ESTRELLAS
DEL BÉISBOL
Por
Héctor Barrios Fernández.
La
primera Serie Mundial de la que tuve conocimiento fue la de 1968, alguien escuchaba
el juego del día en el radio, al pasar por allí me llamó la atención, me detuve
y de ahí para adelante.
Bob Gibson
Ya
estaba enterado que Denny McClain había ganado 31 juegos esa temporada, que
Juan Marichal y su pierna en todo lo alto a la hora de lanzar había tenido una
gran temporada con los Gigantes, comencé a escuchar los nombres de Bob Gibson,
Tim McCarver, Julián Javier, Orlando Cepeda, Curt Flood, Red Schoendienst, Mike
Lolich, Jim Northrup y otros. Serie emocionante y ganada por los Tigres de
Detroit cuando yo simpatizaba con los Cardenales.
En
esos días me entero que los Cardenales habían ganado a los Medias Rojas el año
anterior (1967). La Serie Mundial de 1969 se cocina aparte y no sólo de la de
1968, sino de todas las demás.
No
porque fueran los Mets de New York uno de los dos equipos participantes, sino
porque ese equipo nunca había terminado más arriba del noveno lugar desde su
nacimiento en 1962 y para la temporada de 1969 casi nadie esperaba de ellos
algo mejor que eso.
Pero
llegaron Gil Hodges y pandilla y realizaron lo impensable, ganaron el título de
la División Este de la Liga Nacional que por primera vez en la historia se jugó
con división del este y del oeste en ambas ligas.
Los
Mets jugaron para promedio de .760 (38-12) en sus últimos 50 juegos,
sobrepasando a los Cachorros de Chicago de Billy Williams y Ron Santo y ganando
la División Este de la Nacional con ventaja de 8 juegos. Después en serie de
play off a ganar 3 de un máximo de 5 juegos, barrieron en 3 juegos seguidos a
los Bravos de Atlanta con todo y Hank Aaron.
Hasta
aquí mucha gente se preguntaba si el mundo se había vuelto loco o algo peor,
cómo que los Mets habían llegado hasta este punto.
Semanas
antes habíamos visto en la televisión cómo el hombre llegó a la luna. Se habían
llevado a cabo los conciertos en Woodstock, en el que se congregaron casi 500
000 asistentes. Los Orioles habían ganado 109 juegos para coronarse en la Liga
Americana y fue considerado como la mejor temporada por equipo alguno desde los
Yankees de 1961.
Los
Orioles se llevaron el primer juego de la Serie Mundial por score de 4-1, Mike
Cuéllar sobre Tom Seaver. Parecía que todo volvía a la normalidad, pero para el
segundo juego Jerry Koosman hacía acto de aparición, tal y como lo había hecho
Mike Lolich con los Tigres un año antes. Jerry lanzó un gran juego y ganó 2-1
empatando la serie.
Después
Tommie Agee personalmente se haría cargo del tercero. Los Mets estaban
destinados al título, sólo que no lo sabíamos.
Tommie abrió el juego con un cuadrangular sobre Jim Palmer, fue la
quinta vez en el año que Tommy abría un juego con home run.
Después
en el cuarto inning, él mismo hizo una atrapada de escándalo, corriendo hasta la marca de 396 pies en la
barda del jardín izquierdo-central del estadio Shea de New York y a guante
volteado quedarse con la pelota para una jugada increíble, robándole un triple
al ex Charro de Jalisco Elrod Hendricks.
No
conforme con eso en el séptimo se lanzó un clavado entre jardín derecho y
central para quedarse con una línea salida del bat de Paul Blair, lo cual salvó
de 3 carreras a su equipo, ya que había dos outs en la entrada. Agee solito
hizo la diferencia de seis carreras en ese juego.
Pero
Tommy Agee no fue la única estrella defensiva en esa serie.
En el noveno inning
del juego 4, con los Mets ganando 1-0, Frank Robinson y Boog Powell batearon
sencillos contra Tom Seaver, entonces Brooks Robinson sacó un cohete al derecho
que podía haber dado a Baltimore la ventaja, pero Ron Swoboda poco conocido por
sus habilidades fildeadoras, se tiró un clavado para milagrosamente quedarse
con la pelota.
En
elevado de sacrificio, Frank Robinson anotó de cualquier manera, pero Swoboda
había salvado de una carrera a su equipo.
En el décimo inning los Mets anotaron
la carrera del gane en una controversial jugada, ya que el pitcher de los
Orioles Pete Richert, en su tiro a primera golpeó a J. C. Martin que corría
hacia la base y el corredor emergente Rod Gaspar, como galgo anotó desde
segunda.
Home
runs del jugador más valioso de la serie Don Clendenon su tercero de la serie y
otro del débil bateador Al Weis, también su tercero pero en el año,
Superaron
una ventaja de los Orioles en el quinto juego, con el pobre fildeo de Powell y
el mismo pitcher Eddie Watt, más dobles de Cleon Jones y Swoboda, completaron
el milagro de los Mets.
Por
los Mets hubo atrapadas sensacionales, batazos oportunos, errores de los
Orioles, pero el pitcheo de los Metropolitanos fue excelente.
Los
Orioles batearon .146 como equipo, Brooks Robinson se fue 1 de 19 en la serie,
Frank Robinson bateó sólo .188 y el poderoso Powell no tuvo hits de extra base
en toda la serie. Tal vez todo esto no debería haber sorprendido a nadie, ese
año muchas cosas interesantes habían ocurrido.
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