Prof. José Luis Tovar...
Historiador
Prof.
José Santos Navarro Lara
Historiador de Estadísticas
Dr. Andrés Flores Quintanilla Reflexólogo Medicina Deportiva.
Con sincero afecto para
Ustedes y a los Fanáticos de la Comarca Lagunera
TLAHUALILO DURANGO.
Hace ya algunos años
cuando mis facultades físicas y mentales estaban ordenadas y se encontraban
aptas para seguir jugando en primer nivel. Después de jugar en la Liga Invernal
de Sonora, estuve con los Ostioneros de Guaymas. Era el mes de Febrero y fui
invitado a jugar en una Liga prácticamente desconocida para mí, la Liga Mayor
de la Laguna funcionaba en esos meses y se nutría con jugadores de la Liga
Invernal al terminar sus compromisos, se jugaba los fines de semana, mi amigo
Moi Camacho fue el que me convenció para ir a jugar en el equipo de sus amores
y de su tierra natal, no lo pensé dos veces, acepté con mucho gusto y allá fui
a una nueva aventura en el Beisbol Profesional, en aquellos años ya habían
separado de los Pericos de Puebla a mi compañero entrañable de lucha,
enviándolo en un cambio inexplicable al México, que hasta la hora de estar
escribiendo estas líneas, no se como le hicieron, en Puebla se rumoró mucho que
fue una jugada Maquiavélica del manager en turno Beto Ávila, pero hablando con
él, me confesó que el cambio ya estaba concretado, mucho antes de haber firmado
el contrato, para dirigir a Los Pericos, así es que, todo salió de alguna de
las dos oficinas involucradas. Y
volvimos a tener grandes años bateadores, con el México estuvo tremendo y ayudó
a ganar el Campeonato, yo bateé 35 jonrones y empujé mas de 100 carreras, pero
no fueron suficientes y nos conformamos con un tercer lugar, la diferencia fue
el “otro Camacho”, le dije a Tommy Morales una noche en el Dugout del Parque
del Seguro Social.
Arribé a Torreón en un
vuelo en Hermosillo que venía de Tijuana, México, Torreón, así es que primero
me llevaron a CDMX para llegar a mi destino, ahí estaba mi amigo Moi y el Sr,
Jesús Cobos, quien era el Presidente del Equipo Tlahualilo y también era
Presidente del Corporativo de una Línea de Transportes Laguna, me instalaron en
un gran hotel que estaba de moda, enfrente de la clásica plaza pública y comercios
y restaurants de primer orden. La ciudad me gustó mucho, limpia con gente de
Beisbol y cosa rara, me di cuenta que residían bastantes personas de origen
español y no tenían Futbol de categoría, bueno estoy hablando de la década de
los 60, pero si tenían un excelente
estadio para practicar esa disciplina,
que después con el tiempo lograron participar en torneos organizados de alto
nivel, donde su equipo Santos. Sigue escribiendo la historia.
Don Jesús Cobos era un
entusiasta hombre de negocios y su principal hobbie era el Béisbol y como era
íntimo amigo de Moi, pues me sentí en casa, la plática de él para conmigo, fue
cordial y todo se movió alrededor de mi actuación que tuve en el Invierno con
Guaymas, agarré la seña de inmediato y le dije “Señor Cobos, si la magia
bateadora no me ha abandonado, podré hacer grandes cosas en éste su equipo, Moi
me conoce, el Diablo Montoya y Espino también, así es que veremos como nos va
el próximo juego contra San Pedro, yo vengo en condiciones”… “Jajaja mi Ronnie,
eres bueno para las señas, ya me lo había comentado aquí Moisés”.
Me presenté al campo
deportivo en Gómez Palacio y saludé a muchos jugadores que los acababa de ver
en la Invernal Sonorense, “Ah cabrón, Moi, qué buen equipo paraste, Lechler,
yo, tú. Héctor Treviño y el muchacho Federico Rodríguez en el short, y atrás
Héctor Espino, Diablo Montoya y el zurdo Roberto Contreras y aquí veo a José
Peña, Al Mulo Alvarado, al Charras Hernández, con esto tenemos, no..? y me
contestó… Qué crees que entre más juego soy más pendejo, pinchi “Cabezón”
jajajajaja no te haré quedar mal, sé como me siento y ya escuchaste lo que me
dijo el dueño del Equipo”… “Sí, eres uno de sus favoritos y te respeta mucho”.
Hablar de Tlahualilo una entidad que en aquel entonces era pequeña,
ahora en la actualidad es un próspero centro de trabajo de producción en los
campos agrícolas, ha crecido de acuerdo a su economía, aquí se cultiva “la
mejor sandia del mundo” me decía cada rato mi amigo Moisés y agregaba”… “Yo
también siembro algunas hectáreas jajajaja”. Te creo, si no eres nada pendejo y
como me decías cada rato en Puebla. “Gavilán que suelta….No es Gavilán”.
Sin duda el Béisbol en
Tlahualilo Durango y en mi Pueblo aquí en Empalme, Sonora, han sido en el País
dos entidades que han producido jugadores de mucho prestigio, dotados de un
inmenso talento y como toda entidad que produce elemento humano para practicar
un deporte donde se consagran y son un ejemplo para las juventudes y un
permanente orgullo para sus habitantes, en éste caso el Beisbol, está sujeto a
algunas variantes por su antecedente histórico.
No hay que ir a
escudriñar las revistas de Beisbol de antaño para saber quienes fueron los
jugadores que inmortalizaron a sus ciudades de origen, en todos los Parques del
País donde mostraron su nivel de juego,
demostrando para qué sirve un bat, un
guante y una pelota en sus manos.
Participé en un Juego de
Estrellas, no noté diferencia alguna en cuanto a calidad de las Selecciones que
jugarían ese día ante 9 mil personas,
asistencia récord de aquellos años, en una Liga Independiente, cuando estaba en
el campo de juego, ahí se encontraban , Montemayor, Vicente Romo, Fernando
Remes, Julius Grant, Natas Garcia, Héctor Espino, Diablo Montoya, Moi y Ronnie
Camacho, Alfredo Ortiz, Al Mariscal, Héctor Y Bobby Treviño, Jesús Lechler, en
fin, parecía que estaba en un Juego de Estrellas de Liga Mexicana.
El juego de Campeonato,
se fue a 10 entradas, era contra San Pedro, ahí, el manager era Felipe
Montemayor, y envió a Vicente Romo a definir
tan importante compromiso, contra José Peña, dos de los mejores brazos
Mexicanos de cualquier Liga y para variar, Héctor Espino hizo tronar el cañón
que tenía en sus manos y con centellantes swings, él decidió solo el juego, en
el primer inning bateó jonrón con dos en las bases, y después con un doble
empujó la cuarta carrera. Al otro día en los medios de difusión, se comentó a
ocho columnas. ESPINO 4 SAN PEDRO 2,
ganó Peña y perdió Romo…Tlahualilo era el Campeón.
Dice la historia que con
ese Campeonato ganado era el segundo consecutivo, para convertirse en Bi
campeón del Beisbol Lagunero, fueron tres Campeonatos ganados. Mi actuación en
esa Liga, no estuvo a la altura de mi nivel, la magia bateadora me había
abandonado momentáneamente, afortunadamente no se notó, porque, El Diablo, Moi y Espino quienes bateaban en
ese orden en el line up, estuvieron fantásticos con el bat, yo bateaba detrás
del Superman de quinto y detrás de mí, Lechler. Don Jesús Cobos el Presidente
del equipo me dijo, “Te presionaste desde que llegaste, querías hacer más de lo
debido, tu presencia en el equipo fue determinante, sobre todo en el line up,
nos tenían mucho respeto, a mi me apodaron “El Rey Midas”, por aquello de la
nómina de sueldos que se pagaron, lo
cual no me importó mucho, ustedes se pagaron solos, llevando mucha gente a
todos los Parques de la Liga”.
Cuando todo terminó, me
regresé a mi casa en Empalme, a recoger a mi Familia, pues había que reportar a
Los Pericos en Puebla con Chito García de Mgr. y la cacaraqueda Mexicanización
del equipo, que después de un arranque muy bueno, nos derrumbamos hasta los
últimos lugares ya la gente no la
convenció el cambio tan brusco e inesperado. A mí, ya me empezaban a gritar,
que me retirara, que ya estaba viejo, en fin, el precio de la fama así se paga
en el Deporte…Sin embargo me repuse y terminé bateando en 1969, .303, 24
jonrones y 116 carreras impulsadas Líder de la Liga. Esa fue mi despedida de la
Ciudad de Puebla y los Fanáticos, me volvieron a aplaudir…Después, cambiaron la
franquicia a Yucatán y nos convirtieron en Los Leones… FIN
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