ESTRELLAS DEL BÉISBOL
AURELIO RODRIGUEZ
ITUARTE
Por Héctor Barrios
Fernández
Que cosas tiene la
vida, recuerda Usted a Frank Thomas y Jeff Bagwell, bueno, ellos fueron
declarados los jugadores más valiosos de sus respectivas ligas (Americana y
Nacional) en 1994, lo curioso es que los dos nacieron el 27 de mayo de 1968.
Han sido los únicos beisbolistas de esa magnitud que nacieron el mismo día, mes
y año.
Por otra parte, Willie
Mays, Ernie Banks, Mickey Mantle y Eddie Mathews, nacieron en el año de 1931.
Así que si Usted nació en ese año, tuvo muy buena oportunidad de conectar al menos
500 cuadrangulares en Grandes Ligas.
Todo esto porque
Aurelio Rodríguez Ituarte y Aurelio López Ríos, los únicos dos Aurelios
mexicanos que han jugado en Ligas Mayores hasta el momento, fallecieron a
consecuencia de un accidente automovilístico, esto durante el mes de
septiembre, Aurelio Rodríguez arrollado por un auto en la ciudad de Detroit en
el año 2000 y Aurelio López Ríos en accidente carretero en las cercanías de
Matehuala, San Luis Potosí, cuando fungía como Presidente Municipal de su natal
Tecamachalco, Puebla en 1992.
Sumado a estas tragedias, otro Aurelio, ex Big Leaguer, el cubano Aurelio Monteagudo también encontró la muerte en accidente de auto en Ramos Arizpe, Coahuila, México, muy cerca de Saltillo, sólo que él en noviembre de 1990. Entonces, tres Aurelios ex Grandes Ligas y con carreras en México, murieron a consecuencia de accidente automovilístico.
Recuerdo que a muy
corta edad, 1967 o 68 leí sobre un joven tercera base mexicano muy bueno, sobre
todo con grandes habilidades fildeadoras.
No pasó mucho tiempo y
por esas cosas buenas del destino que tuve la oportunidad de ver jugar la
tercera base por los California Angels (en aquel tiempo así se hacían llamar) a
Aurelio Rodríguez, lo he contado infinidad de veces y no me canso de contarlo,
sucedió en el estadio de Anaheim, fue el domingo 11 de mayo de 1969, día de las
Madres en los USA, además de Aurelio y Rubén Amaro por los Angels, lanzó
Vicente Romo por los Medias Rojas de Boston. Ganaron los Medias Rojas 7-3,
Aurelio se fue de 4-1, Amaro que sustituyó en segunda base a Bobby Knoop bateó
de 2-1 y Vicente salvó su quinto juego por los Medias Rojas, triunfo para Sonny
Siebert.
Me sentía tan orgulloso que me dieron ganas de ponerme un letrero en
el pecho diciendo que yo también era mexicano. Lo más seguro es que la migra me
hubiera caído inmediatamente, lo bueno que tenía todos mis documentos
migratorios en regla.
Con frecuencia a
Aurelio, el encargado del sonido del estadio en Anaheim lo anunciaba como Leo
Rodríguez. Mismo apellido, misma posición, misma nacionalidad, pero nada más.
Aurelio Rodríguez
proviene de una familia de béisbol, en su natal Cananea, Son., su papá, del
mismo nombre, sabía de y practicaba el béisbol, aparte de eso también entrenaba
a sus hijos.
Cuenta la historia que
siendo apenas un jovencito lo expulsaron de la escuela secundaria y su papá lo
mandó a casa de su tío en Los Mochis, en donde éste lo presentó ante Guillermo
“Memo” Garibay, al poco tiempo Garibay lo mandó a Guadalajara y de ahí a
Fresnillo, Zac., a la Liga Central, en donde su instructor Felipe “Burro”
Hernández fue factor importante en su brillante carrera. En poco tiempo en 1965
subió al equipo grande los Charros de Jalisco y en 15 juegos bateó para .260 de
porcentaje.
En 1966, ya con temporada
completa, en 135 juegos conecta para .292. Ya los California Angels le seguían
los pasos. Finalmente el equipo californiano pagó 80 000 dlls por su contrato.
En 1966 reportó a
sucursales de los Angelinos, con poco tiempo en ligas menores y sin hablar bien
el inglés, a los 19 años de edad, el equipo grande lo llama y así debuta en
Grandes Ligas el primero de septiembre de 1967, en un juego contra los Indios
de Cleveland y lanzando el velocista Sam McDowell.
Después de los primeros
17 juegos de la temporada de 1970, los Angelinos lo envían junto con Rick
Reichardt a los Senadores de Washington a quienes dirigía el famoso Ted
Williams, el cambio fue por Ken McMullen. A McMullen lo recuerdo porque llegó a
ser el tercera base suplente con los Dodgers cuando Ron Cey no jugaba.
Al término de la
temporada, Washington lo negocia junto con Ed Brinkman a los Tigres de Detroit
por Elliott Maddox y el famoso Denny McClain.
El 7 de diciembre de
1979, los Padres de San Diego compran su contrato a los Tigres de Detroit por
200 000 dlls.
En agosto de 1980 llega
a los Yankees con quienes al año siguiente participa en la Serie Mundial contra
los Dodgers y Fernando Valenzuela. Aurelio con mucho éxito sustituye a Graig
Nettles contra lanzadores zurdos. Por cierto Nettles había impedido con su
calidad de juego, que el mexicano Celerino Sánchez se estableciera en Grandes
Ligas.
Durante el receso de
temporada los Yankees lo envían a los Azulejos de Toronto, de allí pasa a los
Medias Blancas.
En 1983 como agente
libre, firma con los Orioles de Baltimore después de media temporada, éstos lo
dejan en libertad, para volver a los Medias Blancas y terminar así su brillante
carrera de 17 años en Ligas Mayores en donde conectó 1570 hits, 124
cuadrangulares, 648 carreras producidas y .237 de bateo.
Al siguiente año
defiende los colores de los Sultanes de Monterrey, se ausenta de LMV en 1986,
aparece con Saltillo en 1987 y 1989 ya en pocos juegos para terminar así su
brillante carrera de pelotero activo.
En la Liga Mexicana del
Pacífico, salvo una pequeña estancia con los Yaquis de Ciudad Obregón, su
exitosa carrera la desarrolló con los Cañeros de Los Mochis, localidad en donde
se encuentra sepultado, muy cerquita del estadio de béisbol, al pie del Cerro
de la Memoria.
A su retiro en el
béisbol de invierno, figuraba entre los mejores bateadores de todos los
tiempos.
Su hermano mayor
Francisco “Chico” Rodríguez, tuvo también una exitosa carrera de 20 temporadas
con diferentes equipos en la Liga Mexicana de Verano y también en invierno con
los mismos Cañeros de Los Mochis.
A pesar de vivir en
México, nunca tuve la oportunidad de ver jugar a Aurelio Rodríguez Ituarte en
la Liga Mexicana de Verano ni en la Liga Mexicana del Pacífico, pero si fui
testigo de sus maravillosas habilidades como pelotero con los Angelinos, los
Tigres de Detroit, los Padres de San Diego y los Yankees de New York, con otros
equipos no recuerdo haberlo visto actuar.
Cuando emocionado le
platiqué a un amigo que había visto jugar a Aurelio Rodríguez, sólo me dijo:
“Como eres mentiroso.”
Entonces le enseñe una
fotografía que ahora comparto con Ustedes que solamente yo tengo y que le tomé
al gran Aurelio en una visita que hiciera con los Tigres de Detroit al estadio
de Anaheim, el 15 de agosto de 1979.
Aurelio se fue de 4-1
en una victoria de su equipo 6-1 sobre los Angels. Rod Carew, raro en él,
estuvo de 4-0.
Acompañado de mi
modesta cámara fotográfica con flash de cubito que servía para cuatro disparos,
la Kodak Instamatic X 15, a lo lejos dejé escapar un grito, Aureliooo, cuando
volteó para saludarnos, inmediatamente hice el click.
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