Carlos
Rodríguez Candila:
Jaime García es un
excelente pitcher y que bien. Esperemos que Joe Girardi lo incluya en lista de abridores naturales pues son seis. Al paso que
llevan los Yankees están camino a playoff y con muchas posibilidades de serie
mundial. Bien por cambio a esa franquicia.
Confiemos en que Girardi
se olvide de sus caprichos y no le haga lo que a Alfredo Aceves en serie
mundial cuando lo tuvo lanzando casi dos juegos de calentamiento sin llamarlo a
la loma aun perdiendo como ocurrió con la misma serie.
Carlos
Castillo Barrio:
Que sabor más amargo el
olvido en que se tienen los nombres de atletas, no solo beisbolistas, que
dieran tanta gloria y aplausos entre los fans, en sus momentos de triunfos y
como siempre, el ejemplo de Humberto Mariles ¿lo recuerdan en los Primeros
Olímpicos en Londres después de la nefasta II Guerra Mundial?
¿Y recuerdan quién le dio
los méritos?: sí, aquel caballo llamado Arete.
¿En qué lugar este
caballo fue sepultado en la Cd. de México con todos los honores; ¿alguien puede
darnos la fecha y el lugar? Esto sin causar ofensas a nadie, a ningún atleta,
todos merecen su sitio para no ser olvidados.
Otro ejemplo, Ramón
"Lotario" Rodríguez, catcher cubano. Aquí jugó y fue manager de los
"Pericos" de Mérida, en Liga Peninsular, creo de 1950, en el Estadio
Salvador Alvarado y luego en el parque Carta Clara, primero con iluminación
artificial en el Sureste y jugó 3 años con los Petroleros de Poza Rica.
En los archivos de
Historia Biográfica del Beisbol Cubano, figura que jugó con Petroleros de Poza
Rica en 1960, cuando que en realidad también figuró en 1958 y 1959.
Ah! el beisbol cubano
de antaño, como lo vivo en la isla. Saludos.
Carlos
Rodríguez Candila:
Otro comentario:
Muy exacto y admirable
tus aportes Jesús. Algo o quizá un poco más recuerdo de esos verdaderos
gladiadores por así decir, incansables del tradicional béisbol aprendido en
nuestra era transicional que gira entre modernidad y capacidad real del pitcher
que con "X" número de lanzamientos de cinco a siete entradas es
removido aun ganando con amplia ventaja es sustituido para darle
"chance" al relevista pues el inicialista rebasa los 100 lanzamientos
y así, incluso el "cerrador" vaya como vaya el score y aun así hasta
pierden el juego, más es lo moderno, salvo excepciones .
Bien por los datos que
aporta Heriberto Corral que acertó la trivia que planteaste.
Efectivamente el último
pitcher en ganar 30 o más juegos fue Denny MacLain con los Tigres de Detroit
(31 en total contra 6 derrotas en temporada regular 162 juegos, entonces).
Lo que agrego es que
además en tal temporada, en el clásico
otoñal tres victorias fueron para Mike Lolich y una de McLain.
Sin embargo, McLain
truncó su carrera al ser suspendido –primero tres meses—por el Alto Comisionado
Bowie Kuhn al comprobarse que participaba y financiaba una red clandestina de
bancas de apuestas.
Si mi memoria no falla,
según crónica del tiempo en 1968, siendo Mickey Mantle su ídolo desde antes de
ser el gran pitcher, en el juego último
en temporada regular le lanzó tan fácil para que diera efectivo y resultó jonrón e incluso fue a felicitarlo cuando pisó el pentágono a modo de honrar a tan
grande y formidable pelotero.
Su suspensión cortó
quizá una gran carrera de más registros, como dejar esa historia de ser hasta
hoy el último en ganar más de 30 juegos en la Gran Carpa.
Jesús, agrego que como
bien apuntas, hoy es difícil ver ganadores de 20 o más juegos merced a reglas
que considero absurdas. Ya no vemos en horizonte
volver a ver la sensatez de mánagers más estratégicos que dejen a sus
pitchers lanzar juegos completos.
Excepto Clayton Kershaw puede superar en 20 o más
aperturas con juegos iniciados y ganados incluyendo hacerlo solo. Como Fernando Valenzuela lanzaba y otros más 9 entradas con victoria o derrota y como él muy
escasos estrategas dejan tirar juego completo con o en desventaja mínima confiar
que el resto del equipo haga la tarea de sacarlo en victoria.
Creo que eso está
acabando la esencia del béisbol para darle entrada a una modificación donde en
ocasiones la contrariedad y desagrado del pitcher entrega la pelota a un
relevista solo porque le batearon un hit, doble, sencillo o triple o quizá
home-run aun teniendo ventaja en marcador .
Por eso exalto las anécdotas
de Ronnie Camacho cuando el béisbol era de fajarse y los managers alineaban por
sapiencia y no "reglitas" a
modo de instructivo que a propósito menciona como corolario poético de su última crónica: Nosotros, Los de Entonces Ya No somos los Mismos de
Antes. Fracción del poema veinte de Pablo Neruda.
Saludos y un abrazo
como siempre.
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