Historiador
da propuestas de mejora del béisbol actual y evoca la Liga de la Costa del
Pacífico.
Por
Jesús Alberto Rubio.
No
olvidar lo que fue la Liga de la Costa del Pacífico, la creación de una Academia y
un Museo de Historia de Beisbol de jugadores sonorenses, un Fideicomiso de
apoyo a peloteros en retiro, así como un Juego Anual de Estrellas de la Liga
Mexicana del Pacífico, fueron propuestas hechas anoche por Manuel de Jesús
Sortillón Valenzuela en su conferencia sobre aquel poderoso circuito que
funcionó entre 1945 y 1958.
En
su intervención, en el auditorio de la Sociedad Sonorense de Historia, el
historiador resaltó el enorme impacto que en el país y el extranjero tuvo
aquella liga, a la vez que resaltó la necesidad de ya pensar darle mayor
énfasis al apoyo y formación del talento nacional, además de esperar haya
respuesta a sus propuestas en aras de consolidar aún más el béisbol de esta
región del país.
Sortillón
Valenzuela proyectó imágenes de cada una de las trece temporadas de aquella
liga que, recordó, nació en Culiacán, Sinaloa, a partir de que en 1945 se
reunieron algunos inversionistas de aquella entidad soñando con organizar una
pelota profesional en el esta región noroeste de México.
En
su reseña, citó que fue Enrique Peña Bátiz el líder de aquel movimiento y quien
procedió a visitar en Mazatlán a Teodoro Mariscal y Héctor López Castro,
quienes aceptaron con gran entusiasmo el proyecto, para luego trasladarse a Los
Mochis, Navojoa, Obregón, Guaymas y Hermosillo.
“En
aquella expedición, hecha en un taxi rentado, solamente tuvieron eco en
Florencio Zaragoza, de Guaymas, y Fernando M. Ortiz y Juan Chávez Echagoyen, de
Hermosillo”, expresó en su conferencia “La Liga Olvidada” ante un auditorio de
amantes del deporte rey a toda su capacidad.
De
esa forma, recordó, iniciaría en 1945-1946 la primera temporada con los Venados
de Mazatlán –que fueron los campeones en la final ante los Ostioneros de Guaymas--;
Tacuarineros de Culiacán, y Presidentes de Hermosillo, que a la siguiente
temporada adoptarían el mote de “Queliteros”. Enseguida, citó que para la
tercera temporada se integraron a la liga los “Trigueros” de Ciudad Obregón y
“Pericos” de Los Mochis. Más tarde ingresaría de manera temporal Guadalajara y
Tijuana.
Hay un pendiente
con aquel circuito
Sortillón
Valenzuela sostuvo que hay un pendiente de agradecimiento a los fundadores de
aquel circuito donde se disfrutó a grandes protagonistas del béisbol mexicano,
del Caribe, de Estados Unidos y de las Ligas Negras, impedidos de jugar en
Ligas Mayores por la discriminación que prevaleció en ese béisbol hasta 1947
con el arribo de Jackie Robinson a los Dodgers de Brooklyn.
De
aquellos grandes peloteros afroamericanos, citó a Will “Bill” Wright, Theolic Smith,
Thomas “El Negrito” Turner, Buck Leonard, Marvin Williams, Barney Serrell, Ray
Dandridge, Jesse Douglas, Sam Hairston, Dan y Sam Bankhead, e incluso a los
cubanos Agustín Bejerano, Lino Donoso y Julio Alfonso, Virgilio Arteaga, entre
otros.
Claudio Solano.
En
igual forma, mencionó a talentos nacionales como Ángel Castro, Manuel “Ciclón”
Echeverría, Daniel “La Coyota Ríos, Felipe Montemayor, Claudio Solano, Beto
Ávila, Panchillo Ramírez, Fermín “La Burbuja” Vázquez, Epitacio “La Mala”
Torres, Memo Garibay, Ronnie Camacho, Manuel “Shory” Arroyo y Mario Ariosa.
Asimismo,
hizo referencia a peloteros estadounidenses como Bob Lemon, Don Larsen, Eddie
Ford, Jack Graham, Clinton Courtney, Hub Kittle, Jimmy Ochoa, Joe Brovia, y
así, una larga lista de jugadores que también le dieron gran prestigio a aquel
poderoso circuito que celebró en aquel periodo juegos de estrellas y
confrontaciones de sus equipos campeones contra los de la Liga Invernal
Veracruzana.
Manuel
De Jesús Sortillón también recordó dos momentos relevantes en la historia del
béisbol de nuestra región: El ocurrido el domingo 31 de marzo de 1940 con el
primer partido de dos equipos de Ligas Mayores en México --Piratas de
Pittsburgh y los Atléticos de Filadelfia— teniendo de escenario el entonces
Estadio d ela Casa del Pueblo, con la presencia del mánager Connie Mack, Honus
Wagner (coach) y jugadores de la talla de Eddie Collins, Frank Frisch y Al
Simmons…
“Sería
el primer juego transmitido por radio en nuestra región (XEBH) en las voces de
Roberto Salazar Dávila y Jesús Astiazarán, sólo que curiosamente… ¡narrado en
inglés!”, advirtió.
En
igual forma, lo que sucedió en l942 cuando el mismo estadio sería testigo del
primer intento de lo que fue la Liga de Sonora pero que por motivos de la II
Guerra Mundial sólo tuvo una serie con los equipos de Hermosillo, Cananea,
Empalme y Cd. Obregón.
Sin
embargo, señaló que a partir de 1944, gracias al tesón de Fernando M. Ortiz,
Manuel Puebla, Ignacio Romero y Francisco “Viejo” López Palafox, la Liga de
Sonora sería toda una realidad hasta su desaparición en 1950 ante el desarrollo
de la poderosa Liga de la Costa del Pacífico (1945-1957-58). Incluso, recordó
que en ese mismo parque, en 1958, se tendría un histórico partido entre “Las
Estrellas Negras” de Willie Mays y “Las Estrellas Blancas” de Roy Sievers.
El
evento lo organizó el Seminario de Cultura Mexicana, Corresponsalía Hermosillo,
con el apoyo de la Universidad de Sonora, la Fundación Cultural José S. Healy y
la propia Sociedad Sonorense de Historia (SSH).
La
presentación del invitado estuvo a cargo de Franco Becerra y Rubén Flores
Espinoza, presidentes de la SSH y del Seminario respectivamente, asistiendo acto
Pedro Ortega Romero y Arturo León León Lerma, también dirigentes de la
Fundación y el Club Naranjeros de Hermosillo, el exgobernador Samuel Ocaña
García y José Rómulo Félix Gastélum, Cronista de la Ciudad, entre otras
personalidades.
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