lunes, 2 de enero de 2023

 



“Chuy” Bustamante, ícono del beisbol 

 

Por: Jesús Alberto Rubio.

Jesús “Chuy” Bustamante forma parte del rico historial del beisbol mexicano, pelotero serio que siempre mostró entrega absoluta en todas las franelas donde jugó; un gran estelar tercera base toda fibra, coraje y al mismo tiempo con un carácter templado para hacer bien las cosas, además de un excelente bateador.

Nuestro personaje es originario del mineral "El Plomo", población ubicada cerca de Trincheras y Santa Ana, pero su vida familiar se desarrolló en Puerto Peñasco, Jesús "Chuy" Bustamante tiene también un lugar muy especial en la historia del béisbol mexicano y en especial con los Naranjeros de Hermosillo.

Para empezar fue el primer campeón pítcher en la Invernal de Sonora (58-59) al lanzar con Hermosillo (6-1), con todas sus victorias lanzando juegos completos de nueve episodios.


Pero, más que todo, logró combinar tres coronas en ofensiva y pitcheo: Líder en triples con tres y bases robadas, y en pitcheo, fue el mejor.

Además, al bat fue el décimo mejor del circuito con .271 en 33 partidos. Fue sublíder en anotadas (25) e impulsó 16 y jugando la antesala, fue el No. 1 en dobles matanzas (6). El campeón bateador de esa campaña fue Ronaldo "Ronnie" Camacho (.357).

En el invierno del 60-61 a Chuy Bustamante le tocó la gloria de formar parte del primer equipo de Hermosillo campeón en la Invernal de Sonora.

Fue el titular de la esquina caliente de un cuadro donde estaba el debutante Héctor Espino (7), Marco Antonio Manzo (6), Jorge Fitch /6), Rubén Esquivias (3), Eradio Burruel (9), Andrés "Avestruz" Rodríguezy Juan de Dios Villarreal (2), Virgilio Arteaga, el mánager, al siguiente año volvieron a ser campeones.

Para la siguiente campaña Hermosillo envió a Chuy Bustamante a Empalme por Ramón "El Diablo" Montoya y el canje le cayó a las mil maravillas.

Por primera vez promedió sobre la cifra mágica en el circuito (.302), el cuarto mejor de la campaña, además de ser el campeón fildeador con .949.


Pero lo más formidable fue la racha que tuvo entre el 25 de noviembre de 1961 y el 7 de enero del 62 al pegar de hit en 23 juegos consecutivos.

Esa gran racha de lo que fue la cuarta temporada de la Invernal de Sonora, la detuvo Miguel Sotelo, de los Naranjeros, el 12 de enero de aquel 1962.

Bustamante había superado los 19 en juegos consecutivos que conectaron un año antes Guillermo "Diablo" Núñez, de Obregón, y Ramón "Palmilla" González, de Empalme (había iniciado la campaña con Guaymas).

Los 23 de Bustamante fueron superados primero por Carlos "Chaflán" López (25), luego siguió Andrés Mora (29) y finalmente, está vigente en 35 cuando Christian Quintero vio cortada su racha en los Mochis ante el pitcheo de Rigoberto Beltrán y Mauricio Tequida (12 de diciembre de 2005).

En la siguiente temporada volvió a batear sobre .300 (.308), con cinco jonrones y faldeando para .939 para quedarse con el subliderato, debajo de José "Zacatillo" Guerrero (.942), de los Cañeros de los Mochis.

En esa campaña Felipe "El Clipper" Montemayor jugando para Obregón estuvo a punto de empatarle la marca de juegos consecutivos pegando de hit al quedarse con 22 al ser detenido por César "Oloroso" Gutiérrez, quien lo ponchó dos veces, además de otorgarle par de boletos gratis.



En el verano de 1960 con los Tigres del México dirigidos por Memo Garibay y que fueron campeones ese año, formó parte de aquel inolvidable cuadro con José "Pasitos" Echeverría en la primera, Beto Avila de segunda y Carlos Ramírez en el campo corto.

Ese año los bengaleces tuvieron en el staff de pitcheo a Luis Tiant, un joven prospecto que estaba por llegar a los Rojos de Cincinnati, así como a Beto Avila ya despidiéndose como jugador activo luego de su enorme trayectoria en México, Cuba y EU.

Luego en el invierno del 62-63 Chuy Bustamante jugó con los Yaquis de Obregón donde elevó su porcentaje a .311, además de conectar nueve jonrones impulsar 43 y anotó 39 carreras.

En el verano del 64, tras tres años de ausencia de la Mexicana, llegó a los Charros de Jalisco y ahí también siguió con su gran ritmo bateador: .308.

Volvió en invierno a Obregón y promedió .262 y al siguiente año jugó con Navojoa. Para el siguiente verano apareció con el Águila de Veracruz y de nuevo superó la cifra mágica: 312.

Con los Mayos en la 65-66 tuvo otra formidable campaña: .316, con 10 de vuelta entera y 51 producidas. Fueron sus mejores números ofensivos en la pelota invernal.

En fildeo quedó tercero (945) abajo del campeón Héctor "La Malita" Torres, de Mazatlán y Rogelio Jiménez (951) de Culiacán.

También ese año Héctor Espino se acercó a su marca de juegos seguidos pegando inatrapables al quedarse con 21 cuando Steve Dalkewski, de los Venados, pintó en blanco a Hermosillo dejándolos en dos hits.

Bustamante, estuvo con el Águila cinco campañas y luego fue enviado a los Pericos de Puebla en 1966 y con ellos promedió .310. Fue con este equipo donde el 67 se dio el lujo de ¡pegar tres triples consecutivos! al pitcheo de Monterrey!

El 68-69 retornó a los Naranjeros (.243) y en la 69-70 estuvo en plan grande con Guaymas manteniéndose en el liderato ofensivo por varias semanas, pero bajó su ritmo bateador y terminó con .282); sin embargo, Hermosillo lo llamó para los playoffs.



Finalmente, tras jugar con Guaymas el 70-71, al siguiente verano (71) Chuy se despidió del béisbol activo con los Leones de Yucatán dando con ellos sus últimos doce imparables, terminando esa campaña con .267.

Por supuesto que aún hay más detalles en la historia de Chuy Bustamante, pero ya será para otra ocasión.

En tanto, recordaré que ya hará años se le presentó al Recinto Sagrado del beisbol mexicano sus documentos-trayectoria para que pueda ser candidato a ser entronizado, pero todavía no se tiene respuesta al respecto.

Es una agenda pendiente, sin duda.

Por mientras, ¡muchas felicidades, Chuy!

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