ESTRELLAS DEL BÉISBOL
Por Héctor Barrios
Fernández.
Esta primera historia fue
transmitida por el comentarista Bill Sterns como si fuera la palabra de Dios y
aunque no tiene absolutamente ninguna base, de hecho es irresistible:
Abraham Lincoln está
recostado en su cama a punto de morir después del disparo recibido en el teatro
Ford. Reunidos alrededor de él, sus consejeros más cercanos, pide que se
acerque el general Abner Doubleday. “Abner,” susurra Lincoln, “no…dejes…que…el
béisbol…muera.” Y con esas sus palabras finales, Lincoln se desvanece.
Si esta historia es
verdad, Doubleday probablemente habría respondido, “¿qué cosa es béisbol?”
Doubleday no es el hombre que inventó el béisbol, más bien el béisbol lo
inventó a él. Abner fue un notable hombre, un graduado de la academia militar
en West Piont, quien disparó la primera pistola en el Fuerte Sumter. Murió en
1893 antes de que alguien cercano a él le preguntara si él fue de verdad el
inventor del béisbol. Ciertamente nunca reclamo tal cosa.
El mito acerca de su
invento en Cooperstown, N. Y., cuando joven, no fue tratado sino hasta 1907,
cuando Albert Goodwill Spalding quien había sido excelente lanzador de Grandes
Ligas y ahora empresario y fabricante de artículos deportivos, formó una
Comisión para descubrir los verdaderos orígenes del juego.
Las bases para la
conclusión del grupo fue, según palabras del reporte oficial, una
circunstancial declaración hecha por un “reputable caballero”.
El reputado caballero fue
un octagenario ingeniero de minas de Denver llamado Abner Graves, dijo que
cuando él era un jovenzuelo viviendo en Cooperstown en 1839, Abner Doubleday
una vez dibujó un diagrama de un diamante para desarrollar un juego de “Town
Ball” en la granja de Elihu Phinney.
El presidente de la
comisión Mills, un ejecutivo de la empresa fabricante de elevadores llamada
“Otis Elevadores” y veterano de la guerra civil, quien estuvo al servicio de
Doubleday, escribió: “Puedo bien entender como una mente ordenada del embrión
de West Point trazaría un bosquejo para limitar a los participantes de cada
lado y distribuirlos en el campo en cada una de sus posiciones, cada uno con
cierta cantidad de territorio por cubrir.”
No hay que tomarlo
exactamente al pie de la letra, especialmente considerando que Doubleday estaba
en esos días asistiendo a West Point y no inventando el béisbol en Cooperstown.
Conforme a los orígenes
del béisbol, hay dos escuelas de pensamiento, los que piensan que se creó a sí
mismo: creación contra evolución. Muchos académicos mantienen que un empleado
bancario y bombero voluntario llamado Alexander Joy Cartwright inventó el
béisbol.
El mismo Spalding se
refirió a Henry Chadwick, el primer cronista deportivo, como “el padre del
béisbol.” Pero Chadwick conoció del juego como uno derivado del “cricket” y del
“rounders.” Muchos años antes, en 1798, Jane Austen mencionó un juego de “base
ball” en su novela “Northanger Abbey”, y en un poema anónimo aparecido en “A
Little Pretty Pocket Book” de John Newbery, considerado el primer libro editado
para niños en 1744, se hace referencia al base ball o baseball, quizás
refiriéndose al juego de “rounders”, antecesor del béisbol.
Transcribo parte del
poema en inglés porque no me atrevo a transcribirlo en español.
B is for
Base-ball
The ball once struck off
Away flies the boy
To the next destined post
And then home with joy.
barriosbecerra@prodigy.net.mx
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