Héctor Madrigal
Por Jesús Alberto Rubio.
(Nota completa, incluyendo comentarios)
Veamos:
Era boy: nuestro amigo lector Roberto Cámara Sánchez, nativo de Veracruz y
radicado en Villahermosa, Tabasco, desde 1977, nos comparte notable información (Radio
Choca) sobre el pitcher Héctor Madrigal (+), a quien también lo hemos incorporado
como reconocimiento póstumo a la serie Grandes Momentos.
“Héctor Madrigal Castillo nació el 3 de diciembre de 1947 en su querido
Iquinuapa, Jalpa de Méndez Tabasco y jugó en la LMB para equipos como Poza
Rica, Tampico, Tabasco. Veracruz y León.
Lo relevante: lanzó 2 juegos sin hits ni carreras, el primero el 29 de julio
de 1970 contra los Charros de Jalisco, y el segundo el 12 de mayo de 1983 ante los
Indios de Cd. Juárez.
Su primer equipo fue, el Centauros de Frontera, con el que adquirió
fogueo necesario para subir al circuito profesional de beisbol.
En 1967 debutó en la LMB con Petroleros de Poza Rica, hilvanando triunfo
tras triunfo que lo llevaron a ser uno de los más sólidos serpentineros
mexicanos y autor de un extraordinario lanzamiento, considerado como la curva más
pronunciada del beisbol nacional.
Una vez el cronista “El Mago” Septién hizo una pequeña encuesta con
bateadores de poder y la pregunta que les hacia el inmenso cronista era: ¿a qué
pitcher de Liga Mexicana es más difícil batearle? y el 95% de los bateadores
coincidieron que al pitcher tabasqueño, Héctor Madrigal.
Jugando para los Petroleros logro su primer juego sin hit ni carreras; fue
ante la poderosa escuadra de Charros de Jalisco, con sus grandes jonroneros a
quienes el tabasqueño les envió sus venenosos lanzamientos para consumar su
hazaña.
Su segundo juego sin hit ni carrera lo consiguió el 12 de mayo de 1983,
cuando militaba en el Águila de Veracruz, enfrentándose al duro equipo, Indios
de Ciudad Juárez y en la ciudad fronteriza, Madrigal se fajó como lo que era,
un grande de los diamantes y colgó los nueve ceros para darle una enorme
alegría a la afición jarocha que a la llegada de su ídolo
"choco", al puerto veracruzano se volcó para homenajearlo.
El Lic. Lucio Lira Lara, histórico anotador oficial del Águila, le
entregó una medalla conmemorativa de la idolatría, que supo forjar el
tabasqueño a base de entrega y pundonor.
En cierta ocasión un buscador de grandes ligas lo entrevistó con el propósito
de llevarlo con los Rojos de Cincinnati, pero Madrigal nunca acepto irse de México
y mucho menos alejarse de Tabasco su tierra amada.
A manera de “guasa” (broma) les decía a los buscadores: “no quiero ir a Estados
Unidos porque allá no venden "caguamas"….
El gran deportista tabasqueño, que diera brillo al beisbol mexicano falleció
accidentalmente en su natal Jalpa de Méndez dejando un legado deportivo
impecable en los diamantes donde se paró a lanzar su famosa curva que se
considera por expertos y peloteros, que no hay quien iguale ese lanzamiento
como lo hacía, "El Colmoyote", uno de los inmortales del beisbol
mexicano, orgullosamente, tabasqueño.
Comentarios:
Pantoja Valencia: No sólo era buen lanzador, sino también un tremendo
bateador. Vi varias veces como pego varios jonrones en el Francisco Díaz, de
Frontera.
Mario Alberto Madrigal García: También le decían "El zarpas";
un gran pitcher, en la Mexicana del Pacífico, le rompieron, mínimo 2 juegos que
llevaba sin hit hasta la novena entrada.
Luis Almeida: Con Guaymas ganó 16 partidos una temporada; lanzó también
con la sucursal de Filadelfia. Tiraba 96 millas por hora. Media 1.95 metros.
Nuestro ídolo de la infancia.
Antonio Martínez: Aquel inolvidable partido de 17 entradas contra
Aguascalientes --en el Estadio Centenario-- combinado con Roberto Ochoa,
ganaron 2 a 1 con imparable del inolvidable Arturo Bernal en la 17.
Dorley Sasso Bernal: Uno de los lanzadores que tenía la curva más
pronunciada de su época.