UN MILLONARIO MEXICANO CASI EXCEPCIONAL
Por: CESÁREO SUÁREZ
NARANJO
(IV capítulo)
PRÓLOGO: Le estamos
llamando “guerra” a ese incidente que - en el mejor de los casos - fue tan sólo
una escaramuza. Que se resolvió más que “de boleto”, como se dice
coloquialmente…a la “fast track”. Donde los “cocolazos” no fueron con los
puños…fueron con palabras; pero, sobre todo, con “dinero”.
“FRAY NANO Y JORGE
PASQUEL, DOS HOMBRES IMPORTANTES”.
La primera vez que
encontramos juntos a JORGE PASQUEL y a FRAY NANO (enterándonos gracias al libro
de John Virtue) fue en un partido celebrado en la ciudad de los “30
Caballeros”, Córdoba, en la cual se enfrentaban los Cafeteros locales (quienes,
eventualmente, resultarían campeones) y el tradicional Águila de Veracruz,
próxima a concluir la temporada de 1939. Eso no nos dice nada respecto a su
amistad, que debió datar de varios años atrás, ya que sería ingenuo pensar que
se conocieron "de la noche a la mañana".
Y, como en estos asuntos,
hay ocasiones que se vale “especular” (sin llegar con ello a la exageración),
podríamos pensar que – llevados por su afición (o, más bien dicho: su “pasión”
hacia el beisbol) pudieron haberse encontrado “en cualquier momento”, ya
hubiese sido en el primer parque – el Franco Inglés - que de manera oficial,
albergó los partidos de la Liga Mexicana en la ciudad de México, desde su inauguración,
en Junio de 1925, hasta 1935; o sucedió, tal encuentro, cuando aquel parque dio
paso a otro, un poco mejor adecuado, como lo fue el parque Delta. Pero,
permítanme ampliar estos comentarios, para no dejar nada pendiente.
Decíamos que ambos tenían
la misma pasión por el beisbol.....FRAY NANO – cinco años mayor que el magnate
veracruzano, “ya con cancha recorrida” (cronista, y toda la cosa), y habiendo
estado en Estados Unidos por un rato, donde – me imagino – podrá haber visto
algunos partidos de las Ligas Mayores) - debió haber observado a ese joven
dinámico, impetuoso, con sus desplantes, con sus actitudes arrogantes... de
gente acostumbrada a mandar; casi, casi abrumándolo (atosigándolo, acosándolo)
con ideas innovadoras para mejorar el beisbol nacional. Lo cual no es ningún
secreto.
LAS CUATRO ETAPAS DE LA
LIGA MEXICANA
Ahora bien; en la ya
larga "marcha" de 95 años de nuestro máximo circuito, a veces
"accidentada" (siendo, entre los incidentes más destacados el
"Cisma" en 1940, del cual tenemos que hablar, más adelante; y la
huelga de la ANABE 40 años después) he considerado, en mi muy particular punto
de vista, cuatro épocas bastante definidas: la de ALEJANDRO AGUILAR REYES,
entre 1925 y 1939; la de JORGE PASQUEL, de 1940 a 1951; la de ALEJO PERALTA,
desde 1955 a 1997; sin que en la “última época” haya, después de ellos, nadie
que destaque, ya sea de entre los dueños de los equipos, como de los que han
sido Presidentes de la Liga pues, sobre todo algunos de estos últimos no fueron
de ninguna utilidad; más, al contrario, negativos, ya que hubo quienes llegaron
como “sácale-puntas”, caso de ALEJANDRO HÜIT VALENZUELA, con quien sabe cuántas
maestrías, y hablando un “montón de idiomas” (?) para, al final, no hacer nada;
y “OTRO” tratando de hacer innovaciones fuera de todas las razones que rigen al
beisbol, y que estuvieron a punto de desquiciar todo nuestro “mundo”
beisbolero: a los jugadores, a los aficionados, y hasta a los cronistas,
¿verdad “Maestro” (?) JAVIER SALINAS HERNÁNDEZ?).
Y dado que en este
capítulo debemos darle “espacio”, de una manera más o menos amplia, al primero
de estos personajes hemos de señalar, entonces, que éste – conocido como “Fray
Nano” - era, para 1925, un hombre bastante joven, de apenas 23 años quien, con
su dinamismo ayudó al nacimiento de la Liga Mexicana (con el buen respaldo de
otro tipo entusiasta, don Ernesto Carmona V., seis años mayor).
Tiene enorme importancia
lo llevado a cabo por estos dos hombres, que pusieron los cimientos para que
nuestro país, de una vez por todas, tuviera un beisbol organizado y que, al
fin, los aficionados gozaran de un campeonato formal, de
"competencia". Antes de eso, la mayoría de los partidos que se
celebraban eran de carácter amistoso (como era el caso de uno de los equipos
más tradicionales: el Águila de Veracruz, de Agustín Verde, quien tomó el mando
del equipo a mediados de la segunda década del siglo pasado…más, precisamente,
en 1914).
Hay que hacer notar que
la Liga tuvo unos principios modestos, pues hasta donde nos llega nuestro
entender, la mayoría de los equipos eran patrocinados por dependencias
oficiales del gobierno, aunque según vemos por los nombres y sedes de algunos
de esos conjuntos, de provincia, eran respaldados por empresas. De cualquier
manera (y me expongo a que alguien me corrija) el nivel de la pelota era
semi-profesional.
Pero, da “la casualidad”
que esto, lo que digo – respecto a la calidad de “semi-profesional” de la Liga
- también lo vemos confirmado en un artículo escrito por Kevin Johnson;
traducimos: “¡LA LIGA MEXICANA ESTÁ AQUÍ!” (refiriéndose a “aquellos tiempos”).
Y dice lo siguiente (con uno que otro “errorcillo”): “Desde sus comienzos, en
1924 (sic), hasta 1939, la Liga Mexicana fue, básicamente, una liga de
jugadores nativos, semi-profesionales cada quien jugando para sus equipos
locales. Hubo (entonces) algunos jugadores extranjeros…el más notable: Martín
Dihigo…” (con esto, es más que suficiente).
Para dar un vistazo,
"a groso modo", veamos que conjuntos estuvieron en la Liga; unos
entrando mientras otros salían, (con vida “efímera”, algunos; y otros “durando”
un poco más) de los cuales presentamos un “cuadro” general de entre ese 1925 a
1937:
México, Agraria, 74
Regimiento, Águila, Guanajuato, Nacional, Carmona, Arrillería (?), Agricultura
del DF, Ocampo, Gertrudis (?), Tuneros, Gabay (?), Gendarmería, Jalapa (sic)
Policía, Tigres del Comintra, Sindicato, Chiclet’s Adams, Bravo Izquierdo,
Delta, Azcapotzalco, Leones de Obras Públicas, Pachuca (antes Gabay),
Cardenales, Comunicaciones, Tráfico, Monte de Piedad, Zapadores, Tránsito,
Lomas del DF, Santa María, Necaxa, San Rafael, Agrario (ver: Agraria), Gallos
de Santa Rosa y Cerveceros de Nogales, Águila de Veracruz, Cafeteros de
Córdoba, Alijadores de Tampico, Cidosa de Río Blanco.
Más, aun – y “para
conciliarme con la información”- pues únicamente lo sabía de “oídas”, y no
aparece mencionado en esta página - también hubo uno, llamado “Fabriles” que,
más tarde, fue el “Aztecas”.
Y un artículo de quien
fuese, por un buen tiempo, Compilador Oficial de la Liga Mexicana: el
reconocido don Raúl Mendoza, en su columna “Bola de Nudillos” nos lo confirma,
ya que: “en 1932, Homobono Márquez contrató a Ramón Bragaña, al Brujo Rossell y
a un mexicoestadounidense Eddie Machado, que constituían la tercia de pitchers;
teniendo, además, como jugadores de posición, a Pete Arzate, en primera,
Fernando Barradas en segunda; Chile Gómez, segunda; Polín Pulido en las paradas
cortas; Moro Chávez tercera; y en los jardines Agustín Bejarano, Pancho
Torrijos y Yamo Ornelas). Todo esto último, me permití tomarlo de
internet.
Como también lo
siguiente, que nos dice que “Para la temporada de 1938, “permanecieron los
mismos equipos”, es decir: Agrario de México (1935), Alijadores de Tampico
(1937), Cafeteros de Córdoba (1934 sic), Cerveceros de Nogales (1936), Cidosa
de Río Blanco (1937), Gallos de Santa Rosa (1935 sic), Águila de Veracruz (1903
sic) y Tigres de Comintra (1928); señalando que la fecha entre paréntesis, es
de cuando “nacieron” estos equipos; con la pertinente aclaración respecto al
Águila, pues ya – fuera de los juegos amistosos, y en plan de competencia - se
le puede tomar en cuenta a partir de 1925, pero sin que esto signifique mucho,
ya que tan sólo haber celebrado unos cuantos partidos, se retiró de la contienda,
hasta su regreso, en aquel 1937.
Además de eso, cabe una
aclaración más, pues según consulta a una página de Internet, dedicada a don
LÁZARO PENAGOS (por su nieto Sergio Penagos García, y escrita por Noé Flores
Cortés), quien fuera el “legendario” propietario de los Cafeteros de Córdoba,
si bien este equipo fue fundado en 1934, pero para jugar en torneos locales, su
ingreso a la Liga Mexicana ocurrió simultánea a la del Águila.
Y, para que no quede nada
pendiente, veamos cómo estuvo estructurada la Liga, para 1939, con Alijadores
de Tampico, Cafeteros de Córdoba, Carta Blanca de Monterrey (de nuevo ingreso),
Gallos de Santa Rosa, Indios de Anáhuac, Águila de Veracruz, Tigres de
Comintra, (habiendo desparecido Agrario, Cerveceros de Nogales, Cidosa de Río
Blanco).
Regresando a “ese” 1925,
y una vez establecidos los lineamientos (para lo cual podemos emplear varios
sinónimos, como: “conjunto de directivas”, “declaración de principios”, pero
que en beisbol se les denomina: “estatutos” o “reglamentos”; lo cual
acentuamos, como una “anticipación” a un comentario, que haremos más adelante),
"Fray Nano" quedó como presidente. Y no sólo eso pues, además de
ello, era propietario del famoso parque Franco Inglés, titular de la Asociación
de Ampayers; a más de que, en algunas ocasiones, se ponía los arreos para
cantar bolas y strikes, o bien, auxiliar en las bases. ¡Total!, casi un
“hombre-orquesta” (aunque, en otra nota de Internet, se dice que el propietario
del parque lo era Ernesto Carmona).
Ya, “pintado el panorama”, de cómo estaban las cosas, hasta ese momento, en razón de los equipos que conformaban la Liga, y de que, como hemos visto, Fray Nano y Ernesto Carmona “se alternaban entre ser Presidentes de la Liga, y Comisionado”, cargos que ostentó por más tiempo, el primero de ellos; de tal manera que sería conveniente traducir lo que se dice en el libro “South of the Color Barrier”, punto clave para ver las relaciones entre unos - los dueños de los equipos, y otros - el o los Presidentes de la Liga.
Nos vamos, para ello, a
la página 72 del libro de Virtue: "... Puesto que la Liga había sido
creación de ambos, recibían un porcentaje de las entradas; este arreglo no les
caía nada bien a algunos de los propietarios, especialmente a los del Águila de
Veracruz. Como campeón "reinante" (debemos "suponer",
entonces, que Virtue está hablando de fines de la temporada de 1938 y/o
principios del año 1939) los directivos del Águila comenzaron a criticar a
Aguilar Reyes y a Carmona, sobre todo al primero...el equipo tenía un medio
perfecto para atacarlos: las páginas deportivas del periódico El Dictamen, el
principal diario del puerto de Veracruz. Su editor deportivo era (al mismo
tiempo) unos de los directivos del conjunto jarocho...".
Es, más que de suponerse,
que los dueños de los equipos ya estaban más que cansados de que Fray Nano y
Carmona aplicaran "sus derechos" por ese simple hecho, que ponían
como "pretexto", y se siguieran llevando "su jugosa
tajada"...por lo que, aquí, "meto mi cuchara", ya que en mi muy
particular punto de vista, llega un momento en que en una situación, a todas
luces injusta y ventajosa, cansa y dices: "¡bueno, YA, HASTA
AQUÍ!",¡ya dejen de “chupar sangre”!.
Fray Nano (¡muy digno!)
renunció, entonces, al cargo de Alto Comisionado para evitar así - según dijo -
un conflicto de intereses, dado que decidió dar respuesta a los ataques. Esto
lo haría a través de las páginas de "su" periódico: La Afición.
Escribió que: "había muchos nuevos equipos - una referencia más que
directa al Águila - cuyos propietarios NO APRECIABAN LO QUE HABÍA HECHO POR LA
LIGA, y por el beisbol en general".
El 12 de septiembre de
1939, en su columna, Aguilar Reyes dijo que era (muy) difícil tener disciplina
debido a que los estatutos de la Liga eran "demasiado flexibles,
elásticos"...".
Cabe, de mi parte,
remitir al amable lector a la "pequeñita" observación que hice líneas
arriba pues, si nos fijamos bien, los estatutos - para poder ser aprobados y
aplicados – debían pasar, FORZOSAMENTE, por manos tanto de los dueños de
equipos, como también por las de Carmona y de él mismo, como máximas
autoridades de la Liga. Y, ¿entonces, como es que hasta ahora "se
quejaba"?
Fray Nano no se quedó
ahí, pues (dice Virtue): "lanzó acusaciones en contra del Agrario (entendiéndose
con ello, los directivos, entre los que obligadamente aparece Salvador Teuffer,
como manager) de estar SOCAVANDO las reglas de la Liga en 1936... …tal como el
incidente (seguimos en lo dicho por Virtue) en el cual intervino Barney Morris,
pitcher del Monterrey... quien llegó tomado a un partido en contra de los
Cafeteros, el 13 de agosto (sic)..".
Que conste: Virtue dice
"1936"; En nuestra humilde opinión, esto queda un tanto “fuera de
contexto”, por la simple razón que se estaba refiriendo (si bien entendemos) a
“algo” que bien pudo haber sucedido no en la temporada de 1936, sino en la de
1939 (por razón “simple” de que el equipo Monterrey, hasta ese año, hizo su
ingreso); y aunque nuestra “curiosidad” nos llevó a investigar “en qué temporadas
actuó este “Barney Morris”, utilizando para eso el registro digital de la
Enciclopedia que publicó Pedro Treto Cisneros, cerrada hasta 2010, nos
encontramos con una decepción, ya que Tomás Morales F., quien llevó a cabo la
recopilación, únicamente lo considera entre “los pitchers con una sola
temporada”, y esa es “la de 1941”, lo cual no encaja, pues los Cafeteros ya,
para esas fechas, no estaban en la Liga; y de que, “según parece”, hay indicios
de que Morris había llegado a México mucho antes. Por lo que, en parte, esto
último resulta ser intrascendente.
Aquí, por "necesidad
del guión", aparecerá Jorge Pasquel. Porque, aunque no podemos
"imaginar" qué tan juntos ya andaban él y Fray Nano; el caso es de
que habiendo ido, ambos, a Córdoba ("coincidiendo", como dice
Guadalupe Pineda), para presenciar una de las series finales de la temporada
(1939) entre los Cafeteros locales y el Águila de Veracruz, dice Virtue que, en
cierto momento, estuvo a punto de correr la sangre. De entre los aficionados,
alguien le gritó un insulto al magnate (quesque Fray Nano no escuchó bien el
insulto - ¿fue o no fue “insulto”? - pero que “se lo imaginó”). Y que, Pasquel,
se salió de "sus casillas", y “subiéndosele la sangre a la cabeza”, intentó sacar "su pistola"; solo
que algunos de los que lo rodeaban se lo impidieron...
No es que este lamentable
incidente nos importe mucho, para los comentarios que estamos haciendo, que
deberían ser puramente en el aspecto deportivo, pero...¡ahí queda! (pasajes
como éste, hubo no pocos en la vida de Pasquel).
Ahora bien; una cosa nos
queda presente: y es el que no, necesariamente - y en esto somos reiterativos -
por el solo "hecho" de haber sido "los fundadores" de la
Liga Mexicana, tanto Carmona como Aguilar Reyes debieran sentirse con derechos,
"por secula seculorum", de seguir recibiendo una"tajada" de
las entradas. Y que algunos propietarios hayan protestado ante este arreglo
(que, imaginamos, "unilateral") lo encuentro lo más lógico.
Únicamente faltaban
"algunos detallitos", que constituyeron "las gotas que
derramaron el vaso", y le colmaran la paciencia a Fray Nano. No pasó mucho
tiempo para que se fueran dando.
Para empezar, los
directivos del Águila de Veracruz decidieron no celebrar sus últimos tres
partidos de la temporada, en los cuales – como locales - se debían enfrentar a
los Cafeteros (quienes, prácticamente, ya eran campeones), considerando que ya
no tenían importancia perdiendo, de tal manera, por forfeit.
En tales circunstancias -
dice Virtue - los dueños de los demás equipos (sic) acordaron expulsar de la
Liga a tres de los funcionarios del conjunto jarocho, (estando entre ellos
aquel que, además, tenía a su cargo la sección deportiva del periódico El
Dictamen; y, casi tengo por seguro, que le debe haber "tirado" bien
fuerte, a Aguilar Reyes); acusándolos, además, de otras irregularidades
perjudiciales a la Liga, entre ellas el deberle dinero a la Liga. Esto último,
sobre todo, no debió haberle gustado mucho a Fray Nano.
Pero, este señor, no solo
les "tiró" a los del Águila; sino que también "trono" en
contra de todos los equipos que habían sido campeones en los últimos cinco
años: Agrario, en 1935/36, Águila en 1937/38 e incluso el Córdoba, en ese 1939,
arguyendo que "los dueños de dichos equipos querían APODERARSE DEL CONTROL
DE LA LIGA". Todo esto lo hizo Aguilar Reyes a través de las páginas de La
Afición (solo "que" para esas fechas, el Agrario ya no estaba en la
Liga).
Y continúa Virtue,
respecto a lo que dijo Fray Nano: "...los dueños (y algunos "no tan
dueños", como lo podría haber sido don Pepe Rodríguez Clavería, conocido
político jarocho, pero que tenía que ver con el Águila; pero, si, en cuanto a
don LÁZARO PENAGOS, el hombre fuerte de los Cafeteros) consideran que si
alguien debe tener el gobierno de la Liga, es muy natural que sean ellos
mismos. Nada bueno ha salido, de esos equipos campeones, que quieren controlar
el circuito. (Por lo tanto) ya es un buen momento para que se separen".
(Al menos, así entiendo las palabras de Virtue: “It’s a good opportunity FOR
THEM, to party”).
Cierra Virtue ese
capítulo – nueve (página 73) - de su libro con una frase que pone en boca de
Fray Nano: "¿quién le va a poner el cascabel al gato?". Y, remata:
“Fray Nano no dijo si tenía a alguien en mente. . pero, ¡lo tenía!”.
Una cosa queda clara –
para no andar con muchos rodeos - Fray Nano, a pesar de “sus buenas
intenciones” para con la liga – o, tal vez, “por e$a$ mi$ma$ intencione$” – se
dio cuenta, perfectamente, de que ya estaba “rebasado”; de que, en una palabra:
“ya no podía con el paquete”.
Nuestro próximo:
“PASQUEL, UN HOMBRE DE SU ÉPOCA”