sábado, 24 de enero de 2015

CUBA DE CARA A LA SC



* Nombres y no hombres en el Pinar del Río para la Serie de Caribe

* O ¿Será que no aprendimos la lección de Isla Margarita?

Por Juan E. Batista Cruz

Las Tunas, Cuba.- Una copiosa lluvia de opiniones desfavorables, a las cuales me sumó, ha provocado el anuncio de la nómina que tendrá el Pinar del Río, actual campeón nacional, que representará a nuestro béisbol en la Serie del Caribe, especialmente por la clara presencia de nombres por encima de hombres en mejores condiciones competitivas en este momento.

Yo, como muchos, me pregunto, ¿se ha reforzado a Pinar del Río o algunos de sus peloteros fueron escogidos para completar una novena que defenderá los colores patrios en un evento internacional cualquiera? Un breve vistazo basta para convencerse que es lo último, porque solo 10 de los 27 inscriptos son vegueros.

Nadie que tenga dos dedos de frente estaría opuesto a que nuestro Campeón se refuerce para un evento de calidad indiscutible, pero si nos atenemos al fracaso de hace un año en Isla Margarita, cuando se incorporaron a Villa Clara figuras prominentes que no estaban en forma para rendir según sus potencialidades teóricas, no tiene sentido que se repita el error, que se ratifique que es el hombre el único animal que tropieza con la misma piedra.

Para argumentar que, desde mi punto de vista, no se hicieron las cosas bien, voy a desmontar el equipo por posiciones. En la receptoría, Yosvani Peraza está justamente acompañado por el tunero Yosvani Alarcón, integralmente el mejor del país ahora mismo, pero ¿por qué Frank Camilo Morejón, desterrado al banco de Industriales por el guantanamero Félix Carbonell, en detrimento de Yulexis La Rosa o del propio pinareño Ólber Peña, una garantía a la defensa?

Veamos el cuadro. Lourdes Gurriel (hijo) es indiscutiblemente un gran pelotero, pero debían dejarlo descansar y recuperarse de una lesión que lo mantuvo inactivo durante varios días, de la cual acaba de regresar. Además, ¿qué hace Urquiola con cuatro torpederos, porque David Castillo, Luis Alberto Valdés y Dailer Moreira se desempeñan igualmente en esa posición?

¿Y en los jardines? Giorvis Duvergel está lesionado y por supuesto disminuido, sobre todo a la defensa, Alexei Bell atraviesa por su peor momento desde que debutó en series nacionales; sin embargo, en ambos casos se prefieren por encima de Yordanis Linares y Andrés Quiala, en plena forma deportiva y en la actual nómina pinareña y del sensacional avileño José Adonis García.

Es igualmente ilógico el criterio en la selección de los lanzadores. Jónder Martínez  comenzó bien la temporada, pero actualmente acusa una notable baja en su rendimiento y lo mismo puede decirse de Norge Luis Ruiz con poco o ningún aporte a la causa de los cachorros de Holguín. Vladimir Baños, baluarte en el título de los pinareños y el excelente desempeño  de Lázaro Blanco, con Granma, debieron ser justamente premiados.

A los cubanos, a quienes nos apasiona el béisbol, nuestro deporte nacional, todavía nos lacera lo ocurrido en Isla Margarita, cuando asistimos con un solo receptor porque Ariel Pestano estaba lesionado, cargamos con un Ismel Jiménez pese a pasar por su peor temporada, confiamos en un José Miguel Fernández a mil años luz de su forma de pelotero estelar, pese a tener dispuestos a dos grandes camareros como Andy Sarduy y Dánel Castro.

En resumidas cuentas parece que olvidamos aquella triste  experiencia, porque se repiten, según mi punto de vista, los mismos errores, además de que dejan muy mal parados a una buena parte de los hombres que hicieron posible el triunfo de Pinar del Río en la pasada Serie Nacional, independientemente de que la mayoría entiende la necesidad del refuerzo, pero que realmente se incluyan los peloteros que, ahora mismo, estén en condiciones de serlo. La historia no gana juegos, esa es la verdad.

Y en cuanto a que la Serie del Caribe es un evento caracterizado por la gran cantidad de refuerzos que toman los campeones de las diferentes ligas, es algo relativo. Lo cierto es que esos equipos se ven obligados a “tapar huecos” dejados por una notable cantidad de jugadores que no son autorizados por sus organizaciones de la MLB debido a la cercanía de los entrenamientos de Primavera con vistas a sus temporadas regulares. Es por eso que deben completarse los conjuntos con atletas que, fíjense bien, tienen menos calidad que algunos regulares que declinaron por las razones expuestas.


Estoy convencido de que, a pesar de lo argumentado, este equipo Pinar del Río tiene capacidad teórica para dar la batalla por el título en la fiesta de San Juan, Puerto Rico. Ahora bien, si el rendimiento de los nombres, vuelve a estar por debajo de los hombres, entonces tendré que reconocer, con dolor infinito: No aprendimos la lección de Isla Margarita.

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