Por
Jesús Alberto Rubio
Fausto
marcó toda una época como uno de los mejores narradores del béisbol a partir de
la Invernal Sonora-Sinaloa.
Sus
amenas, singulares y vibrantes narraciones como cronista del Club Naranjeros, a
nivel de terreno en el “Fernando M. Ortiz”, eran por demás contagiantes.
Llevaba
y paseaba el imaginativo de los radioescuchas, toda la afición, al juego de
pelota jugada tras jugada de una manera inigualable, con pasión, entrega, amor
a su ilustrativa crónica.
Fausto
se ubicó a la altura de talentos como Don Agustín de Valdez, Rafael Reyes
Nájera, “Kid Alto”; Eduardo Valdez Vizcarra, Octavio Ibarra, Óscar “El Rápido”
Esquivel…
Fue
él quien bautizó como “Kalimán” a Sergio
Robles.
Igual
hizo con el estadio “Héctor Espino”, llamándole en 1972 como “El Coloso del
Choyal”.
De
Sergio Robles, novel receptor quien llegó en 1966 a los Naranjeros, quedó
admirado e impactado cuando vio cómo se encaramaba en el back stop buscando
atrapar un foul… bien cuando corría junto con el bateador hacia primera para
proteger los tiros del cuadro.
Nació
en Churunibabi, igual que “El Cananea Reyes. Un poblado minero hoy abandonado
que se localiza en el municipio de Nacozari de García.
Cómo
lo conocí
Le
voy a contar la forma en que conocí a Fausto:
Tuve
el privilegio de que entre 1963-64 siendo alumno del cuarto año en la escuela
primaria de Hermosillo, la “Vicente Mora”, me hizo una entrevista en vivo para
la “XEDM”.
En
los primeros años de la década de los 60´s, Fausto visitaba los planteles
escolares para entrevistar a niños con el mejor rendimiento escolar.
Era
un gustado programa que por sus alcances humanos y sociales todas las familias
seguían por la radio.
Así,
sin imaginar todo lo que le esperaba al gran Fausto, tuve la fortuna de
“colarme” entre esos imberbes para un primer contacto personal con él, “en vivo
y a todo color”, ahí a un lado de un piano ubicado a la entrada del plantel.
25 años en la
crónica
Reciente,
el colega Ignacio Peña escribió que “al principio Fausto sólo se dedicaba a la
crónica deportiva, y a un programa musical llamado “Complacencias de la XEDM”.
Luego,
ya dentro del béisbol invernal, antes de cada encuentro, tenía un programa de
comentarios previos llamado “Tópicos deportivos”.
Y
así era, amigos.
Fueron
25 años cronista de los Naranjeros de Hermosillo; en distintas etapas tuvo de
pareja a Ricardo Acedo Samaniego y al
“Rápido” Esquivel.
En
paz descanse el gran colega que también fue presidente del Consejo Elector del
Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México.
Un
personaje que en los 80´s, ya en el “Héctor Espino”, sin que nadie lo esperaba,
dijo adiós al micrófono para dedicarse a la publicidad y a su programa “Radio
Periódico” en la “DM” de toda su vida.
¡Y
cómo se le extrañó en el beisbol!
Le
puedo asegurar de que de haber seguido en la crónica/narración, desde hace rato
fuese un miembro distinguido del Recinto de los Inmortales.
Pero,
aún es tiempo.
Su
legado ahí está, riquísimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario