jueves, 17 de mayo de 2018



Los formidables salarios...


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POR CESÁREO SUÁREZ NARANJO:

Muchas veces, a diferencia de la época actual, cuando las pretensiones de un jugador era de ganar más, venía un estira y afloja, en el que muchas veces salía ganando el dueño. No era fácil que este abriera la billetera (o la chequera, en su caso).

Muy sonadas fueron las ofertas - aprovechando “la situación” de los muy bajos sueldos - que les hizo Jorge Pasquel a los grandes peloteros del momento, a mediados de los cuarentas: a los mismos DiMaggio, Williams y Musial, ya mencionados. A este último incluso, según el mismo narró, le llegó a su propio hogar gente enviada por Pasquel, con una maleta que contenía 50,000 ¡de aquellos!, en efectivo.

Narra "El Hombre" que pensó en su esposa, sus hijos...¡ y lo rechazó! Y aquellas peticiones, que hicieran años antes "El Yankee Clipper", y Phil Rizzuto, al gerente general del equipo, para que este los mandara con "cajas destempladas".

Ya vimos como El Toro Valenzuela, y su representante Tony de Marco, pidieron una buena cantidad, al año siguiente en que Fernando fue la revelación en las Mayores. Pero, aunque no les dieron lo que pedían para 1982, si se fueron en "grande" para 1983, cuando Valenzuela se convirtió en el quinto jugador ganando 1'000,000 por temporada, al ganarles el arbitraje a los astutos abogados de los Dodgers. Los otros Nolan Ryan, Dave Winfield, Steve Carlton y Mike Schmidt.

Hoy, por lo regular, los dueños sueltan el "billete" hasta con gusto. Como lo han hecho con promesas, como Stephen Strasburg, o con jugadores "ya hechos", como Alex Rodríguez, Robinson Canó, y muchos más quienes con dos o tres buenas temporadas han llegado a ganar la "papeliza".

Pero, me gustaría hacer un poquito de historia. Después de los peloteros del "millón de dólares", vienen los que ganaron la "enorme" cifra de dos millones, uno de ellos George Foster (quien pasó del Cincinnati a los Mets), y a los que se unió Fernando, al firmar en 1986 un contrato de 6.5 millones por tres años.


Para 1987, entre los que ya tenían experiencia y los "recién llegados", encontramos una lista (no muy larga) que publicó "La Afición", entre los que estaban Dan Quisenberry, ganando 2.294 millones; Ed Murray, con 2.250 millones; Jim Rice, 2.220 M.; George Brett, 2.175 M.; Don Mattingly, 1.975 M.; Reggie Jackson (ya menos cotizado), 536,800 Dls.; Teodoro Higuera, 335,000 Dls.; José Canseco, 180,000 Dls.; Cecil Fielder, 78,500 Dls.; Mark McGwire, 67,500 Dls.; Fred McGriff, 62,500 Dls. (No son más que "unos cuantos", ¡conste!).

Para 1988, ningún jugador de los Rojos de Cincinnati llegaban a ganar el millón de dólares; pero para el año siguiente Eric Davis firmaba por 1.350 M.

Y, en ese 1989, el "Tanquecito" Kirby Puckett, fue el primero en firmar por tres "melones".

Por ese mismo tiempo, hubo un caso bastante simpático. Parecía ser que los Filis de Filadelfia necesitaban un nuevo short stop, para 1989, pues el que tuvieron en la temporada anterior, STEVE JELTZ - al que pagaron un salario de 215,000 Dls. - además de ser un mediocre, y con un promedio de bateo de apenas .187 - el más bajo, entre los bateadores con un mínimo de 200 veces al bat - pedía un aumento de ¡100,000 Dls.!; ello, sin ningun empacho o vergüenza.

El club había ofrecido pagarle el mismo salario, pero JELTZ se fue al arbitraje, y ¿que creen? ¡que el angelito logró un aumento, de 35,000! (cosas veredes, frase que inventó Jesús Alberto, ja, ja). Penny Wise-Penny Fool.

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