Al Bat
Jackie
Robinson, héroe eterno del béisbol
Por Jesús Alberto Rubio.
Hoy --y siempre-- debemos tener
presente la insigne y eterna memoria de
Jackie Robinson, quien el 15 de abril de
1947 arribó a las Ligas Mayores para dar fin a la insultante barrera racial que prevalecía hasta ese año
en ese béisbol.
Robinson, valorado en la
historia como uno de los jugadores más excitantes de su tiempo, pasó ese histórico
día a ser el primer pelotero negro en jugar en el beisbol moderno de la Gran
Carpa enfundado en la casaca de los entonces Dodgers de Brooklyn.
Branch Rickey, presidente
de la franquicia, manifestaba en esos días su satisfacción por “su nuevo
experimento” de lograr la integración racial que ya comenzaba a expanderse en ese beisbol, además
de buscar convertir a los Dodgers en uno de los mejores equipos del béisbol.
Para los fanáticos de
Brooklyn, las décadas de los 40 y 50 sería
conocida como los años de Jackie Robinson, una etapa de gloria para el equipo
ya que ganó seis campeonatos y una serie mundial, la de 1955.
Ahora bien, hay que
decirlo: más allá del béisbol, sin duda que el notable ejemplo de Jackie Robinson
fue una inspiración para todos los
negros y una lección práctica a los blancos escépticos de la integración
racial.
Aquel mismo año, Rickey
también reclutó a Sam Bankhead para convertirlo en el primer pitcher negro de
las Mayores, quien había llegado de 27 años procedente de las Ligas Negras.
Robinson, arribaría a
Nueva York tras jugar en 1946 con en la Liga Internacional con los Royals de
Montreal, una ciudad que mostró ser muy cosmopolita al aceptar su presencia ya
que en el equipo nunca habían tenido a un jugador negro.
Con su bateo, llevó al
título a los Royals.
Fue líder bat .349 y 113
impulsadas, guiándolos también a la conquista del banderín de la entonces
conocida como Pequeña Gran Serie Mundial.
Además de Jackie, Rickey
también, como anoté, adquirió a afroamericanos, el pitcher Don Newcombe (1948) y al gran Roy Campanella
(1949), quienes juntos se convirtieron en aquella época en el alma y corazón de
los Dodgers.
La historia sobre Jackie
es riquísima y muy amplia, incluso cuando ya se retiró tras una década de ser
el gran estelar del béisbol con Dodgers, entre otras actividades sociales,
trascendió por su abierta lucha por los derechos civiles al lado de Martin
Luther King.
Jackie es y será siempre
recordado como el pionero entre los jugadores de raza negra en jugar en el
mejor nivel del béisbol del planeta, y, su aparición el 15 de abril del 47, abriría
las puertas y oportunidades para los jugadores afroamericanos –e incluso
latinos negros-- que sin duda alguna hoy día son los grandes protagonistas en
la pelota ligamayorista.
Al
Salón de la Fama
Su elección en 1962 al
Salón de la Fama con sede en Cooprsrown, Nueva York, fue la única ceremonia
ruidosa que él festejó durante toda su vida.
Su madre estaba ahí, en
Cooperstown, para disfrutar el día y, como siempre, su amada esposa Rachel y
sus grandes amigos.
Jackie estaba optimista
frente al futuro, después de todo.
“Este es uno de los días
más grandes de mi vida; estoy conmovido y feliz por ello. Estoy feliz porque
mucha gente está feliz. Hablé con el señor Ricky y estaba feliz. Mi madre,
estaba emocionada; nunca había visto a mi esposa tan triunfante. Veía los
telegramas, escuchaba las llamadas. Todo esto nos hacía sentir maravillosos”,
expresó ese día glorioso.
Le preguntaron sobre la
importancia de ser el primer negro que ingresaba al Salón de la Fama y dijo: “espero
que sirva de propósito porque entre muchos de nosotros hay quienes miran hacia
atrás de nuestras carreras y terminamos decepcionados. Creo que puede inspirar
mucho a nuestra a gente que con un poco de trabajo extra y esfuerza... también
recibirán su recompensa”.
En 1986, Jackie fue
laureado con el más alto honor civil de la nación: la Medalla de la Libertad.
Con valentía demostró a
todos que la destreza y el deporte mismo sin raza o ancestros étnicos, son las
cualidades por las cuales deben juzgarse los atletas.
Además, tras haber sido
un extraordinario pelotero, buen ciudadano, un gran hombre y un verdadero
campeón del deporte, su presencia y accionar lanzó un poderoso aliento para la
igualdad, libertad y la vida de los hombres anhelantes de luchar por ser libres
y respetados en la sociedad.
Mi admiración eterna a
Jackie.
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