Gonzalo “Chalo” Morúa
De nuevo entra en escena con
su análisis nuestro excelso colaborador Búho por Siempre, Gonzalo “Chalo” Morúa:
De los treinta equipos que comenzaron la temporada de MLB en la primavera, en el otoño se han reducido a ocho.
Ha iniciado la fase
divisional con los dos equipos sembrados y los ganadores de la etapa de
comodines en cada una de las ligas.
En la Americana los
Yankees enfrentan a los Tigers y los Guardianes a los Royals que eliminaron
como visitantes y por barrida a los Astros y los Orioles respectivamente.
En la Nacional los Dodgers-Padres
y los filis-Mets. San Diego eliminó a Atlanta en dos juegos, mientras que Nueva
York necesitó los tres para ganar su serie en Milwaukee.
La fase de comodines es
casi un volado, como lo muestra la eliminación de Astros, Orioles y Bravos.
Aquí es determinante el momento con el que llegan los equipos.
Además, la presencia o
ausencia de pitchers dominantes es crítica: Skubal puso la muestra con los Tigres
y Sale no pudo hacerlo con los Bravos. Los Orioles escogieron el peor momento
del año para entrar en una mala racha, simplemente no anotaron carreras, a
pesar de su buena ofensiva.
En la siguiente etapa de
la competencia, avanzarán los cuatro equipos que ganen tres juegos. Sigue
siendo una serie muy corta, pero las escuadras que no tengan profundidad en su
rotación y/o su bullpen estarán en problemas.
Esto parece cierto para
los Dodgers, cuya rotación de abridores es un signo de interrogación:
Yamamoto, que abrió el
primer juego, viene de una seria lesión; Flaherty, quien era el pitcher más
confiable, fue designado para el segundo juego, lo que, leyendo entre líneas,
es una mala señal.
Para el tercero sería el
turno de Walker Buehler, que sigue sin acercarse a su nivel previo a la Tommy
John que tuvo en 2022, y cerrarían con el novato Landon Knack.
Los Dodgers necesitarán
urgentemente un gran trabajo de su bullpen para salir triunfadores de aquí en
adelante. Tienen a todo el elenco excepto Brusdar Graterol que sigue batallando
con su hombro.
Por su parte los Padres
perdieron a Joe Musgrove en su segundo juego contra los bravos, y deberán
recurrir a Yu Darvish y Martín Pérez.
Cease no ha sido tan
bueno como en Chicago, pero ya lanzó un juego sin hits ni carreas este año, y
King cerró muy bien la campaña. Además, reforzaron muy bien su bullpen que ya
era bueno con Matt Scott y Mark Hoenig.
En el papel esta es la
serie más pareja y muy posiblemente se vaya más allá de tres juegos. Dada la
rivalidad entre los dos equipos, incluso el factor de la localía puede resultar
importante en el desarrollo de la serie.
En cuanto a los Mets,
tienen la moral muy alta, pero cerraron la temporada en Milwaukee el domingo,
volaron a Atlanta para jugar un doble juego el lunes y regresaron a Milwaukee
el martes para su serie de comodines, en la que tuvieron que ir a los tres
juegos.
Por otra parte, Francisco Lindor, el líder
indiscutible del equipo, está jugando sin recuperarse de una lesión en su
espalda baja. La carga de trabajo parece un handicap muy pesado ante un equipo
de Filadelfia descansado, balanceado, experimentado y enfocado en llegar a la
serie mundial.
En resumen, las ganas, la
juventud de los Reales y su falta de experiencia no parecen bastar para ganar
tres juegos ante Cole, Rodón y Gil. A menos que la semana de descanso afecte a
Judge, Soto y el resto de la ofensiva, los Yankees deberán avanzar.
Los Guardianes son un
equipo que no empapa pero moja. Fuera de José Ramírez no tienen grandes
nombres, pero saben fabricar carreras y tienen bateadores de poder. Además
tienen al mejor cerrador del beisbol. Hay que ganarles en ocho innings.
Para los Reales, llegar a
la serie divisional es un plus. Todos hablan de la tremenda temporada de Bobby
Witt, pero pocos mencionan a Salvador Pérez cuyo aporte ofensivo y liderazgo
han sido claves para el joven equipo de KC, y nadie cita a Vinnie Pasquantino,
que a pesar de perderse más de un mes por una fractura de pulgar produjo 99
carreras.
En la nacional los Filis
deberían ganarle a los Mets con relativa
facilidad y los padres a los Dodgers, posiblemente yendo al límite.
Eso dice la lógica. Pero
no hay que olvidar que estamos hablando del rey de los deportes, que es
impredecible, en el que los pronósticos muy seguido van a dar al bote de la
basura y los resultados sorprenden a todo el mundo.
Por eso nos gusta tanto. ¿No
es cierto?