viernes, 31 de agosto de 2018

RONNIE... UNA RIQUÍSIMA HISTORIA DE VIDA.




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Ronnie y  Blanca.


Al Bat

Ronnie: una rica historia de vida


Por Jesús Alberto Rubio.

Hablar de “La Roca de Empalme” llevaría mucho tiempo.

Es toda una rica historia de vida.

Y en el beisbol, especialmente, no se diga.

Por ello, hoy, en su homenaje del DIF Sonora, le compartiremos un resumen de su notable trayectoria como uno de los más grandes peloteros mexicano de todos los tiempos.

Hay grandes momentos en su vida en el terreno de juego, sin duda alguna:

En 1954, jugando con Obregón en la Liga de la Costa del Pacífico, conectó en un juego par de jonrones con la caja llena, teniendo una jornada de once carreras producidas, el record en aquel circuito en empate con Ángel Castro y Joe Brovia.

Sus dos históricos grand slams los pegó en el viejo parque de Los Mochis contra Ted Thiem y Miguel Sotelo.

"En el último turno volví a tener caja llena y di foul al catcher. También pegué un doble y sencillo”, me dijo un día.
 



Con los Rieleros, en 1958, obtuvo la Triple Corona de Bateo al compilar un promedio de .317, impulsó 21 carreras y pegó 7 jonrones.

Posee en nuestra pelota invernal la marca de más jonrones en una temporada con 27 cuadrangulares (Rieleros/63-64), la que comparte con Bob Darwin (Naranjeros/71-72).

También, es miembro del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano; forma parte del grupo de pegar tres jonrones en un juego; representó a México en la Serie del Caribe en 1973-74 como manager de Mazatlán… ¡y cuánto más en su notable trayectoria!

Su presencia, fuerza y lucha constante sobre el terreno de juego, le hizo trascender en los anales del béisbol de México y el mundo entero.


“Ronnie”, “El Ropero” o “La Locomotora” de Empalme”, fue el hombre siempre líder como jugador y dos veces de mánager campeón –con Guaymas (66-67) y Mazatlán (73-74)–, sin duda, gran protagonista y héroe de mil batallas en su brillante trayectoria.

En el verano (LMB), impactó por su poder jonronil: en 1958 Camacho, con los campeones Tecolotes de Nuevo Laredo pegó 22 jonrones y empujar 80 carreras; en 1960 se movió a la tercera base con los Pericos de Puebla donde formó el gran “Dúo del Terror” junto con el estelar Moi Camacho.

El 62 tuvo su primer gran año al ser líder del circuito con 25 jonrones, promediar .290; el 63 repitió como Rey del Jonrón con 39 para la nueva marca dejando atrás la de Aldo Salvent (36), anotó 108 y produjo igual cifra de carreras, lo máximo en su carrera.

Ese año Puebla ganó el título ya que tenía en el pitcheo al enorme Miguel Sotelo, quien ganó 24 juegos.



En el 64 conectó 35 jonrones y bateó .278, impulsando 114 empatando en la tercera posición, debajo de Héctor Espino y Bobby Prescott, el 65 recibió 103 bases intencionales para ser líder en la liga en esa especialidad… y de nuevo apantalló con 25 para la calle.

Ronaldo Camacho, amigos/colegas, es sinónimo de béisbol, con carácter y personalidad a toda prueba. Un luchador por excelencia, un consistente e inteligente hombre buscando siempre salir adelante.

Exactamente, como sus clásicos “swings” que le convirtieron en el mejor jonronero de su época.

Pudo haber sido un estelar en el béisbol de Ligas Mayores tras incursionar a partir de sus 18 años de edad como segunda base en la organización de los Cardenales de San Luis (en la California League con los Fresno Cardinals, donde le llamaban The Rock).

Pero, ya sabemos cuán tan difícil era llegar a MLB en aquellos días.

De haber existido en su tiempo las condiciones actuales en las relaciones de la pelota mexicana con el Béisbol Organizado de Estados Unidos, especialmente las Ligas Mayores, hubiera hecho historia allende tras frontera.



Tuvo todas las facultades traducidas en capacidad, talento y deseos para haberse establecido en la Gran Carpa, pero ya sabe usted lo que sucedía en la mente y decisiones de los propietarios y mánagers de aquel béisbol de su época.

Y como él, muchos corrieron la misma suerte, sin poder ser valorados y conceptuados realmente en su máxima expresión: Ángel Castro, Jesús “Cochihuila” Valenzuela, Manuel “El Ciclón” Echeverría, Jesús “Chanquilón” Díaz, Claudio Solano, Daniel “La Coyota” Ríos, Moi Camacho, Leo Rodríguez, Jorge Fitch, Miguel Sotelo, Panchillo Ramírez, Tony Dicochea y una larga lista de talentosos jugadores mexicanos.

Por fortuna, su enorme categoría siguió adelante, firme, vigorosa, y en ningún momento decayó o bajó su nivel por no haber recibido la gran oportunidad de llegar a ese béisbol.

Por ello, cuánta fortuna, finalmente, fue gozar y admirar sus grandes actuaciones en México tanto en la pelota de invierno como de verano convirtiéndose al paso del tiempo en uno de los más grandes bateadores y jonroneros de todos los tiempos de la pelota profesional mexicana.

Todo esto, no me hace más que expresarle mis respetos y admiración.


Nuestra Asociación de Cronistas Deportivos de Sonora (Asocrodes), le brindó en el 2006 gran reconocimiento en lo que fue la VII Ceremonia de Premio al Mérito; luego, en el 2007, junto con Jorge Fitch, el Ayuntamiento de Hermosillo le nombró Huésped Distinguido de la ciudad.

En el 2008, el Gobierno de Sonora lo honró, entre otras 23 personalidades de la entidad, entregándole en el rubro de beisbolista la Medalla “Orgullo Sonorense”.

Uno de los motivos, por ser en la historia el tercer pelotero mexicano con más jonrones en el beisbol azteca: Sus 139 en la Mexicana del Pacífico y 317 en la Mexicana de Verano, suman 456, atrás del legendario Héctor Espino y Nelson Barrera en la pelota mexicana.


¡Cuántos homenajes ha recibido el amigo Ronnie!

Incluso, más reciente, también por la Universidad de Sonora y nuestro rector , el doctor Enrique Fernando Velázquez Contreras.

Por eso y más… Felicidades, mi Ronnie!

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