n En
perspectiva: reunión nacional de peñas beisboleras
El caso ex Mayos:
Documento que encontré en OCRE Noticias, en FB.
Algo por demás
lamentable:
El título del trabajo:
Trasladar a los Mayos de Navojoa: una decisión que hoy evidencia fallas,
retrasos y efectos deportivos:
https://www.facebook.com/share/p/1FAcsRMtGg/
En perspectiva
Mejor: sí, lo que ya le
comenté y que hoy retomo respecto a lo publicado por el colega Lic. Juan
Antonio García Villa, coordinador de la Peña Beisbolera de La Laguna, Durango:
Así lo compartió: A lo
largo y ancho del país hay grupos de aficionados al beisbol que, con cierta
periodicidad, según se acuerde: cada semana, cada dos, una vez al mes, se
reúnen para conversar, dialogar y aun discutir sobre el Deporte Rey.
Peña Beisbolera de La
Laguna
En ocasiones las discusiones derivan en apasionados e intensos debates, pero siempre respetuosos y cordiales, reflejo de cómo es en general la rivalidad en el juego de pelota. Estos grupos son conocidos como Peñas Beisboleras.
Materia sobre qué
platicar, hay de sobra. Ninguna disciplina deportiva registra y acumula tantas
estadísticas como el beisbol. Y también tiene historia, mucha historia, de la
que se extraen enseñanzas y lecciones, siempre útiles. Y no se diga anécdotas.
El beisbol es riquísimo
en anécdotas, de todo tipo, desde graciosas y chuscas, hasta tristes y aun
dolorosas.
Peña Beisbolera de
Ensenada.
La estadística
beisbolera, que es (casi) infinita, nos permite hablar de récords, de
promedios, de porcentajes, de indicadores (que los entendidos identifican por
sus siglas, ya en español, ya en inglés) sobre pitcheo, sobre bateo, sobre
corrido de bases y también de errores, por supuesto.
Peña de Beisbol “Atrás de
Home” de Villahermosa.
Materia prima inagotable
para sabrosas charlas e intercambio de opiniones. Y, de beisbol uno cree
haberlo visto todo, y pronto cae en la cuenta de que ni remotamente es así.
En las deliciosas charlas que en la Ciudad de México frecuentemente tenía una Peña capitalina con don Pedro “El Mago” Septién, el sin par cronista solía hacer en voz alta una serie de operaciones aritméticas para llegar a la conclusión de que en este gran deporte puede haber hasta doce millones de jugadas posibles. Inagotable, pues.
Peña de Beisbol de
Guaymas
Peña Beisbolera de Saltillo.
Del amplio mundo de las estrategias, del famoso “librito” que nadie ha visto jamás pero que es muy útil para decidir jugadas en el terreno de juego a la hora buena, así como de la “Sabermetría”, mejor en otra ocasión hablamos de estos temas, igualmente inagotables.
Bueno, pues de todo esto y más, como es la amigable, muy grata convivencia de los peñistas que integran estos grupos, conversamos el pasado jueves 6 de noviembre en Monterrey, el día de la ceremonia de entronización de la Clase 2025 del Salón de la Fama, los estimados amigos Francisco Montoya González, Jesús Alberto Rubio y Guillermo Gastélum, de Villahermosa, Hermosillo y Culiacán, respectivamente, y los laguneros Martín Infante, Alberto Barboza y quien esto escribe.
Llegamos a la conclusión
de organizar una primera Reunión Nacional de Peñas Beisboleras, que bien podía
llevarse a cabo en las instalaciones del majestuoso Salón de la Fama.
Comentamos la propuesta
al ingeniero Francisco Padilla, director del Salón de la Fama, quien
amablemente nos manifestó estar de acuerdo con la idea y su apoyo para hacerla
realidad.
Peña de Beisbol de
Hermosillo
Por lo pronto tenemos
tres tareas inmediatas y concretas:
1. Localizar y establecer comunicación con el mayor número posible
de las Peñas que hay en el país.
2. Fijar la fecha más apropiada para llevar a cabo la reunión
nacional, que pudiera ser con duración de un día y medio.
3. Muy importante, ir elaborando el programa con los puntos
específicos a abordar y otras actividades, desde luego un recorrido completo
del Salón de la Fama e ir a presenciar el juego de ese día de los Sultanes de
Monterrey.
En nuestra reciente reunión los integrantes de la Peña lagunera fueron informados de la anterior propuesta, misma que fue muy bien recibida.
Luciano el hablantín
No sólo Ted Williams
solía pedir que lo dejaran batear en paz (a Yogi Berra, platicador como fue),
se lo pedía, como ya lo publicamos aquí en Al Bat hace unos días.
El ampayer Ron Luciano
era el más hablantín de todos y, una vez, Carl Yastrzemski (Boston) vino a
batear en un importante juego en la pelea por el banderín, en 1975, y no quería
que lo distrajera la plática intrascendente de Luciano.
Cuando se presentó a
batear, le dijo: “Yo estoy bien; mi esposa y los niños están bien. Es un
hermoso día y no hace calor. No creo que vaya a llover. Ahora... déjame batear
en paz”.
Y vea qué cierre:
BaseballHistoryNut:
Willie Mays jugando con chicos de la calle en NY:
https://x.com/nut_history/status/1994957597930394074?s=20












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