Origen y esencia de las
Series del Caribe
Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga
Para
el amigo Michel Contreras
Los Vegueros de Pinar del Río nos
representarán en la Serie del Caribe 2015 con un elenco de lujo: doce
integrantes del equipo campeón 2013-2014 y dieciséis refuerzos. Hubo polémicas
en torno a la conformación del Seleccionado, la gente no parecía ponerse de
acuerdo, hasta que apareció una decisión salomónica: meses más tarde todos sus
integrantes, incluidos los que ahora vayan a San Juan de Puerto Rico, viajarán
al torneo Challenger, en Canadá. Este acontecimiento tiene su historia.
En 1947, la Liga de Béisbol Profesional
Cubana sería la primera en asociarse con las Ligas Menores de los Estados
Unidos, a través de un Pacto o Acuerdo entre ambas instituciones, donde
estamparon sus rúbricas George Trautman, presidente de la National Association
of Professional Baseball Leagues y Julio Sanguily, principal accionista del Almendares (eran 10), quien fue
comisionado por la máxima entidad de nuestro país. Ambas se supeditarían a las Major
League Baseball (Grandes Ligas).
Por sus ventajas económicas y de indudable convocatoria a jugadores de
la zona, el Acuerdo se extendió en corto tiempo a otros países de Centroamérica
y el Caribe, como Venezuela, Puerto Rico y Panamá, años después lo harían
México y República Dominicana.
Como resultado, surgió la Confederación de Países del Béisbol
Profesional del Caribe, adscripta al Béisbol Organizado de los Estados Unidos,
una organización regional, de donde brotarían las Series del Caribe entre
equipos campeones, diseñadas para efectuarse en el mes de febrero, al final de
los torneos de cada nación vinculante, con una norma esencial: “Ninguna liga de
cualquier país puede estar representada en el organismo si su categoría no es
profesional…”
La absoluta exclusión de amateurs,
nos dice que en estos eventos se enfrentan clubes que funcionan como empresas,
como sucedía con Habana, Almendares,
Cienfuegos y Marianao, no
países, como en los Clásicos Mundiales y otras competencias internacionales.
Por esa razón, en esos equipos juegan peloteros de cualquier lugar, incluidos
norteamericanos y canadienses, ajenos a la zona geográfica. Así se concibió el
espectáculo de mayor nivel del área, y así se ha mantenido, no sin etapas de
zozobras.
El sistema de empresas prevaleció en el béisbol profesional de la Isla
desde las primeras décadas del siglo XX. Ya no solo existía el dueño, sino que
prácticamente cada equipo funcionaba bajo el principio de Juntas Directivas.
Abel Linares, el hombre que trajo a Babe
Ruth en 1920 a Cuba, junto a Tinti
Molina, Alex Pompez y otros, darían la clarinada.
En la campaña 1950-1951, por ejemplo, los cuatro equipos actuantes en la
Liga Profesional Cubana tenían esa estructura. El Almendares, con el Ing. Mario Mendoza como presidente, el Cienfuegos con Roberto Bobby Maduro, uno de los principales
accionistas del Gran Stadium de La Habana
y posterior dueño de los Cuban Sugar
Kings, en el Habana Miguel
Ángel González y la máxima autoridad del Marianao
era Alfredo Pequeño. Todos hombres de negocios.
Y entonces aparecen las contradicciones con la participación cubana. En
primer lugar, las Series Nacionales fueron concebidas para vincular a todo el
pueblo, mediante la representatividad por provincias, sin carácter financiero ni
mercantil, por lo que se convierte en un hecho insólito para aquellas lides. Quizás
por esa razón los villaclareños protestaron por los refuerzos en Isla
Margarita, Venezuela 2014 y ahora los vueltabajeros querían a la totalidad de los
Vegueros de Pinar del Río,
prácticamente sin refuerzos. No deja de ser una concepción altruista, pero se
aparta del espíritu competitivo del torneo invernal.
El escollo principal radica en la
estructura de las Series Nacionales, donde el color de la camiseta responde a
criterios locales, tan arraigados en nuestro país después de medio siglo. La
nueva Dirección Nacional de Béisbol ha anunciado un cambio que se adecue a los
mandamientos internacionales como el Clásico Mundial, el Premier y otros donde
compiten jugadores de Grandes Ligas y de las Menores.
En Cuba abundan las
empresas socialistas que bien pudieran acoger seis equipos para integrar un
torneo élite, de donde saldría nuestro representante a la Serie del Caribe y
otros con similar capacidad de convocatoria; siempre expuestos a refuerzos o a
sustituciones imprevistas, que no es lo mismo, pero es igual, parafraseando a
Silvio Rodríguez.
Claro, el actual sistema competitivo (llamémosle así), deberá continuar
priorizado, porque representa el aporte trascendental con un derrotero
autóctono por primera vez en nuestra historia, que lleva a los mejores
jugadores a todo el territorio nacional. Anteriormente lo hacían los
profesionales en La Habana, algún que otro partido en Cienfuegos, Matanzas, Las
Villas y otras provincias. La Liga Nacional Amateur, fundada en 1914 y
adscripta a la Unión Atletica de Amateurs de Cuba a partir de 1922, solo se
desarrollaba con jugadores blancos y en la parte occidental del país.
La Liga Popular de Cuba, que eliminó la concepción racista, se jugaba
por zonas y al final se enfrentaban los campeones de las mismas. La poderosa Liga
Pedro Betancourt, de donde brotaron infinidad de jugadores insignes como
Orestes Miñoso, Silvio García, Tony
Taylor, Tany Pérez y Edmundo Amorós, era
reducida a la geografía matancera; lo mismo sucedía con otras organizaciones de
menor trascendencia. Ninguna de esas estructuras pudo ampliar el diapasón
competitivo a todo el país, un mérito que mantendrá por siempre las Series
Nacionales, de donde deberá surgir el campeón nacional, que bien pudiera
representarnos con su roster íntegro, en otros torneos como el Challenger
canadiense, los holandeses, etcétera.
En la primera edición de las Series del Caribe compitieron el Mayagüez de Puerto Rico, el Escogido de Venezuela, el Spur Cola de Panamá, y por Cuba los Alacranes del Almendares, que se
impondrían invictos a las órdenes de Fermín Guerra, otrora estelar receptor, quien
trece años después ganaría con los Occidentales
la primera edición de las Series Nacionales. Aquel torneo fundador se efectuó
del 20 al 25 de febrero de 1949, en el flamante Gran Stadium de La Habana, hoy Latinoamericano,
con la presencia de los equipos campeones de cada país. La victoria invicta del
Almendares constituyó un éxito
rotundo que celebró el pueblo por todo lo alto.
Es bueno señalar que los Azules se vieron en la necesidad de incluir
varios refuerzos, o sustitutos, según fuera el caso, entre los equipos
perdedores, no olvidar que, años más tarde, en sus filas brilló el gran Camilo
Pascual, lanzador fetiche del Cienfuegos.
A su vez, contaban con un total de ocho norteamericanos: el pitcher Eddie Wright, el receptor Mike
Sandlock, los jugadores de cuadro Chuck El
Hombre Rifle Connors, quien después sería un destacado actor en Hollywood;
Granny Hammer, y los jardineros Al
Gionfrido, Sam El Sambo Jethroe y Monte Irvin, que llegaría a engrosar las
filas del Salón de la Fama de Cooperstown. Lo mismo sucedía con los demás
equipos. Todo en consonancia con el Pacto de 1947.
Las Series del Caribe deben estudiarse por etapas, la primera de ellas
hasta 1960, pues ya en 1961 Cuba fue excluida por razones políticas que han
provocado una confrontación intelectual durante más de cincuenta años, entre
algunos estudiosos que hablan de la ruptura cubana por la eliminación del
profesionalismo y el avance a una sociedad socialista; otros con rigor
enjuician una expulsión a todas luces injustificada. Cuba había participado
ininterrumpidamente en esos torneos. De las primeras doce ediciones (1949-1960)
ganó siete (cinco consecutivas, entre 1956 y 1960), Puerto Rico (4) y Panamá (1).
Pero en 1961, la asociación perfecta Cuba-Estados Unidos comenzaba a
deteriorarse en el campo político y económico, béisbol incluido. Ese año, el
último de la fenecida Liga Profesional Cubana (1960-1961), se impuso el Cienfuegos, un team que vio crecer las opciones championables cuando el Béisbol
Organizado prohibió la actuación de los jugadores foráneos en la Isla, lo que
venía efectuándose desde la campaña de 1907, cuando se incorporaron dos
jugadores blancos y ocho negros, incluido el inmortal lanzador Andrew Rube Foster, fundador en 1920 de las
Ligas Independientes de Color o Ligas Negras Norteamericanas.
Otro tanto trataron de hacer con los cubanos que allí se desempeñaban,
pero todos dieron el espaldarazo a su país, a expensas de cualquier represalia
y regresaron a competir. Fue entonces que Ford Fricks, comisionado de las Grandes
Ligas, decidió cambiar la sede de la Serie del Caribe, que correspondía a La
Habana 1961, hacia Venezuela, sin la presencia de los cubanos, por “falta de
garantías y seguridad para los jugadores”, un pretexto que venía desde el
advenimiento del 26 de julio de 1959, cuando se efectuaba un partido entre los Cuban Sugar Kings y el Alas Rojas de Rochester, de la Liga
Internacional de la Florida, que se fue a extra inning y a la medianoche hubo disparos de felicidad en el
abarrotado Coloso del Cerro, donde
algunos afirman que hubo jugadores heridos, un cubano y un norteamericano.
Tal disposición provocó que el 24 de octubre de 1960, el capitán Felipe
Guerra Matos, presidente de la Dirección General de Deportes, se reuniera con
los directivos y jugadores de la Liga Profesional Cubana, para informarles que
Cuba no permitiría que ningún equipo del país participara en la Serie del
Caribe, si le retiraba el derecho a organizarla. Nuestra ausencia quebró
aquellos torneos regionales, pues de setenta y dos partidos efectuados, había
ganado cincuenta y dos, con la mayoría de los títulos.
Aquella decisión norteamericana provocó la renuncia de Venezuela a
organizar el torneo sin la presencia cubana y las Series del Caribe sufrieron
uno de sus principales descalabros. A partir de entonces se celebrarían Torneos
Interamericanos, entre los campeones profesionales de Panamá, Puerto Rico y
Venezuela. Así, con altas y bajas estuvieron compitiendo, hasta que en 1970 se
reanudaron con el nombre de Series del Caribe y la participación de Venezuela,
México, Puerto Rico y República Dominicana.
En los últimos tiempos había sido reclamada la presencia de Cuba, al
desaparecer la palabra amateur de la
Carta Olímpica, inspirados, quizás, en los recuerdos de aquellos años y la
labor internacional de la Isla, sobre todo en los Clásicos Mundiales.
Evidentemente, los criollos se ganarían el show
y las gradas volverían a llenarse.
Después de varios intentos, Cuba regresó al torneo de 2014, con el
campeón Villa Clara (2012-2013), después
de un año de atraso debido a las fechas competitivas de las Series Nacionales.
Allí se dejó mucho que desear. A nuestro juicio, las autoridades del béisbol y
los mismísimos jugadores nativos, no habían tomado conciencia del nivel de aquellas
lides. Algunos llegaron a afirmar que sería un paseo para Villa Clara, rememorando los torneos
internacionales de años atrás, donde Cuba se imponía sin dificultad alguna a
equipos de aficionados.
Hubo escollos que lograron sortearse para reaparecer en calidad de
invitados en febrero de 2014, ya que nuestro país no pertenece al Béisbol
Organizado, pero al parecer han quedado atrás y en breves días asistirá a
Puerto Rico con un Vegueros de Pinar del Río reforzado, que debe dar
una mejor batalla.
Por su corta duración, quizás no sea la Serie
del Caribe el mejor medidor, pues en pocos encuentros es difícil imponer la
calidad, pero garantiza la unión de nuestros pueblos a través del deporte, con
diferencias que en un tiempo parecían irreconciliables y hoy reaparecen con
aires de moderación y necesario acercamiento, así como tantas otras formas de
coexistencia pacífica.
A continuación algunos datos
estadísticos de nuestra actuación histórica.
SERIES
DEL CARIBE (1949-1960)
Año Sede
Eq.
Cubano Manager
Campeón
1949
|
La Habana
|
Almendares
|
Fermín Guerra
|
Almendares: 6-0
|
1950
|
Puerto
Rico
|
Almendares
|
Fermín
Guerra
|
Carta
Vieja Yankees, Panamá: 4-2
|
1951
|
Venezuela
|
Habana
|
Miguel
Ángel González
|
Cangrejeros
de Santurce, Puerto Rico: 5-1
|
1952
|
Panamá
|
Habana
|
Miguel Á. González
|
Habana: 5-0
|
1953
|
La
Habana
|
Habana
|
Miguel
Á. González
|
Cangrejeros
de Santurce, Puerto Rico: 5-0
|
1954
|
Puerto
Rico
|
Almendares
|
Bobby Bragan
|
Caguas,
Puerto Rico: 4-2
|
1955
|
Venezuela
|
Almendares
|
Bobby Bragan
|
Cangrejeros
de Santurce, Puerto Rico: 5-1
|
1956
|
Panamá
|
Cienfuegos
|
Oscar Rodríguez
|
Cienfuegos: 5-1
|
1957
|
La Habana
|
Marianao
|
Napoleón Reyes
|
Marianao: 5-1
|
1958
|
Puerto Rico
|
Marianao
|
Napoleón Reyes
|
Marianao: 4-2
|
1959
|
Venezuela
|
Almendares
|
Clemente Sungo
Carrera
|
Almendares: 5-1
|
1960
|
Panamá
|
Cienfuegos
|
Tony Castaño
|
Cienfuegos: 6-0
|
JUGADORES MÁS VALIOSOS
Año Sede Campeón Más Valioso Pos.
1949
|
La Habana
|
Almendares
|
Agapito
Mayor
|
p
|
1950
|
San Juan (Puerto Rico)
|
Carta Vieja Yankees
(Panamá)
|
Joe Tumineli
|
3b
|
1951
|
Caracas (Venezuela)
|
Cangrejeros de Santurce
(Puerto Rico)
|
Luis Rodríguez Olmos
|
Jardinero
|
1952
|
Ciudad de
Panamá
|
Habana
|
Thomas
Fine*
|
p
|
1953
|
La Habana
|
Cangrejeros de Santurce
|
Willard Brown
|
Jardinero
|
1954
|
San Juan
|
Criollos de Caguas (Puerto Rico)
|
Jim Rivera
|
Jardinero
|
1955
|
Caracas
|
Cangrejero de Santurce
|
Don Zimmer
|
ss
|
1956
|
Ciudad de
Panamá
|
Cienfuegos
|
Rafael
Noble
|
Catcher
|
1957
|
La Habana
|
Marianao
|
Solly Drake*
|
Jardinero
|
1958
|
San Juan
|
Marianao
|
Earl
Battey (Valencia, Venezuela)
|
Catcher
|
1959
|
Caracas
|
Almendares
|
Norm Cash
(C.
Oriente, Venezuela
|
1ra. base
|
1960
|
Ciudad de
Panamá
|
Cienfuegos
|
Camilo
Pascual (Cuba)
|
P
|
Notas:
-Jugadores
norteamericanos, de la Liga Profesional Cubana.
-No siempre coincide el
Más Valioso con el equipo campeón.
LÍDERES DE LOS BATEADORES
Año Jugador País Vb H
Ave.
1949
|
Albert Gionfrido (Al)
|
Almendares*
|
15
|
8
|
.533
|
1950
|
Héctor Rodríguez
|
Almendares
|
19
|
9
|
.474
|
1951
|
Lorenzo Cabrera (Chiquitín)*
|
Habana
|
21
|
13
|
.619
|
1952
|
Edmundo Amorós (Sandy)
|
Habana
|
20
|
9
|
.450
|
1953
|
Pedro Formental (Perico 300)
|
Habana
|
25
|
14
|
.560
|
1954
|
Jim Rivera
|
Puerto Rico
|
29
|
9
|
.450
|
1955
|
Rocky Nelson
|
Almendares*
|
17
|
8
|
.471
|
1956
|
Rafael Noble (San)
|
Cienfuegos
|
15
|
6
|
.400
|
1957
|
Solomon Drake (Solly)
|
Marianao*
|
22
|
10
|
.455
|
1958
|
Bob Wilson
|
Venezuela
|
--
|
--
|
.500
|
1959
|
Jesús Mora
Luis García
|
Venezuela
Venezuela
|
--
|
--
|
.417
|
1960
|
Tommy Davis
|
Puerto Rico
|
--
|
--
|
.409
|
Notas:
*Jugadores
norteamericanos, de la Liga Profesional Cubana.
-El récord de Chiquitín Cabrera (.619), se conserva
hasta la actualidad.
LÍDERES EN JONRONES
Año Jugador País Jonrones
1949
|
Monford M. Irvin (Monte)
|
Almendares*
|
2
|
1950
|
Joe Tuminelli
|
Panamá
|
2
|
1951
|
Luis Rodríguez Olmo
|
Puerto Rico
|
3
|
1952
|
John Jorgensen (Spider)
Wilmer
Field
|
Habana*
Venezuela
|
2
2
|
1953
|
Willard Brown
|
Puerto Rico
|
4
|
1954
|
Ray Orteig
|
Almendares*
|
2
|
1955
|
Don Zimmer
|
Puerto Rico
|
3
|
1956
|
Louis Limmer (Lou)
Elías Osorio
|
Puerto Rico
Panamá
|
3
3
|
1957
|
Luis Márquez
|
Puerto Rico
|
2
|
1958
|
Louis Limmer
|
Venezuela
|
2
|
1959
|
Norman Cash
|
Venezuela
|
2
|
1960
|
Héctor López
Tommy Davis
Félix Torres
|
Panamá
Puerto Rico
Puerto Rico
|
3
3
3
|
Nota: *Jugadores
norteamericanos, de la Liga Profesional Cubana.
LÍDERES DE LOS LANZADORES
Año Pitcher País G PH
Ave.
1949
|
Agapito Mayor
|
Almendares
|
3
|
0
|
1,000
|
1950
|
Robert Hooper (Bob)
|
Almendares*
|
2
|
0
|
1,000
|
1951
|
José G. Santiago
|
Puerto Rico
|
2
|
0
|
1,000
|
1952
|
Thomas Fine
|
Habana*
|
2
|
0
|
1,000
|
1953
|
Bob Holloman
|
Puerto Rico
|
2
|
0
|
1,000
|
1954
|
Víctor Stricka
|
Panamá
|
2
|
0
|
1,000
|
1955
|
Bill Greason
|
Puerto Rico
|
2
|
0
|
1,000
|
1956
|
Camilo Pascual
|
Cienfuegos
|
2
|
0
|
1,000
|
1957
|
Winston
Brown
James P. Bunning (Jim)
|
Panamá
Cuba*
|
2
|
0
|
1,000
|
1958
|
Humberto Robinson
|
Panamá
|
2
|
0
|
1,000
|
1959
|
Camilo Pascual
Wamer Birrer
|
Almendares
Venezuela
|
2
2
|
0
0
|
1,000
1,000
|
1960
|
Camilo Pascual
|
Cienfuegos
|
2
|
0
|
1,000
|
Notas:
*Lanzadores
norteamericanos, de la Liga Profesional Cubana.
-De refuerzo con los Leones del Habana, el norteamericano
Thomas Fine fue el primer pitcher que
propinó un juego sin hits ni
carreras, el 21 de febrero de 1952, ante el Cervecería Caracas, de Venezuela (1 x
0).
-En 1956
Camilo Pascual actuó como refuerzo del Almendares.
-Camilo
Pascual ha sido el único en lograr coronas de pitcheo con distintos equipos.
-Carlos Patato Pascual y Camilo, fueron los dos
únicos hermanos cubanos en esos clásicos.
BASES ROBADAS
Año Jugador País BR
1949
|
Monford M. Irvin (Monte)
|
Almendares*
|
11
|
1950
|
Joe Tuminelli
|
Panamá
|
6
|
1951
|
René González
|
Venezuela*
|
11
|
1952
|
Wilmer Fields
|
Venezuela
|
7
|
1953
|
Willard Brown
|
Puerto Rico
|
13
|
1954
|
Luis García
|
Venezuela
|
9
|
1955
|
Willie Mays
|
Puerto Rico
|
9
|
1956
|
Robert Boyd
|
Cienfuegos*
|
11
|
1957
|
Orestes Miñoso (Minnie)
Harold Smith (Cura)
|
Marianao
Marianao*
|
7
|
1958
|
Víctor Pellot Power
|
Puerto Rico
|
8
|
1959
|
Norman Cash
|
Venezuela
|
8
|
1960
|
Stan Palys
|
Panamá
|
12
|
Nota: *Jugadores
norteamericanos, de la Liga Profesional Cubana.
-René González fue un
jugador cubano, que ese año representó a Venezuela con el Navegantes de Magallanes.
Juan A. Martínez de
Osaba y Goenaga
Enero de 2015.
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