Pepe Monterrey: La LMB
presume un crecimiento en el porcentaje de audiencia y obviamente eso también
lleva a un incremento en los ingresos de cada club. Nosotros que somos
aficionados "de hueso colorado", seguimos ahí y siempre hemos estado
dentro de ese porcentaje, pero meter a las nuevas generaciones de aficionados a
los gustos del béisbol es una tarea difícil.
El béisbol es hermoso y
muy interesante; a mí me apasiona, pero créanme y muchos de ustedes que son
aficionados de la vieja guardia no me dejaran mentir que lo más hermoso e
interesante del béisbol es su Historia.
Les comento esto porque
recordé una anécdota que me pasó esta temporada pasada de la LMB y con gusto se
las comparto:
El martes 6 de junio
asistí al Estadio Monterrey a presenciar un juego de una serie que siempre la
he considerado muy interesante, Sultanes- Pericos.
Son equipos que tienen
una gran historia y son de los duelos que desde la época de los 60s despertaban
un gran interés en los aficionados por aquellos grandes duelos de jonroneros
entre Ronnie Camacho y Héctor Espino, o bien de estrategias entre Tony Castaño
y Sungo Carrera por mencionar algo en particular.
Llegué al estadio unos 30
minutos de anticipación al inicio del juego, tomé mi lugar a un lado de un
grupo de jóvenes los cuales siempre estuvieron enfocados a la diversión,
consumir cerveza, comida y pasar mucho tiempo metidos en las redes sociales
(teléfono).
Me di cuenta que esta nueva generación de aficionados ha tomado al béisbol como un deporte para sus desahogos y en esa estancia vi que nunca tuvieron interés en el desarrollo del juego.
Al llegar al último
tercio del partido, en la pantalla gigante del Estadio se puso la imagen de Héctor
Espino y hacía mención a su 84 aniversario y se pidió otorgarle un merecido
aplauso como homenaje y agradecimiento a la gran trayectoria y a la historia
que dejó en el equipo Sultanes y al béisbol mexicano.
Cierto es que fuimos muy
pocos los que otorgamos el aplauso a la gran leyenda, pudiendo observar que los
que estábamos de pie éramos los aficionados de la vieja guardia. También pude
constatar que la mayoría de los jóvenes seguían en su mundo, y en realidad no
le dieron importancia a ese momento emotivo.
El muchacho que estaba al
lado derecho mío y que era uno de los que formaban el grupo de jóvenes al verme
de pie otorgándole un aplauso a la memoria de Héctor Espino me preguntó, ¿quién
fue Héctor Espino?
Mi respuesta fue con una
pregunta: ¿cuánto tiempo tienes de asistir al béisbol? Su respuesta fue que
tenía aproximadamente unos tres años.
Le hice otra pregunta:
¿por qué te gusta venir al béisbol? Y dijo que el ambiente es muy bueno para
pasar un rato tomando unas cervezas y desahogarse junto a sus amigos ya que el
juego le parece muy aburrido.
Entre la charla le comenté
que asisto al béisbol mucho antes que él naciera, y le hice la observación, que
ese beisbolista que vio en la pantalla gigante me tocó verlo juga, afirmando que
“es el más grande pelotero que ha dado el béisbol mexicano y es el referente
más significativo del club Sultanes de Monterrey”.
El
béisbol cambia
Se dice que el objetivo
es modernizar el béisbol para crear un espectáculo más atractivo para las
nuevas y futuras generaciones de aficionados y reconozco que las redes sociales
y la mercadotecnia son la clave para salvarlo y que para hacerlo un negocio
rentable se necesita de esas "generaciones nuevas de aficionados"
aunque no tengan ni idea que lo bonito y lo interesante del deporte rey y su Historia.
Juan
Carlos González: Algo queda en esos jóvenes, José. Es
importante asistan al estadio y ya ahí comiencen a aprender, entender y hasta
aficionarse al beis.
La historia es
importante, nos da contexto y en casos hasta ‘sentido’ a los juegos.
Pero la historia es algo pasado.
Las generaciones actuales buscan el presente. Ni siquiera el futuro. Es el hoy
lo importante.
El beis para apreciarlo
en todo su enorme valor y sabor se va ganando con el tiempo. Nada suple el que
vayan adentrándose poco a poco en este gran deporte.
Por lo pronto hay que
llevarlos a los parques y en eso se compite con otros muchos
‘entretenimientos’.
Una butaca ocupada en un
parque de beis por un joven es de valorar. Así vayan a “pistear” y a comer o a
ver muchachas. Así se empieza y así algunos quedan atrapados por lo fregón que
es admirar un juego de béisbol. Sea en el estadio o en un llano o campo baldío.
Al
Bat:
Excelentes ambos comentarios. Pero, les diré: a la nueva generación démosle la bienvenida,
aunque es necesario fomentar más en ella
el conocimiento por el béisbol.
Debe haber estrategias
para recibirla permeada en más sentido y claridez de la importancia del juego y
sus protagonistas (equipos/jugadores).
Busquemos su
identificación/identidad en un entorno/vivencial recreativo/a con el deporte
rey.
Sí, formar una nueva y
enriquecida familia de béisbol! ¡Hay formas de hacerlo!
Memo
Gastélum: Los jóvenes asisten a los estadios de béisbol, como
un centro de diversión, y es responsabilidad de los clubes capturar a esos
jóvenes para que se interesen en conocer el béisbol pues hay mucha competencia
en todos los deportes por captar la atención del público y lo importante es
hacer aficionados no público asistente.
Al
Bat:
eso es, ingeniero! Hay que
buscar/gestionar/crear más espacios/recintos de esa naturaleza donde se
desarrollen cursos, seminarios, exposiciones, presentación de libros de
beisbol, charla/conferencias, proyección de producciones entorno al deporte
rey; invitación a distinguidos cronistas y peloteros en el activo o en retiro
para que platiquen sus vivencias-experiencias y ofrezcan mensajes
motivacionales con conocimiento de causa a las distintas edades a partir de la
niñez/adolescencia.
Eso y más estrategias se
pueden impulsar. formar-educar a una nueva generación para que asista con más
sentido a los estadios a divertirse, recrearse y disfrutar las incidencias del
juego.
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