LUIS ELOY RAMÍREZ CABRERA:
Jesús: Mis
saludos sinceros y aprovecho para dar mis opiniones a Eddy Henríquez sobre su
planteamiento-pregunta, de por qué los peloteros actuales duran menos que los
del pasado. Espero sea interesante para tus lectores y de alguna información a
Eddy para su análisis.
Aprovecho para
enviar un saludo a mis muy respetados y apreciados, Antonio "Toño" Elizarrarás y la
historiador de Yucatán-Campeche, Carlos Castillo.
Saludos a la
Hermandad, hoy les comentare - a petición de Eddy Henríquez- sobre el análisis
que él hace sobre la fragilidad física – que no económica- de los jugadores de
la actualidad.
Primeramente me permito hacer algunas
aclaraciones a Eddy, ya que el beisbol se mide en números y de allí se define
la ecuación con la única que se puede medir la grandeza de un jugador.
Tony Oliva, el
gran bateador cubano no ganó 5 títulos de bateo como Eddy afirma, en realidad
logró la corona en tres oportunidades
(1964-65-70), pero si a números vamos, el Rey hispano en eso de los títulos de
bateo es el panameño Rod Carew, quien se llevó 7 lideratos.
En cuanto al
pitcheo puedo decir que prácticamente en 1910, ya todos los lanzamientos que
hoy conocemos se utilizaban. Recta, curva, cambio, sinker, palm ball, screw
ball, y la bola ensalivada ya eran parte de los repertorios de esos años sin
incluir el rayado de la pelota con las uñas y el mortífero lanzamiento
submarino; quizás la bola de cuatro costuras o el slider son los más
recientemente “descubiertos”.
Por ultimo como
paisano de Miguel Cabrera, me gustaría que el aragüeño llegara a por lo menos
acercarse al promedio vitalicio de Ty Cobb, pero hay que ser realista, 366 es
un record imbatible. Cabrera “apenas” ronda los 321 luego de 11
zafras.
Ahora en cuanto
a lo que afirma Eddy, sobre la fragilidad de los jugadores actuales se puede
mirar desde dos ángulos:
El de la
longevidad de los jugadores del pasado como la del presente pareciera signado
por el destino.
Joe DiMaggio,
Bob Meusel, Hank Greenberg, Ralph Kiner, Hack Wilson, Lefty O`Doul, Earle
Combs, Bill Terry, Earl Averill, Joe Sewell y Mickey Cochrane, por citar
algunos nombres legendarios, no alcanzaron superar las 14 temporadas en sus
ilustres carreras.
Por el contrario,
Omar Vizquel, Derek Jeter, Rafael Palmeiro, Rickey Henderson, Chipper Jones,
Ken Griffey Jr, Craig Biggio, Gary Sheffield, Alex Rodríguez, Iván Rodríguez,
Jim Thome, Julio Franco, Greg Maddux, Roger Clemens, Jamie Moyer, Kenny Rogers,
Mariano Rivera… todos activos o
retirados en el siglo, 21 jugaron al menos 20 años.
En lo que
totalmente me adhiero a lo expresado por Eddy, es a la debilidad de los
lanzadores de hoy y al poco amor al uniforme que vemos en el juego de estos
días.
Ya los
lanzadores no van a lanzar un juego completo; ya no alcanzan ni lo que los
sabiométricos llaman “aperturas de calidad”, es decir sacar 18 outs permitiendo
tres o menos anotaciones, sino que la tendencia es la Tommy John.
Como dijo hace
unos años atrás el mismísimo John, “las lesiones en los lanzadores serán cada
vez más a edad más temprana no porque tiren 200 entradas en una temporada a los
20 años; irán en aumento porque los jóvenes ya lanzan de todo a los 13 o 14
años en su afán de llegar rápido a las mayores”.
Entonces son
opiniones acertadas de un lanzador que lo hizo por 26 años en el Big Show o ¿la
epidemia de las Tommy John será
casualidad?
Por último la
dedicación al juego es muy diferente. Hanley Ramírez- aunque ya muchos lo
olvidaron- insultó a su propio manager, Fredi González, porque según él, no
tenía autoridad moral para sentarlo por no haber jugado en las mayores.
¿Quien no
recuerda los 210 millones de verdes que rechazó Albert Pujols para seguir con
San Luis, la ciudad que llegó a considerarlo su hijo predilecto?
Y no podían
faltar los esteroides:
¿Qué pelotero se
avergüenza de su uso?
Hoy vemos como
los equipos en una campaña abierta dan trabajo a Bonds, McGwire o Manny Ramírez
para que nos sean olvidados por los votantes al HOF.
Hoy mi apreciado
Eddy, los peloteros ven el juego como lo que es, un gran negocio, y si a los
banqueros se les aplica el dicho de que tienen el corazón del lado de derecho,
digamos entonces que por lo menos los peloteros tienen pensamientos verdes. Los
Carlton Fisk y otros como él, olvídalos, ¡son una especie en vías de extinción!
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