GONZALO VILLALOBOS, “EX-TUZO” DE GUANAJUATO QUE
INMERECIDAMENTE NO SE ENCUENTRA EN DEL SALÓN DE LA FAMA DEL BEISBOL MEXICANO.
(Serie 100 años del
Béisbol en Guanajuato)
Jorge A. Cervantes
Jáuregui
De la interminable
“mata” sinaloense de beisbolistas de gran calidad, llegó también a los “Tuzos”
de Guanajuato Gonzalo Villalobos Félix. Fue en el año de 1962.
Paisano de
Elpidio Osuna, nació el 14 de enero de 1941 en San Blas, Sinaloa.
Muy brillante
su carrera tanto en la Liga Mexicana de verano como en la del Pacífico y que se
extendió por 18 años (de 1963 a 1980).
Al ser paisanos Osuna y Gonzalo y a la
vez contemporáneos, sus carreras llevaron cierto paralelismo. Si bien no les
tocó jugar juntos en los “Tuzos”, Gonzalo en 1963, ya se encontraba en la Liga
Mexicana con “Diablos Rojos” del México.
Elpidio iría a “Poza Rica” en 1964
donde fue “Novato del Año”. A Gonzalo le tocó esa vez una temporada en que
“Tuzos” no ocupó un buen lugar en la tabla final, pero por otro lado fue aquel
torneo inolvidable para los que tuvimos la fortuna de seguirlo, por la
“aporreada” que tuvo a bien darle a “doña blanca” Ramiro Caballero.
En esa
temporada del 1962 de la Liga Central Clase “C”, participaron “Mineros” de
Fresnillo, a la postre campeón, Aguascalientes, “Panzas Verdes” de León,
“Tuneros” de San Luis, “Tuzos” y “Petroleros” de Salamanca.
Los “Tuzos” bajo el
mando precisamente de Ramiro Caballero, ocuparon el penúltimo lugar a 16 y
medio juegos de Fresnillo.
Puede revisarse en un “Super-Hit”, esa añorada
revista de beisbol de la época, que ya muy avanzada la campaña, Villalobos a
sus 21 años ocupaba el segundo lugar de bateo con un porcentaje de 0.349, sólo
atrás de Caballero.
Así mismo, se encontraba entre los mejores en hits con 132
y en bases robadas con 23.
Caballero se llevó la triple corona de bateo
(campeón bateador con 0.414, hits con 175, jonrones con la marca de todos los
tiempos, 59, y carreras producidas con 170).
En la Liga Central de ese año, se
registró que el campeón de ponches fue la entonces promesa del béisbol
nacional, Alfredo “Zurdo” Ortiz, con 145.
Estos eran los valores que aportaba
la Liga Central a la Liga Mexicana.
Al igual que Caballero luego de la
temporada del 62, Villalobos fue llamado a los “Diablos Rojos” del México. Ahí
estuvo por dos temporadas, sin tener las oportunidades que se le presentaron a
Osuna de ser titular desde el primer año en que apareció en nuestro máximo
circuito.
La razón era obvia, pues en el “México” las figuras estaban en buen
momento, y no soltaban la titularidad.
Para 1965, fue cambiado a “Broncos” de
Reynosa y la oportunidad no fue desaprovechada.
De haber jugado sólo 34 juegos
la temporada anterior y bateado únicamente 27 hits, ahora lo hizo en 139
juegos para conectar168 imparables siendo el líder en hits triples con 12.
Conviene señalar que esa virtud de batear extrabases de tres colchonetas le
caracterizó en su carrera, siendo a la fecha el líder de todos los tiempos en
este departamento con 132.
Combinación de visión para el bateo con velocidad en
los senderos.
Estuvo en Reynosa hasta 1969 y de 1970 a 72 con Torreón. Luego
las temporadas de 1973 y 74 con “Charros” de Jalisco. Finalmente, los últimos
años de carrera, de 1975 a 1980, con “Rieleros” de Aguascalientes.
En 1975, fue
líder de hits en la liga con 187, aunque no fue su año más productivo en ese
aspecto sino en el 1978 cuando regó nada más 191 imparables por lo que es de
destacarse la facilidad que tuvo para chocar la pelota a la tierra de nadie.
Es
al igual que Elpidio, de los que pertenecen al grupo de los peloteros con más
de 2000 hits en la Liga Mexicana.
Logró un número de 2214 en 2119 juegos
jugados con 974 carreras anotadas, 659 impulsadas en 7964 veces al bat.
Su
promedio de por vida en esos 18 años de carrera fue de 0.278.
Si bien no se
distinguió por su poder, al tener un registro de 39 vuelacercas sí por su fino
bateo. Además de los 132 triples, 240 fueron dobles. En los robos de base
también se distinguió, con 147.
En el bateo, además del récord de hits triples
en el circuito veraniego, posee el de más años siendo líder en veces al bat con
cuatro, lo que habla de su gran consistencia. También aparece entre los mejores en
carreras anotadas, hits y robos de base.
En su paso por los “Tuzos” locales, le
conocimos como tercera base, posición que desempeñaba con soltura, fineza y
calidad.
En la Liga Mexicana, su puesto fue en los jardines. Y ahí también
posee récords que a la fecha mantiene lo que habla de que fue un pelotero
completísimo.
Esos récords son el de más outs consumados para un jardinero con
4,490 y el de más asistencias, con 287.
Cabe destacar que en la época en que
jugó para Aguascalientes lo hizo de los 34 a los 39 años, edad en la que ya
para entonces muchos peloteros se han retirado. En esos 5 años, Gonzalo bateó
la impresionante cantidad de ¡934 hits! Un promedio de 187 por temporada.
El
año de su retiro, en 1980, se dio por un suceso al que algunos han dado a
llamar una de las “páginas negras” de nuestra pelota profesional.
Fue el año en
que los beisbolistas profesionales se organizaron en la llamada ANABE
(Asociación Nacional de Beisbolistas”) que tenía como finalidad establecer una
organización que protegiera sus derechos. Al no lograrse una negociación con
los clubes y sus dueños, se fueron a
huelga. Algunos equipos y peloteros la siguieron.
El resultado fue que
esa temporada de 1980 se interrumpió. Gonzalo en 92 juegos jugados ya había
dado 92 hits.
La ANABE,
encabezada por Ramón “El Abulón” Hernández como el
líder más visible, fue prácticamente avasallada por los dueños de los equipos
en complicidad con las autoridades laborales. Se desató una verdadera “cacería
de brujas” contra los peloteros que mantuvieron su posición y ahí terminó la
carrera de muchos de ellos.
El fin de la de Gonzalo Villalobos fue sólo uno de
los casos. Varios de los involucrados, desistieron de sus demandas y pudieron
regresar.
A la fecha sabemos que las condiciones de los peloteros en el retiro
no han mejorado gran cosa y muchos de ellos viven al día.
Un pelotero del
profesionalismo, calidad y récords vigentes como Gonzalo Villalobos mereció en
vida ser reconocido en el Salón de la Fama del Béisbol Nacional (¿su pasado en
la ANABE se lo impidió? Si es así, tamaña injusticia.
Se puede consultar que su
nombre se encontró en alguna época entre los candidatos a ese recinto.
Esperemos que se le haga justicia en los próximos años y que ello dé lugar a
que veamos a otro antiguo “Tuzo” de Guanajuato en ese reciento.
Gonzalo se
quedó a radicar en Aguascalientes.
Le vimos hace ya algunos años dirigiendo al
equipo estudiantil representativo del Instituto Tecnológico de Aguascalientes,
puesto que ocupó durante varios años.
En el mes de junio de 2005, tuve la
oportunidad de platicar con él brevemente, en una visita que realizó a nuestra
ciudad, con motivo del inolvidable homenaje que se le ofreció a nuestro
recordado amigo y gran pelotero guanajuatense Alfonso “Cólera” Preciado y que
se efectuó sólo dos días antes del fallecimiento de Alfonso.
Gonzalo recordaba
con mucho cariño cuando muy joven jugó en el “San Jerónimo”, y que su desempeño
en ese año le permitió enfilarse a una brillantísima carrera en nuestro máximo
circuito.
Es interesante revisar algunos de los números de Elpidio Osuna y
Gonzalo y ver la similitud en algunos de ellos:
En temporadas jugadas, Elpidio
20 y Gonzalo 18. Juegos jugados, Elpidio 2160, Gonzalo 2119. Veces al bat,
Elpidio7636, Gonzalo 7964. Carreras anotadas Elpidio 989, Gonzalo 974, Hits
conectados Elpidio 2200, Gonzalo 2214. Total de bases con hits Elpidio 3209,
Gonzalo 2835. Diferencias en número de jonrones, Elpidio 184, Gonzalo solo 39.
Pero en triples, Elpidio 52, Gonzalo 132.
Los dos jardineros de indiscutible
calidad.
Un par de peloteros mexicanos completísimos que pasaron por “Tuzos” y
que dejaron recuerdos imborrables en nuestro béisbol.
Y como se sabe, Elpidio Osuna miembro del
Salón de la Fama de nuestro béisbol, Gonzalo lamentablemente no.