UN GRATO RECUERDO:
Al Bat
“Minnie” Miñoso: glorioso
Por Jesús Alberto Rubio.
In Memoriam.
Son muchos los galardones que recibió Orestes “Minnie” Miñoso, ya en Cooperstown, elegido finalmente el año pasado..
Vea usted:
Tiene nichos de oro en los salones de la Fama
de Cuba, México, Ligas Negras y del Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe
al que ingresó junto con Willie Mays, Rod Carew y Juan Navarrete.
Asimismo, ya recibió El premio “Jackie
Robinson” por su brillante carrera de 17 temporadas en la pelota de Grandes
Ligas.
Miñoso participó en la Serie del Caribe de
1957, en La Habana, donde bateó para .391, y en la de 1958, en San Juan, Puerto
Rico, en la que finalizó con .394.
Saturnino Orestes Arrieta Miñoso Armas,
también gran caballero y ejemplo a seguir por cualquier jugador de todos los
niveles y latitudes.
Tiene una estatua en la terraza que ocupa la
parte posterior del jardín central del estadio de los Medias Blancas de
Chicago.
Incluso, las revistas The Sporting News y
Baseball Digest, lo catalogaron entre los 15 mejores jardineros izquierdos de
la historia.
En los 50`s fue clasificado como el jugador
más destacado que llegó de la isla y luego junto al pitcher Adolfo Luque se les
consideró como de lo mejor que habían llegado procedente de Cuba a la Gran
Carpa.
El legendario pelotero nacido el 29 de
noviembre de 1922 en Perico, Cuba, fue siete veces All-Star de los White Sox y
en el 2003 fue electo como miembro ilustre de los Salones de Deportes y de
Béisbol Mundial de Chicago.
En 1951 pasó a la historia al romper la
barrera racial con los Medias Blancas y en esa temporada se convirtió junto al
torpedero venezolano Alfonso “Chico” Carrasquel y al lanzador cubano Conrado
Marrero, en los ser tres primeros peloteros latinos en participar en un Juego
de Estrellas.
Ese año también fue el primer campeón latino
en ambas ligas en triples jugando con los Indios de Cleveland y Medias Blancas
(14).
Más tarde, el 57, con los mismos patipálidos,
de nuevo pasó a los anales históricos en ser el primer pelotero de habla
hispana de Ligas Mayores en dobles (36).
En ocho campañas pegó .300 más; tres veces fue
campeón robador de bases; ganó 3 Guantes de Plata como jardinero y estuvo en 9
Juego de Estrellas… y ¡ocho veces fue nominado para el JMV!
Promedió en 17 campañas un global de .298, que
muy bien pudo ser superior a la cifra mágica; sin embargo su prolongada
estadía, jugando a una mayor edad que el común de los demás, obviamente le bajó
el porcentaje.
En Cuba y Ligas Negras
Orestes empezó en 1945-46 a jugar pelota
profesional a los 23 años con los Tigres de Marianao y con ellos pasó tres
temporadas invernales.
Para el verano, se le vio en las famosas Ligas
Negras vistiendo la franela de los New York Cubans en calidad de tercera base.
El 46 en 33 partidos bateó .260 y el 47
aumentó a .294 en 55 juegos. En esta última campaña fue seleccionado para el
Juego de Estrellas de ese recordado circuito.
El 47 fue la última vez que se celebró una
Serie Mundial de las Ligas Negras y Orestes fue la gran estrella con sus New
York Cubans, quienes vencieron cuatro juegos a uno a los Cleveland Buckeyes.
A la Gran Carpa
Orestes Miñoso fue también de los favorecidos
por el histórico rompimiento de la barrera de color cuando en 1947 los Dodgers
de Brooklyn firmaron a Jackie Robinson:
Después de un año en Ligas Menores, el 19 de
abril de 1949 llegó a los Indios de Cleveland y ahí haría gran pareja con Beto
Ávila y Larry Doby (primer negro/5 de
julio de 1947 en la LA).
También ahí se encontró con el más notable
lanzador de Ligas Negras, Leroy “Satchel” Paige (6-1), quien había debutado el
9 de julio del 48 para luego convertirse en el primer negro en lanzar en una
Serie Mundial, la de ese año en que su equipo le ganó en seis juegos a los
Bravos de Milwaukee teniendo a su lado de compañeros a Bob Lemon (20-14) y Gene
Bearden (20-7).
Higinio Reynoso
Una vez entrevisté a Higinio Reynoso –short stop y tercera base que jugó con los Cañeros de los Mochis, Broncos de Reynosa y Naranjeros de Hermosillo—para que me hablara de cuando, en función de gerente de los Naranjeros, firmó en 1966 a Miñoso.
Higinio recordó que Orestes Miñoso llegó
procedente de Chicago a Nogales, Arizona, donde estuvo alrededor de una semana
arreglando los papeles migratorios para entrar al país, por lo que se trasladó
hacia esa ciudad para lograr ahí mismo la firma de su contrato.
Cita que al “Minnie” le encantó la idea de
venir a nuestro béisbol invernal, especialmente con los Naranjeros, de quien
diría en su primera rueda de prensa, “Tengo el mejor barco de la compañía”.
Sin embargo, esa temporada Hermosillo lograría
el tercer lugar del circuito.
¿Y cómo era Orestes cuando estuvo aquí en esa
época?, le pregunté.
“Educado, decente, caballero, “y un alma de
Dios”. Incluso, pregúntame si le gustaba el baile. Llegó con su señora, muy
guapa y cuando la llevaba al “Fernando M. Ortiz” “alborotaba toda la gallera”
en el graderío”.
También fue cátcher
Higinio también acude a su memoria para
decirnos que cuando en aquella inolvidable campaña se lesionaron Sergio
“Kalimán” Robles y Juan Antonio Chan, el “Minnie” dos o tres veces jugó en la
receptoría.
“Imagínate recibirle a Felipe Leal, quien
tiraba “lumbre”… y pues ahí también demostró su valentía como pelotero. Y es
que recibirle los “balazos” a Felipe, no cualquiera, pero Miñoso lo hizo y muy
bien”.
Esa temporada, 1966-1967, como mánager-jugador
(BD), Orestes Miñoso fue el campeón bat con .343, quitándole la racha de seis
títulos consecutivos a Espino, quien se quedó con .338.
Hermosillo tuvo a su mejor pitcher en Alfredo
Ortiz (12-6 y 2.70), quien también jugó como jardinero y bateador
emergente. Jay Carden también tuvo
buenos números (11-6 y 2.53)… y párele de contar.
En 1969-70 también logró ser el campeón bat
con los Venados de Mazatlán (.359).
Brilló en la Mexicana
En la Mexicana de Béisbol mostró ser un
notable caso de durabilidad: llegó a sus 43 años de edad y concluyó su estadía
como un verdadero profesional al cifrar 51.
A partir de 1965 (fue campeón en dobles con
35), jugó cinco temporadas con los Charros de Jalisco (Ahí era el “Charro
Negro” y cuatro con el Unión Laguna, acumulando un excelente .317, con 377
impulsadas.
Con Jalisco en sus dos primeros años pegó .360
y .348 y en la temporada del 69 se despidió del equipo con .320… dígame usted.
El 67 fue parte de los campeones Charros
dirigidos por Memo Garibay, quien tuvo en Andrés Ayón (25-6) y Juan Suby (2.36)
a los campeones en ganados y perdidos y efectividad, respectivamente. También
brillaron Simón Betancourt (12-8), Waldo Velo (9-11) y el cerrador Manuel Lugo.
Miñoso se combinó en la primera junto a
Idelfonso Ruiz; en la segunda estuvo Gabriel Lugo y Domingo Rivera y en los
jardines, Eladio Urías, Francisco "Pancho" García, José
"Pepe" Rodríguez, Juan Francisco Menchaca y Benjamín
"Cananea" Reyes.
Elrod Hendrick, quien al siguiente año
debutaría con los Orioles de Baltimore, fue el receptor y anote la clase de
temporada que tuvo: .316, 41 cuadrangulares y 112 producidas (y 18 dobles).
Manager-jugador
Cuando en 1970 los Charros trasladaron su
franquicia a Gómez Palacio, Durango, Miñoso fue designado manager-jugador del
equipo. Miñoso bateó .486 en 40 juegos. Luego el 71 tuvo e .315 y en el 72, a
mediados de campaña, José “Zacatillo” Guerrero lo sustituyó en el timón, pero
siguió activo como jugador, terminando con .285.
Su última temporada con Unión Laguna, en 1973,
terminó con .265, 12 jonrones, 83 impulsadas y diez estafas, pero lo más
admirable de todo fue que lo hizo a sus ¡50 años de edad… clase de longevidad
del cubano!
Todavía en 1976 dirigió y jugó para el Puerto
Vallarta y es famoso el hecho de que junto a su hijo Orestes (Jr), conectaron
jonrones consecutivos durante un partido decisivo del playoff.
Hay mucho más del “Minnie”, como el hecho
histórico de haber jugado en siete décadas distintas en la pelota profesional,
pero sobre este tema, ya le hablaré otro día.