CAPOSEHUA
Los Cronistas de
Béisbol en el invierno.
Escrito por Bernabé López
Con su venia amigos
lectores me remontaré a mis días de secundaria, en los 60s, cuando Mochis
ingresó a la liga de Sonora y el béisbol profesional era el tema de todos los
días entre la chamacada, y el cronista estrella de los Cañeros de Los Mochis era Octavio Ibarra Cota y lo
auxiliaba Héctor Islas López, que por entonces empezaba en la difícil profesión
de ser narrador de juegos de béisbol.
En ese momento
histórico, Octavio era el caballón, y Héctor con el tiempo se convirtió en un
gran cronista.
Rafael Alberto Cota
Gastélum y un servidor, soñábamos con ser cronistas de béisbol y parecíamos
loquitos haciendo nuestra narraciones
imaginando juegos, y no es por nada, pero éramos buenísimos, a nuestro juicio.
Lo cierto que nosotros
como chamacos éramos tan aficionados que hasta nos subíamos a los árboles que
estaban atrás de la barda grande del estadio por el centerfielder, y para ello
vencíamos el miedo de que esos árboles estaban dentro del panteón, a ese grado
era nuestra locura por el beisbol.
Entonces los mejores
cronistas eran Fausto Soto Silva, de Hermosillo, Octavio Ibarra de Mochis,
Rafael Reyes Nájera Kid Alto, de Mazatlán, y el viejo cronista de Culiacán de
cuyo nombre no quiero acordarme porque era muy
parcial.
Me gustaba la narrativa
de Soto Silva y para mí siempre fue el número uno, de allí coloco en empate a
Kid Alto y a Octavio Ibarra, los de Guaymas, Empalme, Obregón y Navojoa, no
pintaban para nosotros.
En esa época se me
hacía muy facilito narrar un juego de béisbol, cosa que tiene sus queveres, no
es tan sencillo ya en los hechos, y peor si te apasionas por el equipo de casa,
o emites opiniones temerarias, entonces la gente te empieza a querer o a odiar,
unos porque están de acuerdo con tus opiniones y otros porque creen que te
equivocas o estas vendido.
POLY
FIGUEROA RECIBE UN RECONOCIMIENTO A SU LABOR DE CRONISTA
Poly Figueroa y Paco Salaar.
De entonces a la
fecha ha pasado mucha agua por debajo de
los puentes y nuestros cronistas, que eran ídolos de muchos, se fueron yendo a
donde los muertos reposan ya, y otros por enfermedades se fueron retirando y a
otros que ya tienen muchos años en la crónica los están echando fuera, como es
el caso según me llegan rumores, de Poly Figueroa quien anda en esto desde hace
más de 30 años, y dicen se las sabe de todas todas, aunque sus detractores
dicen que es un viejo agrio y algunos lo odian porque les echa muchos
“chingadazos” a los Cañeros que hasta se
pone feliz cuando pierden. No creo que un cronista de su antigüedad se vaya de la lengua por
pasión o intereses personales.
Lo cierto es que un
cronista deportivo tendrá siempre gente a favor o en contra, recuerdo que
cuando escuchaba los juego desde México a través de la XEX los cronistas eran
El Rápido Esquivel y Jorge Sony Alarcón, por los diablos rojos del México, y
por los Tigres capitalinos Pedro “Mago” Septién. Yo odiaba escuchar al Rápido
que parecía estar siempre borracho y en cambio había otros que odiaban al Mago.
Volviendo con Poly
Figueroa, ojalá y sea mentira lo que me dijeron, ya que al parecer son ordenes
de Joaquín Vega Acuña el no dejarlo narrar desde el estadio Emilio Ibarra Almada o de alguna
otra manera impedir que haga su trabajo lícitamente, porque se me ocurre que
podría narrar el juego desde la comodidad de su hogar viendo la TV y echándose
su buenos tecitos con piquete, y teniendo a un ayudante dentro del estadio por
si se ofreciera investigar algo que los de la TV no capten.
Creo que la cuestión
será indagar si hacer eso es permitido, pero, si el Mago Septien narraba series mundiales desde
un cuarto de hotel, ahora con eso de los teléfonos celulares y otros medios
electrónicos con tecnología de punta, cuantas cosas se pueden hacer.
Ojalá y sólo sea un mal
chiste y dejen a mi amigo Poly hacer su chamba y ganarse el pan de cada día de
manera honesta; obviamente sin perder su derecho a la libertad de expresión,
que al fin su primera profesión es la de periodista y si critica a un pelotero, o a un directivo, como
periodista está en su derecho, obviamente respetando la moral y las buenas
costumbres.
En este momento yo no
puedo opinar si Poly Figueroa es bueno o malo
narrando juegos, hace décadas que no escucho por radio el béis, todo por
Tv y me encanta oír a Lanzagorta cronista de TV Fox, es muy ameno, pero si Poly
ya lleva más de 30 años narrando, creo que en eso hay implícita una respuesta
positiva que lo ha mantenido cuando menos hasta la temporada pasada en la
chamba.
Ahora que de ser cierto
que los dueños de los Cañeros y la Liga Mexicana del Pacifico quieran decidir
quiénes pueden ser narradores de béisbol y quienes no, sería tanto como
querer callar a un periodista por medio
de las metralletas; y si a un dueño de equipo le molestan los señalamientos de
un periodista, significa que no está preparado para escuchar la vox populi y
eso es muy grave.
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