Por Bernabé López Padilla.
Siempre se ha sabido
que la mercadotecnia es injusta.
Nos ofrece maravillas
sobre algo que resulta mentira y así los seres humanos vamos por la vida oyendo
siempre lo mismo y cayendo en los mismos errores.
Esto es aplicable en
cualquier parte de nuestra vida, desde el amor que nos ofrece nuestra tierna
noviecita que resulta ser el ángel de tu vida y después te das cuenta que tu
esposa ya no es aquella persona buena y dulce que creíste que era, la
mercadotecnia chiquitico me dijo una cubanita.
En el beisbol pasa lo
mismo.
En estos momentos vemos
que México ha llegado a ganar cinco juegos en forma consecutiva y marcha de
líder en la serie del Caribe, pero nos encontramos que para ganar la serie
necesita terminar invicto, por lo menos bajo las circunstancias actuales.
El asunto es que hoy pelearán
por el banderín México-Venezuela y si perdemos, no será campeón mcon todo y su
5-0, así de simple.
El sistema de
competencia lo ha establecido así para que el fanático no pierda el interés
hasta el último juego.
Ya vio ayer: Cuba que
llegó a la semifinal con una victoria, pudo haber eliminado a los Venados y
volver a disputar el banderín.
¿Lo ve usted justo?
.
Bueno, dinero es dinero
y el negocio es que mucha gente tenga interés en ver los juegos de béisbol,
aunque en Dominicana –eliminado sin ganar ni un juego-- al parecer no tienen
mucho interés cuando los fans abandonaron a su equipo.
México será el
siguiente anfitrión.
Culiacán, capital
sinaloense recibirá a los equipos campeones en donde todo parece que Cuba ya
vendrá como un miembro más de la Confederación de Beisbol Profesional del
Caribe, y en estos momentos se analiza la propuesta de México en el sentido de
organizar la Serie cada dos años, esto es que en nuestro país la afición si
responde a este tipo de eventos y siempre han tenido ganancias los equipos
participantes.
Por ahora, al igual que
la serie anterior, México tiene posibilidad de ser campeón y curiosamente fue
frente a Cuba donde tropezó y perdió su
posibilidad de traerse la corona.
Ahora, la historia decisiva
será ante los venezolanos.
Esperemos no vaya a
tropezar con la piedra del año pasado; oremos mexicanos para que este equipo
gane y gane y gane. Amén.
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