jueves, 26 de noviembre de 2015

EXCELENTE NOTICIA


Al Bat


Por Jesús Alberto Rubio.

De plácemes el béisbol por la noticia de que, ¡por fin!, hay luz en torno a lo que oficialmente se llamará Recinto de la Fama del Beisbol Mexicano.

¡Bienvenido, de nuevo!

Será en el Parque La Fundidora de Monterrey donde el próximo lunes habrá de colocarse la primera piedra --¡ahora sí! de lo que será el Templo de los Inmortales.


Anoche se comunicó el historiador del Recinto, Horacio Ibarra Álvarez, para comunicarnos que con este hecho toda la afición al deporte rey ---en especial los ya inmortalizados y los por venir—espera con grandes expectativas la ceremonia.

En la charla telefónica, nos dio un dato del todo curioso/coincidente: pasarán exactamente dos años y medio (de 30 de mayo a 30 de noviembre) para que el Recinto  haga acto de presencia dejando atrás su historia como Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México.

El acto lo encabezarán Alfredo Harp Helú, magnate de los Diablos Rojos y quien fue el que más “le puso a la bola”, lo mismo que el gobernador de Nuevo León, Jaime “Bronco” Rodríguez; Plinio Escalante Bolio y Omar Canizález Soto, presidentes de la LMB y LMP, respectivamente; José Maiz, propietario de los Sultanes de Monterrey; Raúl González, actual dirigente del deporte en esa entidad y ex medallista olímpico (caminata) y quien también tuvo a su cargo los destinos del béisbol veraniego, entre otras personalidades.


Ahora hay que esperar noticias sobre cuándo se llevará a cabo la entronización de quienes están en lista de espera para tan noble acto y momento: Fernando Valenzuela, Ricardo Sáenz, Daniel Fernández y Cuauhtémoc Rodríguez.

Henry Aaron

A propósito de notables inmortales:

De acuerdo con estudios estadísticos de la Compañía Total baseball, Aaron fue el mejor jugador de beisbol en el período comprendido entre 1961 y 1990, y el quinto mejor de todos sólo superado por los legendarios Ruth, Napoleon Lajoie, Ty Cobb y Ted Williams.


 “Aaron fue para mi tiempo lo que DiMaggio fue para el suyo”, dijo alguna vez el inmoral Mickey Mantle.

El 1ro. de Agosto de 1982, fue inducido al Salón de la Fama.

Cuando la ceremonia, el Comisionado Bowie Khun, dijo: “Le llamaron “el Martillo”. (Por lo nivelado de su swing). Es un hombre sencillo de Mobile, Alabama. El jonronero más tranquilo, sereno, de todos en la historia de Ligas Mayores”.

Y hay que creerlo: al principio, cuando jugó profesional en las Ligas Negras, bateaba con las manos cruzadas y aun así, fue el gran líder bateador con .467.

Fue también el último pelotero de las Ligas Negras en llegar a las Mayores para convertirse en el primero en totalizar 3 mil hits y 500 jonrones al mismo tiempo. Además, fue electo al Salón de la Fama en su primera vez de elegibilidad y recibió la más alta votación, 406, la mejor de toods los tiempos.

Su jonrón 715 rompió el récord de Babe Ruth y todos los medios de comunicación y el beisbol oficial lo tiene considerado como el más grande momento en la historia de ese deporte. Y ahora es uno de los inmortales en Cooperstown, con un récord simplemente fenomenal”.



Luego de su elección, reflejó su carácter, diciendo: “Lo más fácil fue retirarme ya que conseguí todo lo que quise”.

En su discurso, recordó a Travis Jackson, Jackie Robinson, Happy Chandler, Roy Campanella y Frank Robinson, los que calificó de grandiosos y grandes figuras del beisbol. “Ellos demostraron que el color no era impedimento para llegar a Ligas Mayores”.

Agradeció a Dios por estar ahí en ese momento; y a sus  padres Herbert y Estella; a sus hijos Gail, Hankie, Larry, Dorinda y Ceci, por inspirarlo y comprenderlo ante sus largas ausencias de casa. A sus hermanos y hermanas porque “fueron mis más grandes fanáticos”; a sus compañeros de Milwaukee y Atlanta.

Entre otras personas, también agradeció el apoyo que recibió “de la gente maravillosa de Milwaukee y Atlanta”, así como al doctor Benjamín E. Mays, un “ardiente” aficionado de Atlanta” y distinguido educador, además de presidente emérito del Colegio Morehouse, quien ese día celebrara su cumpleaños 88 de vida.



Un momento inolvidable para Aaron.

Y el testimonio más fehaciente, sin duda, el Premio “Hank Aaron” al Más Valioso de ambos circuitos en las Ligas Mayores.


Actualmente Aaron también se dedica a administrar algunos negocios propios y concentra esfuerzos en su fundación “Haz tu Sueño Realidad”, mediante la cual ayuda con recursos económicos para que niños y jóvenes con ciertas habilidades y vocación por diversas disciplinas, puedan desarrollarse, triunfar y hacer realidad sus sueños, como lo hizo él.

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