Por Juan E. Batista Cruz
Las Tunas, Cuba.- Cuando algunos pensaron que los cocodrilos de Matanzas
iban a aprovechar su ‘’pantano’’ del estadio Victoria de Girón para pasar por
encima de los tabaqueros de Pinar del Río como tanques de guerra sobre la
infantería, la primera parada de la final por el título cubano de béisbol,
terminó con una división de honores, muestra de lo que debe ser uno de los play
off más nivelados en muchos años.
No es un secreto para nadie que la tropa de Víctor Mesa es la de mejor
resultado, hasta ahora, en esta Serie 53 de la pelota revolucionaria en Cuba,
pero eso no quiere decir que pueda tenerlo todo asegurado frente a un plantel
vueltabajero con una rica historia de títulos conquistados y que acaba de
protagonizar una remontada memorable cuando perdía 1-3 frente a los poderosos
leones azules de Industriales, para dejarlos fuera de concurso ante la mirada
atónita de la mayoría de aficionados y especialistas.
La victoria matancera de 5 X 3 en el choque que abrió la contienda por la
corona, precisamente frente a Yosvani Torres, el mejor lanzador de la
contienda, colmó de euforia a sus parciales y dejó escuchar desatinados
criterios, tales como que todo quedaría decidido en cuatro choques, que la
barrida era inminente, que los Tabaqueros ‘’podían recoger los guantes y
esperar a la próxima temporada’’. Craso error.
El martes 8 volvieron a la grama y con Vladimir Baños en la lomita, Pinar
estaba al frente 1 X 0 a la altura del tercer episodio cuando apareció la
lluvia y aunque los trabajadores de mantenimiento no escatimaron esfuerzos con
el objetivo de que se pudieran reanudar
las acciones, no fue posible y, con
borrón y cuenta nueva, volvió a escucharse la voz de ¡A jugar¡ el miércoles 9 a
las 7:15 de la noche.
Los Cocodrilos no creyeron en el estelar zurdo Julio Alfredo Martínez y lo
explotaron ruidosamente en el final del propio capítulo de apertura con racimo
de cinco anotaciones, luego de que su abridor el jovencito también zurdo,
Cionel Pérez, le colgara el primer escón a los pativerdes, como para justificar
la euforia.
Ah, pero los equipos grandes no reciben ese calificativo gratis. Enseguida
llegó la contundente respuesta de los Tabaqueros, quienes hicieron saltar del
box al abridor local con un racimo de siete carreras, en el que mucho tuvieron
que ver sendos cuadrangulares, uno de Wílliam Saavedra, en solitario y otro de
Giorvis Duvergel, este con categoría de grand slam, porque encontró la casa
llena, suficiente para tomar ventaja absolutamente definitiva.
Pero, mientras los relevistas Vladimir Gutiérrez, un novato derecho de solo
18 años, que recibió crédito de la victoria y el también diestro, Isbel
Hernández, silenciaban por completo los bates matanceros, los muchachos de
Urquiola pisaban la goma otras cinco veces, cuatro de ellas en el quinto,
racimo redondeado por doblete de Andrés Quiala con los ángulos repletos y una
en el noveno, impulsada por Duvergel, para estampar en la pizarra la cifra
definitiva de 12 X 5.
Tanto fue el empuje de la selección vueltabajera que, en el intento de
detenerla, Víctor Mesa se vio obligado a utilizar la friolera de 12 pítchers,
una nueva marca para un equipo en la historia de las postemporadas en Cuba,
aunque en honor a la verdad, pienso que el estratega de los Cocodrilos exageró
un poco en ese sentido y en algunos casos extrajo a alguno de sus taponeros de
manera precipitada.
Lo cierto es que, luego del traslado hasta el estadio Capitán San Luis, la
casa de los Tabaqueros, este viernes a las 7:15 arrancará el tercer desafío en
el que, seguramente, Alfonso Urquiola dependerá de Vladimir Baños, en tanto que
Víctor Mesa pudiera decidirse por Joel Suárez o quizás sorprenda con el primero
de su staff, el zurdo Yoanis Yera, tratando de encontrar el abridor que, por
fin, logre darle un triunfo en la postemporada, ya que hasta ahora es un
verdadero eslabón perdido.
Insisto en la paridad que envuelve a esta serie final de la temporada 53 y
alerto en el hecho de que, según mi punto de vista, el pitcheo de Pinar del Río
está en mejores condiciones que el de Matanzas, algo reforzado por el día más
que aportó la suspensión por lluvia del martes y que permite a Urquiola tener
listo para el sábado a su estelar derecho Yosvani Torres.
Me parece que la serie va a regresar a Matanzas, pero con ventaja pinareña
de 3-2. Si eso sucede, los pronósticos iniciales corren el riesgo de hacerse
añicos, porque los aguerridos vueltabajeros son capaces de provocar, con el
humo del tabaco, un mareo tal de los Cocodrilos que los lleve a terminar en el
‘’fondo del pantano’’
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