POR LUIS ELOY RAMÍREZ
CABRERA:
Estimado Jesús Alberto:
saludos a tu persona y a los lectores de la Hermandad de Al Bat.
Hoy quiero dar un
pequeño aporte a propósito de las entradas en blanco que logró Clayton Kershaw,
y que a todas luces es mi tributo a una leyenda de Cuba y de Latinoamerica:
Luis Tiant. Espero que este aporte y algunos detalles más expuestos aqui sean
del agrado de todos.
….Y Tiant fue Tiant.
Esto parafraseando la
expresión de Jesús Alberto de que Kershaw es Kershaw, a propósito del que sin
duda, es junto al venezolano Félix Hernández, los dos mejores serpentineros en
la actualidad.
Los 41 capítulos en
blanco del as de los Dodgers, y la enorme cantidad de lesiones de los hoy
escopeteros de brazos de cristal, son plato servido para traer a la memoria,
las hazañas de Luis Tiant.
Una vieja gloria de
Cuba, Tiant llegó a los Estados Unidos en 1962, con la organización de los
Indios de Cleveland luego de haber lanzado de 1960 a 1961 en México. Entre 1963
y 1964, alcanza 29 victorias por apenas 10 reveses en las filiales de la tribu,
lo que le vale su llamado al club grande con quien debuta el 19 de Julio de
1964 frente a los Yankees.
Ese día un Tiant, de 23
años, tiene como rival en la acera del frente al inmortal Whitey Ford en su
feudo del estadio Yankee, pero eso no intimada al de Marianao que pinta de blanco la línea de score de los
Mulos con 11 guillotinados, permitiendo apenas 4 imparables. Ese año el Rookie
dejó registro de 10 lauros por 4 caídas, consolidándose en la rotación de
Cleveland.
Pero no es de su
brillante carrera que incluye cuatro zafras de 20 victorias, ni del año 1968
con su microscópica efectividad de 1.60, que deseo comentarles, eso se puede
encontrar fácilmente en su biografía, lo que quiero compartirles amigos de la
Hermandad, es de algo más minucioso como fue que el cubano lanzó 27.1 capítulos
consecutivos en blanco en 1966, y hasta
42 ceros consecutivos- superando la soberbia actuación de Kershaw este año- en
la campaña de 1968.
Sin embargo, en 1969
comenzó su declive hasta el punto que casi pierde su carrera. Y que mejor referencia de que eso fue así que
revisar su actuación en Venezuela donde ganó hasta 37 partidos en 7 años de
actividad pero para la temporada 70-71, su equipo en la LVBP, los Leones del
Caracas, lo había “botado” por considerar que su brazo ya estaba liquidado a
causa de la poco común y a la vez grave lesión del hombro derecho, una lesión
propia de los lanzadores de Jabalina.
Tiant no sólo tomó
venganza de los caraquistas a quienes lanzó un No Hitter al año siguiente
(14/11/71) sino que volvió a las mayores para ganar 20 juegos y ser el eje de
la rotación de Boston, donde de nuevo tejió otra seguidilla, esta vez de 40.1
ceros consecutivos en 1972.
La seguidilla de ceros
de Kershaw, es algo casi inigualable en el beisbol de hoy pero imaginen al
zurdo logrando por lo menos dos más como las que logró Tiant ¿Imposible? Claro
que no, pero la “epidemia” de brazos de cristal parece poco probable.
Por cierto, leyendo que
el ortopedista, Dr. James Andrews decidió investigar el caso, pensamos que
debiese reunirse para comenzar con el pie derecho, con hombres como Juan
Marichal, Fernando Valenzuela, Steve Carlton, Jim Palmer, Tom Seaver, Camilo Pascual,
Jim Kaat, Fergie Jenkins, Nolan Ryan y Don Sutton por mencionar algunos de los
que lanzaban 200 entradas año tras año, y que sin embargo, tuvieron largas
carreras.
La información de su
manera de entrenar, y cuidar su brazo sería de vital importancia pues parece
que la tecnología hizo que se perdieran sus secretos.
Lo curioso es que
mientras los serpentineros de “antes” lanzaban gran cantidad de juegos
completos, sin miedo a exceder los 100 lanzamientos (Tiant hizo 99 pitcheos en
el 1er juego de la WS de 1975, 154 en el 2do y 102 en el 3ro), los de “hoy”,
cuidados y mimados, parecieran vivir aterrados con la sola idea de llegar a
ellos.
El Dr. Andrews puede
dar -su prestigio y respetabilidad el avalan- con la raíz del problema de las
lesiones y ser escuchado por la Oficina de Selig, dueños de equipos,
representantes del sindicato de jugadores y poner así fin a la “epidemia”.
Por hoy hago lo que
alguna vez me recomendó el periodista hondureño Greg “Látigo” Moraga: “las
generaciones más jóvenes deben trabajar para que el legado de los grandes
jugadores latinos no se olvide. No tengas temor a compararlos con las estrellas
de hoy, así a muchos les moleste, hacerlo es poner sobre relieve lo grande que
fueron”.
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