miércoles, 23 de septiembre de 2020

LA GUERRA, QUE PROVOCÓ UN CISMA

 


UN MILLONARIO MEXICANO CASI EXCEPCIONAL


Por: CESÁREO SUÁREZ NARANJO


(IV capítulo)


PRÓLOGO: Le estamos llamando “guerra” a ese incidente que - en el mejor de los casos - fue tan sólo una escaramuza. Que se resolvió más que “de boleto”, como se dice coloquialmente…a la “fast track”. Donde los “cocolazos” no fueron con los puños…fueron con palabras; pero, sobre todo, con “dinero”. 


“FRAY NANO Y JORGE PASQUEL, DOS HOMBRES IMPORTANTES”.


La primera vez que encontramos juntos a JORGE PASQUEL y a FRAY NANO (enterándonos gracias al libro de John Virtue) fue en un partido celebrado en la ciudad de los “30 Caballeros”, Córdoba, en la cual se enfrentaban los Cafeteros locales (quienes, eventualmente, resultarían campeones) y el tradicional Águila de Veracruz, próxima a concluir la temporada de 1939. Eso no nos dice nada respecto a su amistad, que debió datar de varios años atrás, ya que sería ingenuo pensar que se conocieron "de la noche a la mañana". 

Y, como en estos asuntos, hay ocasiones que se vale “especular” (sin llegar con ello a la exageración), podríamos pensar que – llevados por su afición (o, más bien dicho: su “pasión” hacia el beisbol) pudieron haberse encontrado “en cualquier momento”, ya hubiese sido en el primer parque – el Franco Inglés - que de manera oficial, albergó los partidos de la Liga Mexicana en la ciudad de México, desde su inauguración, en Junio de 1925, hasta 1935; o sucedió, tal encuentro, cuando aquel parque dio paso a otro, un poco mejor adecuado, como lo fue el parque Delta. Pero, permítanme ampliar estos comentarios, para no dejar nada pendiente. 




Decíamos que ambos tenían la misma pasión por el beisbol.....FRAY NANO – cinco años mayor que el magnate veracruzano, “ya con cancha recorrida” (cronista, y toda la cosa), y habiendo estado en Estados Unidos por un rato, donde – me imagino – podrá haber visto algunos partidos de las Ligas Mayores) - debió haber observado a ese joven dinámico, impetuoso, con sus desplantes, con sus actitudes arrogantes... de gente acostumbrada a mandar; casi, casi abrumándolo (atosigándolo, acosándolo) con ideas innovadoras para mejorar el beisbol nacional. Lo cual no es ningún secreto.


LAS CUATRO ETAPAS DE LA LIGA MEXICANA 


Ahora bien; en la ya larga "marcha" de 95 años de nuestro máximo circuito, a veces "accidentada" (siendo, entre los incidentes más destacados el "Cisma" en 1940, del cual tenemos que hablar, más adelante; y la huelga de la ANABE 40 años después) he considerado, en mi muy particular punto de vista, cuatro épocas bastante definidas: la de ALEJANDRO AGUILAR REYES, entre 1925 y 1939; la de JORGE PASQUEL, de 1940 a 1951; la de ALEJO PERALTA, desde 1955 a 1997; sin que en la “última época” haya, después de ellos, nadie que destaque, ya sea de entre los dueños de los equipos, como de los que han sido Presidentes de la Liga pues, sobre todo algunos de estos últimos no fueron de ninguna utilidad; más, al contrario, negativos, ya que hubo quienes llegaron como “sácale-puntas”, caso de ALEJANDRO HÜIT VALENZUELA, con quien sabe cuántas maestrías, y hablando un “montón de idiomas” (?) para, al final, no hacer nada; y “OTRO” tratando de hacer innovaciones fuera de todas las razones que rigen al beisbol, y que estuvieron a punto de desquiciar todo nuestro “mundo” beisbolero: a los jugadores, a los aficionados, y hasta a los cronistas, ¿verdad “Maestro” (?) JAVIER SALINAS HERNÁNDEZ?). 

Y dado que en este capítulo debemos darle “espacio”, de una manera más o menos amplia, al primero de estos personajes hemos de señalar, entonces, que éste – conocido como “Fray Nano” - era, para 1925, un hombre bastante joven, de apenas 23 años quien, con su dinamismo ayudó al nacimiento de la Liga Mexicana (con el buen respaldo de otro tipo entusiasta, don Ernesto Carmona V., seis años mayor).

Tiene enorme importancia lo llevado a cabo por estos dos hombres, que pusieron los cimientos para que nuestro país, de una vez por todas, tuviera un beisbol organizado y que, al fin, los aficionados gozaran de un campeonato formal, de "competencia". Antes de eso, la mayoría de los partidos que se celebraban eran de carácter amistoso (como era el caso de uno de los equipos más tradicionales: el Águila de Veracruz, de Agustín Verde, quien tomó el mando del equipo a mediados de la segunda década del siglo pasado…más, precisamente, en 1914).

Hay que hacer notar que la Liga tuvo unos principios modestos, pues hasta donde nos llega nuestro entender, la mayoría de los equipos eran patrocinados por dependencias oficiales del gobierno, aunque según vemos por los nombres y sedes de algunos de esos conjuntos, de provincia, eran respaldados por empresas. De cualquier manera (y me expongo a que alguien me corrija) el nivel de la pelota era semi-profesional. 

Pero, da “la casualidad” que esto, lo que digo – respecto a la calidad de “semi-profesional” de la Liga - también lo vemos confirmado en un artículo escrito por Kevin Johnson; traducimos: “¡LA LIGA MEXICANA ESTÁ AQUÍ!” (refiriéndose a “aquellos tiempos”). Y dice lo siguiente (con uno que otro “errorcillo”): “Desde sus comienzos, en 1924 (sic), hasta 1939, la Liga Mexicana fue, básicamente, una liga de jugadores nativos, semi-profesionales cada quien jugando para sus equipos locales. Hubo (entonces) algunos jugadores extranjeros…el más notable: Martín Dihigo…” (con esto, es más que suficiente).




Para dar un vistazo, "a groso modo", veamos que conjuntos estuvieron en la Liga; unos entrando mientras otros salían, (con vida “efímera”, algunos; y otros “durando” un poco más) de los cuales presentamos un “cuadro” general de entre ese 1925 a 1937:

México, Agraria, 74 Regimiento, Águila, Guanajuato, Nacional, Carmona, Arrillería (?), Agricultura del DF, Ocampo, Gertrudis (?), Tuneros, Gabay (?), Gendarmería, Jalapa (sic) Policía, Tigres del Comintra, Sindicato, Chiclet’s Adams, Bravo Izquierdo, Delta, Azcapotzalco, Leones de Obras Públicas, Pachuca (antes Gabay), Cardenales, Comunicaciones, Tráfico, Monte de Piedad, Zapadores, Tránsito, Lomas del DF, Santa María, Necaxa, San Rafael, Agrario (ver: Agraria), Gallos de Santa Rosa y Cerveceros de Nogales, Águila de Veracruz, Cafeteros de Córdoba, Alijadores de Tampico, Cidosa de Río Blanco. 

Más, aun – y “para conciliarme con la información”- pues únicamente lo sabía de “oídas”, y no aparece mencionado en esta página - también hubo uno, llamado “Fabriles” que, más tarde, fue el “Aztecas”. 

Y un artículo de quien fuese, por un buen tiempo, Compilador Oficial de la Liga Mexicana: el reconocido don Raúl Mendoza, en su columna “Bola de Nudillos” nos lo confirma, ya que: “en 1932, Homobono Márquez contrató a Ramón Bragaña, al Brujo Rossell y a un mexicoestadounidense Eddie Machado, que constituían la tercia de pitchers; teniendo, además, como jugadores de posición, a Pete Arzate, en primera, Fernando Barradas en segunda; Chile Gómez, segunda; Polín Pulido en las paradas cortas; Moro Chávez tercera; y en los jardines Agustín Bejarano, Pancho Torrijos y Yamo Ornelas). Todo esto último, me permití tomarlo de internet. 

Como también lo siguiente, que nos dice que “Para la temporada de 1938, “permanecieron los mismos equipos”, es decir: Agrario de México (1935), Alijadores de Tampico (1937), Cafeteros de Córdoba (1934 sic), Cerveceros de Nogales (1936), Cidosa de Río Blanco (1937), Gallos de Santa Rosa (1935 sic), Águila de Veracruz (1903 sic) y Tigres de Comintra (1928); señalando que la fecha entre paréntesis, es de cuando “nacieron” estos equipos; con la pertinente aclaración respecto al Águila, pues ya – fuera de los juegos amistosos, y en plan de competencia - se le puede tomar en cuenta a partir de 1925, pero sin que esto signifique mucho, ya que tan sólo haber celebrado unos cuantos partidos, se retiró de la contienda, hasta su regreso, en aquel 1937. 

Además de eso, cabe una aclaración más, pues según consulta a una página de Internet, dedicada a don LÁZARO PENAGOS (por su nieto Sergio Penagos García, y escrita por Noé Flores Cortés), quien fuera el “legendario” propietario de los Cafeteros de Córdoba, si bien este equipo fue fundado en 1934, pero para jugar en torneos locales, su ingreso a la Liga Mexicana ocurrió simultánea a la del Águila.

Y, para que no quede nada pendiente, veamos cómo estuvo estructurada la Liga, para 1939, con Alijadores de Tampico, Cafeteros de Córdoba, Carta Blanca de Monterrey (de nuevo ingreso), Gallos de Santa Rosa, Indios de Anáhuac, Águila de Veracruz, Tigres de Comintra, (habiendo desparecido Agrario, Cerveceros de Nogales, Cidosa de Río Blanco). 

Regresando a “ese” 1925, y una vez establecidos los lineamientos (para lo cual podemos emplear varios sinónimos, como: “conjunto de directivas”, “declaración de principios”, pero que en beisbol se les denomina: “estatutos” o “reglamentos”; lo cual acentuamos, como una “anticipación” a un comentario, que haremos más adelante), "Fray Nano" quedó como presidente. Y no sólo eso pues, además de ello, era propietario del famoso parque Franco Inglés, titular de la Asociación de Ampayers; a más de que, en algunas ocasiones, se ponía los arreos para cantar bolas y strikes, o bien, auxiliar en las bases. ¡Total!, casi un “hombre-orquesta” (aunque, en otra nota de Internet, se dice que el propietario del parque lo era Ernesto Carmona).  



Ya, “pintado el panorama”, de cómo estaban las cosas, hasta ese momento, en razón de los equipos que conformaban la Liga, y de que, como hemos visto, Fray Nano y Ernesto Carmona “se alternaban entre ser Presidentes de la Liga, y Comisionado”, cargos que ostentó por más tiempo, el primero de ellos; de tal manera que sería conveniente traducir lo que se dice en el libro “South of the Color Barrier”, punto clave para ver las relaciones entre unos - los dueños de los equipos, y otros - el o los Presidentes de la Liga.  

Nos vamos, para ello, a la página 72 del libro de Virtue: "... Puesto que la Liga había sido creación de ambos, recibían un porcentaje de las entradas; este arreglo no les caía nada bien a algunos de los propietarios, especialmente a los del Águila de Veracruz. Como campeón "reinante" (debemos "suponer", entonces, que Virtue está hablando de fines de la temporada de 1938 y/o principios del año 1939) los directivos del Águila comenzaron a criticar a Aguilar Reyes y a Carmona, sobre todo al primero...el equipo tenía un medio perfecto para atacarlos: las páginas deportivas del periódico El Dictamen, el principal diario del puerto de Veracruz. Su editor deportivo era (al mismo tiempo) unos de los directivos del conjunto jarocho...". 

Es, más que de suponerse, que los dueños de los equipos ya estaban más que cansados de que Fray Nano y Carmona aplicaran "sus derechos" por ese simple hecho, que ponían como "pretexto", y se siguieran llevando "su jugosa tajada"...por lo que, aquí, "meto mi cuchara", ya que en mi muy particular punto de vista, llega un momento en que en una situación, a todas luces injusta y ventajosa, cansa y dices: "¡bueno, YA, HASTA AQUÍ!",¡ya dejen de “chupar sangre”!.

Fray Nano (¡muy digno!) renunció, entonces, al cargo de Alto Comisionado para evitar así - según dijo - un conflicto de intereses, dado que decidió dar respuesta a los ataques. Esto lo haría a través de las páginas de "su" periódico: La Afición. Escribió que: "había muchos nuevos equipos - una referencia más que directa al Águila - cuyos propietarios NO APRECIABAN LO QUE HABÍA HECHO POR LA LIGA, y por el beisbol en general".

El 12 de septiembre de 1939, en su columna, Aguilar Reyes dijo que era (muy) difícil tener disciplina debido a que los estatutos de la Liga eran "demasiado flexibles, elásticos"...".

Cabe, de mi parte, remitir al amable lector a la "pequeñita" observación que hice líneas arriba pues, si nos fijamos bien, los estatutos - para poder ser aprobados y aplicados – debían pasar, FORZOSAMENTE, por manos tanto de los dueños de equipos, como también por las de Carmona y de él mismo, como máximas autoridades de la Liga. Y, ¿entonces, como es que hasta ahora "se quejaba"?

Fray Nano no se quedó ahí, pues (dice Virtue): "lanzó acusaciones en contra del Agrario (entendiéndose con ello, los directivos, entre los que obligadamente aparece Salvador Teuffer, como manager) de estar SOCAVANDO las reglas de la Liga en 1936... …tal como el incidente (seguimos en lo dicho por Virtue) en el cual intervino Barney Morris, pitcher del Monterrey... quien llegó tomado a un partido en contra de los Cafeteros, el 13 de agosto (sic)..". 

Que conste: Virtue dice "1936"; En nuestra humilde opinión, esto queda un tanto “fuera de contexto”, por la simple razón que se estaba refiriendo (si bien entendemos) a “algo” que bien pudo haber sucedido no en la temporada de 1936, sino en la de 1939 (por razón “simple” de que el equipo Monterrey, hasta ese año, hizo su ingreso); y aunque nuestra “curiosidad” nos llevó a investigar “en qué temporadas actuó este “Barney Morris”, utilizando para eso el registro digital de la Enciclopedia que publicó Pedro Treto Cisneros, cerrada hasta 2010, nos encontramos con una decepción, ya que Tomás Morales F., quien llevó a cabo la recopilación, únicamente lo considera entre “los pitchers con una sola temporada”, y esa es “la de 1941”, lo cual no encaja, pues los Cafeteros ya, para esas fechas, no estaban en la Liga; y de que, “según parece”, hay indicios de que Morris había llegado a México mucho antes. Por lo que, en parte, esto último resulta ser intrascendente. 

Aquí, por "necesidad del guión", aparecerá Jorge Pasquel. Porque, aunque no podemos "imaginar" qué tan juntos ya andaban él y Fray Nano; el caso es de que habiendo ido, ambos, a Córdoba ("coincidiendo", como dice Guadalupe Pineda), para presenciar una de las series finales de la temporada (1939) entre los Cafeteros locales y el Águila de Veracruz, dice Virtue que, en cierto momento, estuvo a punto de correr la sangre. De entre los aficionados, alguien le gritó un insulto al magnate (quesque Fray Nano no escuchó bien el insulto - ¿fue o no fue “insulto”? - pero que “se lo imaginó”). Y que, Pasquel, se salió de "sus casillas", y “subiéndosele la sangre a la cabeza”,  intentó sacar "su pistola"; solo que algunos de los que lo rodeaban se lo impidieron...

No es que este lamentable incidente nos importe mucho, para los comentarios que estamos haciendo, que deberían ser puramente en el aspecto deportivo, pero...¡ahí queda! (pasajes como éste, hubo no pocos en la vida de Pasquel).




Ahora bien; una cosa nos queda presente: y es el que no, necesariamente - y en esto somos reiterativos - por el solo "hecho" de haber sido "los fundadores" de la Liga Mexicana, tanto Carmona como Aguilar Reyes debieran sentirse con derechos, "por secula seculorum", de seguir recibiendo una"tajada" de las entradas. Y que algunos propietarios hayan protestado ante este arreglo (que, imaginamos, "unilateral") lo encuentro lo más lógico.

Únicamente faltaban "algunos detallitos", que constituyeron "las gotas que derramaron el vaso", y le colmaran la paciencia a Fray Nano. No pasó mucho tiempo para que se fueran dando. 

Para empezar, los directivos del Águila de Veracruz decidieron no celebrar sus últimos tres partidos de la temporada, en los cuales – como locales - se debían enfrentar a los Cafeteros (quienes, prácticamente, ya eran campeones), considerando que ya no tenían importancia perdiendo, de tal manera, por forfeit. 

En tales circunstancias - dice Virtue - los dueños de los demás equipos (sic) acordaron expulsar de la Liga a tres de los funcionarios del conjunto jarocho, (estando entre ellos aquel que, además, tenía a su cargo la sección deportiva del periódico El Dictamen; y, casi tengo por seguro, que le debe haber "tirado" bien fuerte, a Aguilar Reyes); acusándolos, además, de otras irregularidades perjudiciales a la Liga, entre ellas el deberle dinero a la Liga. Esto último, sobre todo, no debió haberle gustado mucho a Fray Nano.

Pero, este señor, no solo les "tiró" a los del Águila; sino que también "trono" en contra de todos los equipos que habían sido campeones en los últimos cinco años: Agrario, en 1935/36, Águila en 1937/38 e incluso el Córdoba, en ese 1939, arguyendo que "los dueños de dichos equipos querían APODERARSE DEL CONTROL DE LA LIGA". Todo esto lo hizo Aguilar Reyes a través de las páginas de La Afición (solo "que" para esas fechas, el Agrario ya no estaba en la Liga).

Y continúa Virtue, respecto a lo que dijo Fray Nano: "...los dueños (y algunos "no tan dueños", como lo podría haber sido don Pepe Rodríguez Clavería, conocido político jarocho, pero que tenía que ver con el Águila; pero, si, en cuanto a don LÁZARO PENAGOS, el hombre fuerte de los Cafeteros) consideran que si alguien debe tener el gobierno de la Liga, es muy natural que sean ellos mismos. Nada bueno ha salido, de esos equipos campeones, que quieren controlar el circuito. (Por lo tanto) ya es un buen momento para que se separen". (Al menos, así entiendo las palabras de Virtue: “It’s a good opportunity FOR THEM, to party”).

Cierra Virtue ese capítulo – nueve (página 73) - de su libro con una frase que pone en boca de Fray Nano: "¿quién le va a poner el cascabel al gato?". Y, remata: “Fray Nano no dijo si tenía a alguien en mente. . pero, ¡lo tenía!”.

Una cosa queda clara – para no andar con muchos rodeos - Fray Nano, a pesar de “sus buenas intenciones” para con la liga – o, tal vez, “por e$a$ mi$ma$ intencione$” – se dio cuenta, perfectamente, de que ya estaba “rebasado”; de que, en una palabra: “ya no podía con el paquete”.

Nuestro próximo: “PASQUEL, UN HOMBRE DE SU ÉPOCA”

jueves, 17 de septiembre de 2020

EL ARRIBO DE ESPINO A LA INVERNAL DE SONORA

 




Al Bat


Por Jesús Alberto Rubio.


(Esta columna la publiqué en el año 2009 y para darle seguimiento al tema, ahora se la comparto aquí en mi blogspot  redesbeisbol).


Y como digo en Al Bat, la investigación --con plena objetividad-- para acercarse con toda precisión a la forma en que Espino llegó a nuestra pelota invernal, de ser posible, debe trabajarse aún más a fondo para así dilucidarse la versión lo mejor posible.


Aquí, está  a planteado de la siguiente forma:



Cara de niño

Empecemos con los detalles en torno al “Niño Espino”, apodo que recibió cuando jugaba en el béisbol amateur de Chihuahua por su fuerte físico y brazos musculosos, pero con carita… de niño ingenuo.

Espino nació en la calle Justiniani y 34, cuarto de ocho hijos de un transportista de materiales de construcción y quien creció en un ambiente propicio para jugar béisbol al lado de sus hermanos en los campos llaneros de la colonia Dale donde hoy se encuentra una plaza pública.

Luis Espino, su hermano, me dijo reciente que en esa plaza hubo un busto en su honor pero que fue retirado cuando los vagos de la colonia lo pintarrajearon con grafitti. “Quedaron las autoridades de reponerlo, pero todavía es una buena promesa”.

En los inicios de los años 50`s, los jóvenes del lugar jugaban en campos llaneros ubicados donde hoy está la plaza Dale y en donde confluyen las calles Melchor Guaspe y la Vialidad Ch-P. 

Héctor, de niño, era “correbolas” en los equipos donde veían acción sus hermanos, entre ellos Abel, el mayor de todos, quien veía que conforme crecía y practicaba, mostraba grandes cualidades para batear.

Así, llegó a la tercera y luego a segunda y primera fuerza, donde mostraba su poder al bat, pegando frecuentemente ¡dos cuadrangulares por juego!

Era ya la admiración de la afición del barrio y con más razón cuando una vez pegó tres jonrones y en otra, ¡cuatro en un juego!, curiosamente los que nunca logró en un partido en su trayectoria profesional.

Así, llegó 1959 cuando el manager Memo Garibay impresionado por su poder en el béisbol amateur lo firmó para que jugara con los Dorados de Chihuahua en lo que fue la Liga Nacional donde participaban Cd. Juárez, Durango y Aguascalientes.

Y fue precisamente contra los “Chileros” de Aguascalientes contra quienes debutó y en su primer turno ¡pegó cuadrangular!

Cuando Garibay fue llamado de nuevo por los Tigres del México para tomar la dirección, pretendió llevarse a Espino, pero al directiva no aceptó su propuesta.

Iba a repetirse esa historia cuando ya demostrando su enorme clase con Naranjeros, el 10 de noviembre de 1961 iba a pasarles la ficha técnica de Espino a los Tigres ¡y de nuevo no lo aceptaron alegando que tenían material de sobra en una escuela de béisbol que tenían.




Esa temporada del 59 los Dorados se retiraron del circuito, pero antes cuando Aguascalientes visitó a Chihuahua el timón Domingo Santana se dio cuenta del talento y poder de Espino cuando les conectó un salvaje jonrón, por lo cual lo invitó para que jugara con Acámbaro, un circuito semiprofesional en la Liga del Bajío.

Santana era conocido como “El Cerebro Mágico”, mote que años más tarde iba a tener Benjamín “Cananea” Reyes.

Para 1960, Santana se fue a dirigir a los Tuneros de SLP, sucursal de los Sultanes de Monterrey y por supuesto que se llevó al joven Espino al equipo.

Ahí, en 68 juegos, demostró ser un diamante en bruto: promedió .368, con 20 jonrones, igual número de dobles y tres triples.

Domingo Santana lo llevó ante Anuar Canavati, el magnate de Monterrey, quien en efecto, se interesó en sus servicios, pero sólo quería pagarle 1,500 pesos al mes, lo cual rechazó el de Chihuahua porque con los Tuneros ganaba 2,500.

Al rechazar la oferta, el “buen” Canavati lo castigó y no lo dejó continuar jugando con San Luis Potosí.

 



Nuevo reto: La Invernal de Sonora

Al concluir la temporada de verano, Héctor Espino regresó a Chihuahua y ahí comenzó a escribirse un histórico capítulo donde los protagonistas iba a ser Mauro Contreras y Germán Liogon:

El horizonte para el joven y poderoso bateador iba apuntar hacia el béisbol de la Invernal de Sonora.

Al respecto, hay dos versiones sobre cómo llegó a nuestro béisbol del Pacífico:

La primera, y quizá la más recurrente, fue aquella anécdota de que Mauro, “El Maestro” Contreras lo firmó en un restaurant de Chihuahua “firmando en una servilleta”.

Al parecer,  Mauro le dio 20 pesos a Espino para que se reportara a prácticas en Hermosillo. El viaje en transporte costaba 5 pesos desde aquella capital.

La otra tesis es de Germán Liogon:

Cita que lo conoció en la Liga Central y que lo invitó para que jugara con Cd. Obregón; donde su hermano Oscar, entonces principal directivo de los Yaquis, le envió cinco contratos.

Sobre este punto, Marco Antonio “Kilochas” Rodríguez Gómez señala que aceptó el contrato de $750.00 mensuales por la amistad que lo unía con Germán Liogon.

Al respecto, el colega Jaime Alvarez indicó en una de sus columnas que Espino firmó en el bar“El Gato Negro”, de León, Guanajuato.Liogon jugaba para Aguascalientes y Espino con San Luis Potosí

“Llegó en un avión de carga al aeropuerto local y de ahí se fue a Frenos del Yaqui, el taller de nuestra familia en Cd. Obregón. Al siguiente día se fue a entrenamientos, practicó una semana y luego estuvo listo para jugar en la inauguración”, apunta Germán.

Aquí cabe una pregunta: ¿Llegó Espino a Obregón en avión  de carga… o en un autobús?



Su primer line up

En tanto, Marco Antonio Rodríguez relata:

“Según el libro de Alfonso Araujo, y yo lo escuché por la radio XEFX  en Guaymas y la narración de Otilio Dgives Robles:
 
Debutó con los Yaquis de Obregón el  domingo 23 de octubre de 1960 en el desaparecido estadio “Alvaro Obregón”  y esta fue la alineación:
 
Ostioneros: Florencio "Chico" Estrada  (9), Arnoldo "Kiko” Castro (4), Alfredo "Yaqui" Ríos (5), José “Pasitos” Echeverría (3), Héctor "Mara" Sañudo (7), Andres "Aveztruz" Rodríguez (8), Guillermo “Bachichas” Frayde (2), Abundio Hernández (6) y Emilio "Pollo" Ferrer (1). Manager, Manuel Magallón.

Yaquis: Agustín Enríquez (4), Guillermo "Huevito" Alvarez (5), Héctor Espino (9), Roberto "Chamaco" Vea (8), Francisco Luzanilla (7), Gumaro Corral (3), Nazario Moreno (2), Germán Liogon  (6) y Arturo Cacheux (1). Manager, “Huevito” Alvarez.
 
En el primero de la doble jornada conectó en la sexta entrada su primer hit, un doble, a Alejandro “Chicles” Rodelo. En el partido de la tarde, lograría en el quinto episodio su primer jonrón en este besbol invernal ante Cliserio Trujillo.

Más tarde, Hermosillo reclamaría la pertenencia del prometedor novato y seis días después pasaría al equipo capitalino en el primer partido de la serie Yaquis-Naranjeros en el “Fernando M. Ortiz”.

 


Cambió de dogout

Eradio Burruel, testigo fiel de ese momento, recuerda que desde el dogout vio cómo Espino se cambió hacia el de Hermosillo luego de que la directiva del circuito cotejó la fecha de las firmas hechas por Mauro Contreras y Germán Liogon.

El presidente de la Liga, Matías Cázarez, constató que primero lo había firmado Mauro y por lo tanto le concedió la razón a Hermosillo.

“Así, se cambió hacia nuestro dogout y se puso el nuevo uniforme, con el No. 11, el cual luego cambió por su eterno 21 durante 24 temporadas”.

Con Naranjeros debutó el sábado 29 de octubre ante Arturo Cacheux, a quien le pegó par de imparables; luego, el 13 de noviembre, al “Chicles” Rodelo, de Guaymas, le iba a conectar su primer cuadrangular con su nueva franela.

 


Estabilizó al circuito

La presencia de Héctor Espino contribuyó enormemente a estabilizar la Liga Invernal de Sonora, apuntó el “Kilochas” Rodríguez:

La tercer temporada ubicó en un predicamento la continuación del circuito, primero por el retiro de Obregón en la segunda campaña y reemplazado por los Mayos de Navojoa y el abandono en plena temporada de los Naranjeros.

Al iniciar la tercer  temporada (1960-61) con el retorno de  Obregón  a la Liga y a pesar de  perder en casa la primer serie por limpia ante los Ostioneros y Hermosillo solicita (exige) apoyo de jugadores a la liga  o se retiraría.

En esa época gente como Florencio Zaragoza, Oscar Liogon, Rogelio Rodríguez, Esteban Pérez, Abundio Vargas, entre otros, pretendían que el beisbol no desapareciera  en esta región y en reunión extraordinaria de la Liga  accedieron otorgar apoyo a los Naranjeros de Hermosillo.
 
Previo a la  temporada en el verano de 1960 se realizaron reuniones del circuito invernal analizando el futuro de la liga, hasta cierto punto incierto con los resultados obtenidos y prácticamente las franquicias que habían demostrado estabilidad eran  los Ostioneros y Rieleros de Empalme.

Entonces, en junta realizada en Guaymas, los directivos Naranjeros recibieron a Andrés “Avestruz” Rodríguez.

Respecto a los Naranjeros, asistían  a aquellas reuniones un grupo de  personas entusiastas, encabezados por Francisco “El Guámara” Gastélum, Juan “Yaqui” Lima, Jesús “Manopas” Alcántar, entre otros y a la hora de entregar la fianza, que en esa época era de $50,000.00, Empalme, Obregon y Guaymas inmediatamente la exhibieron y los representantes de Hermosillo nada mas se  quedaron mirando como el “chinito”.
 
En plena junta, Florencio  Zaragoza se comunicó con don Enrique Mazón y luego se vio el respaldo de esta persona: Nombró una nueva mesa directiva encabezada por don Matías Cázares, como presidente, Miguel Durazo, secretario, Ignacio Romero, tesorero, y Enrique Romero, de gerente.






Presencia de Espino

Esa tercer temporada se empezó a notar la cimentación de la Liga y  bastante contribuyó la presencia de Héctor Espino, aunado a  Miguel Sotelo, Juan de Dios Villarreal, Jorge Fitch, Ronnie Camacho, Benjamín “Papelero” Valenzuela, Alfredo “Yaqui”  Ríos, Eduardo Escalante, Miguel “Pilo” Gaspar” y  excelentes estrategas como “El Tigre de Regla”, Virgilio Arteaga que era todo un espectáculo y más cuando realizaba una reclamación a un umpire, lo que levantaba en las gradas a la afición; Manuel Magallón… todo esto me fortalece la mente de excelentes recuerdos de mis primeras experiencias en el deporte rey”.


Esta historia no concluye aquí....


miércoles, 16 de septiembre de 2020

LA PASIÓN POR EL BEISBOL ES INAUDITA



(Texto/documento encontrado en el sitio https://www.exitoysuperacionpersonal.com/frases-de-beisbol/)


Recopilación/rescate: Jesús Alberto Rubio.


Era boy!


Aprovechando la recta del tema inicial en Al Bat, por qué no darle rienda suelta a la imaginación beisbolera y toda la pasión que le envuelve.


Sí, disfrutemos hoy conceptos, ideas, frases en torno al deporte rey.


Lo invito y relájese con este por demás interesante tema:




El documento, nos dice:


Celebremos un poco la belleza de este deporte con la siguiente colección de frases de béisbol dichas por los mejores jugadores y entrenadores de este deporte.

 

Si alguna vez has jugado béisbol en tu vida, sabes lo emocionante que puede ser el juego. 


Caminar hacia el plato de home, enfocar toda tu atención en el lanzador y ver que la pelota de béisbol viene rápidamente te da una adrenalina más allá de toda descripción. Solo unos segundos después oyes un fuerte crujido y sientes una vibración intensa en tu bate. Lleno de emoción por posiblemente haber pegado un jonrón empiezas a correr como si todo se hubiera desatado. 


Es realmente difícil describir lo increíble que es jugar al béisbol para aquellos que nunca han tenido una pelota y un bate. Sin embargo, cuando has pasado la mayor parte de tu infancia jugando al béisbol, definitivamente habrás desarrollado un profundo amor por el juego.

 

“El béisbol fue, es y siempre será para mí el mejor juego del mundo.”

Babe Ruth

 


Si alguna vez has escuchado a un verdadero fanático del béisbol hablar sobre su juego favorito, sabes cuán intenso y emocional puede llegar a ser. Es muy probable que escuches mucho acerca de la gracia y elegancia inigualables del juego que hace que este deporte sea único.

 

Al mismo tiempo, lo que es tan hermoso del béisbol es que no viene con requisitos específicos para la condición física de un atleta. No necesitas ser súper alto ni necesitas mucho peso corporal para jugar al béisbol. De hecho, no importa tu proporción física y nivel de condición física, siempre habrá un lugar para ti en un juego de béisbol.

 

Muchas de las siguientes declaraciones provienen de jugadores de béisbol y entrenadores. Como tal, estas personas han desarrollado una gran pasión por este juego. Cuando lees sus palabras, sabes que estas personas viven y respiran el béisbol.

 


Aquí están estas citas inspiradoras sobre el béisbol:

1. “Cada día es una nueva oportunidad. Puedes construir sobre el éxito de ayer o poner tus fracasos en el pasado y empezar de nuevo. Así es la vida, con un nuevo juego cada día y así es el béisbol.”

Bob Feller

 

2. “El béisbol es como la iglesia. Muchos asisten y pocos entienden.”

Leo Durocher

 

3. “Puede haber personas que tengan más talento que tú, pero no hay excusa para que alguien trabaje más duro de lo que tú puedas trabajar.”

Derek Jeter

 


4. “No importa cuán buen manager seas, siempre vas a perder un tercio de los juegos; no importa cuán mal manager seas, siempre vas a ganar un tercio de los juegos; es el otro tercio el que hace la diferencia.”

Tommy Lasorda

 

5. “Cada golpe me acerca al próximo jonrón.”

Babe Ruth

 

6. “El amor es lo más importante en el mundo pero el béisbol también es bastante bueno.”

Yogi Berra

 


7. “Cada gran bateador trabaja la teoría que dice que cada pitcher le tiene más miedo, que el que él siente por ese pitcher.”

Ty Cobb

 

8. “La próxima vez que alguien se queje de que el béisbol no tiene suficiente acción, puedes hacer dos cosas: primero, explicar la planificación, la estrategia, el cálculo y el engaño antes de cada lanzamiento. Luego cita al locutor del Salón de la Fama Red Barber: “El béisbol es aburrido solo para las mentes aburridas.”

Zack Hample

 

9. “Los jonrones de ayer no ganan los juegos de hoy.”

Babe Ruth

 

10. “La gente me pregunta qué hago en el invierno cuando no hay béisbol. Te diré lo que hago. Miro por la ventana y espero la primavera.”

Rogers Hornsby

 


11. “Hago lo que he entrenado toda mi vida para hacer. Miro la pelota. Mantengo mi ojo en la pelota. Nunca dejo de mirar. Lo miro mientras pasa a mi lado y aterriza en el guante del receptor, un perfecto y glorioso tercer strike.”

Barry Lyga

 

12. “La diferencia entre lo imposible y lo posible radica en la determinación de una persona.”

Tommy Lasorda

 

13. “El béisbol es el único campo o empresa en la que un hombre que triunfa tres de cada diez veces, es considerado un buen elemento”.

Ted williams

 


14. “Pero el béisbol era distinto. Schwartz lo veía como algo homérico: no una melé sino una serie de combates aislados. Bateador contra lanzador, defensa contra pelota. No se podía embestir de aquí para allá, resoplando y abofeteando a los demás, como hacía Schwartz cuando jugaba al fútbol. Uno permanecía inmóvil y esperaba e intentaba mantener la mente tranquila. Cuando llegaba el momento, tenías que estar a listo.”

Chad Harbach

 

15. “Me llevó diecisiete años golpear tres mil veces la pelota en béisbol. Lo hice en una tarde en los campos de golf.”

 

16. “Nunca se sabe lo que va a pasar… ¡Y eso es divertido! ¡De eso se trata el béisbol!”

Keiichi Arawi

 

17. “Los atletas nacen ganadores, nadie nace perdedor y cuanto antes comprendas esto más rápido puedes adoptar una actitud ganadora y tener éxito en la vida.”

Charles R. Sledge Jr.

 




18. “Es difícil vencer a una persona que nunca se rinde.”

Babe Ruth

martes, 15 de septiembre de 2020

UN MILLONARIO MEXICANO CASI EXCEPCIONAL

 



TERCER CAPÍTULO

 

“UN CABALLO DE TROYA, APELLIDADO PASQUEL”

 

Por Cesáreo Suárez Naranjo.

 

(“JORGE PASQUEL had been the man to see in Mexico City since long before 1946. “SURE, YOU COULD SAY I’M A DICTATOR”, he told Time, “WHATEVER I ORDER IS DONE”, traducción más adelante).

 

Amigo lector: A punto estuve de “perder el rumbo” en estos comentarios, dado que al concluir el capítulo anterior, anuncié que comenzaría el presente entrando “de lleno” a lo que considero el “punto de despegue” (y que por ello viene a ser “medular”) de los objetivos del magnate veracruzano para iniciarse de lleno en el beisbol. 

 

Esto es, sin duda alguna, “el caballazo” que les dieron – él y Fray Nano (quién, la verdad, únicamente actuó “como peón”) - a los dueños de los equipos de la Liga Mexicana a fines de 1939 para echar, fuera del circuito, a quienes no estuvieran de acuerdo con sus planes (¡ambiciosos, sin duda alguna!, pero sin ninguna clemencia para los que se oponían a su voluntad). Como lo dijese uno de sus biógrafos (que pudo haber sido su cuñado Teódulo Manuel Agundis): “era implacable con sus adversarios”. 

 

Ello – podemos “suponer” (aunque, con las “suposiciones”, nunca va uno lo bien que se quisiera) - se pudo haber fraguado, como un plan “maquiavélico” a fines de 1939 (sino es que mucho antes),  no cabiendo duda alguna, que este personaje "entró a bayoneta calada" para apoderarse de la Liga Mexicana (con la “ayudadita” mencionada), y tomar el control absoluto.

 


Pero me encontré con que había algunos “cabos sueltos” en lo expuesto en las dos partes anteriores. Así que, para no dejar nada en "el tintero" es más que necesario que mencione que existe otro libro que trata más directamente sobre "los haceres, quehaceres y deshaceres" de Jorge Pasquel, y ese es el titulado "The Veracruz Blues" (los Azules del Veracruz), escrito por Mark Winegardner (NOTA: Este libro estuvo “en mis manos”, y debo haberlo leído, de cabo a rabo, hará cosa de cuatro años. Solo que no lo conservo, pues venía con la indicación, precisa, del buen amigo, José Antonio Villegas Moreno, de entregárselo a otra persona). 

 

Bien; en la presentación de dicho libro, por Internet, sus editores hacen los siguientes comentarios acerca de la persona de PASQUEL (que comenzamos con una nota previa, que es posible adherir perfectamente al contexto, y que procedemos a traducir de la mejor forma posible): 

 

“´”¿Cómo es posible que nunca hayas oído hablar de ello? ¡Bien!, hasta (cuando) “Jackie Robinson”, los propietarios de los equipos “americanos” no se les daba por aceptar ni a jugadores negros ni a “latinos” (un error en este comentario, por parte de los editores, porque SÍ había jugadores “latinos”, excluyendo – por supuesto – a los negros), así que esos jugadores fueron atraídos al sur de la frontera por “un Jorge Pasquel” el “HÉROE/VILLANO” principal de esta historia…sin embargo, aun cuando Pasquel creó (sic) una gran liga en México, muy poca atención se le dio por los dueños de los equipos “americanos” – o por “los americanos”, en general – “simplemente porque estaba sucediendo en México, y (porque) en ello estaban involucrados jugadores negros. (Pero) es fácil pensar que ellos “eran grandes jugadores, “ y eran “grandes equipos”. Tales eran las actitudes racistas en aquel tiempo”. 

 

"... How come you’ve never heard of it? Well, until Jackie Robinson, American team owners just couldn’t accept black and latino players, so those players were lured south of the border by one Jorge Pasquel, the prime hero/ villain of this story. ... However, although Pasquel created a great league in Mexico, little attention was paid to it by American club owners or Americans in general, simply because it was happening in Mexico and it involved black players. And, as you might expect, they were great players and great teams. Such were the racist attitudes at that time.

 

Y, no nos “quedamos ahí”, pues siguen “duras”, las opiniones de los editores del libro citado. Sigamos: “Ésta – dicen - es una maravillosa mezcla de hechos y de ficción acerca de “América” (que es la manera de cómo se autonombran – egoístamente - los “gringuitos” a ellos mismos, y a su país); México y el beisbol. El tiempo en que ocurre la historia es en los años cuarentas, cuando México tuvo grandes equipos…y los “Azules de Veracruz” fueron “el mejor de todos los tiempos”. La historia es sobre el año 1946, “la temporada de oro”. 

 


This is a wonderful mixture of fact and fiction about America, Mexico and baseball. The time of the story is the ‘40s when Mexico had great baseball teams and the Veracruz Blues “was the best ball club that ever was”. The story is about 1946, la temporada de oro, the season of gold.

 

“Pasquel, según las consideraciones del narrador, pudo haber sido una especie de: (a) Mefístófles (sin “su Fausto”); (b) un Gatsby (sin “su F. Scott Fitzgerald); (c) Barnum (sin su famoso Circo); (d) un egomaníaco especulador de guerra (sic); (e) un emancipador de atletas “oprimidos”; (f) un pionero en derechos civiles; (g) un Casanova, o acaso un don Juan (¡en fin! (h) (tal vez) un visionario, que debería estar en el Salón de la Fama"; o, quizá, él fue todas o ninguna de las cosas que se le atribuyen. En verdad, PASQUEL con sus "sobornos", amenazas, conexiones (?) y guardaespaldas, se parece más a "un jefe de la mafia"; o, digamos, "a un político mexicano" (¿en serio?, ufff, no lo creo, ja, ja, ja).

 

Pasquel, in the words of the narrator, “was (a) Mephistopheles, (b) Gatsby, (c) Barnum, (d) an egomaniacal war profiteer, (e) a liberator of oppressed athletes, (f) a civil rights pioneer, (g) a philandering murderer, (h) visionary who should be in the Baseball Hall of Fame. Or perhaps he was all or none of the above. In truth, Pasquel, with his bribes, threats, connections and bodyguards, comes across more like a mafia boss or, say, a Mexican politician”. 

 

(Debo decir, amable lector, que esa expresión - en inglés que aparece en el inciso (g): "a philandering murderer", me costó trabajo "hallarle", hasta que le encontré, a fuerza de razonar... Pero, ¿qué le costaba a quien hizo la presentación del libro, decir: "lady killer", que se entendería como "alguien, que trae muertas a las mujeres").

 

Y, aquí (precisamente), nos vemos en la necesidad de hacer “un paréntesis”, pertinente. Para ver “de qué estaba hecho el señor Jorge Pasquel”, o sea un breve reflejo de su forma de ser, tanto como “un ladies killer” (según la observación), así como de “hombre poderoso” por lo que hace a su ostentación de riquezas. Para lo cual nos trasladamos al libro de JOHN VIRTUE “SOUTH OF THE COLOR BARRIER” quien narra un episodio de cuando, en cierta ocasión, Pasquel  cenaba acompañado de su amigo Ray Gillespie en Saint Louis, Mo. Estaban platicando – precisamente – de “cómo convencer a los jugadores norteamericanos; precisamente los que estaban en las Ligas Mayores”. 

 

Y, obviamente, Pasquel sacó a relucir la cuestión del “dinero”. “Mira, te apuesto una cosa”, le dijo a Gillespie, “vas a ver cómo se puede convencer a una persona; por ejemplo aquella muchacha, la cajera. Le voy a ofrecer mil dólares para que salga conmigo. Nos vemos mañana”. Y lo cumplió. Así se las gastaba el magnate mexicano.

 


Ahora bien; ya dimos, desde el primer capítulo, una idea - apenas aproximada - de los "billetes" que estaba soltando don JORGE PASQUEL tan solo para pagarles a los jugadores de Ligas Mayores, que estaban jugando en la Liga Mexicana, eso sin contar a los jugadores negros, cubanos o norteamericanos...y, tampoco, sin incluir a los mexicanos (de los cuales, estos últimos, "casi" me atrevo a asegurar, que no estaban en "la danza del dinero grande"... tenían su "sueldo", y ¡ya!). 

 

De tal manera conocimos la suma que dio, de "perdidas", únicamente para las temporadas de 1947 y 1948 fue de 800,000, a "groso modo" (dólares, por supuesto); pero, surge una pregunta: ¿qué tal si, además, le hubieran dado "EL SÍ" DiMaggio, por los 120,000 dólares anuales que le ofreció, 100,000 a Ted Williams, otros 100,000 a Musial, a los compañeros de éste Terry Moore, 80,000 y Enos Slaughter 75,000 – con lo que se quería llevar el outfield completo de los Cardenales en esos años; a Hank Greenberg 120,000; a Hal Newhouser 116,600; a Bob Feller 100,000 por año (además de otros, de “medio pelo”, cuyos nombres eran mucho menos familiares para los aficionados Mexicanos, como Whitey Kuroski, por 100,000; a Morton Cooper por 40,000 (y que también “jalara” con su hermano, Walker); y a uno, que ya estaba “más pa’llá que pa’cá”, Cookie Lavagetto, por 30,000, en contratos multianuales? (Datos que da el autor del libro). Eche cuentas mediante una pequeña operación  "aritmética";  eso es más que suficiente para dar una idea. Y aun fueron otros jugadores más los que fueron "invitados". 

 

Tomemos, por ejemplo, a Phil Rizzuto, el famoso "scooter" de los Yankees, y que constituye un “capítulo especial” en nuestro tema. “Se dice” (John Virtue) que Bernardo Pasquel, el hermano mayor de Jorge, lo entrevistó el día primero de mayo, de ese 1946, en el hotel Waldorf-Astoria. Que estuvo a punto de convencer a Rizzuto, pero que éste le pidió – aparte del salario (que no dice Virtue de cuánto iba a ser) – un bono por 15,000 dólares. Y quedaron de hablarse al día siguiente. Pero (nuevamente según Virtue) parece ser que Bernardo “se fue de la boca”, contando acerca del incidente, fatal, “de un duelo en que Jorge había matado a un hombre”. Eso hizo que la esposa de Rizzuto, Cora Esselborn, lo persuadiera de que no era conveniente, para nada, firmar para Pasquel.

 

Vamos, ahora, a traducir las palabras, en inglés, que consigné al principio (esas, y unos párrafos más), que aparecen en el Capítulo 9 de un libro titulado: “La Temporada de la Victoria; el Fin de la Segunda Guerra Mundial; y y el Nacimiento de la Época de Oro del Beisbol (The Victory Season: The End of World War II and the Birth of Baseball's Golden Age)” libro en verdad interesante, cuyo autor lo es Robert Weintraub. 

 

Ese capítulo lo denominó Weintraub como “El Hombre Más Interesante del Mundo” (The most interesting man in the World), y veamos qué dice, de “ese hombre”:  

 

“Pasquel era un hombre cuya presencia era imprescindible en (los círculos sociales, políticos y de negocios de) la ciudad de México desde mucho antes de 1946. "¡Seguro, que me puede calificar como 'un DICTADOR'...!", le dijo en una entrevista a un reportero de la revista "Time", "... cualquier cosa que ordeno, se hace".

Jorge Pasquel had been the man to see in México City since long before 1946. “Sure, you could say I’m a Dictator”, he told Time, “whatever I order is done”. 

 

“Este hombre de 30 años (sic) proveniente de una familia rica, el vástago de un magnate naviero; junto con sus cuatro hermanos…incursionó en los negocios a través del país…comenzó con una pequeña fábrica de cigarros (sic); pero pronto ya estaba en los ““tejes manejes” (o “tomas y dacas”) de los negocios de la banca, como propietario de ranchos, corredor de bienes raíces, de agencias navieras, de automóviles y de agencias aduanales”.


The thirty years old was from a wealthy family., the scion of a shipping magnate, and, along with his quartet of brothers…dabbled in businesses across the country. He started with a tiny cigar factory in Vera Cruz, but soon was wheeling and dealing in banking, ranching, real estate,  shipping, automobiles and customs”. 

 

“Presumió de sus riquezas, teniendo una flotilla de (coches) Lincolns, e instaló una mercería en su mansión, totalmente equipada, para estar siempre bien presentado. “¿qué es el dinero?, dijo, encogiéndose de hombros; Tengo cuarenta, cincuenta, sesenta millones…(en dólares)”.  

 

He flaunted his wealth, keeping a fleet of Lincolns and building a fully staffed haberdashery in his mansion to ensure he was always at his dandified best. “What is money?”, he would say with a shroug, “I have forty, fifty, sixty millions…”. Hasta aquí, el texto original, con su traducción lo más fiel posible.

Una cosa que no se le puede negar a este magnate es su pasión por el beisbol. Porque solo así es que uno se puede explicar todo este "derroche".

 

Dice John Virtue que su primera inclinación deportiva en su juventud no fue el beisbol, sino el futbol. Y que ya, adulto práctico distintas actividades deportivas, entre ellas las artes marciales y la halterofilia. Por lo cual, Virtue da a entender que era todo un "sportsman". 

 


Y, a tono con los gustos "exóticos", le gustaba la cacería; tanto "doméstica", como también el de irse al Africa, a la llamada "cacería mayor". (De mis recuerdos – aunque eso es “harina de otro costal” - me viene el nombre de un tal Pablo Bush Romero, rico empresario de una agencia de autos, con otras actividades deportivas, aunque también las calificadas como “filantrópicas”, que algunas veces lo acompañó, pero también compartía esas aventuras con gente muy importante, de otros países. Y que era - PASQUEL - un experto en el manejo de armas, sobre todo una: un revólver calibre .38 de su propiedad, y que "parece ser" – además - que "muy pocas veces" andaba sin ella (que no es un invento mío, sino que lo hacen constar alguno de sus biógrafos). También, de eso, va a ser necesario que hablemos más adelante. Pero ahora sí, con la promesa de que, para el siguiente capítulo, le toca el turno “a la guerra”.