DOMINGO SANTANA
BÉISBOL (2ª parte y
última)
(Serie 100 años del
Béisbol en Guanajuato)
Jorge A. Cervantes
Jáuregui
Volvamos a Don Domingo,
el mánager de la elegancia y el gran talento. Es conocido que su relación con
Guanajuato inició en la década de los 50´s ya que varios años dirigió a la potente
selección Guanajuato. Sus primeros registros como mánager profesional se remontan
a la temporada de 1952-53 den la Liga Invernal Veracruzana en la que dirigió a Córdoba.
Hay nuevos registros
hasta 1957 cuando en la Liga Central Mexicana dirigió a Saltillo. A partir de
1960, se vuelve alguien imprescindible en esta liga, dado su enfoque hacia la
formación de peloteros. Durante 1960 y 61, dirigió a los “Tuneros” de San Luis Potosí,
sucursal de “Sultanes” de Monterrey. Posteriormente, de 1963 a 1967 a los
“Tuzos”.
Su labor en esta liga, de
acuerdo con los registros, concluyó en 1969 cuando dirigió a Ciudad Mante. En
todas estas temporadas, jamás fue relevado de su responsabilidad.
En los 21 años que duró
la Liga Central, fue de los pocos managers que repitieron gallardete (con Tuzos
en 1963 y 1966).
Su papel como mánager y
forjador de peloteros fue evidente ya que como jugador se distinguió por ser un
gran tocador de pelota, como estratega era sumamente exigente en esta jugada
clave del béisbol.
Uno de sus pupilos,
nuestro conocido brillantísimo ex-tuzo y gran profesional Saúl Mendoza, ha sido
uno de los mejores en esa difícil jugada, el toque de sacrificio.
La relación entre Santana
y Espino pone de cuerpo entero de lo que fue como forjador de peloteros por la
importancia que tuvo en la carrera del que es considerado el mejor de todos los
tiempos de México.
Santana en gran medida,
fue quién tuvo el ojo clínico para darle un seguimiento serio y puntual al
posteriormente reconocido como ídolo mexicano de este deporte.
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