¿Será José Dariel Abreu el Miguel Cabrera cubano?
José Dariel Abreu.
IVÁN GARCÍA | La Habana | 6 Sep 2013 - 8:38 am. | 10
Archivado en:
El toletero de Cienfuegos podría convertirse en el principal 'rompecercas' cubano de la Gran Carpa.
José Dariel Abreu es aún un desconocido fuera de Cuba. Conocido apenas por scouts y unos pocos especialistas, aún es temprano para saber cuántos millones de dólares podrían pagar las organizaciones de Grandes Ligas si desean tenerlo entre sus cromos.
Pero de José Dariel se hablará. Y en las bulliciosas peñas beisboleras de la Isla los aficionados se harán eco de las futuras hazañas del toletero de Cienfuegos.
Y es que el equipo que fiche en su nómina al inicialista cubano habrá realizado una buena inversión. Pues Abreu es un pelotero de la gorra a los spikes. A día de hoy, está probablemente entre los tres mejores peloteros cubanos en activo.
Quizás sea el mejor. Sus números meten miedo. En la temporada 2009/10 bateó para 399 de promedio, con 30 jonrones, 76 impulsadas y solo 49 ponches frente a 74 bases por bolas, en 89 juegos.
Por si fuera poco, en 2010/11, en solo 66 juegos bateó para 453 de promedio, con 33 jonrones (uno cada dos partidos) y 93 remolcadas.
Abreu ha estado a un paso de alcanzar la triple corona. Es un bateador de todos los días. Batea y tira a la derecha. Y con su metro y noventa centímetros de estatura y sus 114 kilogramos de peso, tiene ya pinta de Grandes Ligas.
EL de Cienfuegos tiene un swing rápido y poderoso. Y pocos puntos débiles al bate. Se le ha visto lucir mal frente a un determinado lanzamiento, y en el próximo turno al bate, frente a un lanzamiento similar, enviar la esférica a 450 pies del home. No caben dudas de que es un bateador especial. Con una postura de bateo a la vieja usanza, conecta hacia todos los ángulos del terreno, preferentemente del centro a la banda izquierda.
Sin apenas usar toda esa parafernalia para proteger brazos, codos y rodillas que se utiliza en el béisbol moderno, preparadores en Cuba le han pedido que se colocara una codera, pues debido a su manera de batear, muy cerca del home, recibe numerosos pelotazos.
Pero Abreu dice que no se adapta a batear con implementos protectores. Algo a lo que deberá acostumbrarse. En la Gran Carpa el promedio de velocidad ronda las 90 millas. Y se trabaja mucho en la zona interior del bateador, la más difícil de conectar.
La primera vez que vi jugar a José Dariel Abreu fue en la preparación de un equipo categoría cadete que entrenaba en el terreno número uno de la Ciudad Deportiva, allá por 2003. Jugaba jardín derecho. Me llamó la atención su estatura y su buena defensa. Era delgado, rápido en las bases y un bateador feroz.
Fue un exitoso tercer bate en los equipos Cuba de categoría cadete y juvenil. Con 17 años debutó en la novena de Cienfuegos. Y desde sus inicios se vieron sus dotes. Aunque no fue hasta la tercera temporada que estabilizó su rendimiento. A diferencia del fabuloso Kendrys Morales o del estelar Yulieski Gourriel, que desde su debut en el béisbol cubano sentaron cátedra, Abreu fue paso a paso.
Todos los entendidos sabían que iba a ser grande. Solo se esperaba el momento de su erupción. Que llegó de manera brutal, cuando empezó a romper la marca de 30 jonrones por temporada.
Además de rondar los 400 puntos de promedio de bateo, sus OPS y sluggins son de ensueño (555 y 822 en 2009/10, 597 y 986 en 2010/11).
Al ganar en masa muscular, Abreu fue convertido a primera base. Llegó a la selección nacional en 2010.
Así, el dúo que formó hace tres años con Yasiel Puig fue monumental. Puig, hoy novato prodigioso de las MLB, era tercer palo de la novena cienfueguera. Abreu cuarto. Esa combinación de velocidad, agresividad y bateo de tacto y fuerza de Puig, más el poder ofensivo de Abreu, fue todo un espectáculo.
Pito, como es conocido José Dariel, es un destripador de pelotas. Si se le pregunta hoy a cualquier pitcher cual es el bateador más temido en la Isla, la respuesta casi siempre es Abreu, junto a Frederick Cepeda y Alfredo Despaigne.
Con 26 años cumplidos, José Dariel llegará a la MLB en plena madurez deportiva.
Esta temporada ha sido excelente para los peloteros cubanos en EEUU.
Yoennis Céspedes, Yunel Escobar, Kendrys Morales, Alexei Ramírez, José Fernández y Paco Rodríguez, entre otros, además del soberbio Yasiel Puig, tienen roles protagonistas en sus respectivos equipos.
Puig, coterráneo de Abreu, es sencillamente un show. Apunta a codearse con tipos como Mike Trout o los soberbios bateadores de Venezuela y República Dominicana. Puig posee las cinco herramientas de un atleta excepcional, y podría convertirse en un bateador de 30 jonrones y 100 impulsadas por temporada.
Pero aún las Grandes Ligas actuales esperan por un rompecercas consuetudinario, uno que podría haber sido Kendrys Morales de no haber sufrido la devastadora lesión que sin duda ha marcado su carrera, y que puede ser José Dariel Abreu.
Tal vez, a la vuelta de unos años, Abreu sea el Miguel Cabrera cubano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario