Al Bat
Por Jesús Alberto
Rubio.
De plácemes el béisbol
por la noticia de que, ¡por fin!, hay luz en torno a lo que oficialmente se
llamará Recinto de la Fama del Beisbol Mexicano.
¡Bienvenido, de nuevo!
Será en el Parque La
Fundidora de Monterrey donde el próximo lunes habrá de colocarse la primera
piedra --¡ahora sí! de lo que será el Templo de los Inmortales.
Anoche se comunicó el
historiador del Recinto, Horacio Ibarra Álvarez, para comunicarnos que con este
hecho toda la afición al deporte rey ---en especial los ya inmortalizados y los
por venir—espera con grandes expectativas la ceremonia.
En la charla
telefónica, nos dio un dato del todo curioso/coincidente: pasarán exactamente
dos años y medio (de 30 de mayo a 30 de noviembre) para que el Recinto haga acto de presencia dejando atrás su
historia como Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México.
El acto lo encabezarán
Alfredo Harp Helú, magnate de los Diablos Rojos y quien fue el que más “le puso
a la bola”, lo mismo que el gobernador de Nuevo León, Jaime “Bronco” Rodríguez;
Plinio Escalante Bolio y Omar Canizález Soto, presidentes de la LMB y LMP,
respectivamente; José Maiz, propietario de los Sultanes de Monterrey; Raúl González,
actual dirigente del deporte en esa entidad y ex medallista olímpico (caminata)
y quien también tuvo a su cargo los destinos del béisbol veraniego, entre otras
personalidades.
Ahora hay que esperar
noticias sobre cuándo se llevará a cabo la entronización de quienes están en
lista de espera para tan noble acto y momento: Fernando Valenzuela, Ricardo
Sáenz, Daniel Fernández y Cuauhtémoc Rodríguez.
Henry
Aaron
A propósito de notables
inmortales:
De acuerdo con estudios
estadísticos de la Compañía Total baseball, Aaron fue el mejor jugador de
beisbol en el período comprendido entre 1961 y 1990, y el quinto mejor de todos
sólo superado por los legendarios Ruth, Napoleon Lajoie, Ty Cobb y Ted
Williams.
“Aaron fue para mi
tiempo lo que DiMaggio fue para el suyo”, dijo alguna vez el inmoral Mickey
Mantle.
El 1ro. de Agosto de
1982, fue inducido al Salón de la Fama.
Cuando la ceremonia, el
Comisionado Bowie Khun, dijo: “Le llamaron “el Martillo”. (Por lo nivelado de
su swing). Es un hombre sencillo de Mobile, Alabama. El jonronero más
tranquilo, sereno, de todos en la historia de Ligas Mayores”.
Y hay que creerlo: al
principio, cuando jugó profesional en las Ligas Negras, bateaba con las manos
cruzadas y aun así, fue el gran líder bateador con .467.
Fue también el último
pelotero de las Ligas Negras en llegar a las Mayores para convertirse en el
primero en totalizar 3 mil hits y 500 jonrones al mismo tiempo. Además, fue
electo al Salón de la Fama en su primera vez de elegibilidad y recibió la más
alta votación, 406, la mejor de toods los tiempos.
Su jonrón 715 rompió el
récord de Babe Ruth y todos los medios de comunicación y el beisbol oficial lo
tiene considerado como el más grande momento en la historia de ese deporte. Y
ahora es uno de los inmortales en Cooperstown, con un récord simplemente
fenomenal”.
Luego de su elección,
reflejó su carácter, diciendo: “Lo más fácil fue retirarme ya que conseguí todo
lo que quise”.
En su discurso, recordó
a Travis Jackson, Jackie Robinson, Happy Chandler, Roy Campanella y Frank
Robinson, los que calificó de grandiosos y grandes figuras del beisbol. “Ellos
demostraron que el color no era impedimento para llegar a Ligas Mayores”.
Agradeció a Dios por
estar ahí en ese momento; y a sus padres
Herbert y Estella; a sus hijos Gail, Hankie, Larry, Dorinda y Ceci, por
inspirarlo y comprenderlo ante sus largas ausencias de casa. A sus hermanos y
hermanas porque “fueron mis más grandes fanáticos”; a sus compañeros de
Milwaukee y Atlanta.
Entre otras personas,
también agradeció el apoyo que recibió “de la gente maravillosa de Milwaukee y
Atlanta”, así como al doctor Benjamín E. Mays, un “ardiente” aficionado de
Atlanta” y distinguido educador, además de presidente emérito del Colegio
Morehouse, quien ese día celebrara su cumpleaños 88 de vida.
Un momento inolvidable
para Aaron.
Y el testimonio más
fehaciente, sin duda, el Premio “Hank Aaron” al Más Valioso de ambos circuitos
en las Ligas Mayores.
Actualmente Aaron
también se dedica a administrar algunos negocios propios y concentra esfuerzos
en su fundación “Haz tu Sueño Realidad”, mediante la cual ayuda con recursos
económicos para que niños y jóvenes con ciertas habilidades y vocación por
diversas disciplinas, puedan desarrollarse, triunfar y hacer realidad sus
sueños, como lo hizo él.
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