lunes, 18 de marzo de 2019

El jugador cubano de los años 60 en Series Nacionales



El colega Víctor Cantera nos hizo llegar la siguiente columna de Andrés Pascual, la que por su relevancia, aquí se la comparto en redesbeisbol:



Por Andrés Pascual.

La pelota de la primera mitad de la década de los 60’s no era lo mejor que el público cubano podía disfrutar; porque los grandes peloteros criollos de la época estaban fuera de Cuba jugando como profesionales en diferentes circuitos del Béisbol Organizado; se incluyen en el grupo de peloteros de Grandes Ligas y Triple-A a varios que no se les conoció nacionalmente, de La Habana o del interior, porque nunca jugaron en el champion como José Cardenal, Tito Fuentes, Tani Pérez y Tony Oliva; o como el cátcher Paulino Casanova, que quedó en el circulo de espera del Almendares cuando Enrique Izquierdo se convirtió en el ultimo out de la gloriosa Liga Cubana.

  
En el medio, muchos jugadores que tuvieron poco tiempo de juego como miembros del roster de los cuatro equipos el ultimo año de la Liga Invernal por lo que el fanático no los vio desarrollar y debido a eso son poco conocidos: Luis Tiant, que resultó el Novato del Año pitcheando para los Leones del Habana; el pitcher zurdo de tremendas condiciones Marcelino López, que tenia 16 años cuando lanzó para el Almendares en la última temporada 1960-61; Martin Rossell, infielder del Marianao; Ramón Villar, jardinero del Almendares; Iván Davis, pitcher también de los Azules; Lorencito Fernández, Marianao; Oscarito Flores, infielder Marianao; Máximo García, Lorenzo “Habichuelas” Gómez, José Arcia, Jacinto “Jackie” Hernández, Dagoberto Blanco “Campy” Campaneris, José Arcia, Aurelio Monteagudo…En La Habana, mayormente fueron conocidos aquellos novatos por la pelota juvenil y en el interior en ligas populares, municipales; o en Pedro Betancourt.
 
Estos, además de los consagrados como profesionales, en Liga Grande o no, eran la cantera del béisbol nacional mas lo que apareciera con el paso de los años desde 1961 hasta el presente.
  
Sin embargo, cuando Castro creó las Series Nacionales, a las que se les pretendió imponer como “el mejor béisbol del mundo”, los jugadores que conformaron los iníciales cuatro equipos, eran muy pocos que no quisieron firmar como Mario González, Jorge Triguora y Mariano Alvarez, dentro de la mayoría que no se profesionalizó porque los scouts y entrenadores de la Liga Cubana y de los Cubans Sugar Kings no le veían las condiciones que la categoría exigía, entre estos, Miguel Cuevas, Daniel Hernández, J.J. Alvarez o Rolando “El Gallego” Valdés, que probaron con los Cubans en Morón más de una vez y no recibieron ofertas de contrato; o como Raúl “Guagüita” López, Antonio “Nico” Jiménez, Urbano González, Pedro y Diwaldo Antón, Antonio “Chucho” Rubio, Isidro Borrego, Aquino Abreu y muchos otros, que se presentaron a las pruebas en el Cerro de los clubes del Champion más de dos veces cada uno, amén de al Ferroviario a probar con los Azucareros de Bobby Maduro.

En 1961, Cuba perdió increíblemente la Serie Mundial Juvenil en el Cerro contra México después que Manolo Hurtado y Manuel “Amorós” Hernández rindieron faenas increíbles como pitchers. Estos dos serpentineros, que recibieron ofertas, no saltaron porque los padres consideraron que “todavía están muy jóvenes, vamos a esperar hasta el año próximo”…hasta hoy. Lo mismo le ocurrió al outfielder Rigoberto Rosique y a otro outfielder, Angel “Jabao” Suarez, entonces fueron algo de clase que se quedaron involuntariamente e hicieron un poco mejor aquella caricatura de pelota que presentaba la dictadura.

La Serie Mundial juvenil que debió jugarse en México en 1962, no se efectúo por lo de la Crisis de Octubre; pero de aquella Serie Mundial y del Nacional que se jugó en Las Villas, salieron peloteros como Justino Gavilán, Félix Smith y, sobre todo, Félix Isasi. A aquella nacional juvenil asistió con solo 15 años el pitcher pinareño Emilio Salgado, quien también estaría en el equipo nacional en 1964 y 1965 que efectúo encuentros con una representación canadiense en Cuba y en Canadá, al lado de Armando y José Capiro, Fermín Laffita, Oscar Romero.

A partir de la entrada de Félix Isasi y Rosique, con la adición posterior de los juveniles del 64 y 65, que jugaron la Serie Nacional de Segunda Categoría en Camagüey, es que comienza a fortalecerse el béisbol de Castro, al que también habría que añadir a Agustín Marquetti, después a Julián Villar, a Silvio Montejo y a los juveniles de 1966 que tampoco viajaron al exterior y que colocó en Series Nacionales a Wilfredo Sánchez, a José A. Huelga y a Rodolfo Puente, entre varios.

Cuando se entró a 1969-70, con muy pocos descartes del profesionalismo activos, se pudo decir que se estaba en presencia del inicio de la cantera abortada por el castrocomunismo que, con clase y en cantidad, alcanzó hasta finales de los 80’s.

En las manos de Changa Mederos, de Capiro, de Legón, de Isasi, de Marquetti, de Roberto Valdés, de Puente, de Owen Blandino, de Oscar Romero, de Wilfredo, de Rosique, de Roberto Valdés, de Huelga, de Rolando Macías, de Legón, de Lázaro Santana, de Villar…estaba una etapa del juego que continuó hasta 1989 y que acaso pueda considerarse la última de real fuerza jugada en Cuba en todos los 47 años de beisbol castro comunista.

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