domingo, 10 de abril de 2016

ANECDOTARIO DEL BEISBOL


Serie Cien años del béisbol en Guanajuato.

Jorge A. Cervantes Jáuregui

A Don Alberto de Jesús “Charro” Raya en su onomástico.

Todos los ámbitos del deporte como en la vida, se encuentran llenos de anécdotas y en ello el béisbol se distingue.

Muchas de esas anécdotas, surgen desde luego por la convivencia que tienen los peloteros a lo largo de los juegos en las casetas o dugout. 

En días pasados, tuve la fortuna de que llegaran a mis manos dos libros que enriquecen el conocimiento de dicho anecdotario.

Me refiero en primer término, al que lleva por título “El fantástico mundo del béisbol, cinco décadas de vivencias en el rey de los deportes” editado en el 2008 por el gobierno del estado de Coahuila, la Radio Concierto de Saltillo y el Instituto Coahuilense de Cultura.

El autor, el conocido cronista Enrique Kerlegand quién nos comparte mil y una vivencias ya que en su largo trayecto ha ejercido la crónica de éste nuestro deporte en diversos diarios y revistas, en la radio y en la televisión.

El otro libro, es el que se ha publicado con motivo de los 90 años de la Liga Mexicana de Béisbol, que se conmemoraron en el año pasado 2005.

Por cierto que este último libro, en el que aparecen contribuciones de varios personajes de la crónica, entre ellos el mismo Kerlegand, tiene una sección en la que se indican los equipos que por estado de nuestro país, han tomado parte en los torneos oficiales reconocidos desde 1925.

Y al observar en un mapa de la república el caso del estado de Guanajuato, indica que han participado tres equipos: Los Cachorros de León, los Bravos de León y el Guanajuato. Es muy interesante este dato, pues con ello, se da pleno reconocimiento al hecho de que esta novena, heredera como ya lo hemos dicho muchas veces, del equipo fundado por el “Capi” José García Gutiérrez en 1909, tuvo el privilegio de participar en el primer torneo de la liga mexicana en 1925.

 Aparece su récord, con 5 juegos ganados y 9 perdidos. Volviendo al libro escrito exclusivamente por Kerlegand, ahí nos podemos enterar de las razones por las que la cadena Televisa dejó de transmitir el béisbol de Liga Mexicana a partir de 1981, un desacuerdo por derechos de transmisión, que al haber un cambio en la gerencia de los Diablos Rojos cuando Ángel Vázquez vendió el equipo a Roberto Mansur.

El asunto es tal, que a la fecha en los noticieros deportivos de Televisa, casi nunca se habla de béisbol. Asuntos como cuando en una mala temporada para los Diablos al mando de “Cananea” Reyes, en el mismo dugout platicaban Ángel Vázquez como gerente y Wilfredo Calviño, que siendo manager en ese momento se encontraba sin chamba. Los dos cubanos dice la anécdota “hablaban en voz baja y Cananea los veía de reojo”.

Luego no se aguantó y con el florido lenguaje que lo caracterizaba les dijo que sabía que estaban hablando de él. Ángel Vázquez le respondió “Es tu conciencia, chico, tu conciencia que no te deja tranquilo”.

Al haber entrevistado a tanta gente, se refiere a uno de los muy conocidos nuestros, Gonzalo Villalobos, formado en “Tuzos” para la Liga Mexicana.

La entrevista se realizó cuando Gonzalo jugaba con Rieleros de Aguascalientes ya casi al final de su carrera, que concluyó para la Liga Mexicana cuando la huelga de la ANABE en 1980.

Hace el siguiente comentario: “…injustamente relegado para candidato al Salón de la Fama, dio 2,214 hits, uno de los mejores en la liga. Es el rey del triple de por vida con 132, anotó 974 carreras y tiene promedio de 0.278 de por vida además de otros lauros en el béisbol invernal…”

En otro apartado, se refiere a lo mal que fue llevada la estadística de la Liga Mexicana por mucho tiempo pues hay mucha información perdida y no compilada.

El caso de anotadores oficiales que se llevaban la información a su casa. Un ejemplo lo fue Enrique “el bombero” Castillo, el gran lanzador relevista de Tigres y otras novenas.

Resulta que sus estadísticas se encuentran referidas a él como lanzador abridor con números muy buenos de 131 ganados y 94 derrotas, y solamente ¡17 juegos salvados! cuando durante años, Castillo salvó, estima Kerlegand, alrededor de 250 partidos.


El autor también se quejaba de que Castillo, con tanta estadística exitosa, tampoco estuviera en ese momento en el Salón de la Fama, cosa que afortunadamente ocurrió al haber ingresado precisamente en el año en que se editó el libro, en el 2008. Si le rascamos a nuestro béisbol local, seguramente se escribirían tomos y tomos de anécdotas.

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