Continuemos...
Nadie olvida aquella anécdota y frase
de cuando pasó a mejor vida:
Ese día en la Urbe de Hierro hizo un
calor insoportable y al momento de sus funerales, sus compañeros del 27, Joe
Dugan y Waite Hoyt, estuvieron presentes.
De pronto, Joe expresó: “Dios mío,
cómo se me antoja una cerveza”. Y Hoyt respondió: "También al Babe se le
antojaría".
Hubo otras frases que han quedado
grabadas para siempre:
Wayte Hoyt, expresó: “Todo pelotero
de las Grandes Ligas debería enseñarle a sus hijos a rezar: Dios bendiga a mi
papá, Dios bendiga a mi mamá, Dios bendiga a Babe Ruth".
También está la de Joe Dugan:
“Para entenderlo, primero había que
comprender algo: él no era humano”.
Sus funerales
Fue el 18 de agosto de aquel año
cuando el cuerpo de Ruth fue trasladado en sobrio féretro al Yankee para
recibir sensible homenaje póstumo.
Ahí, miles y miles de aficionados
despidieron y dieron el pésame y condolencias a su viuda, la actriz Claire
Hodgson y dos hijas adoptivas, para luego acompañarlas en la Catedral de San
Patricio donde ofició la misa el cardenal Francis Spellman.
El equipo Yankee dirigido entonces por
Buck Harris, estuvo presente, lo mismo que sus ex compañeros de años gloriosos
y prominentes personajes del mundo oficial y de los negocios tanto de Nueva
York como de Washington, Boston, Baltimore y otras ciudades y pueblos.
Nadie olvida cuando el Bambino decía
antes de morir “Todavía creo que vamos a ganar una vez más” y por eso The New
York Daily News tituló “Se fue aun siendo fiel a los Yankees”.
En ese 48 los Indios con Beto Avila,
Satchel Paige y el timón-short Lou Budreau, serían los campeones arriba de
Boston y NY.
En los honores póstumos también
hicieron acto de presencia el gobernador Dewey de Nueva York y el alcalde de la
ciudad, William O´Dwyer, así como los propietarios y gerentes de los clubes de
las Ligas Mayores… y en general todos los elementos sociales y deportivos de
ese entonces.
También miles de telegramas volaron
desde diferentes partes del mundo como expresión de duelo por la desaparición
de Babe Ruth, incluyendo un sin fin de demostraciones de condolencias
personales.
Era tan profunda la idolatría hacia
el hombre leyenda que en “La Casa que Ruth Construyó”, más de cien mil
aficionados le rindieron póstumo homenaje, un momento triste e inolvidable…
Se iba el Babe, nombrado el Mejor
Pelotero del Siglo 20, sobre Willie Mays, Hank Aaron, Ted Williams, Ty Cobb,
Joe DiMaggio, Walter Johnson, Lou Gehrig, Jackie Robinson y Honus Wagner.
Ese 16 de agosto de 1948, volvía a
nacer en el corazón y el pensamiento universal, especialmente quienes siempre
han amado al béisbol.
Babe Ruth…
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