con su proyecto-programa en bien del beisbol, en especial del pelotero en el activo y retiro.


JUAN ANTONIO GARCÍA VILLA:


Estimado Jesús: Como frecuentemente lo haces en tu leída columna, en días recientes has hecho nueva referencia a los peloteros vinculados a la ANABE. No recuerdo si alguna vez te comenté que hace varios años he venido recopilando datos, información y documentos relacionados con el paro beisbolero de 1980 en la LMB, con el propósito de escribir un libro, pero no he pedido avanzar porque me siguen faltando documentos e información clave para redondear la investigación.

Desde hace casi cinco años no he adelantado prácticamente nada por esta razón. Fundamentalmente se trata de media docena de documentos. Pero puede ser que haya más que yo no consideré, por desconocimiento, al elaborar inicialmente el proyecto de investigación. 

Te comento lo anterior para solicitar a través de tu amable conducto que quienes, de tus lectores, tengan información, de cualquier naturaleza y tipo que sea, si así lo consideran me la hagan llegar. Se los agradezco anticipadamente. Ojalá tengas abundantes respuestas. Para este efecto proporciono mi correo electrónico: jagarciav@yahoo.com.mx




Muchas gracias, Jesús. Ojalá. 

Toda información es bienvenida, desde luego, aunque dispongo de un abundante acervo, casi todo con fuente en la hemerografía. Del Abulón sólo conozco sólo el libro que firma en coautoría con el “Biólogo” Hernández titulado “El brillo del diamante”, en el cual sólo hasta el final y muy brevemente hacen referencia al tema. 

Hay otro libro, “Bola Roja”, el único que conozco expresamente dedicado a este grave asunto, aunque me parece poco objetivo, prácticamente de  divulgación, nada serio.

Durante años Alejandro Aguerrebere, a quien seguramente conoces, estuvo  también reuniendo información asimismo con el propósito de escribir un libro sobre el paro de la LMB en  1980 pero un buen día, en 2013, cuando aún (casi) residía yo en la Ciudad de  México, me buscó para hacerme  entrega de una maleta repleta de notas y recortes. Estoy en deuda con él.

Concretamente ando en busca de seis documentos, como te dije, clave; pero es posible que aparezcan otros de los que yo no tenga antecedentes y arrojen más luz sobre el tema. Además de los aspectos meramente narrativos de los acontecimientos de ese año, planteo dos hipótesis de trabajo, que espero poder demostrar.     

Pocos las imaginan siquiera. Buenas noches.

 Recibe como siempre mi cordial saludo.

Torreón, Coah.





lunes, 17 de septiembre de 2018



Cesáreo Suárez Naranjo, firme, en redesbeisbol

(Quinta parte)


 Vamos hacia adelante, en nuestro recorrido por el beisbol invernal de los años cuarenta, y será para ver que sucedió en la temporada de 1949/50.

Para empezar, los Petroleros de Poza Rica se afiliaron a la Liga del Golfo, para tener como rivales a equipos de Ciudad Mante, de Cerro Azul y de Ébano (me parece que también la ciudad de Naranjos tenía una novena).

De muy buena fuente sé que Gustavo "Chato" Bello dejó por un rato los "aires" de la ciudad de Jalapa, donde siempre aparecía vistiendo el uniforme de los "Chileros", para estar en esta liga (sin poder precisar con qué conjunto, ni si fue en esta o en la siguiente temporada) donde lanzó un juego perfecto.

El caso es, respecto a la liga, que Cerro Azul y Poza Rica quedaron empatados en el primer lugar (desconociendo si buscaron el desempate).

En el otro frente, muy poco - o nada - que decir, pues nuestra Liga Veracruzana fracasaba en sus esfuerzos de  poner en marcha una nueva temporada debido a políticas sucias que impedían a los directivos de los equipos interesados ponerse de acuerdo.

Después de este "impasse", retornaron las actividades para el invierno 1950/51, con los Cafeteros de Córdoba, el Moctezuma de Orizaba, los "Chileros" de Jalapa y el "América" del puerto jarocho. Tal vez les suene extraño este nombre de guerra para un equipo de beisbol, pero ya había existido uno con igual nombre a principios del siglo pasado.

Desafortunadamente, los directivos de la liga "volvieron a las andadas", pues según dice Kid Alto los Cafeteros fueron despojados del título por malas maniobras (¡cuándo no!). De tal manera, el Moctezuma resultó campeón, con Córdoba a medio juego, Jalapa a 5 y medio, y el América a diez.

Lo único que podemos agregar es que los Cafeteros traían de nuevo en sus filas a Beto Ávila, quien acababa de hacerse titular de la segunda almohadilla con los Indios de Cleveland.

El resto del equipo lo formaban su hermano Pedro, el zurdo Ángel Lozano, Modesto Pérez, el Colorado Roche, el "alemán" Guillermo Fritsche, Preston Gómez, Chito García, Jaime "Loco" Abad, Domingo Santana. En cuanto a los Chileros, solo sabemos que eran dirigidos por Eustaquio "Taco" Martínez.

Por lo que a la Liga del Golfo respecta, podemos decir que los Cañeros de Ciudad Mante de José Chón Ramírez se llevaron el gallardete, con los Petroleros de Poza Rica en segundo sitio.

Para 1951/52 después de muchos "estira y afloja" por parte de los directivos, lograron ponerse de acuerdo. Se salió el América y entró en su lugar el equipo de mi tierra, Cosamaloapan; los demás clubes siguieron iguales. Aparte de eso, la liga veracruzana pasó a ser "Liga Regional del Centro de Veracruz"; y para mí, un chamaco de 13 años el beisbol, entonces, vino a ser "un sueño hecho realidad".

Cuando podía (después de haber salido de trabajar en mi empleo de "conserje" de una oficina del gobierno; y de haber cumplido con los mandados a los que enviaban mis padres) me daba mi "vuelta" por el campo deportivo, para ver a los jugadores - unos blancos, otros morenos, y unos más negros - practicar para ponerse en condiciones.

Adultos y jóvenes veíamos todo aquello. Y nos asombrábamos, sin que faltara el comentario: "¡Oye, Cesáreo", me decía alguien, "ahí está tu hermano, practicando; y ¿ya viste quien ese negro, que está calentando? ¡Es James Lamarque, quien jugó con los Diablos Rojos, y resultó pitcher campeón en la Liga Mexicana la temporada pasada!". Solo que Lamarque no se quedó, y se fue con otro de los equipos. Y es que ya los Cañeros contaban ya con los pitchers suficientes. Pero todo lo concerniente a esa campaña se los platico para la siguiente.

domingo, 16 de septiembre de 2018


BEISBOL DE LOS 40

Cesáreo Suárez Naranjo
(Cuarta Parte)


Reviviendo el beisbol invernal de los años 40

Es justo que echemos unos pasos atrás, para que veamos que sucedió con los AZTECAS de Alejo Peralta, después de la pésima campaña que tuvieron en 1945/46.

El magnate fue invitado por los directivos de la Liga Nacional, que funcionó algunos veranos con equipos del norte del país, en su mayoría del estado de Coahuila, y se llevó a sus "aborígenes" a participar en 1946 en este circuito que le hizo algo de contrapeso a la Liga Mexicana, dirigida por Jorge Pasquel.

Pero no era tanto ese "contrapeso" pues éste - Pasquel - ¡la verdad!, no les hizo mucho caso, ya que estaba "engolosinado" gracias al nivel de juego que estaban presentando "sus" equipos: Diablos Rojos, Azules de Veracruz, Tuneros, Sultanes, Puebla, Alijadores, por los jugadores extranjeros de muy alta calidad que estaba contratando, sin minimizar lo que hacían los mexicanos (pero esto ya corresponde a "otra historia").

Lo que sí, es que al enterarse - Pasquel - de que Peralta metía a su equipo a aquella otra liga, les impidió que jugaran en el parque Delta, por lo que tuvieron que refugiarse en el parque ubicado en la Cuchilla de Nonoalco. 

Así las cosas, y según afirma "Kid Alto", la Liga Nacional no era "competencia" para la Liga Mexicana. Los Aztecas no lograban ni siquiera la mitad del cupo del parquecito, y Peralta tuvo que renunciar a un proyecto que parecía ambicioso (lo cual  si ocurrió años más tarde, como todos sabemos).

Me ha sido imposible recopilar los nombres de jugadores que pertenecieron a esta Liga. Sólo, por "cuentagotas", puedo mencionar a Blas "Máscara" Guzmán, con el Laguna-Esperanza; a Kiko Martínez con Torreón; Vinicio García y el pitcher José "Chaperita" Medina (mi paisano, de Cosamaloapan) con Parral (¿acaso tipos muy conocidos, como Manuel "Shorty" Arroyo, Memo Garibay y "Chanquilón" Díaz también estuvieron ahí?, alguien podría ayudarnos).

Así que don ALEJO dio marcha atrás, y regresó a la Liga Metropolitana, a la cual ya habían reingresado, también (y que ya habíamos comentado) los Petroleros de Poza Rica y los Chileros de Jalapa, siendo este último el campeón (con Chile Gómez al timón), de una liga que no sabemos que otros equipos la formaban, fuera de estos que he mencionado, y de "un" Águila" de Veracruz (si hemos de tomar por buenas las palabras de Kid Alto).

De los dos primeros equipos veracruzanos ya proporcionamos los nombres de sus peloteros en la entrega anterior. Toca, ahora, ver quienes eran los "Aztecas". 

Al mando del equipo, Peralta puso a Filemón Gallardo, contando con Beto Rodríguez, Rodolfo "Apagón" Morales, Keki Pérez, Juan Martínez y Óscar de los mismos apellidos; llegándoles, a media temporada, los útiles servicios de Héctor Lara, proveniente de los Chileros, donde había tenido algunos malos entendidos con el manager.

Para 1948/49 el beisbol "grande", el de la Liga Veracruzana, llegó a mi tierra Cosamaloapan. Eran solo cuatro equipos, y de lo poco que me acuerdo eran los "agarrones" que se daban con el otro conjunto de la cuenca del Papaloapan: Alvarado. Con estos últimos andaba un pitcher nativo de esa tierra "del buen hablar" (¡y el único que se me viene a la memoria!): José María "Chema" Ferrer, hermano mayor de Emilio "El Pollo", que era su estrella.

Pero, si, recuerdo a la mayoría de los que estuvieron con el equipo de mi tierra. Empezamos con el manager-jugador Raúl Chicalón Méndez, Chaperita Medina (con experiencia en las Ligas Mexicana y Nacional), Héctor Pepino Azamar, Mario Cruz, Memo López cuyo hermano, Bernardo "Donato", era el catcher titular, respaldado en esa posición por un jugador local (y pariente mio) Octavio Nieto Martínez, mas conocido como "la Mujer Tortuga", por su enorme humanidad; además, el "zurdo" Franco, Juan Manuel (el doctor o el Centavo) Sentíes y Alfonso "Gallina" Peña. Estos dos últimos hacían su debut en el beisbol profesional.

La novena de Alvarado se llevó el titulo, quedando Cosamaloapan a 3 juegos, Jalapa a 7; y, en el sótano, Veracruz (con quienes andaba "Perico" Ávila, hermano de Beto) a 14 juegos de distancia.

De los umpires puedo recordar a don Juan García (papá de José Luís "Chito", y de Juan, quien también se dedicó a ampayar), don Antonio Páramo, quien era todo un espectáculo (cuando un bateador era ponchado le decía: "!a la-vase"! 

Aquel entendía: "a la base", y agarraba camino rumbo a primera base. Pero Páramo le aclaraba: "a la-vase...¡los calcetines!); además de un elemento local: Armando Riquer, conocido como "Mitote" (¡ya podrán imaginar porqué!). Y, "como dijo McArthur: volveremos".

viernes, 14 de septiembre de 2018


POR CESÁREO SUÁREZ NARANJO

Beisbol invernal veracruzano de los años 40

(Tercera parte).



El beisbol invernal, en los años cuarenta.- Vimos, en nuestra entrega anterior, el tremendo problema que se creó en la Liga Veracruzana - 1945/46 - perjudicando a los Chileros de Jalapa (cuya directiva estaba formada por el doctor Francisco Navarrete y los hermanos Burillo) - todo eso porque los Estibadores habían alineado, en varios partidos, al "CHARRASCAS" RAMIREZ quien - de "alguna manera" - estaba considerado como "ilegal" (sic).

El caso es que el presidente de la Liga, el doctor Octavio Carvajal (¿pariente de Ángel?) no fue justo, pues les dio el beneficio en ese sentido a los Cafeteros de Córdoba y al equipo de Alvarado, otorgándoles el triunfo en "la mesa", pero no lo hizo en favor de los Chileros, como correspondía por los estatutos. Eso le costó, a estos últimos, el quedar en segundo lugar y a tan solo medio juego detrás de Alvarado.

El doctor Navarrete decidió que su equipo se retirara de la Liga. Pero, de eso, hablaremos más adelante. Porque, primero, vamos a dar los nombres de los jugadores (¡puros conocidos!) que integraron el conjunto representativo de la ciudad llamada "la Atenas Veracruzana": Raúl "Chicalón" Méndez, mánager y jugador, Luís "Molinero" Montes de Oca, Felipe "Muñeca" Iturralde, Manuel "Pollo" Lozano, Vidal Romero, Gustavo Bello (¡el eterno "Chato"!), Jesús "Chuy" Moreno.

No vamos a pasar por alto como quedaron las posiciones, con los otros equipos: los Cafeteros de don Lázaro Penagos - quienes regresaban a la actividad (y traían en sus filas a Zenón Ochoa y a Beto Ávila) a 5 juegos y medio, los Gallos de Santa Rosa a 7; los Estibadores a 11; y Potrero a la cola, a 12 juegos.

Resultó, entonces, que debido a las anomalías la Liga Veracruzana se debilitó para el invierno 1946/47, por el abandono de los equipos de Alvarado y de Jalapa; dedicándose, estos últimos a efectuar juegos de exhibición contra equipos de la ciudad de México.

Por lo tanto, únicamente podemos dar las posiciones en que quedaron los equipos al finalizar la temporada: los Carretilleros del puerto de Veracruz en primer sitio, seguido por Córdoba, los Gallos de Santa Rosa, y en el sótano el conjunto de Potrero.

Para la campaña de 1947/48 las cosas iban de mal en peor en la Liga Veracruzana, pues se salieron los Cafeteros, entrando en su lugar un equipo de Cuitláhuac, mientras que permanecía un equipo del puerto (que no sabemos si eran los Carretilleros o los Estibadores), los Gallos y, como dueño a perpetuidad del ultimo lugar el team de Potrero.

Pero, por otros frentes - y en este caso si podemos asegurar que se trataba de la Liga Metropolitana (dirigidos ahora por don Ernesto Carmona Velasco) - los Chileros lograron que les abrieran las "puertas"; y no solo eso sino que también hubo el reingreso de los Petroleros de Poza Rica.

Vale la pena recordar los nombres de los jugadores que integraron a estos dos equipos. Primero, de los Petroleros: Zenón Ochoa, Sergio "Lolo" Correa, Pepe Gutiérrez, Vidal Romero, Rosario "Becerril" Fernández, Modesto Vinales, el "Chivero" García, Ocampo, etc. Aun así, quedaron en el sótano.

Pero le vamos a dar más importancia al roster de los Chileros, pues lo que hicieron con sólo 15 jugadores en la nómina, fue memorable.

Y es que encabezados por José Luis "Chile" Gómez como manager-jugador, quien les "sacó todo el jugo" al elegante primera base Carlos Galina, a Manuel "el Pollo" Lozano, Héctor "Chero" Mayer, Gustavo "Chato" Bello (¡casi siempre "chilero"!), Octavio Favela, Eduardo "Alemán" Cruz, Alfredo "Milímetro" Lares (bastante chaparrito), Pepe Sosa, Enrique "Pachuco" Leduc, Memo Luna (quien obtuvo 13 victorias), Héctor Lara (quien pasó a media temporada a los Aztecas) lograron el título. 

Por cierto, Chile Gómez fue manager de los Alijadores de Tampico para la temporada del verano de 1948 de la Liga Mexicana, y se llevó a cinco de los estuvieron con él en los Chileros: Memo Luna, Octavio Favela, Chato Bello, Pepe Sosa y al Alemán Cruz. Hasta la próxima.

jueves, 13 de septiembre de 2018


Aquel hermoso beisbol de antaño…

Por Cesáreo Suárez Naranjo.
(Segunda Parte)

 El beisbol invernal, hace más de 70 años: Todo el mundo beisbolero en México sabe quién fue don Alejo Peralta (Y Díaz Ceballos). Un empresario poderoso, quien se dio a conocer en el ámbito de este deporte desde los años cuarenta, patrocinando equipos de beisbol - aunque yo no supe de él hasta el invierno de 1952/53.

Pero no nos adelantemos, pues como ya dijimos en nuestra entrega anterior, ingresó en 1944/45 con su equipo, AZTECAS, a una liga (sin que pueda precisar si era la llamada "Metropolitana", o llevaba otro nombre) que iniciaba su cuarta temporada, y que incluía un equipo del estado de Jalisco; otro de León, Guanajuato - los Lechugueros; dos del estado de Veracruz: Jalapa y Poza Rica; y dos más de la capital de la república: el Juárez-Loreto, dirigidos por don Miguel Oropeza; y el conjunto de Peralta, que se llevó el título de esa contienda, contando con estos jugadores, empezando con el estelar pitcher Manuel "El Ciclón" Echeverría, quien se apuntó 15 triunfos; los hermanos Carlos y Jorge Galina, Eustaquio "Taco" Martínez, Victor Manuel "Pingua" Canales, Juan Guerrero, Apolinar Pulido (el popular "Polín"), etc.

Por su parte, los Petroleros de Poza Rica traían a Ramón Mendoza, Ezequiel "Kelo" Cruz, Jesús "Chanquilón" Díaz, Pancho Torrijos, Memo Ríos, Guillermo "Monito" López, Pepe Bache, Jesús "Cochihuila" Valenzuela, Gustavo "Patón" González, Pancho Alcaraz, Beto Ávila, etc. De los demás equipos no dice nada la "Guía Azul" de Kid Alto (que es de donde tomamos estos, y los siguientes datos).

El Kid señala que la ciudad de Jalapa contaba con otro equipo, los "Halcones" (formado, en su mayoría, por trabajadores ferrocarrileros), que participaba en otra liga: la Ínter Estatal, la cual ya llevaba funcionando 16 años consecutivos (pero sin aportar mayor información).

Para el siguiente invierno, 1945/46, mientras se daba el nacimiento de la Liga de la Costa del Pacífico, gracias - principalmente - a los esfuerzos de don Teodoro Mariscal, por "estos rumbos" ocurrían algunos cambios, ya que la liga se quedaba con solo cuatro equipos. Se dio la salida de los conjuntos de León, de Jalapa y del Juárez-Loreto, permaneciendo los otros tres ya conocidos, e ingresando un equipo de San Luís Potosí, que fue el que se llevó el gallardete, seguido por los Petroleros a 2 juegos y medio, los Aztecas a 18 y medio, y el Jalisco a 19.

Gracias a Reyes Nájera, contamos con los nombres de algunos jugadores (lista bastante incompleta) que formaron parte del equipo representativo de la tierra del "zacahuil": además de que repetían Pepe Bache, Memo López, Cochihuila Valenzuela, estaba el gran zurdo Ángel Castro, Ismael "Oso" Montalvo, y los apellidados Michelena y Rubio (¿sería, acaso, Carlos el ingeniero?). Respecto al campeón del año anterior, Aztecas, el Kid Alto dice: "...inspirado por la magnífica actuación de su equipo, el ingeniero Peralta puso un equipo más duro, pero que resultó serlo solo en el papel. Los refuerzos: Popeye Salvatierra, Alfonso "Guacho" Nieto, Alfredo "Moscón" Jiménez, Bandala, Canchola, y el pitcher salvadoreño Jorge Aguilar no fueron nada valiosos". (¡Y párele de contar!).

Pero eso no fue todo en aquel invierno, puesto que había otros frentes; como la llamada liga Interestatal, que ya mencionamos líneas arriba. Pero ahora, como los seis equipos que la integraban eran veracruzanos tomó, con todo derecho, el nombre de Liga Veracruzana; cuya temporada, por cierto, terminó con una bronca de grandes proporciones entre algunos directivos.

¡Y "la manzana de la discordia" lo fue un pelotero muy querido por la afición mexicana! Resulta que uno de los equipos del puerto jarocho - los Estibadores - habían alineado en algunos partidos al popular Pedro "Charrascas" Ramírez - un tipo al que vimos jugar, muy versátil pues podía jugar la primera base, los jardines y hasta pitchear - sobre quien pesaba un "veto". Desconocemos por completo las razones de ese impedimento.

De una u otra forma, el más perjudicado de todos los equipos lo fue el que representaba a Jalapa, pues una maniobra sucia de la propia directiva de la Liga - que tenía que ver con un juego que perdieron los "Chileros" ante los Estibadores (que alinearon al "Charrascas") - les impidió que tuvieran la oportunidad de aspirar por el título, ya que los jalapeños debieron haberse adjudicado el triunfo en la mesa, cosa que no sucedió. Total, que fue el equipo de Alvarado el que se llevó el campeonato, con medio juego de ventaja - ¡precisamente! - sobre los Chileros. Por hoy es todo.

lunes, 10 de septiembre de 2018


EL BEISBOL INVERNAL ENFRENTA PROBLEMAS

 (PRIMERA PARTE)

Por Cesáreo Suárez Naranjo.

Hoy quiero hablar, amigos colegas y aficionados, del beisbol invernal de nuestro país. Primero, de la situación actual, puesto que se ve amenazado por negros nubarrones, provocados por la falta de sensibilidad de un solo directivo de la Liga Mexicana de Verano, que apenas ha llegado y con ideas "muy novedosas" - según él - ya ha impuesto su voluntad sobre todos los dueños de los equipos de este circuito (los cuales, se está viendo, han doblado las manos) y ha propuesto cambios nunca antes vistos en el ámbito beisbolero - unos ya llevados a cabo, y otros para que surtan efecto en un futuro próximo - los cuales vienen a romper, indudablemente, la armonía que ha reinado por tantos y tantos años en nuestra pelota, donde ha regido respeto mutuo.

Este señor, JAVIER SALINAS, con muy poco espíritu beisbolero - pues él ha estado relacionado con el balompié - ha venido a romper la tranquilidad, reitero, pues está buscando perjudicar la marcha que ha llevado al beisbol del Pacífico, con 73 temporadas consecutivas realizadas desde su inauguración en 1945/46, las más de ellas con éxito, y algunas pocas con tumbos y tropiezos (como aquellas de fines de la década de los años cincuenta, cuando estuvo a punto de "tronar") pero saliendo siempre adelante.

Para más referencias sobre el asunto "Javier Salinas", basta con la carta abierta - por "Milenio" - que a ese señor le escribió el reputado comentarista Juan Vené. Pero, de "última hora" me llega una reflexión. ¿Será que - puesto que ha asegurado que el beisbol es su deporte favorito, y que desde el principio de su gobierno le pondrá la atención debida - el señor AMLO pueda intervenir como mediador en este asunto? ¡Ya veremos!

 Cambiemos el tema.

Porque por "allá" por aquellos años, precisamente mediados de esos años cuarenta, también existían otras ligas en nuestro panorama, unas consideradas como "profesionales", y otras como "semi". Mi enfoque a manera de remembranza será, directamente, sobre la o las que se jugaban alrededor de nuestra capital, así como en el Estado de Veracruz. Para eso recordaré a varios personajes que de un modo u otro, me ayudan a evocar esos recuerdos.

Era el mes de mayo de 1995, y en una de mis idas a la ciudad de México, no podía faltar a la jornada dominical en el parque del Seguro Social. En esos momentos no podía imaginar que ya le faltaba poco para que dejara de ser considerada como "la catedral del beisbol". Ya, dentro del estadio, poco antes de acomodarme en las gradas, me encontré en los pasillos con un hombre del cual ya había oído hablar mucho tiempo antes. Era don Miguel Oropeza, quien me permitió charlar con é por unos minutos. Y era obvio que yo trajera a colación aquella Liga Metropolitana.

Muchos recuerdan a don Miguel, ligado la mayor parte de su vida con el Monte de Piedad. Pero también hago referencia de Rafael Reyes Nájera, el inolvidable "Kid Alto", de cuya "Guía Azul del Beisbol Mexicano 1956/57", tomo buena parte (lo necesario). Lo mismo que algo de aquellos libritos que publicó Tommy Morales allá por 1968. A ambos les doy todo el crédito que se merecen.

El caso es que el señor Oropeza, además de su relación laboral con la mencionada institución, también era manager del equipo, sin contar que por un tiempo fue presidente de la Metropolitana, circuito donde - recuerdo - jugaron tipos como Enrique Caballero, otro Enrique - Leduc, "El Pachuco" -, "Tingo" Ortiz, Vicente Zazueta, Mario Saldaña, Juan Manuel Sentíes y, años más tarde, hasta Cananea Reyes.

Más, en aquellos "cuarentas", don Miguel dirigía a los "camioneros" del Juárez Loreto.

Corría el invierno de 1944/45 cuando echaban a andar su cuarta temporada, en la cual participaban otros cinco equipos: los Aztecas - patrocinados por Alejo Peralta -, uno de Jalisco, otro de León, Guanajuato - los Lechugueros, y dos más, ambos del estado de Veracruz, que eran de nuevo ingreso, de Jalapa y Poza Rica.

La participación de este último conjunto, representando al emporio petrolero del norte de nuestro estado - ubicado junto al arroyo del Moyejón, y cuyo nombre original fue "Poza de Cuero" - hay que considerarla como asombrosa, pues apenas en 1936 había dejado de ser ranchería y convertido en congregación.

Fueron los Aztecas de Peralta quienes lograron el título, sacando un juego de ventaja al equipo jalisciense, dos sobre Poza Rica y el Juárez-Loreto, cinco sobre Jalapa; y en el último sitio, a ocho juegos los Lechugueros. Seguiremos.

sábado, 8 de septiembre de 2018


LANZANDO PARA HOME

Los hermanos Vicente Enrique…Romo



POR ALFONSO ARAUJO BOJÓRQUEZ.

Los hermanos Vicente y Enrique Romo, nacieron en Santa Rosalía, Baja California Sur y ambos crecieron en Guaymas, donde se iniciaron en el béisbol profesional. Vicente, que lo apodaron "Huevo", debutó en el Estadio "Álvaro Obregón, al ponerse en marcha la temporada de 1961, abriendo por Guaymas y Rubén Rendón por los Yaquis, que no les permitió hit a los Ostioneros, pero le hicieron una carrera sucia, terminando el partido 4-1.

El veracruzano Emilio Ferrer, perdió con relevo del novato Vicente Romo.

En esa misma temporada en el parque de Guaymas, el domingo 19 de noviembre, los mismos pitcheres Ferrer y Romo, lo hicieron mejor, cuando lanzaron sin hit, ni carrera ante Yaquis, perdiendo Jesús Robles por 3-0.

Estaba lanzando Ferrer, cuando Arnulfo "Huateque" González, le bateó fuerte línea que le pegó en la parte superior del brazo de lanzar y tuvo que salir, dando paso al novato Vicente Romo, que completó la obra del doble cero, siendo el primer juego de esta naturaleza en esta liga.

Fue el primer triunfo de un total de 182 que conquistó Vicente en su carrera y 2.38 en efectividad.

Enrique tenía 19 años, cuando hizo su presentación con los Ostioneros de Guaymas en la temporada de 1966-67. El miércoles 12 de octubre de 1966 en el parque de Guaymas, los Mayos de Navojoa vencieron 4-1 a los Ostioneros, juego que se alargó a 11 entradas.

Francis Pollard abrió por Guaymas y lo relevo Enrique, que cargó con su primera derrota. Poco después en un partido que abrió Gabriel de la Torre contra los Cañeros, el domingo 16 de octubre, los Ostioneros ganaron por 6-4 y el triunfo fue para Enrique. Solo relevos hizo en esa primera temporada, pues los abridores fueron su hermano Vicente, Bob Johnson, Alfonso Cisneros y Pepe Leyva, que impuso récord de ponches con 209.

Al año siguiente en 1967, que se jugó con puros mexicanos, Enrique fue uno de los titulares de Guaymas, cerrando con 15-4 y 1.53 en carreras limpias.

Para los Ostioneros fue su último campeonato.

Enrique lanzó para los Venados en tres temporadas, llegó a los Yaquis en 1972-73, siendo parte importante en el segundo título de Obregón. Tuvo dos temporadas de 12-2 entre 1974 y 1976. Cerró su carrera de 13 años con 96 ganados por 64 derrotas y un excelente 2.72 en carreras limpias.

Cuando se inició la temporada de 1967 los hermanos Romo estaban con Guaymas, pero a media temporada, Vicente que estaba anunciado a lanzar en Los Mochis, fue comprado por los Cañeros y se enfrentó a Enrique, que lo venció por 2-0, a pesar de permitir sólo 3 hits y 12 ponches, pero uno de esos imparables fue jonrón con uno en base de Arturo "Indio" Bernal.

Se volvieron a enfrentar en 1971 y ahora Vicente salió victorioso, con el mínimo marcador de 1-0. Esa carrera la produjo "Paquín" Estrada con un doblete. La última vez que se vieron las caras los hermanos Romo fue en Hermosillo en 1976, cuando a Vicente lo explotaron en la misma primera entrada, sin sacar un solo out. Dos hermanos, dos grandes carreras dentro del béisbol...Después más lanzamientos.