ANTONIO ELIZARRARÁS
CORONA:
Mi estimado Jesús. El futbol como en buena medida el beisbol,
la lucha libre, el
boxeo y lo que pienses, ha llegado a un punto en que la belleza de su
diseño, su práctica, sus evoluciones y la dinámica de los jugadores o
protagonistas, antaño casi totalmente honestos, se está perdiendo en aras del
marketing.
Hoy buscan sacar
ventaja en cualquier forma, en cualquier momento y en cualquier situación. Hoy, han
prostituido al deporte en forma
brutal y este caso de Robben solo es uno más de una montaña de engañifas
toleradas por la FIFA y ejecutadas por árbitros que podría apostar, al ser
designados para tal o cual partido, llevan consigna.
Si Robben aceptó
haberse tirado un clavado en equis
minuto del juego, acepta de facto que se tiró el clavado que le dio el
penalty a Holanda, el cual se convirtió en el gol de la victoria para la
“Naranja Mecánica”.
¡Claro!, no iba a ser
tan torpe como para aceptar que se tiró para crear el penal.
Y recordemos: a México
en su primer partido, le anularon dos goles legítimos. Y en general, en partidos importantes, el arbitraje
estado
de vómito aunque, creo que no hemos visto lo peor.
Yo espero cualquier
cosa del arbitraje, en las semifinales. Y
ojo: mucho ojo: arropar a Brasil que
aun con todo no tiene ni copia de aquellos grandes equipos que vimos años atrás,
es tarea obligada porque, imagínate si no llega a la final (y quizá a campeón),
¿cuál será la reacción del pueblo que protesto por el gasto brutal del
campeonato y sigue reclamando recursos para educación, salud, seguridad y bienestar social?
¿El estallido se
produciría?
Sólo pregunto, Jesús, porque
hay muchas cosas que a mí, no me cuadran.
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