lunes, 7 de noviembre de 2016

AQUELLAS SERIES MUNDIALES



SIGUE:

Mathewson.

En aquel 1908 el pitcheo estuvo más que dominante: Ed Walsh ganó 40 juegos, la segunda cifra más baja en la historia después del gran líder Jack Chesbro, quien impuso el récord con 41.

Walsh también impuso los registros más altos en innings lanzados (464) y juegos completos (42).

También Christy Mathewson estuvo sensacional con los Gigantes de Nueva York: fue líder en ganados (37), juegos completos (34), ponches (259), blanqueadas (11), además se acreditó seis salvados como relevo. ¡Fenomenal!

Otro grande de ese año lo fue Eddie Joss con 24 triunfos y una efectividad de 1.16 y finalmente Cy Young no quiso hacer malos quesos en ese mismo departamento, con 1.26.


El 18 Boston le ganó a Cachorros


Luego de que Medias Blancas venció a los Gigantes de Nueva York (4-2) en la Serie del 17 apoyado en tres grandes victorias de Red Faber, al siguiente año Boston triunfó en seis sobre los Cachorros en lo que ha sido la única Serie que se ha jugado en septiembre (del 5, 6, 7, 9, 10 y 11) a causa de la I Guerra Mundial.


El formidable Babe Ruth volvió a subirse a la loma y ganó dos encuentros; primero 1-0 contra Jim Vaughn, admitiendo seis hits y luego en el cuarto partido durante siete entradas y un tercio volvió a lanzar ceros en su triunfo de 3-2, llegando así a 29 y dos tercios desde 1916 sin admitir anotación en Serie Mundial para imponer récord, el cual estuvo vigente hasta que Whitey Ford entre las Series de 1960 y 1961 no permitió carrera en 32 innings.

En ese año, Ruth también complació a la fanaticada con su bateo: en tanto con su pitcheo registró un 13-7 y 2.22 de efectividad, al bat  promedió .300 con 11 jonrones (líder) y 66 producidas.

Al siguiente año aumentó la cifra de cuadrangulares a 29 para nueva marca, además de impulsar 114 y batear .322.

Como lanzador disminuyeron sus actuaciones ya que tuvo 8-5 y 2.98 en carreras limpias admitidas.

Sin embargo, recuerde, al Bambino ya lo estaban esperando en Nueva York... lo que propiciaría lo que fue la famosa “Maldición” que duró exactamente 86 años.

Y es que su venta a los NYY (125,000 dólares), fue considerada como una de las peores en la historia no sólo del beisbol, sino del deporte en general.

El motivo de la venta (5 de enero de 1920) fue porque Harry H. Freeze, el propietario de los Red Sox, buscaba tener dinero para montar una obra de teatro, denominada “Adiós Nanette”, la que a la postre sería un total fracaso.


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