AÑORANZA
Por Jesús Alberto Rubio Salazar.
La primera gran Serie Mundial que gocé al máximo por la señal televisiva, aquí en Hermosillo, fue la de 1967 con Cardenales de San Luis ganándoles en siete juegos –con el enorme Bob Gibson en la loma– a los Medias Rojas de Boston.
Fue aquel clásico de las
hojas muertas del “Sueño “Imposible” de los Red Sox con todo y contar con un
gran equipo encabezados por Carl Yastrzemski y el pitcher Jim Lonborg, quien
ese año ganó el Cy Young por su 22-9.
Yastrzemski (“Yaz”) había
ganado la Triple Corona de Bateo.
En la gran confrontación
otoñal, Gibson ganó tres grandes juegos completos y fue el JMV, logrando 1.00
de efectividad.
En 1964, también recibió
ese galardón en la serie que le ganaron a los NYY.
Aquel año del 67 los
Cardenales de San Luis alinearon con Lou Brock, LF; Curt Flood, CF; Roger
Maris, RF; Orlando Cepeda, 1B; Tim McCarver, C; Mike Shannon, 3B, Julián
Javier, 2B y Dal Maxvill, SS.
Los Medias Rojas: Jerry
Adair, 2B; Dalton Jones, 3B; Carl Yastrzemski, LF; Ken Harrelson, RF; George
Scott, 1B; Rico Petrocelli, SS y Reggie Smith, CF.
Lolich y McLain
Por supuesto que la serie
del 68 también me fue por demás especial con aquellos Tigres de Detroit con su
Mickey Lolich, sorprendiendo al mundo beisbolero (a expertos vaticinadores y a
los apostadores) al ganar tres juegos, completos, incluyendo el séptimo
decisivo ante los Cardenales y el súper estelar Gibson.
Todo mundo esperaba que
la gloria, con Detroit, se la llevara Dennis McLain, pero algo sucedió y tan
solo logró un triunfo, en el sexto, que obviamente fue clave para ir al
decisivo.
McLain logró ese año 31
triunfos –hasta ahora el registro más alto en el beisbol moderno en una
temporada (31-6), con un sorprendente 1.96 de efectividad y ¡28 juegos
completos!, lo cual le hizo ganador del Cy Young, trofeo que repitió al
siguiente año, empatado con Miguel “Mike” Cuellar, de los Orioles de Baltimore.
Bob Gibson, venía de una
temporada de 22-9 y una microscópica efectividad de 1.12, el récord vigente del
beisbol moderno.
Pero sucedió que al igual
que McLain, en aquel clásico de Octubre Gibson también tuvo 1-2 en ganados y
perdidos.
Gibson, en el primer
choque, había establecido marca de abanicados con 17, dejando atrás los 15 de
Sandy Koufax cuando derrotó en el juego inaugural del clásico del 63 de Dodgers
ante Yankees.
Al terminar la serie,
dejaría para la historia el récord de un total de 35, superando sus 31 de un
año antes ante Boston.
Detroit alineó de la
manera siguiente: Dick McAuliffe, 2B; Mickey Stanley, SS; Al Kaline, RF; Norm
Cash, 1B; Willie Horton, LF; Jim Northup, CF; Bill Freehan, C y Don Wert, 3B.
San Luis: Lou Brock, LF;
Curt Flood, CF; Roger Maris, RF; Orlando Cepeda, 1B; Tim McCarver, C; Mike
Shannon, 3B; Julián Javier, 2B y Dal Maxvill, SS.
Luego vendría la serie de
1969 con los “Milagrosos” Mets que sorprendieron a unos poderosos Orioles de
Baltimore que habían sido marcados sólidos favoritos.
Obviamente, ¡tampoco me
la perdí!
En Guaymas, en la
residencia de la familia Duarte, los chamacos del barrio escuchamos a través de
las transmisiones radiales las series de 1959 a 1962; luego en Tijuana, ya por
televisión en blanco y negro, disfruté en grande las del 64, 65 y 66.
Ahora, ya con la
modernidad de la TV, la cosa lucía más que distinta.
¡Qué recuerdo-añoranza,
amigos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario