BUSCANDO EL
BEISBOL EN BRASIL (Parte III)
Por Luis Eloy
Ramírez Cabrera.
Salir de Sao
Paolo con sus 20 millones de almas es toda una travesía. Atrapados entre una
cantidad increíble de vehículos, nos llevó casi hora y media para ponernos en
la vía que conduce al municipio de Ibiúna, a unos 45 minutos de la megalópolis
brasileira.
La carretera- en
muy buen estado- de mucho tránsito nos deja ver la principal actividad de la
región como lo es la agricultura, sin embargo en medio de ese paisaje rural, el
conductor que nos llevaba, el coach de bateo Marco Guimarães, hace un giro
hacia una zona rodeada de gran cantidad de pinos. Esa era la entrada a lo que
sin duda, sería mi mayor descubrimiento en este viaje: El Centro de Entrenamiento
Yakult o simplemente CT YAKULT.
Difícilmente
haya otro lugar de clase amateur para la práctica del beisbol con estas
características en el mundo. Mi llegada fue un tanto aparatosa pues a la hora
de estar en la habitación que me fue asignada sufrí un accidente en una mano,
que me obligo a ir a un centro asistencial en Ibiuna, por suerte fue cosa de
importancia menor por ello mis labores de trabajo continuaron a las 5pm en
medio de un atardecer indescriptible.
Mientras la
temperatura bajaba me acerqué al campo principal; allí se efectuaba un partido
entre los jugadores de la academia, esto mientras Thiago Caldeira, el coach de
pitcheo tomaba notas sobre la actuación de cada joven en el partido.
En los cinco capítulos
que pude observar, destacaban un lanzador de origen nipón de buena velocidad; un antesalista también de
origen japonés que igual actuó en la lomita, un pelotero de porte y movimientos
profesionales de nombre Irait Chirino (cubano) y un fenómeno de 15 años de
nombre Gabriel Masiel.
En un momento del
encuentro, un chico soltó contra el piso su casco en señal de frustración y de
inmediato fue corregido por uno de los técnicos.
He visto
jugadores de todas las categorías y de variadas nacionalidades pero el respeto
que se respira aquí es casi impensable en cualquier otro lugar.
A los caribeños
en especial, pues un técnico más bien le
agradan ese tipo de actitudes agresivas en un terreno de béisbol, pero aquí en
Yakult las reglas son diametralmente opuestas a las de nosotros.
Luego del
partido los coaches Thiago Caldeira (lanzadores), Marco Guimarães (bateo), y el
coach especial de la MLB, el dominicano Sixto Martínez, reunieron a sus
jugadores para como aula de clase, destacar lo bueno que cada jugador había
hecho en el partido, y los detalles que debían mejorar quienes no tuvieron
buena actuación.
Esto en un
ambiente de respeto absoluto en un país cuyo estereotipo es el de la gente
alegre e irreverente de Rio de Janeiro, y es que definitivamente Brasil por sus
dimensiones y características multi-raciales no se puede estereotipar.
Terminada la
charla aproveché para tomar algunas fotos en especial donde saliera todo el
grupo de jugadores y técnicos, ya que
quería se viera - AL BAT se lee en tantas partes del continente- que no sólo
los jóvenes de origen japonés juegan beisbol en Brasil. También aparecen Sixto
Martínez - último a la derecha de la postal con su logo de la MLB en el jersey-
y al cubano Irait Chirino – cuarto de izquierda a derecha con camiseta azul-.
A salir del
campo, los muchachos fueron puestos a entrenar por el preparador físico,
Américo Kobayashi, mientras otro grupo entraba a la instalación donde están las
jaulas de bateo.
En medio de
tanta actividad, estaba sentado un técnico que sólo observaba, se trataba de Shigeo
Tamaki, asistente del Coach Caldeira, y quien lanzó durante 9 campañas en la
Liga Central de Japón con el Hiroshima Toyo Carp y un año más (su última zafra)
con la camiseta de los Rakuten Golden Eagles.
Durante su paso
por el beisbol profesional japonés,
Tamaki quien entiende bien español, conoció a Eddy Díaz, un venezolano
que jugó en las mayores y término su carrera en el lejano oriente.
Me comento que
en su tiempo de jugador en Brasil el 99% de los practicantes eran de origen
nipón pero ahora hay bastante “mixtura” racial. Luego de esa amena conversación
con el ex lanzador, entre al lugar de las jaulas de bateo, y rápido observé un
chico que bateaba a ambas manos mientras el coach Guimarães le lanzaba
intensamente.
Pocas veces he
visto sacar tan rápido el bate y pegarle con tanta violencia a la pelota por un
niño como lo hacía éste. Al terminar su sesión me acerqué a “Sosa” como más se
conoce a Guimarães y le pregunté por juvenil prospecto.
¿Le impresionó?
Y por supuesto el sí, fue inmediato. - “tiene 15 años y bateó .400 en el
mundial sub15”, sentenció con orgullo el técnico, quien insistió a mi pregunta
de por qué era jardinero con ese tamaño.- “No tiene buenas manos como infielder
pero como outfielder es otra cosa”.
Complacido de
ver un talento tan espectacular tan lejos del Caribe, me dirigí al gimnasio, no
sin antes tropezar con un gigantón de 1.98mts y 103kgs de nombre Igor, cuyo
hermano de 2.05mts, Edilson está en las
filiales del Boston.
Igor con apenas
de 17 años es un diamante en bruto, al que los técnicos de Yakult tratan de
pulir. Ya en el gimnasio, estaban varios chicos haciendo pesas, pero en
particular buscaba al cubano Chirino, quien estaba sumergido en su rutina de
fortalecimiento muscular.
Quedamos en que conversaríamos
al dia siguiente pues aquí en Yakult todo es muy organizado y ya era la hora de
la cena, y por supuesto este servidor también sufre de hambre……
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