RENÉ CÁRDENAS:
Con gusto comparto esta
histórica fotografía que me tomaron con el torpedero de los Dodgers Don Zimmer
en el Coliseo de los Ángeles en el año de 1959, mi segundo año como narrador de
los Dodgers.
Don acaba de pasar al
cielo a formar parte del equipo de los celestiales. Fue un buen amigo. Siempre
fue fino al brindarme las entrevistas que le solicité en toda una vida. Su
sentido de humor era contagioso y fue el inventor del juego agresivo.
Un día de la década del
60 levantamos vuelo (Vero Beach, Florida) en el avión de los Dodgers para ir a
jugar a Lakeland, y a los 5 minutos de haber despegado y ya volando sobre el
Atlántico, el aparato perdió un motor. El piloto viró para regresar y mientras
eso ocurría se oyó una voz fuerte y sonora desde la parte trasera de la nave.
Era la voz de Don Zimmer:
"Ahora los Doders
están en problemas porque en este avión vamos los dos torpederos de los
Dodgers".
Nunca olvido el
momento. Primero por al miedo que se apoderó de mí. Y segundo, porque la
delegación entera rio a mandíbula abierta de la producción del incomparable
Popeye.
CARLOS
RODRÍGUEZ CANDILA:
Don Zimmer: su deceso
es un luto esperado ya que desde abril mostraba las complicaciones de
enfermedad o bien por la curva natural
de la vida. Relatos de mi padre (+), gran aficionado y que me enseñó quizá lo
que nunca aprendí de su gran conocimiento en béisbol, era eso, un gran
aficionado a este deporte que nos ha enlazado y tener oportunidad de
conocernos por éste medio y que mejor en
el caso tuyo Lic. Jesús A. Rubio Salazar la vida nos ha permitido llegar a lo
personal.
Mi Padre me relataba de ESOS GRANDES de su tiempo, llámense
Ted Williams, Babe Ruth, Lou Gehrig, Stan Musial y ni se diga de ROBERTO AVILA,
orgullo personal que fue su tiempo, y ni que decir de Melo Almada, pero que mejor lo que la fortuna
le brindó a ese gran mexicano, FERNANDO
VALENZUELA, cuya distinción hace referencia con toda la documentación
exquisita, fina y precisa Don Luis Eloy Cabrera en página de hace dos días y
que hoy se suma con toda la experiencia y respeto otro gran maestro conocedor
de esta ciencia el Sr. Antonio Elizarraras
Corona, todo un experto como otros más que colaboran en tus páginas.
Agradezco a Eddy Henríquez,
Luis Eloy Ramírez Cabrera, Varona, Carlos Castillo, Juan Antonio Jasso, Cesáreo
Suárez, Ignacio Peña y tantos más, sus aportes y estadísticas e incluso a la ya
ausencia de un gran compilador, maestro extrañable por sus efemérides, Alfonso
Araujo y tantos que son eso que ya es toda una hermandad beisbolera que nos
nutre en muchos sentidos para preservar el conocimiento de éste gran deporte.
Destaco las crónicas
escritas acerca de FERNANDO VALENZUELA, tan perfectamente documentada y la de
Yasiel Puig.
Del primero realizado y
escrito está. TODO UN FENOMENO que logró
la perfección de porqué y para que nació en una todavía sencilla población de
Sonora. Su grandeza es tener la fortuna de vivir y seguir siendo ese ícono
incomparable entre jugadores latinos y no latinos, igual que hasta en Japón y
otros lares donde el béisbol se juega y tiene afición internacional.
El otro fenómeno que no
es la estresante digamos así posición de pitcher, es Yasiel Puig, quien parece
a diferencia del año pasado va corrigiendo y mesurar su temperamento y carácter.
Efectivamente es ese gran pelotero que habita en él, en mi estimación le falta
tiempo y constancia para alcanzar la grandeza de un ROBERTO CLEMENTE, casualmente
right field como posición de Yasiel, con todas las facultades de lo esperado de
un jugador de campo para ejecutar con tanta eficacia no vistas en otros, la
forma de lanzar de tal distancia con fuerza y precisión y una gran capacidad en
materia de bateo.
Algunos dirán que
Willie Mays fue mejor y no desdeño tal opinión, pero se trata de jugadores
latinos y sin comparaciones cada quien en su lugar tiempo y espacio para
lograrlo. A Clemente, su prematura muerte nos impidió ver hasta donde pudo
llegar, pero lo logrado, ahí está.
Reitero que Yasiel Puig
de hoy considero que está aprendiendo lo que lo puede llevar ser la gran
estrella dotada de tantas facultades para imponer records. Algunos discretos y
más sencillos como El Titán Adrián González hace lo suyo, pero su posición a la
defensiva es más bien receptora, más con su bateo las cifras hablan. Cabrera,
el venezolano, sin palabras. Sencillamente y en cualquier momento lograría otra
vez la triple corona de bateo, BRILLANTE.
LUIS
ELOY RAMÍREZ CABRERA:
Jesús: saludos a la
Hermandad, y aprovecha la oportunidad para hacer una aclaración a tu siempre
consecuente Cesáreo Suárez Naranjo. En realidad - y como he dicho en anteriores
oportunidades aquí mismo- soy hijo de la SABERMETRIA, aunque hombres como Juan
Vené y Greg Moraga, me mostraron que esa compilación de números y fórmulas no
decían absolutamente nada del honor, la dignidad y el coraje que hizo grandes
por sobre otros a algunos jugadores cuyos registros muestran otra cosa.
No soy seguidor particularmente
de Fernando Valenzuela, me considero más un seguidor a ultranza de la leyenda
de Babe Ruth, pero soy un dedicado a rescatar las historias y marcas, de
nuestros jugadores latinoamericanos, por ello dedique un libro cuyo título lo
dice todo: "El increíble ascenso de los latinos en las grandes
ligas". Esto sin sentimientos xenofobicos hacia otras culturas, sea cual
sea, de hecho no me solidarizo con el
termino raza blanca, negra, mestiza o amarilla, pues en mi opinión, hay una
sola y única raza humana.
Y volviendo al tema con
Cesáreo, ese motivo fue el que me llevó a sentarme y dedicar unas líneas al
joven que salió de Etchohuaquila - gracias al aporte de Jesús, porque nadie
fuera de México o mexicano conoce ese poblado- sin millones, sin fama ni maquinaria
mediática que le despejara el camino a impactar como lo hizo siendo un rockie.
El béisbol, Cesáreo,
nos guste o no- y respeto tu negativa a las comparaciones-, tiene dos cosas que
lo caracterizan. La primera, no hay un deporte en el mundo en que las
estadísticas definan lo bueno o no tan bueno que fue un jugador. Y segundo, que
al vivir de las estadísticas- que no envejecen-, las comparaciones a diferencia
de otros juegos, no sólo son inevitables sino que van de generación en
generación.
A pesar de lo mucho que
el lanzador Tanaka haya sorprendido al mundo del béisbol, me pareció injusto
que a Fernando- que no lanzó hace 100 años- no se le reconozca la hazaña que
ningún serpentinero en su año de novato ha tenido en una zafra como la que él
logró en 1981.
Por último, te invito a
leer unas líneas que dediqué aquí en Al Bat, a otro gran mexicano, Baldomero
"Melo" Almada. Él no sólo fue un pionero sino que dejó cantidad de
marcas, "huellas" que hasta su llegada ningún latino había logrado, y
que cayeron casi tres (3) décadas después de su retiro. Un datico más, cuando
alcanzó sus 29 partidos dando de hit, sólo seis (6) jugadores en la historia
del juego habían conseguido una mayor cantidad, entre ellos Ty Cobb, Rogers
Hornsby y George Sisler ¿buena compañía
no?
JUAN
EMILIO BATISTA CRUZ:
Saludos, Jesús. Una vez
más todos los que nos consideramos honrados con integrar la Hermandad de Al Bat,
debemos agradecer al estimado amigo venezolano Luis Eloy Ramírez, esta certera
información sobre el extraordinario inicio del mexicano Fernando Valenzuela en
las Grandes Ligas de Estados Unidos.
Gracias, Luis Eloy,
porque es una adecuada y contundente respuesta a algunos superficiales que
acostumbran a absolutizar un resultado sin tener todos los elementos o
ignorarlos ex profeso, sobre todo cuando se trata de minimizar las hazañas, que
son tantas, de los peloteros latinos en el Big Show.
El inédito arranque de
El Toro Valenzuela puede ser igualado o superado porque la vida sigue; pueden
aparecer figuras capaces de lograrlo, pero de momento, ni Tanaka, ni nadie ha
podido opacarlo. Esa es la verdad. En medio de mis limitaciones crecientes de
salud, no puedo dejar de reconocer este nuevo aporte valioso de nuestro hermano
Luis Eloy. Un abrazo, Juan Emilio.
JESUS
VARONA:
Buenos trabajos
reafirmando también que las comparaciones se hacen, pero...a mi particularmente
no me agradan. Últimamente lo vimos con Strasburg y más recientemente con
Joseito Fernández. El que comienza tiene un amplio camino que recorrer; me
gusta dejar que corra la liebre, para después darle alcance con el juicio frio siempre de los numeritos. El
trabajo aludido es Excelente, saludos amigo <J>.
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