jueves, 2 de julio de 2020

Institucionalización del beisbol capitalino




Por Jorge Armando Cervantes Jáuregui.

Saludos Jesús. No sé si conozcas este trabajo de investigación publicado en 2019. Hay alguna cita tuya. Me lo acaba de enviar una de mis hermanas que trabaja en centro-INAH Guanajuato y que buscando otra cosa y conociendo de mis intereses, me hizo favor de enviarme este trabajo de Miguel Esparza
La pugna por el diamante. la institucionalización del béisbol capitalino, 1920-1930 Miguel Esparza Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora

HMex, LXVIII: 3, 2019

Lo he leído con sumo interés, y lo volveré a hacer, pues apenas empiezo a entender muchos aspectos de la pelota caliente, no solo adentro sino afuera del estadio o como se dice, los de pantalón largo.
Varios de los aspectos que se me empiezan apenas a desentrañar del desarrollo de nuestro béisbol local que ya he tratado (apenas entender la razón por estar en el primer campeonato de la liga mexicana en 1925, que no se acaba de elucidar la razón del Guanajuato de establecer se allá de Jesús García), pero toda la intensa lucha finalmente por el poder.
Mucho por leer, mucho por analizar pero precisamente me llama ¿y cómo ves lo que es la vida y las pesquisas? a lo que posiblemente fue alguna de nuestras primeras comunicaciones cuando te pregunté sobre el libro de Jorge de la Serna sobre el béisbol de los años 20, qué béisbol, y que generosamente me enviaste una copia por correo. Y que hay que volver a leer también. Y como dicen, de ahí pal el real, que amistad! a pesar de que en estos 11 años ya de comunicación, nos hemos visto dos veces físicamente ¡pues qué chulada como dicen!
Pues aquí va. Seguramente estaremos intercambiando comentarios.
Un cordial saludo.
Jorge.

LA PUGNA POR EL DIAMANTE.
LA INSTITUCIONALIZACIÓN DEL BÉISBOL
CAPITALINO, 1920-1930
Miguel Esparza
Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora
introducción
Hoy en día, el béisbol es uno los deportes preferidos de la sociedad mexicana, gracias a que cuenta con una estable infraestructura institucional que le ha permitido crecer hasta consolidarse
como deporte y como negocio. Sin embargo, desarrollar esa
infraestructura institucional no fue fácil, ya que al menos dos
grupos se disputaron el control de este deporte.1
1 En la actualidad el béisbol es un deporte de alcance nacional y cuenta con
dos ligas profesionales; la Liga Mexicana de Béisbol y la Liga Mexicana del
Pacífico, pero en 1920, aunque el béisbol se jugaba en varias ciudades del país,
el alcance que tenía era de índole local, siendo el más importante el que se
jugaba en la ciudad de México. Iván Pérez, “Los equipos de béisbol más
taquilleros”, en Forbes México, 23 de mayo 2014, https://www.forbes.com.
mx/los-equipos-de-beisbol-mas-taquilleros/ Cornelio Figueroa, “lmp da a
conocer calendario para la temporada 2017-2018”, en Debate, 5 de mayo de
2017, https://www.debate.com.mx/deportes/LMP-da-a-conocer-calendariopara-la-temporada-2017-2018-20170505-0187.html
Fecha de recepción: 7 de diciembre de 2017
Fecha de aceptación: 23 de mayo de 2018
1076 Miguel Esparza
Entonces ¿cómo se logró la institucionalización del béisbol
capitalino? Al respecto, William Beezley señala que después de
la “destrucción y la agitación” que dejó la Revolución a lo largo
de una década (1910-1920), el béisbol “renació” en la ciudad de
México gracias a la promoción dada por el expresidente de la
Liga Americana de Béisbol, Ban Johnson, quien luego de visitar
la capital de la República en 1921 se convirtió “en el más activo
promotor del juego al sur del Río Grande”.2
Sin embargo, no es correcto decir que el béisbol capitalino
tuviera que renacer, porque su práctica jamás se suspendió, pues
incluso en los momentos más álgidos de la lucha revolucionaria
estuvo vigente. En ese mismo sentido, a partir de 1911 el béisbol
capitalino comenzó a ser independiente de la influencia extranjera, pues con el inicio de la Revolución se suscitó la “transición
deportiva”, el proceso que puso en manos mexicanas el control de los deportes; por tanto, la promoción realizada por Ban
Johnson fue más anecdótica que relevante.3
Para Gabriel Angelotti la institucionalización de los deportes fue una labor del gobierno mexicano y afirma que en dicha
2 Ban Johnson promovió el béisbol en México con el objetivo de alejar a
los jóvenes de “la práctica salvaje y cruel de la tauromaquia”; para ello donó
dos trofeos que serían disputados por los equipos de la capital. Uno de los
trofeos fue entregado en 1921 al presidente Obregón para que determinara
cómo se entregaría; sin embargo, Obregón decidió quedárselo. El segundo
trofeo se entregó al “Comintra, equipo ganador del campeonato de 1928.
Beezley, “The rise”, pp. 3-13. “Brillante salió el festival efectuado ayer en el
franco-inglés”, Excelsior (19 nov. 1928), p. 2. “Ban Johnson entregó su trofeo”,
Excelsior (27 nov. 1928), p. 2. 3 Con el inicio de la Revolución, la influencia y el control que los extranjeros
ejercían sobre los deportes se interrumpió, así que la actividad deportiva se
volvió improvisada y desorganizada; por tanto, fue necesario que nuevos actores interesados en practicar, fomentar y administrar los deportes desplegaran
recursos financieros e implementaran una serie de esfuerzos encaminados a recuperar, mantener vigentes y en su caso reorganizar el sistema de competencias
deportivas. Esparza, “Notas”, pp. 141-170.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1077
empresa participaron los tres órdenes de gobierno. A decir de
Angelotti, a partir de 1920 los gobiernos posrevolucionarios
“construyeron un andamiaje burocrático, centralizado y jerárquico, encargado de ordenar y controlar todas las actividades
físicas realizadas en el país; tanto en el ámbito público como
privado, amateur como profesional”.4
Sin embargo, el gobierno mexicano no fomentaba los deportes sino la educación física.5 En efecto, la información empírica
demuestra que las autoridades mexicanas optaron por impulsar
la educación física (por medio de la gimnasia escolar) en lugar
de los deportes.6 De manera ocasional el gobierno organizó
exhibiciones deportivas para conmemorar algún festejo patrio,
porque esto le retribuía publicidad positiva e inmediata y no le
significaba una gran inversión de tiempo o de dinero.7
4 María Monserrat Sánchez, Keith Brewster y Richard McGehee también
consideran que el Estado mexicano fue el principal impulsor y administrador
de los deportes en la década de 1920. Angelotti, “El Estudio”, pp. 211-222;
Angelotti, “Deporte”, pp. 17-21; Sánchez, Formando, pp. 3-93; Brewster,
“Patriotic”, pp. 139-157; Brewster, “Sport”, pp. 723-747; McGehee, “Origins”, pp. 313-332.
5 De hecho, José Vasconcelos, secretario de Educación Pública, estaba en contra de los deportes, los consideraba “actividades extranjerizantes” y “aburridos
pasatiempos”; Briuolo, “Estadio”, pp. 12-20. 6 En lugar de promover los deportes, el gobierno mexicano pretendió poner en operación la práctica extendida de la educación física, buscando con
ello educar y ejercitar a la población; sin embargo, este proyecto no pudo
consolidarse por falta de dinero y de una efectiva planeación para ejecutarlo
y difundirlo. Torres, “Educación”, pp. 46-49; Briuolo, “Estadio”, p. 13;
Muñiz, Cuerpo, p. 114. 7 El gobierno mexicano se interesó en difundir la gimnasia porque esta actividad tenía el respaldo de pensadores como Rousseau, Spencer y Pestalozzi,
quienes aseguraban que la gimnasia era capaz de modificar los hábitos y
comportamientos de los individuos. Con la gimnasia se buscaba eliminar “los
gestos y las conductas indeseables”, además de difundir un modelo de cuerpo
saludable, disciplinado y físicamente proporciona. Herrera, “Educación”,
pp. 21, 22; Chávez, “Representaciones”, p. 37; Gil, “Génesis”, pp. 46; Angelotti, “Deporte”, pp. 17-25.
1078 Miguel Esparza
En contraste, fueron los esfuerzos particulares los que hicieron prosperar los deportes, destinando gran cantidad de tiempo
y dinero para organizar campeonatos, construir espacios deportivos y fundar instituciones encargadas de administrar los recursos económicos y humanos disponibles en cada disciplina. Las
instituciones deportivas son necesarias para el desarrollo deportivo porque permiten aumentar “la eficacia en los procesos de
producción”, ya que por su conducto se mejora la organización
y se incrementa la calidad de los hechos, se impulsa la práctica
deportiva hasta alcances nacionales y permiten que los deportistas mejoren su rendimiento, así como sus marcas y sus récords, y
se forman a partir de la unión de equipos y clubes pertenecientes
a una misma ciudad o a poblaciones diferentes y que, al unirse,
buscan consolidar la presencia de su deporte en la sociedad,
equiparar reglas, fomentar la práctica deportiva, crear espacios
deportivos y formar nuevos practicantes.8
A fin de poder llevar a cabo sus objetivos, las instituciones
deportivas deben crear una normatividad tanto administrativa
como deportiva; la primera de ellas se enfoca al funcionamiento
burocrático, es decir, se crea toda una estructura operativa a partir de los estatutos que son el cuerpo de reglas que establecen y
delimitan los derechos y obligaciones de los asociados, así como
8 Aunque el béisbol capitalino tuvo gran auge durante el porfiriato, su rango
de influencia no sobrepasó los límites de la ciudad de México y en el posterior periodo revolucionario decayó volviéndose disgregado, desorganizado,
improvisado e informal, así que mientras no se fundara una asociación o
federación que unificara y organizara al gremio beisbolero, este deporte no
tendría un alcance nacional y seguiría jugándose en algunas áreas de la ciudad
y carecería de racionalidad, especialización, igualdad de condiciones y de la
búsqueda de récords. Por otra parte, las instituciones deportivas son entidades
privadas “con personalidad jurídica propia” que toman su forma de los modelos burocráticos de organización capitalista. Rodríguez, “Federaciones”, pp.
38-48; Bravo y López, “Reglamentación”, pp. 1-9; López, “Reglamentos”,
pp. 202-240; Esparza, “Notas”, pp. 147-153.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1079
el régimen de elección de la mesa directiva, forma de conseguir
fondos y de utilizarlos.9
En cuanto a lo deportivo, lo que se busca principalmente es
unificar los diferentes criterios que pudieran existir en cuanto
a la forma en que deben promoverse, organizarse y celebrarse
las competencias deportivas. La unificación de criterios es un
paso trascendental para la consolidación de los deportes en una
sociedad, porque permite a las instituciones deportivas extender
su rango de acción hasta abarcar por completo el territorio de un
país y además determinar quiénes son los mejores deportistas de
entre sus agremiados al establecer una dinámica de competencias
locales, regionales y nacionales.
La unificación de criterios permite concentrar todos los
esfuerzos particulares en los mismos objetivos y esto se logra
a partir de la homogeneización de las reglas de organización
y celebración de una competencia, que son los mecanismos
utilizados por las instituciones deportivas para controlar y
administrar los deportes, pues ningún individuo que no aceptara las reglas podría ser parte de los equipos que una institución
deportiva reconociera y tampoco podría tomar parte en las
competencias que ésta organizara.
En el caso del béisbol capitalino, este deporte llevó a cabo su
institucionalización (el proceso de organizar, fomentar, desarrollar y controlar la práctica deportiva bajo la dirigencia y respaldo
de una asociación o federación) a lo largo de la década de 1920.
Considerando que las instituciones deportivas son organismos
en que construyen y desarrollan relaciones de poder, y teniendo en cuenta que la institucionalización del béisbol capitalino
no fue un proceso ordenado ni armonioso, sino por el contrario, fue caótico y problemático, pues al menos dos grupos se
disputaron el control de este deporte, se analizará cómo se construyeron las “relaciones de poder” dentro del béisbol capitalino,
9 Monroy, “Eventos”, pp. 16-37; Rodríguez, “Federaciones”, pp. 38-48.
1080 Miguel Esparza
haciendo uso de algunos términos y conceptos desarrollados
por Michel Foucault.10
Según Foucault, las instituciones (incluidas las deportivas)
son espacios donde se construyen y desarrollan relaciones
de poder, ya que los sujetos se hallan insertos en constantes disputas por el ejercicio del mismo.11 Las relaciones de
poder encierran confrontaciones en que se ponen en operación
diversas acciones y estrategias con el fin de nulificar o reducir el
campo de acción de los otros, hasta limitar su manera de actuar
y terminar dominándolos. Sin embargo, la dominación no es
total, porque las relaciones de poder están siempre en tensión y
en constante reelaboración, ya que las relaciones de poder son
sistemas flexibles que se pueden reformar y reorganizarse por
medio de las disciplinas científicas, formas jurídicas, códigos
morales y educativos y por persuasión discursiva.12
Por tanto, el análisis de las relaciones de poder nos permitirá
explicar cómo era la dinámica social y deportiva del béisbol
10 Para Foucault es importante el análisis de las relaciones de poder, porque
estas encierran acciones encaminadas a ajustar los fenómenos de la población
a los procesos económicos; ya que el cuerpo representa “el último recipiente
de las relaciones de poder”, fue necesario someterlo a un estricto control a
fin de producir los tipos de cuerpo que retribuyeran beneficios económicos,
de ahí la importancia de desarrollar instituciones encargadas de disciplinar a
los sujetos, como escuelas, cárceles, hospitales, así como clubes, asociaciones
y federaciones deportivas, para en cierto modo “fabricar” cuerpos dóciles y
disciplinados por medio del control del espacio, de los reglamentos, horarios
y castigos. Markula Denison y Pringle, Foucault, p. 35; Andrews, “Posting up”, p. 122; Tirado y Mora, “Espacio”, pp. 11-36; Foucault, Historia,
p. 170.
11 El ejercicio del poder hace necesaria la apropiación de los instrumentos que
lo ponen en operación, ya que este no es un privilegio exclusivo de los grupos
dominantes, sino el efecto derivado de los sistemas disciplinarios y las instituciones. Los sujetos, por su parte, buscan acceder al ejercicio del poder al
vincularse y controlar los medios que lo ponen en funcionamiento. Foucault,
Vigilar, pp. 36-247. 12 Tirado y Mora, “Espacio”, pp. 12-17.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1081
capitalino y qué hechos, estrategias y acciones se emplearon
para fundar los organismos deportivos que tenían como fin
último controlar, fomentar y administrar los asuntos deportivos
y financieros del béisbol capitalino durante la década de 1920.13
¡strike uno! el béisbol capitalino
en la etapa previa a su institucionalización
Una vez que los constitucionalistas tomaron el poder en 1916, el
clima social de la ciudad de México fue más benévolo y propicio
para que se reactivara (con relativa normalidad) la vida cotidiana. En cuanto a la situación del béisbol, si bien tuvo momentos
complicados, nunca dejó de practicarse; de hecho, existían
tres niveles de béisbol; las novenas profesionales de peloteros
cubanos (primera categoría), los equipos estudiantiles amateurs
(segunda categoría) y los equipos llaneros de tercera categoría
(profesionales y amateurs), que semana a semana disputaban un
estimado de entre 25 y 30 partidos.14
Aunque el béisbol se mantuvo vigente durante el periodo
revolucionario, no lo hizo sin problemas, ya que se encontraba
disgregado, aspecto que dificultaba la organización de ligas y
13 Dada la carencia de documentos y fuentes primarias producidas por las instituciones y los equipos de béisbol, en este estudio se utilizarán principalmente
fuentes hemerográficas y bibliográficas.
14 La existencia de tres niveles de béisbol indica la calidad del béisbol que se
desplegaba en la ciudad de México durante el periodo revolucionario y es un
claro ejemplo de la penetración que este deporte tenía en toda la sociedad capitalina, pues era considerado una de las diversiones preferidas en la década de
1910. Lo único que faltaba era establecer un organismo que fungiera como la
autoridad absoluta y que fuera capaz de mantener una sana administración de
los recursos económicos y deportivos, además de conjuntar y conducir todos los esfuerzos y los intereses de los aficionados, empresarios y beisbolistas
para organizar ligas y campeonatos para todos los niveles y categorías de la
ciudad de México. Esparza, “Notas”, p. 164.
1082 Miguel Esparza
la concertación de partidos.15 También era complicado que los
equipos conservaran sus jugadores, pues existía el problema
del revolvedero, es decir, era común que un mismo pelotero se
comprometiera para jugar en un mismo día con varios equipos a
la vez y no cumpliera con ninguno.16 Finalmente, como no había
ninguna autoridad que regulara el béisbol y que impusiera un
efectivo control sobre los equipos, de forma habitual se suscitaba algún tipo de conflicto a mitad de un partido que desencadenaba una riña en que participaban peloteros y aficionados y que
obligaba a la policía a intervenir.17
En este clima de informalidad y desorganización, no era posible que el béisbol progresara y adquiriera un alcance nacional,
ya que hacía falta que el gremio beisbolero se uniera y conformara un organismo que regulara la práctica beisbolera.18 Fue
hasta 1919 cuando el béisbol comenzó a organizarse, gracias a
15 Para concertar partidos, los equipos publicaban un reto formal en la prensa
a todas las novenas de la ciudad, o lo hacían en medio de los llanos, minutos
antes de que se celebrara el partido, con el inconveniente de que la paridad de
fuerzas entre los contendientes solía ser muy desigual, así que con frecuencia
los partidos se suspendían luego de hacerse evidente la superioridad de un
equipo sobre otro. “A todos los clubs de baseball”, El Demócrata (22 jul.
1919), p. 6. “El pasado”, El Demócrata (5 mar. 1922), p. 2. Don Gaspar, “La
Asociación de Baseball debe extender su radio de acción”, El Demócrata
(14 ago. 1921), p. 2.
16 En estas condiciones, no era posible organizar una liga, pues pocas novenas
podían mantenerse unidas hasta el final de la temporada, porque recurrentemente los equipos se desbandaban y se retiraban de la liga al no poder conservar a sus peloteros y al no tener ninguna posibilidad de ganar el campeonato.
Don Gaspar, “La Asociación de Baseball debe extender su radio de acción”, El
Demócrata (14 ago. 1921), p. 2. “Apuntes deportivos de las ligas de baseball”,
El Universal Gráfico (9 feb. 1922), p. 13. 17 Susasus, “El pasado”, El Demócrata (5 mar. 1922), p. 2. 18 Fray Kempis, “Apuntes deportivos de las ligas de baseball”, El Universal
Gráfico (9 feb. 1922), p. 13. “A todos los managers de baseball”, El Universal
(10 abr. 1922), p. 6.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1083
Rosendo Arnaiz,19 entrenador de la Escuela de Cultura Física
Sandow, quien al notar la problemática existente, convocó a
todos los equipos y jugadores a una reunión donde se discutiría
la conveniencia de organizar un “centro de información” que
facilitara la concertación de partidos.20
En un principio, la junta celebrada solo pretendía organizar
un directorio de los equipos existentes en la ciudad, pero después se propuso formar una asociación que se encargaría de
administrar el béisbol y que contaría con la autoridad suficiente
para sancionar a los equipos que presentaran conductas antideportivas y que perjudicaran el funcionamiento y desarrollo de
las ligas que se iban a organizar.21
Una vez aprobada la formación de la asociación, se formularon los reglamentos internos, aprobándose que toda novena que deseara pertenecer a la nueva agrupación beisbolera
tenía que sujetarse a los lineamientos convenidos.22 Con estas
19 Rosendo Arnaiz, conocido como el “maestro”, fue un personaje que en sus
inicios se dedicó a la lucha grecorromana, en la que logró alcanzar gran fama
por haber derrotado al campeón de la República en este deporte, Enrique
Ugartechea. También fue entrenador de la Escuela de Cultura Física Sandow
y fundador de la Asociación de Béisbol del D. F; a pesar de no estar tan compenetrado en esta disciplina, en 1921, fungiendo como mánager, logró ganar
el Campeonato del Centenario. Posteriormente decidió retirarse del béisbol
y dedicarse por completo a la organización y dirección del Club Deportivo
Internacional. Slider, “Rosendo Arnaíz, director del Club Deportivo Internacional”, Toros y Deportes (25 ago. 1925), núm. 200, p. 36. 20 “Convocatoria”, El Demócrata (1o oct. 1919), p. 7. Fray Nano, “Comentarios de Fray Nano”, El Universal Gráfico (24 dic. 1929), p. 18. 21 “Éxito de la convocatoria”, El Demócrata (4 oct. 1919), p. 7. “Asociación de
jugadores”, El Universal (6 oct. 1919), p. 11. Fray Kempis, “Apuntes deportivos de las ligas de baseball”, El Universal Gráfico (9 feb. 1922), p. 13. 22 Se prohibió que una novena afiliada concertara partidos con equipos no
miembros; en caso de hacerlo, sería expulsada de la asociación. Asimismo,
se expulsaría a los equipos que no pagaran sus cuotas y a los beisbolistas que se
retiraran de un partido sin causa justificada. “Éxito de la convocatoria”, El
Demócrata (4 oct. 1919), p. 7. “Asociación de jugadores”, El Universal (6 oct.
1919), p. 11. “Asociación de Baseball del Distrito Federal”, El Demócrata (29
1084 Miguel Esparza
medidas se buscaba empoderar a la agrupación y con ello terminar con todos los problemas que propiciaban la suspensión de
partidos, el retiro de los equipos, la desbandada de peloteros y
sobre todo las grescas y peleas. A partir de estos lineamientos,
el 1 de noviembre de 1919 se fundó oficialmente la Asociación
de Aficionados de Béisbol del Distrito Federal.23
Luego de que la Asociación de Béisbol entrara en operaciones, de inmediato organizó varias ligas para sus equipos
afiliados.24 Parecía que todo funcionaba correctamente y sin
problemas; sin embargo, ese próspero inicio se fue diluyendo
porque la Asociación comenzó a padecer una falta de fondos,
ya que la mayoría de los equipos inscritos dejaron de pagar su
cuota mensual de dos pesos.25 Aunque la mayoría de los equipos
no pagaban sus cuotas, la Asociación no suspendió sus derechos,
por el contrario, siguió ofreciendo toda clase de facilidades y
para obtener ingresos organizó una liga en que el producto de las
entradas se destinaría para cubrir los gastos de la Asociación.26
En 1920 la Asociación convocó a un campeonato (llamado
Liga de Primavera) y, considerando que tenía 72 equipos afiliados, se creía que fácilmente se recaudarían los fondos necesarios
nov. 1919), p. 8. “Reglamento interior de la Asociación de Baseball del Distrito
Federal”, El Demócrata (28 nov. 1919), p. 8. 23 “Éxito de la convocatoria”, El Demócrata (4 oct. 1919), p. 7. “Asociación
de Baseball”, El Demócrata (23 oct. 1919), p. 7. Don Gaspar, “Asociación de
Baseball del Distrito Federal”, El Demócrata (29 nov. 1919), p. 8. 24 Una de las primeras ligas organizadas fue la Liga Unión, en la que participaron los equipos Pachuca, Fabriles y Guerra y Marina. Little Ball, “El
campeonato nacional de baseball”, Excelsior (25 ene. 1920), p. 21. “Próxima
liga juvenil”, El Demócrata (12 feb. 1920), p. 11. 25 El problema era que muchos de los equipos asociados no eran “sociedades
deportivas serias y formalmente constituidas”, sino agrupaciones poco cohesionadas que solo se reunían los domingos para jugar. Don Facundo, “De
cómo se funda un club de baseball”, El Universal (8 dic. 1920), p. 11. 26 “La Asociación de Baseball”, El Demócrata (26 feb. 1922).
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1085
para pagar sus deudas.27 Sin embargo, el proyecto fracasó porque solo 17 equipos respondieron a la convocatoria. La poca
respuesta se atribuyó a la “idiosincrática apatía y falta de unión”
prevaleciente en el gremio beisbolista.28
El fracaso de la Liga de Primavera acentuó la crisis económica
de la Asociación de Béisbol y se rumoraba que el presidente,
Rosendo Arnaiz, renunciaría luego de cinco meses en el cargo.29
Pese a todos los problemas, la Asociación pudo sobrevivir a la
crisis inicial y mantenerse vigente el tiempo necesario hasta que
una nueva mesa directiva fuera nombrada y lograra saldar sus
deudas.30
La nueva dirigencia pudo hacerse de recursos gracias a que,
con motivo de la celebración del centenario de la consumación
de la independencia, el gobierno destinó dinero para organizar
27 “70 clubs de baseball jugarán en la Liga de Primavera”, El Demócrata (23
feb. 1920), p. 12. “Bases y reglamentos del campeonato de baseball primavera
1920”, El Demócrata (1o mar. 1920), p. 12. 28 La causa principal para que los equipos no respondieran al llamado de la
Asociación fue que no todos tenían la capacidad económica para depositar
la fianza de 20 pesos para los equipos de primera fuerza y cinco pesos para los
de cuarta. Ante la imposibilidad de reunir tal cantidad de dinero, la mayoría de
los equipos optó por no ingresar al campeonato y en su lugar concertar partidos
dominicales de apuesta. “Las ligas de la Asociación”, El Demócrata (22 mar.
1920), p. 9. “Por la Asociación de Baseball”, Excelsior (21 mar. 1920), p. 9. “Una
carta del señor R. Arnaíz”, Excelsior (5 abr. 1920), p. 7. “¿Habrá moralización
en el baseball con esta Asociación?”, El Demócrata (19 abr. 1920), p. 5. 29 La Asociación se mantuvo activa gracias a que algunos de sus socios pusieron dinero de su bolsa “para el sostenimiento de la referida Asociación…”.
“Por la Asociación se rumora que el presidente presentará su renuncia”, El
Demócrata (26 abr. 1920), p. 5. “Once juegos perdidos por forfeited”, El Demócrata (26 abr. 1920), p. 10. “La Asociación de Baseball del Distrito Federal”,
El Demócrata (20 sep. 1920), p. 9. Don Gaspar, “El año deportivo”, El Demócrata (3 ene. 1921), p. 5. 30 “Al margen del superávit”, El Demócrata (21 mar. 1921), p. 9. Don Gaspar,
“La Asociación de Baseball”, El Demócrata (17 ene. 1921), p. 9. “Nueva mesa
directiva de la Asociación”, El Demócrata (24 ene. 1921), p. 9. “Por la Asociación de Baseball”, El Universal (25 ene. 1921), p. 14.
1086 Miguel Esparza
una liga que se denominaría “Campeonato del Centenario”,
y luego de cubierta la renta de los campos y el salario de los
umpires, 30% del resto del producto de las entradas sería para
la Asociación.31
El Campeonato del Centenario fue un éxito deportivo y
financiero. En lo deportivo, el torneo alcanzó el éxito debido a
que fue sumamente disputado. En lo financiero, fue gracias a que
la Asociación se encargó de administrar la repartición del dinero,
que se pudo ejercer control sobre los equipos y mantenerlos
hasta el final del campeonato, aunque no sin controversias, pues
a varios equipos les pareció insuficiente la cantidad de dinero
que les correspondió, así que acusaron al señor Delfín Algara
(el nuevo presidente de la Asociación) de malos manejos, lo que
propició su renuncia al cargo.32
En esta primera etapa de la institucionalización del béisbol,
se observan los pasos iniciales para establecer un organismo
deportivo y construcción de las relaciones de poder a partir del
establecimiento de los primeros reglamentos del béisbol, con
los que se buscaba impartir la disciplina. Al respecto, Foucault
nos dice que las instituciones difunden en la sociedad diversos
mecanismos disciplinarios que permiten y facilitan el ejercicio
del poder.33 Dichos mecanismos crean relaciones de poder
entre los sujetos, a partir de conveniencias y coacciones cuya
31 “Don Gaspar, “El campeonato de este año”, El Demócrata (21 abr. 1921), p. 8. 32 Don Gaspar, “El campeonato de baseball”, El Demócrata (23 abr. 1921), p.
5. Don Gaspar, “Baseball campeonato del centenario”, El Demócrata (21 ago.
1921), p. 12. Don Gaspar, “El presidente de la Ad BB. D. F. quería renunciar”,
El Demócrata (18 mar. 1921), p. 8. Don Gaspar, “Nueva mesa directiva de la
Asociación de Baseball”, El Demócrata (9 jun. 1921), p. 5. 33 Foucault define como “disciplinas” a todos los métodos capaces de controlar las operaciones del cuerpo y que permiten garantizar la sujeción de sus
fuerzas para obtener una “relación de docilidad-utilidad”. Se logra “disciplinar” a los sujetos mediante la exposición recurrente a sistemas de reglas y
códigos de conducta que controlan los movimientos, actitudes, hábitos y ciclos
biológicos. Foucault, Vigilar, pp. 157-172.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1087
aceptación puede establecerse por medio de un contrato, pero
que por lo general se dan por afiliación voluntaria, ya que los
sujetos buscan obtener beneficios personales o grupales.34
En el caso del béisbol capitalino, los equipos optaron por
afiliarse a la Asociación y aceptaron respetar sus reglamentos
porque esperaban obtener de ella beneficios económicos que
por su cuenta no podrían conseguir. En efecto, detrás de los
discursos de mejorar la salud, fomentar la práctica deportiva y
mejorar la raza, subyacía principalmente el interés económico
de los equipos asociados.35
¡strike dos! la asociación de béisbol
y ernesto carmona, el caudillo deportivo36
Aunque el Campeonato del Centenario fue exitoso, la crisis
interna seguía latente, al grado que Delfín Algara optó por
34 Foucault considera a las disciplinas como un tipo de poder y como una
forma de ponerlo en práctica y las define como “un conjunto de instrumentos, de técnicas, de procedimientos…” que son utilizados por instituciones
“especializadas” (penitenciarias, escuelas, hospitales, clubes, federaciones)
con el objetivo de reforzar y reorganizar las relaciones de poder. Foucault,
Vigilar, pp. 248-256. 35 Según Foucault, las relaciones de poder tienen el objetivo de organizar las
fuerzas productivas mediante el sometimiento de los sujetos pues, ante todo,
se busca producir y establecer “sistemas económicos”. Foucault, Vigilar, pp.
158-165. Markula y Pringle, Foucault, pp. 37, 38. 36 Ernesto Carmona Verduzco, también conocido como el “marqués de San
Basilio”, nació en la ciudad de México el 27 de julio de 1896 y desde pequeño
se inició en el béisbol, en los llanos de La Teja, en un equipo llamado Esparta,
donde jugaba como primera base. A los 25 años de edad (1921) debutó como
mánager de la novena Williams, durante el Campeonato del Centenario. Además de mánager, Carmona también fue secretario de la Asociación de Aficionados de Béisbol del Distrito Federal y, tras la renuncia de Delfín Algara, fue
electo presidente, cargo que supo compaginar con su faceta de empresario, ya
que era dueño de una tienda de artículos deportivos. En 1925, junto con el cronista “Fray Nano”, fundó la Liga Mexicana de Béisbol, circuito beisbolero aún
vigente, y con Salvador Lutteroth al equipo Rojos del México (hoy “Diablos
1088 Miguel Esparza
renunciar al cargo recién contraído, haciendo necesario celebrar nuevas elecciones, en las que Gabriel Atristain fue elegido
presidente.37 Esta nueva mesa directiva tenía poco tiempo de
haber entrado en funciones cuando de improviso presentó su
renuncia en masa, denunciando una obstrucción a sus acciones
por parte de algunos equipos. Ante la imposibilidad de lograr
algún acuerdo decidieron retirarse.38
Así que, para el mes de julio, nuevamente se hizo la elección
de la mesa directiva, nombrando presidente al señor Ernesto
Carmona, el único que aceptó el cargo que, a decir de muchos,
producía gran cantidad de “disgustos y enemistades”.39 Con
Ernesto Carmona la Asociación de Béisbol comenzaría a consolidarse. En efecto, antes de Carmona, la Asociación funcionaba
como un directorio que facilitaba la concertación de partidos,
pero carecía de autoridad para hacer cumplir las reglas porque
los equipos eran los que controlaban las ligas y administraban
el dinero. Con Carmona la situación sería diferente, ya que la
Rojos del México”); murió el 6 de mayo de 1986. Slider, “Ernesto Carmona
V. El hombre de los mil puestos”, Toros y Deportes (15 sep. 1925), núm. 203,
p. 37. Tomás Morales, “Historia del béisbol en México”, https://escueladebeisbol.wordpress.com/historia-en-mexico/ Alfredo Marín, “1940… ¡Nacen los
Diablos Rojos en la lmb!”, El Vigía (22 mar. 2014), http://www.elvigia.net/
columnas/deportes/2014/3/22/1940-nacen-diablos-rojos-lmb-153638.html
Jesús Alberto Rubio, “Al bat: Ernesto Carmona, el gran rojo”, Infocajeme
(27 jul. 2009), http://www.infocajeme.com/deportes/2009/07/al-bat-ernestocarmona-el-gran-rojo/
37 Don Gaspar, “La renuncia de la directiva de la Asociación”, El Demócrata
(20 jun. 1921), p. 5. Don Gaspar, “Nueva mesa directiva de la Asociación de
Baseball”, El Demócrata (9 jun. 1921), p. 5. Gonzalo Arrondo, “El lío de la
Asociación de Baseball”, El Universal (20 jun. 1921), p. 6. 38 Little Ball, “Una Carta del Sr. presidente de la Asociación de Baseball”,
Excelsior (22 ago. 1921), p. 7. 39 Ernesto Carmona, “El asunto Justicia-Williams”, El Demócrata (22 ago.
1921), p. 11. Don Gaspar, “Ya tiene cabezas la Asociación”, El Demócrata (24
jul. 1921), p. 11. Susasus, “Asamblea en la Asociación de Baseball”, El Demócrata (24 jul. 1921), p. 2.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1089
Asociación comenzaría a controlar la organización de las ligas y
la administración de los recursos financieros, con lo cual comenzaría a tener mayor control del béisbol.40
Según Foucault, los individuos y los grupos dominantes, así
como las corporaciones y los gobiernos, no acceden a posiciones de control y dominio porque tienen poder, sino porque se
vuelven influyentes gracias al desarrollo de estrategias, leyes,
tácticas, discursos y rituales de legitimación que los ayudan a
alcanzar puestos jerárquicos en las relaciones de poder.41 En el
caso del béisbol capitalino, Ernesto Carmona logró hacerse del
control de este deporte gracias a que fue capaz de construir una
red clientelar en torno a su persona que le permitió manejar la
práctica beisbolera durante una década.
En primer término, Carmona supo gestionar y convencer a
algunas casas comerciales y jefes militares para que económicamente apoyaran a la Asociación, acordando que, a cambio
de una suma de dinero, la Asociación organizaría una liga
que llevaría el nombre del patrocinador, aunque las ligas y sus
recursos económicos serían enteramente administrados por la
Asociación, teniendo la facultad de sancionar y expulsar a los
equipos que no acataran sus reglamentos.42
40 El control de las ligas permitió que el béisbol organizado creciera, pues
más equipos tuvieron la oportunidad de jugar, ya que al contar con fondos
suficientes, se suprimió la fianza de depósito que en muchos casos impedía
que algunos equipos pudieran ingresar a las ligas, sobre todo a los equipos de
cuarta fuerza, los cuales “se desorganizaban por falta de medios para sostenerse”, pues incluso se les dificultaba comprar “la misma pelota necesaria para
el juego”. “Solamente una década de baseball”, El Universal Gráfico (2 abr.
1929), p. 12. “Convocatoria para un campeonato de aficionados”, El Demócrata (1o ago. 1921), p. 9. “El próximo campeonato de baseball primera fuerza
de aficionados”, El Universal (19 dic. 1921), p. 7. 41 Markula y Pringle, Foucault, p. 34. 42 La Casa Spaulding fue uno de los primeros comercios en patrocinar un campeonato de béisbol. Fray Kempis, “El próximo campeonato de los aficionados
al baseball”, El Universal (12 dic. 1921), p. 6.
1090 Miguel Esparza
Asimismo, con Carmona la Asociación de Béisbol expandió
su radio de acción, pues tenía el plan de organizar un campeonato con equipos foráneos, así que en 1922 convocó al llamado
“Campeonato de Baseball de Aficionados de la República
Mexicana”. Este torneo buscaba incluir equipos de todo el país,
pero principalmente de ciudades cercanas al D. F. (la sede del
torneo).43 Sin embargo, solo el Águila de Veracruz mostró
interés en participar en el campeonato, por lo que los organizadores modificaron las bases de la convocatoria para favorecer
su participación.44
El torneo iniciaría el 20 de marzo de 1922; sin embargo, antes
del inicio se supo que dicho campeonato no fue organizado
por la Asociación, sino por un particular, hecho que desató las
críticas hacia el presidente y propició discusiones en el gremio
beisbolero.45 Carmona, por su parte, hizo saber que la única forma en que se pudo organizar el campeonato fue por medio de un
tercero, ya que la Asociación carecía de fondos, por lo que entró
en negociaciones con el señor Guillermo Arias, un empresario
que ofreció facilitar el dinero necesario para la organización del
torneo a cambio de un porcentaje de las entradas.46
43 Fray Kempis, “Deportivo B y Ty Cobb”, El Universal (30 ene. 1922), p. 7.
“Nuestro campeonato”, El Demócrata (26 feb. 1922), p. 2. 44 En lugar de que el campeonato se disputara en su totalidad en el D. F., se
estipuló que cada domingo un equipo de la capital iría a Veracruz, mientras
que el equipo jarocho visitaría la ciudad de México una vez al mes. “Bases del
campeonato de baseball para aficionados”, Excelsior (30 ene. 1921), p. 6. “Bases
para el campeonato de baseball en la República mexicana”, El Universal (30
ene. 1921), p. 7. Fray Kempis, “Un campeonato nacional que será local”, El
Universal Gráfico (2 feb. 1922), p. 12. 45 Little Ball, “El domingo próximo empezará el campeonato de baseball de
la República”, Excelsior (13 mar. 1922), p. 6. “Por el champion de amateurs”,
El Universal (18 mar. 1922), p. 2. “El presidente de la Asociación de Baseball
hace declaraciones”, El Demócrata (14 feb. 1922), p. 4. 46 Little Ball, “Una carta del señor don Ernesto Carmona”, Excelsior (13 feb.
1922), p. 6. Fray Nano, “El campeonato de baseball de la República”, Excelsior
(17 abr. 1922), p. 2.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1091
Para “Fray Kempis”,47 el cronista de El Universal, no era
necesario asociarse con una empresa, pues el campeonato nacional no era tal, sino una simple serie entre equipos del D. F. y
Veracruz que se hubiera organizado con los fondos obtenidos
de los partidos disputados.48 “Fray Nano”49 (el otro cronista de
El Universal) señaló que si el campeonato contaba únicamente
con equipos de la capital y de Veracruz, fue porque “ningún
otro team de la República se juzgó competente para medir sus
fuerzas…”,50 por lo que le extrañaba la actitud de “Fray Kempis”, quien en lugar de apoyar el béisbol, lo obstruía sin razón.51
47 Fernando Campos, Fray Kempis, se inició en el periodismo deportivo en
1911 colaborando en la Gaceta de Guadalajara. En un principio, Fray Kempis se dedicó a escribir de los clubes de fútbol de Jalisco (Guadalajara, Colón,
Excélsior y Liceo); incluso, quiso ser futbolista. Sin embargo, debido a una
fractura en la clavícula, sus sueños en el deporte de las patadas terminaron
truncados. Posteriormente, se trasladó a la ciudad de México donde siguió
ejerciendo con mucho éxito su profesión de cronista deportivo, teniendo a su
cargo las secciones deportivas de El Universal, El Universal Gráfico y Toros y
Deportes. Fray Gorgonio, “Galería de cronistas deportivos”, Arte y Deportes
(15 ago. 1918), p. 5.
48 Fray Kempis, “Un campeonato nacional que será local”, El Universal Gráfico (2 feb. 1922), p. 13. 49 Alejandro Aguilar Reyes, Fray Nano, se inició como cronista deportivo en
El Universal; es uno de los fundadores de la Liga Mexicana de Béisbol y de la
Comisión de Box del D. F. Fue miembro de la Asociación de Cronistas Deportivos y en 1930 fundó el diario deportivo La Afición. Falleció el 2 de noviembre
de 1961. Sergio Luis Rosas, “Recuerdos del ayer”, El Siglo de Torreón (17
feb. 2016), https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1197995.recuerdosdel-ayer.html “Grandes plumas en 86 años de La Afición”, La Afición (25 dic.
2016), http://laaficion.milenio.com/86_anos-la_aficion-columnistas-mileniomiguel_herrera-fray_nano-angel_fernandez_0_872312797.html Víctor M. Peralta, “El legendario Fray Nano”, Conciencia Pública (20 jun. 2015), http://
concienciapublica.com.mx/opinion/fuera-de-serie-el-legendario-fray-nano/
50 “El campeonato mayor”, El Demócrata (12 mar. 1922), p. 2. Susasus, “El
campeonato de baseball de la República”, El Demócrata (26 mar. 1922), p. 2. 51 “Fray Nano nos da para su publicación esta carta”, El Demócrata (17 abr.
1922), p. 6.
1092 Miguel Esparza
“Fray Kempis” siguió con sus críticas al “campeonatito”,
como lo llamaba, y dio a entender que tanto Carmona como
“Fray Nano” eran unos oportunistas, porque a su juicio lo de
la empresa organizadora no era más que un chanchullo para
beneficiarse con el dinero de las entradas, pues al supuesto
empresario (señor Arias) no lo conocía nadie, a excepción de
Carmona y “Fray Nano”.52
También los equipos capitalinos que participarían en el campeonato protestaron ante el presidente de la Asociación “por las
condiciones en que se efectuó el contrato del Águila”, alegando
que el único equipo favorecido era la novena veracruzana, pues
se rumoró que los equipos capitalinos no iban a recibir ningún
centavo en los partidos que disputarían en el puerto jarocho, así
que los peloteros capitalinos amenazaron con no jugar, si no se
les aseguraba la paga en sus visitas a Veracruz.53
El campeonato constaría de 24 partidos, sin embargo, a la
mitad del torneo el Águila de Veracruz se negó rotundamente a
regresar a la ciudad de México, pues se sentía hostilizado por los
aficionados capitalinos, por esa razón propusieron que el resto
del campeonato se jugara en Veracruz, pero naturalmente, ninguno de los equipos de la capital estaba conforme “en ir a recibir
constantes flores (insultos) de los jarochos”, y a no llegarse a
un acuerdo, el campeonato se dio por terminado y se declaró
campeón al Águila.54
52 Don Gaspar, “Se desemboza Kempis”, El Demócrata (19 abr. 1922), p. 4.
Fray Kempis, “El Águila venció al Mexicano”, El Universal (10 abr. 1922), p. 6. 53 “Con intenso entusiasmo y ante numeroso concurso se inauguró el campeonato de la República de baseball”, El Demócrata (20 mar. 1922), p. 6. Don
Gaspar, “El campeonato nacional de baseball”, El Demócrata (9 abr. 1922),
p. 2.
54 “El campeonato nacional”, El Universal (16 mayo 1922), p. 2. Fray Kempis,
“El campeonato nacional”, El Universal (27 mayo 1922), p. 4. Fray Kempis,
“La enésima derrota de El Águila”, El Universal (10 ago. 1922), p. 5. Fray
Kempis, “La desplumada de un águila”, El Universal (1o mayo 1922), p. 3.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1093
En sus primeros años de existencia, la Asociación de Béisbol
del D. F. se vio envuelta en muchas dificultades, que en lugar de
resolverse mediante las reglas o de los acuerdos convenidos, trataban de solucionarse por medio de tácticas poco éticas y deshonestas (como el abandono de las ligas y el retiro de los partidos)
que ponían en riesgo la continuidad de las ligas y del propio
organismo, el cual todavía no contaba con la suficiente autoridad
para imponerse por completo a los equipos y a sus intereses.
La principal causa de conflicto y desunión del gremio beisbolero era el dinero. Para los beisbolistas, managers y equipos,
la Asociación era una fuente de ingresos, por esa razón estaban
afiliados a ella, ya que sus ligas y campeonatos eran muy redituables, porque además de las apuestas, obtenían un porcentaje
del dinero de las entradas; en cambio, en los llanos, solo tenían
oportunidad de ganar dinero con las apuestas, siempre y cuando
salieran triunfadores.
El problema es que todos los equipos buscaban ganar la
mayor cantidad de dinero posible que les permitiera cubrir sus
gastos; sin embargo, no siempre había una gran recaudación, así
que el dinero que le tocaba a cada equipo era insuficiente para
pagar los salarios de sus peloteros, pues un gran porcentaje de la
taquilla era para el municipio como impuestos.55 Por ejemplo, si
se recaudaban 600 pesos, 200 se destinaban a la renta del parque,
200 para el Ayuntamiento, 50 para los interventores y el resto
(150 pesos) se repartía entre los dos equipos; “ahí es donde
sudan y donde cambian de color los managers…” pues a cada
jugador le correspondían 7 pesos con 50 centavos por partido,
una cantidad estimada insuficiente para mantener un modo de
vida honrado y honesto.56
55 Fray Kempis, “El porqué del fracaso del béisbol en México”, El Universal
Gráfico (1o feb. 1922), p. 13. Don Gaspar, “El gobierno y los deportes”, El
Demócrata (16 abr. 1922), p. 2. 56 Al parecer, lo publicado en la prensa respecto al pago de impuestos no es
del todo correcto, pues según el decreto del 21 de octubre de 1922 publicado
1094 Miguel Esparza
La falta de un salario decoroso fue una de las causas que propiciaba que los peloteros saltaran de un equipo a otro, lo que a su
vez favorecía la desunión del gremio beisbolero y ponía en duda
la continuidad de la Asociación, la cual seguía vigente “gracias
a un raro capricho” de Ernesto Carmona, quien ponía de su
dinero para mantenerla funcionando y dedicaba mucho tiempo
para gestionar acuerdos con todos los equipos, con el fin de crear
consensos que permitieran solventar la problemática existente.57
La situación que padecía la Asociación de Béisbol desde 1919
y hasta 1922 fue problemática; sin embargo, de forma inesperada
y con un poco de suerte, el entorno fue cambiando a su favor,
pues gracias a la creciente urbanización de la ciudad, muchos
de los espacios y predios que habitualmente se utilizaban como
campos de béisbol se fueron perdiendo porque en ellos comenzaron a edificarse conjuntos habitacionales.58
Antes de 1922, en la ciudad de México existían gran cantidad de terrenos que cada domingo eran utilizados como parques de béisbol. En cada uno de estos campos se disputaban
por lo menos tres partidos y, por la gran demanda que tenían,
era necesario definir por sorteo qué equipos jugarían y en
en el Diario Oficial de la Federación, el impuesto de las diversiones públicas en
los juegos de pelota al aire libre, cuando fueran organizados por empresas
de especulación comercial, sería del 10% sobre el total del boletaje vendido.
Don Gaspar, “La vida del baseballista”, El Demócrata (21 mayo 1922), p. 2.
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, “Decreto reformando la tarifa de
impuestos sobre diversiones públicas”, Diario Oficial de la Federación (21 oct.
1922), pp. 676-678.
57 Susasus, “Nuestro gran baseball”, El Demócrata (6 abr. 1924), p. 2. Alejandro Aguilar Reyes, “Fray Nano se corta la coleta”, El Demócrata (8 oct.
1922), pp. 2, 5.
58 Foucault señala que el poder se ejerce en un espacio determinado. El domicilio del espacio representa el primer elemento disciplinario porque permite
controlar las actividades que en él se realizan al imponerles reglamentos y
horarios. Foucault, Seguridad, p. 27. Markula y Pringle, Foucault, p. 76.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1095
qué horarios.59 Sin embargo, a partir de 1922 muchos de estos
terrenos comenzaron a perderse porque fueron urbanizados o
porque sus dueños ya no permitieron que se jugara en ellos sin
el pago de una renta.60
Los pocos terrenos que aún quedaban disponibles estaban
cada vez más lejos de la ciudad, lo que significaba que no contaran con caminos transitables o con rutas de tranvía, imposibilitando la asistencia de los aficionados, lo que implicaba que los
equipos no lograran ganancias.61 Además, los terrenos no eran
del todo aptos para la práctica deportiva, sobre todo cuando
llovía, porque dichos campos quedaban convertidos en “muladares” donde por supuesto no se podía jugar.62
Pudiera pensarse que la pérdida de los espacios utilizados
para el béisbol fuera perjudicial para la institucionalización del
béisbol capitalino, pero, por el contrario, fue una situación que
Ernesto Carmona supo aprovechar para modificar a su favor
las relaciones de poder y finalmente controlar el béisbol de la
59 “El campeonato de los setenta”, El Demócrata (12 mar. 1920), p. 12. Don
Gaspar, “Nuestros terrenos para deporte”, El Demócrata (26 jun. 1921), p. 4. 60 Con tan pocos terrenos disponibles, se hizo común que los beisbolistas
tomaran posesión de un terreno “a la una o dos de la mañana…” para con ello
asegurar que sus equipos disputaran sus partidos. “Las construcciones en el
Paseo de la Reforma”, El Universal (6 ago. 1922), p. 1. “El domingo se acaba
el Unión”, El Demócrata (21 ago. 1923), p. 8. “Ahora sí el parque se acabó”, El
Demócrata (24 sep. 1923), p. 12. Soter, “La preparación de los grandes atletas”,
El Universal (25 ago. 1924), p. 3. 61 Según Xavier Pujadas y Carles Santacana, en España se suscitó una situación
muy similar, pues a principios del siglo xx, a raíz del crecimiento urbano, hubo
un aumento en los precios de compra y renta de los solares cercanos o dentro
de las ciudades. Con el aumento de precios varios clubes deportivos tuvieron
dificultades para comprar o seguir rentando el terreno donde celebraban sus
partidos, así que se hizo necesario cobrar la entrada a los partidos del club, a
fin de contar con recursos suficientes que les permitieran sufragar los gastos
de renta del terreno, operación del club y salarios de los jugadores. Pujadas,
Santacana, “Mercantilización”, pp. 147-167. 62 Don Gaspar, “Nuestros terrenos”, El Demócrata (26 jun. 1921), p. 4. Don
Gaspar, “Express venció al Causa”, El Demócrata (1o jul. 1922), p. 2.
1096 Miguel Esparza
capital, así que al saber que los principales parques de pelota
serían fraccionados, Carmona de inmediato buscó hacerse de
un espacio donde pudieran celebrarse los partidos organizados
por la Asociación del D. F.
Carmona entró en tratos con los dueños del Colegio Franco-Inglés para que le rentaran un terreno anexo que tenía la
extensión necesaria para construir un diamante de béisbol y
además, contaba con una ubicación accesible para el público
(calles pavimentadas y líneas de tranvías).63 Carmona arrendó
el predio por veinte años y con ello logró hacerse del control del
béisbol, porque al perderse los últimos espacios disponibles para
jugar, la única opción que quedaba era el parque de Carmona, así
que para poder jugar, los equipos forzosamente debían sujetarse
a las reglas y condiciones que Carmona les impusiera.64
El aseguramiento del parque Franco-Inglés fue una jugada
trascendental de Ernesto Carmona para lograr la consolidación
de la Asociación del D. F. como la máxima autoridad del béisbol
en la ciudad de México, aunque es pertinente señalar que todo
esto tuvo como móvil un interés personal por parte del señor
Carmona, pues la concesión del parque la obtuvo como dueño
de La Casa de los Deportistas (una tienda de artículos deportivos) y no como el presidente de la Asociación del D. F., así
que Carmona le prestaría el parque a la Asociación solo si se le
otorgaba un porcentaje de la taquilla a manera de renta.
Fue así como Carmona logró perpetuarse durante una década como presidente de la Asociación, y fue así también como
la Asociación del D. F. logró tener la estabilidad suficiente para
63 “Se aproxima la inauguración del parque de baseball San Rafael”, El Universal (13 feb. 1924), p. 7. Fray Nano, “Comentarios de Fray Nano”, El Universal
Gráfico (25 oct. 1929), pp. 16, 17. 64 Fray Nano, “Lo que serán nuestros tres parques”, El Universal (23 nov.
1923), p. 8. “Sr. Ernesto Carmona propietario del parque Franco-Inglés que
mañana será inaugurado dedicándose una parte de los productos pro-olimpiada”, El Universal (15 mar. 1924), p. 8.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1097
administrar y controlar al béisbol capitalino, porque en caso
de que algún equipo no estuviera de acuerdo con alguna de sus
disposiciones o que no cumpliera con algún compromiso, se le
impediría jugar y concertar partidos en sus campos. Esto fue
lo que sucedió con el México, novena que se dijo boicoteada
porque la Asociación no permitía que ningún equipo jugara
contra ellos debido a que este equipo también contaba con un
parque propio, aspecto que no era del agrado de Carmona,
quien esperaba que todos los equipos importantes disputaran
sus partidos en el parque Franco-Inglés, así que cuando el
México rechazó jugar en dicho parque, la Asociación ordenó a
sus equipos afiliados no enfrentarse al México, so pena de ser
desafiliados en caso de hacerlo.65
Carmona dijo en su defensa que no había tal boicot, sino
“una reciprocidad justificada”, es decir, si el México no deseaba jugar en otro campo, los otros equipos de igual forma no
querían disputar sus encuentros fuera de su parque habitual,
por la comodidad que representaba no tener que movilizarse a
otras áreas de la ciudad.66 Con el acaparamiento de parques y
terrenos los equipos se disciplinaron, pues las novenas que no
lo hicieron tuvieron que peregrinar de un lado a otro buscando
65 Fray Nano, “Lo que serán nuestros tres parques”, El Universal (23 nov.
1923), p. 8. Don Gaspar, “El domingo se inaugurará el Parque México”, El
Demócrata (24 ene. 1924), p. 4. “Una carta del secretario de la Asociación de
Baseball del Distrito Federal”, Excelsior (31 ene. 1924), p. 5. Jesús García, “Lo
del boicot contra el México BBC”, El Demócrata (31 ene. 1924), p. 7. 66 Carmona decía que tanto el México como los equipos de la Asociación del
D. F. salían perjudicados con esa postura de no jugar fuera de su campo, así que
propuso que se jugaran partidos a visita recíproca. Finalmente, el México se
desbandó porque su mánager, Delfín Algara, no tuvo los recursos suficientes
para mantenerlo activo. Ernesto Carmona, “Lo del boicot contra el México”,
El Demócrata (30 ene. 1924), p. 7. “Una carta de la Asociación de Baseball del
Distrito Federal”, El Universal (31 ene. 1924), p. 5. “El México BBC y el parque de Santa Julia”, El Demócrata (24 feb. 1924), p. 2. “Este mes se inaugura el
parque de Carmona”, El Universal (1o ene. 1924), p. 12. Fray Nano, “Lo que
serán nuestros tres parques”, El Universal (23 nov. 1923), p. 8.
1098 Miguel Esparza
un espacio donde jugar sus partidos. Por ejemplo, los equipos
Multicolor y Comintra, luego de mucho buscar, solicitaron al
señor Bixler disputar sus partidos en el lejano parque Anáhuac
en Valbuena.67
El control de los espacios deportivos debe considerarse como
una fase más del proceso de institucionalización del béisbol
capitalino, pues a partir de este momento el béisbol se vuelve
más estable, más organizado y se consolida como negocio. En
efecto, el control de los parques de pelota le permitió a la Asociación del D. F. ejercer mayor control de la práctica beisbolera,
aspecto que comenzó a reflejarse con el surgimiento de ligas más
organizadas, como la liga comercial-obrera y la liga militar.68
Con el surgimiento de las nuevas ligas, la Asociación del D. F.
tenía “trabajo a pasto” porque cada domingo se disputaban gran
cantidad de partidos en que veían acción equipos profesionales
de primera categoría, además de equipos infantiles y juveniles.69
En todos estos partidos se buscaba que imperaran la disciplina
y el apego a las reglas, sin embargo, por el amplio número de
encuentros no fue posible mantener el orden, así que surgieron
nuevas críticas hacia la dirigencia de la Asociación del D. F. por
67 “El Multicolor y el Comintra son los peregrinos errantes”, El Universal
(15 sep. 1924), p. 10.
68 La liga comercial-obrera se formó con la intención de fomentar el béisbol
entre los trabajadores de las empresas, fábricas y casas comerciales de la ciudad.
Esta liga fue patrocinada por la sastrería FAL del señor F. A. Luna y participaron los equipos Ciausa de Rogelio Azcárraga (importador de los autos),
El Buen Tono de la cigarrera del mismo nombre y el Excélsior de la fábrica
de zapatos de Carlos B. Zetina. También surgió la “liga militar” organizada
por “Don Gaspar”, el cronista de El Demócrata y donde jugaban las novenas
Fabriles, Tren de Ambulancia, Estado Mayor, Colegio Militar, Infantería y
Justicia. “Liga comercial-obrera”, El Demócrata (16 jul. 1922), p. 2. “La liga
obrero-comercial”, El Demócrata (3 ago. 1922), p. 11. “La liga organizada por
Don Gaspar fue un enorme éxito”, El Universal (22 mayo 1922), p. 3. “Trabajos de El Demócrata en pro de los deportes”, El Demócrata (30 jul. 1922), p. 2. 69 “Baseball”, El Universal (21 oct. 1922), p. 7. “Las ligas y los campeonatos
de baseball”, El Demócrata (8 oct. 1922), p. 2.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1099
parte de un grupo disidente (encabezado por Gabriel Atristain)
que, además, tachaba de ilegítimo a Ernesto Carmona.70
Carmona, por su parte, se defendió de las acusaciones diciendo que había sido reelecto por unanimidad en una junta realizada en noviembre de 1922 e hizo saber a sus críticos que si tenían
proyectos encaminados a mejorar el béisbol, los presentaran y
se postularan para asumir la presidencia de la Asociación, que
él (Carmona) gustoso les entregaría, pues “el puestecito más
que cargo era carga y muy pesada de verdad”.71 El problema
entre Carmona y la disidencia se enconó más cuando se supo
que Carmona pretendía imponer como su sucesor a “Fray
Nano”, buscando con ello disimular sus negocios.72
Diversas voces se oponían a que “Fray Nano” fuera el presidente, por ejemplo, “Don Gaspar” (el cronista de El Demócrata)
señaló que si esto sucedía todo estaría puesto para que la Asociación del D. F. siguiera al servicio de Carmona “y artículos por él
expendidos” porque, en su concepto, “Fray Nano” se prestaba
a estos chanchullos porque fue Carmona quien lo recomendó
para que ejerciera como cronista de El Universal, posición que
según el cronista “Susasus” utilizaba para calumniar, porque era
un personaje de poca moral.73
Aunque la Asociación del D. F. estuvo organizando más y
mejores ligas, persistía un exacerbado descontento por la forma
autoritaria en que Carmona manejaba los asuntos del béisbol,
70 Little Ball, “Una carta del señor Don Ernesto Carmona”, Excelsior (1o mar.
1923), p. 7.
71 Little Ball, “Una carta del señor Don Ernesto Carmona”, Excelsior (1o mar.
1923), p. 7.
72 Fray Nano, “La nueva directiva de la Asociación de Baseball”, El Universal
(2 dic. 1923), p. 12. “Elecciones de mesa directiva de la Assn. de Baseball”, El
Universal (26 nov. 1923), p. 4. 73 Don Gaspar, “Fray Nano y la temporada que se aproxima bussiness,
bussiness”, El Demócrata (6 dic. 1923), p. 13. Susasus, “Un pobre diablo”, El
Demócrata (16 dic. 1923), p. 2. Susasus, “Una vida ejemplar”, El Demócrata
(30 dic. 1923), p. 2.
1100 Miguel Esparza
principalmente los económicos. Dicho descontento provocó la
división del gremio beisbolero, ya que el grupo disidente optó
por separarse de la Asociación del D. F. y fundar un nuevo organismo.74 La disrupción de la disidencia fue una acción que abrió
una nueva fase del proceso de institucionalización del béisbol
capitalino y además modificó las relaciones de poder pues, por
una parte, otorgó autonomía al grupo disidente y, por otra, debilitó el control establecido por Ernesto Carmona.75
¡strike tres! carmona y la asociación del d. f.
vencen a la disidencia
Como a pesar de las protestas “Fray Nano” fue impuesto como
presidente, la oposición optó por abandonar la Asociación del
D. F. y formar una nueva asociación que en verdad trabajara en
pro del béisbol y que no fuera una mera pantalla para disimular
los negocios de Ernesto Carmona. Fue así como surgió la Asociación Mexicana de Aficionados de Béisbol (amab), un organismo que se encargaría de fomentar el béisbol amateur.76 Para
74 La pugna por controlar los asuntos deportivos y los recursos financieros de
una disciplina deportiva no fue caso exclusivo del béisbol, ya que en el fútbol
se suscitó una situación similar, pues los diversos grupos que se estuvieron
disputando su control se separaron y conformaron nuevos organismos deportivos y nuevas ligas luego de estar en desacuerdo por la administración de
los campos deportivos y la repartición del dinero de las entradas. Navarro,
Españoles, pp. 31-169. 75 Con la disrupción, ambas agrupaciones pugnarían por el control del béisbol
en igualdad de condiciones y buscarían ganarse la preferencia del público organizando más y mejores ligas y campeonatos. Por otra parte, según Foucault, en
las relaciones de poder no existe posición de exterioridad, por tanto, aunque las
dos asociaciones no tenían contacto directo y operaban por separado, la disputa por el control del béisbol seguiría estando vigente. Markula y Pringle,
Foucault, pp. 88-147. Foucault, “Sujeto”, p. 12. Foucault, Vigilar, p. 318. 76 En la mesa directiva de esta nueva asociación figuraban los señores Gabriel
Atristain, Enrique Mont y Alfredo B. Cuéllar. Don Gaspar, “La Asociación
Mexicana de Baseball quedó constituida”, El Demócrata (3 dic. 1923), p. 7.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1101
Carmona, la nueva asociación era totalmente ilegal, pues había
emanado de un “cuartelazo” que dividió aún más al gremio
beisbolero, ya que la separación desató “un odio mortal” entre
ambas asociaciones.77 En contraparte, Eduardo Rodríguez, presidente de la Asociación Mexicana (amab), dijo que la separación
se produjo porque un amplio grupo no estaba de acuerdo con
la forma autoritaria en que Carmona administraba el béisbol.78
Aunque las dos partes lo negaban, el trasfondo de todo este
asunto tenía un claro interés económico, pues ambas asociaciones (la del D. F. y la Mexicana) buscaban beneficiarse con el
dinero de la taquilla de los parques que regenteaban y además
establecieron, como parte de sus reglamentos, que se jugaría con
los artículos deportivos de sus casas comerciales patrocinadoras;
por ejemplo, la Asociación Mexicana estipuló que solo se podía
jugar con la pelota Spaulding, mientras que en la Asociación del
D. F. la pelota oficial era de una marca diferente que se vendía
en exclusiva en la tienda de Ernesto Carmona.
Pudiera pensarse que con el surgimiento de una nueva asociación el béisbol capitalino se vería afectado, sin embargo, esto
no fue así; por el contrario, la competencia entre los dos grupos
mejoró la organización de las ligas de béisbol, ya que cada una de
las asociaciones se enfocaría a un sector específico; la del D. F.,
administrada por Carmona, al béisbol profesional, mientras que
“Bases para el campeonato de baseball”, El Demócrata (21 abr. 1924), p. 5.
“Por la Asociación Mexicana de Aficionados de Baseball”, El Demócrata (28
ene. 1924), p. 7.
77 Según Ernesto Carmona, la división que dio origen a la Asociación Mexicana fue llevada a cabo por el interés que tenía la Casa Spaulding en participar en
el negocio del béisbol con la venta de artículos deportivos. Alejandro Echegaray, “Una carta del colega Alex”, El Universal (1o dic. 1923), p. 8. “Algo sobre
la Asociación de Baseball del D. F.”, El Universal (5 dic. 1923), p. 8. 78 “Rectificaciones al presidente de la Asociación de Baseball del Distrito Federal”, El Universal (24 dic. 1924), p. 6. Fray Nano, “¿Renunciará Atristain?”,
El Universal (19 dic. 1923), p. 8. “Atristain renunció a la presidencia de la
Asociación de Aficionados”, El Universal (8 ene. 1924), p. 8.
1102 Miguel Esparza
la Asociación Mexicana (amab) presidida por Eduardo Rodríguez, al béisbol amateur.
Así que en lugar de ser un factor en contra, la nueva asociación fue un elemento positivo para el desarrollo del béisbol
organizado, en primer lugar, porque cada asociación se encargaría de un tipo específico de béisbol (la Asociación del D. F.
al béisbol profesional, la Asociación Mexicana, al amateur). En
segundo término, ambas agrupaciones competían entre sí buscando organizar más y mejores ligas y, finalmente, la rivalidad
existente entre ambas asociaciones las llevó a competir en el plano deportivo, disputándose el título de campeón de la ciudad de
México, esto gracias al cronista “Guardameta” de El Universal,
quien tuvo la idea de organizar una serie de campeonato de tres
partidos entre los equipos campeones de ambas asociaciones,
muy a la usanza de las series mundiales de las ligas mayores
estadounidenses.79
El primer paso para llevar a cabo esta serie de campeonato
fue vencer el distanciamiento existente entre ambos grupos y
convencerlos de reunirse para discutir el proyecto y remitirlo
a sus respectivas mesas directivas para su análisis y eventual
aprobación. Una vez aprobado, se conformó el llamado Comité
Supremo, un tribunal de honor integrado por los presidentes de
las dos asociaciones (Carmona y Eduardo Rodríguez), además
del cronista “Fray Nano”, que se encargaría de resolver las
controversias suscitadas en los partidos, pero principalmente de
imponer la disciplina.80
Luego de acordados los términos, se anunció que “por primera vez en la historia del baseball en México…” se iba a efectuar
79 “A los managers de novenas de primera fuerza”, El Universal (23 feb. 1925),
p. 3. “El Guanajuato y el Multicolor disputarán el campeonato de primera
fuerza”, El Universal (4 mar. 1925), p. 5. 80 “El Guanajuato y el Multicolor lucharán por el campeonato de primera
fuerza del Distrito Federal”, El Demócrata (4 mar. 1925), p. 5. “Acercamiento
de las Assnas. de Baseball”, El Universal (9 mar. 1925), pp. 2, 4.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1103
una serie de campeonato donde jugarían dos novenas “pertenecientes a las dos asociaciones que existen en la capital”.81 Esta
serie disputada entre el Guanajuato y el Multicolor disiparía por
completo las dudas sobre cuál proyecto beisbolero era el mejor,
si los campeonatos profesionales de la Asociación del D. F. o los
amateurs de la Asociación Mexicana (amab).82 Finalmente, el
Guanajuato, de la Asociación del D. F., resultó vencedor al ganar
dos partidos consecutivos y, aunque se esperaba que la serie de
campeonato fuera más reñida y se definiera hasta el tercer partido, el éxito fue rotundo, así que se esperaba que en el futuro
ambas asociaciones trabajaran en conjunto en pro del béisbol y
organizaran más campeonatos de este tipo.83
Luego de la serie de campeonato, los presidentes de ambas
asociaciones se volvieron a reunir para organizar ya no una serie,
sino un campeonato con ocho equipos (cuatro de cada asociación), que se esperaba fuera un éxito total, tanto en lo deportivo
como en lo económico, pues la rivalidad existente entre ambos
grupos hacía pensar que los campeonatos serían disputados en
buena lid y sin posibilidad de arreglos o chanchullos.84
81 “Alianza 28 campeón de baseball de 2ª fuerza en el DF”, El Universal
(1o dic. 1924), p. 3. 82 El primer partido se jugó en el parque Franco-Inglés y, para darle mayor
relevancia, las dos asociaciones suspendieron todos los partidos de sus demás
campeonatos. “Habrá al fin campeón amateur de baseball”, El Demócrata (3 mar. 1925), p. 11. “Probablemente el domingo empieza a definirse el
campeonato pelotero”, El Demócrata (4 mar. 1925), p. 5. “El Guanajuato y
el Multicolor lucharán por el campeonato de primera fuerza del Distrito
Federal”, El Demócrata (4 mar. 1925), p. 5. “El C. presidente de la República
general Plutarco Elías Calles arrojó la primera bola del campeonato del D. F.”,
El Demócrata (9 mar. 1925), p. 6. 83 “El Guanajuato y el Multicolor lucharán por el campeonato de primera
fuerza del Distrito Federal”, El Demócrata (4 mar. 1925), p. 5. “El juego entre
el Guanajuato y el Multicolor”, El Demócrata (15 mar. 1925), p. 12. “El Guanajuato es el campeón de 1ª fuerza”, El Universal (16 mar. 1925), p. 3. 84 “El Nacional Agrario derrotó al Radio en rápido juego”, El Demócrata
(23 mar. 1925), p. 6.
1104 Miguel Esparza
Después de varias semanas de acalorados debates y polémicas, se aprobó uno de los proyectos presentados, así que se dio
paso a los preparativos del llamado “campeonato mixto”.85 Sin
embargo, tal y como había sucedido en otras ocasiones, la unión
entre los grupos pronto se vería interrumpida por asuntos extra
deportivos, ya que se corrió el rumor de que los umpires favorecerían con sus decisiones a algunos equipos. El conflicto ya no
pudo solventarse porque las acusaciones crearon un ambiente de
discordia total que provocó que el comité supremo renunciara y
el campeonato mixto finalmente se disolviera.86
El cierre abrupto del campeonato mixto tomó desprevenidas
a las dos asociaciones, las que como plan B implementaron la
celebración de “partidos sueltos” (partidos de apuesta) mientras
organizaban nuevas ligas.87 Fue el grupo disidente de la Asociación Mexicana (amab) el que primero reorganizó un nuevo campeonato que denominó Liga de Verano, pero este nuevo torneo
tampoco fructificó y terminó disolviéndose a las pocas semanas
de haber iniciado, por el eterno problema del constante cambio de peloteros.88
Mientras tanto, la Asociación del D. F., luego de atestiguar el
estrepitoso fracaso de la liga organizada por la asociación rival,
decidió tomar un poco más de tiempo para organizar lo que sería
85 “¿Se aproxima una nueva era en el baseball grande en la República?”, El
Universal (6 abr. 1925), p. 2. Don Gaspar, “El domingo empieza el campeonato
de baseball”, El Demócrata (15 abr. 1925), p. 5. “La inauguración del campeonato de baseball”, El Universal (20 abr. 1925), p. 2. Don Gaspar, “Se inauguró
el campeonato de baseball en el DF.”, El Demócrata (20 abr. 1925), pp. 6, 8. 86 “Baseball”, El Demócrata (8 jun. 1925), p. 3. Don Gaspar, “El campeonato
de baseball se desbarató”, El Demócrata (27 mayo 1925), p. 5. “El campeonato de aficionados de B. Ball”, El Universal (28 dic. 1925), p. 3. 87 “Serie eliminatoria en el Anáhuac”, El Universal (8 jun. 1925), p. 1. “Los
deportes para hoy”, El Demócrata (14 jun. 1925), p. 14. 88 Don Gaspar, “Asociación Mexicana de Aficionados de Baseball”, El Demócrata (20 mayo 1925), p. 7. “Asociación Mexicana de Aficionados de Baseball”,
El Universal (25 mayo 1925), p. 3. “Inauguración de la liga de baseball”, El
Universal (24 dic. 1928), p. 2.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1105
su nueva liga y que llevaría el nombre de Liga Mexicana. Hoy
en día, la Liga Mexicana es reconocida como el torneo donde
los equipos participantes se disputan el campeonato nacional
y también se considera que tiene mayor importancia que cualquier otra liga o asociación. Sin embargo, en 1925 era una liga
más y fue llamada así porque la asociación rival (la amab) se
había adelantado en denominar a su nuevo campeonato Liga
de Verano, como era habitual. Así que para evitar confusiones,
Ernesto Carmona decidió buscar un nuevo membrete para su
nueva liga, aceptando la sugerencia de “Fray Nano” de llamarla
Liga Mexicana.89
En los años veinte, la Liga Mexicana era un torneo de tantos,
pues carecía de la importancia que hoy ostenta. Sin embargo,
comenzó a destacar y a ganar notoriedad porque, a diferencia
de otras ligas que con dificultad lograban concluir siquiera una
temporada, la Liga Mexicana consiguió mantenerse vigente
gracias a que fue uno de los torneos mejor organizados y más
reñidos.90
En efecto la Liga Mexicana sobrepasó por mucho las expectativas de sus organizadores, pues fue el torneo más disputado y
más concurrido de la década de 1920, permitiendo que Carmona
y la Asociación del D. F. se consolidaran como los legítimos
89 “Bases para las ligas que jugaran en verano”, El Universal (8 jun. 1925),
p. 1. “Existe gran entusiasmo por las ligas de verano”, El Universal (15 jun.
1925), p. 1. Alex, “Necesitamos otra liga de baseball”, Toros y Deportes (16
nov. 1925), p. 41.
90 En el primer torneo de la Liga Mexicana participaron el Guanajuato, el México, el Agraria, el Nacional y el Regimiento 74. “San Luis y México empatados
en la liga mexicana”, El Universal Gráfico (5 oct. 1925), pp. 8, 9. “Comenzará
la liga mexicana de baseball el domingo”, El Universal Gráfico (10 abr. 1929),
p. 12. “Programa deportivo”, El Universal (28 jun. 1925), p. 5. Fray Nano, “De
la discusión nacen los pleitos”, Toros y Deportes (15 sep. 1925), p. 28. “Asociación de Baseball del Distrito Federal”, El Demócrata (3 ene. 1926), p. 16. “Fray
Nano”, “Buen juego mejores pleitos”, Toros y Deportes (18 ago. 1925), p. 23.
“Final en bronca”, Toros y Deportes (6 oct. 1925), p. 28.
1106 Miguel Esparza
representantes del béisbol, no solo en la capital, sino también
a nivel nacional, pues de manera paulatina fue extendiendo su
radio de acción hacia otras ciudades del país y con ello logró
vencer al grupo disidente de la Asociación Mexicana (amab), la
cual, al carecer de ligas organizadas y competitivas, fue perdiendo presencia entre los aficionados y los beisbolistas, quienes prefirieron concurrir a los partidos de la Liga Mexicana y afiliarse
a la Asociación del D. F.91
Al contar con el apoyo de la prensa, de los practicantes y de
los aficionado al béisbol, Carmona y la Asociación del D. F.
finalmente pudieron imponerse al grupo disidente, el cual, aunque se mantuvo vigente, ya no pudo seguir en la pugna por el
control del béisbol (ni en lo deportivo ni en lo administrativo),
porque al carecer de una liga o campeonato que fuera igual de
competitivo que la Liga Mexicana, fue perdiendo la preferencia del público, ya que sus ligas fueron consideradas como de
segunda categoría, por ser poco atractivas, poco competitivas y
bastante desorganizadas.
El declive de la disidencia y de la Asociación Mexicana
(amab) abrió la puerta para que la Asociación del D. F. se
apoderara del control total de las relaciones de poder y del
béisbol capitalino, pues al no existir un grupo opositor que
hiciera contrapeso a las disposiciones y reglas establecidas por
Carmona y la Asociación del D. F., el béisbol quedó a merced
de sus determinaciones. Esto se pone de manifiesto a partir del
año 1926, con la implementación de una serie de reformas que,
según se dijo, tenían el único fin de mejorar al béisbol, aunque
91 A partir de 1926, la Liga Mexicana incluyó en sus campeonatos a equipos de
ciudades vecinas (como Pachuca), lo que significó el rompimiento de la insularidad local y el inicio de los campeonatos nacionales. “El Agricultura jugará
el domingo contra los gendarmes”, El Universal Gráfico (26 ago. 1926), p. 8.
“El Cardenales continúa a la cabeza de la liga mexicana”, El Universal Gráfico
(13 jun. 1930), p. 16.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1107
el verdadero objetivo era ejercer mayor control y disciplina
en el gremio beisbolero.92
Por ejemplo, reiteradamente se estuvo diciendo que con el fin
de mejorar al béisbol, se implementarían una serie de medidas
que tenían por objeto formar más peloteros mexicanos, porque
hasta ese momento, el béisbol nacional dependía en gran medida de los peloteros extranjeros y para evitar que esta situación
siguiera vigente, la Asociación del D. F., consideró pertinente
dar un giro de 360 grados y cambiar el formato de sus ligas
(de profesional a amateur) porque a su juicio el béisbol mexicano nunca iba a prosperar mientras los peloteros mexicanos
no tuvieran la oportunidad de desarrollar sus cualidades.93
Muchos equipos capitalinos tenían varios peloteros mexicanos en sus filas pero, por lo general, estaban relegados a la
banca, aspecto que iba en detrimento del desarrollo del béisbol
nacional, ya que si los novatos mexicanos no tenían la oportunidad de jugar, en todo momento se tendría que importar
beisbolistas extranjeros de experiencia.94 La dependencia que se
tenía de los peloteros extranjeros, hacía que los equipos tuvieran
“cimientos de arena”, porque estaban sujetos a los caprichos de
los beisbolistas foráneos, por ejemplo, el “México” no pudo
ganar el campeonato de 1925, porque los cubanos Castillo y
Ramírez desertaron cuando sus servicios eran más necesarios.
Así que para evitar que la Liga Mexicana desapareciera a causa del comportamiento “inmoral” e inestable de los peloteros
extranjeros, Ernesto Carmona juzgó conveniente convertirla en
un torneo amateur, donde únicamente participarían peloteros
92 Don Gonzalo, “Fue un éxito la inauguración de la liga mexicana de baseball
1926”, El Universal Gráfico (22 mar. 1926), p. 8. 93 Fray Nano, “La liga mexicana de béisbol dará comienzo el domingo 4 de
mayo”, El Universal Gráfico (23 abr. 1930), p. 12. 94 “El Sindicato ha desaparecido como se necesita un equipo estable en el
baseball”, El Universal Gráfico (18 dic. 1928), p. 10. “Comentarios de Fray
Nano”, El Universal Gráfico (10 jul. 1930), pp. 16, 17.
1108 Miguel Esparza
mexicanos.95 Para que esto fuera posible, fue necesario hacer
una efectiva clasificación de los beisbolistas, pues no se sabía
con exactitud quién era amateur y quién profesional, ya que el
criterio para determinar el estatus de los peloteros, lo establecían
los managers, quienes se reunían antes del inicio de un campeonato para determinar mediante votación si los jugadores que
presentaba cada equipo eran aceptados o no por el resto de las
novenas participantes.96
En teoría, con la clasificación de los beisbolistas los equipos
de la Asociación del D. F. ya no podrían alinear peloteros profesionales; sin embargo, los beisbolistas profesionales se hacían
pasar por amateurs para seguir jugando, lo que a su vez propiciaba que persistiera el problema del revolvedero, ya que siguió
siendo constante que los peloteros cambiaran de novena luego
de recibir una mejor oferta financiera.
El problema del revolvedero seguía vigente porque los equipos de primera fuerza no formaban a sus peloteros, pues en
esa época se carecía de las llamadas fuerzas inferiores, es decir,
no tenían equipos filiales en ligas de menor categoría donde
los peloteros novatos se formaran y adquirieran experiencia,
para posteriormente ingresar al primer equipo, porque todo
este proceso requería una inversión de tiempo y dinero que
nadie estaba dispuesto a llevar a cabo, así que recurrían a lo más
simple: apropiarse de los mejores peloteros de otros equipos
haciéndoles grandes ofrecimientos económicos.97
95 “Se forma el Cardenales de México”, El Universal Gráfico (3 abr. 1929),
p. 12. Fray Nano, “La liga mexicana de baseball dará comienzo el domingo 4
de Mayo”, El Universal Gráfico (23 abr. 1930), p. 12. 96 En ocasiones un pelotero pudo no ser admitido en alguna liga porque se
determinó que era profesional, pero en otras ocasiones ese mismo beisbolista
se consideraba como amateur, esto porque los mánagers valoraban a los peloteros contrarios como profesionales y a los propios como amateurs. “¿Quiénes
son los profesionales?”, El Demócrata (26 feb. 1922), p. 2. 97 “Acercamiento de las Assnas., de Baseball”, El Universal (9 mar. 1925),
pp. 2, 4.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1109
Esta práctica no solo debilitaba a los equipos sino a las ligas,
porque luego de que un equipo perdía a sus mejores peloteros,
inmediatamente abandonaba el campeonato, situación que
obligaba a realizar una serie de ajustes para que la competencia
continuara pero, además, cuando de antemano se sabía que un
equipo era más fuerte que los otros, el público dejaba de asistir
a los partidos porque el campeonato perdía interés, aspecto que
repercutía notablemente en la recaudación de la taquilla.
Así que, tratando de solucionar el problema del revolvedero
de una vez por todas, la Asociación del D. F. implementó el llamado “pacto de honor”, una regulación que establecía que todos
los peloteros firmarían un contrato con sus equipos que tendría
la duración de tres años, plazo en que los peloteros no podrían
cambiar de equipo.98 También se consideró pertinente que los
peloteros novatos fueran incluidos en la Liga Mexicana y para
ello se determinó unificar a todas las categorías del béisbol de
la ciudad.99
Es decir, se consideró pertinente vincular a todas las ligas
entre sí y con la Liga Mexicana, así que se estipuló que el equipo
campeón de cada una de las ligas inferiores tendría el derecho de
ascender a la categoría superior inmediata y de esta manera el
98 Knock Out, “Acuerdos últimos de la liga mexicana de baseball”, El Universal Gráfico (28 ene. 1927), p. 8. “Las leyes de la opción y el cambio fueron
reglamentadas”, El Universal Gráfico (10 ene. 1929), p. 10. “Importante junta
de la liga mexicana de baseball”, El Universal Gráfico (15 mar. 1929), p. 12. 99 En 1928, la Asociación del D. F. administraba un total de diez ligas que
abarcaban todas las categorías siendo la más importante la Liga Mexicana, seguida de la Liga Nacional (AA, 1ª fuerza), la Federal (A 1ª fuerza), la Anáhuac
(B 2ª fuerza), la México (B 2ª fuerza), la Atlética (C 3ª fuerza), la Del Valle de
México (D 4ª fuerza), la Deportiva (D 4ª fuerza), la Central (E 5ª fuerza), y la
Liga Juvenil. Al ponerse en funcionamiento el sistema de ligas unificadas,
la Asociación de Béisbol del DF cambió su denominación por el de Federación
Mexicana de Béisbol. “De interés para los que se dedican al béisbol”, Excelsior
(23 abr. 1928), p. 2. Fray Nano, “El equipo de estrellas de baseball”, El Universal Gráfico (12 mar. 1929), p. 12. Fray Nano, “Comentarios de Fray Nano”, El
Universal Gráfico (24 dic. 1929), pp. 16, 18.
1110 Miguel Esparza
béisbol estaría “hermanado” y funcionaría como un semillero
de peloteros, porque este sistema unificado permitiría que los
peloteros novatos desarrollaran sus cualidades desde la categoría
infantil y hasta la primera fuerza, tal y como aconteció con el
Azcapotzalco, equipo que accedió a la Liga Mexicana luego de
proclamarse campeón de la Liga Nacional, un torneo inferior.100
Para que las ligas unificadas se consolidaran fue necesario formar más y mejores beisbolistas mexicanos, y la forma de lograr
este objetivo fue limitar la importación de peloteros extranjeros.
Mientras que en 1916 se pensó que solo trayendo peloteros
cubanos se podría mejorar al béisbol mexicano, una década
después se consideró que los extranjeros eran un impedimento
para su crecimiento porque limitaban la participación de los
peloteros mexicanos y corrompían al gremio beisbolero, pues
solo venían a México a ganar dinero y para obtenerlo recurrían
a prácticas poco honorables, como firmar varios contratos a la
vez y “saltar” de equipo (abandonarlo) cuando se les presentaba
una mejor oferta económica.101
“Fray Nano” culpaba a los cubanos de implantar la costumbre de saltar de equipo cuando se les ofrecían mejores prebendas
porque el único fin que tenían era ganar dinero haciendo como
que jugaban, ya que la mayoría de los peloteros cubanos que
venían a México no eran de los mejores de Cuba, pues provenían de novenas “playeras” (el equivalente de las llaneras en
México).102 De igual forma, “Susasus” señalaba que los cubanos
que jugaban en México eran el “desperdicio” de novenas como
100 “Azcapotzalco tendrá otra prueba con el Chiclets”, El Universal Gráfico
(4 ene. 1929), p. 10. “El siete de Abril comenzará la liga nacional de baseball”,
El Universal Gráfico (28 mar. 1929), p. 12. 101 “Cómo fue que el Agricultura vengó en el Ocampo la derrota del Artillería”, El Universal Gráfico (13 jul. 1926), p. 8. 102 Fray Nano, “Comentarios de Fray Nano”, El Universal Gráfico (18 nov.
1929), pp. 16, 18. Fray Nano, “Comentarios de Fray Nano”, El Universal
Gráfico (5 dic. 1930), p. 16.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1111
el Piratas o el Naviera porque ya estaban en decadencia, pero
eran reclutados por un manager tramposo que los traía a México
como estrellas y al tiempo los abandonaba.103
Luego de ser abandonados, estos peloteros debían buscar
la forma de ganarse la vida, y gracias a las “indecentes agrupaciones basebollísticas” muchos peloteros cubanos sentaron
sus reales en el país y se sintieron merecedores de todo tipo de
prerrogativas, incluso se estimaban “insustituibles y únicos”.
Con esta idea en mente, los peloteros cubanos veían al beisbolista mexicano como un enemigo que, en caso de destacarse, podía
opacarlos y “quitarles la comida”, así que hacían todo lo posible
por obstaculizarlos.104
Independientemente de si era verdad o no lo que se decía
de los peloteros cubanos, la realidad era que se buscaba ejercer mayor control sobre el béisbol y la forma de lograrlo era
excluyendo a los equipos y peloteros que más problemas provocaban.105 Desde que surgió la Liga Mexicana, recurrentemente estuvieron participando en sus torneos algunos equipos
conocidos como “trabucos”. Éstos eran patrocinados por algún
militar (como el Bravo Izquierdo)106 o por alguna secretaría de
Estado (como el Gendarmería de a Pie)107 y concentraban a los
mejores jugadores radicados en México, aunque esto implicaba
tener que arrebatárselos a otros equipos.
103 Susasus, “Nuestro gran baseball”, El Demócrata (6 abr. 1924), p. 2. 104 Susasus, “Nuestro gran baseball”, El Demócrata (6 abr. 1924), p. 2. 105 Aunque en repetidas ocasiones se dijo que los peloteros cubanos serían
excluidos de la Liga Mexicana, éstos siguieron siendo parte del circuito beisbolero. Nano, “Equipo de béisbol que debe ir a Cuba”, El Universal Gráfico
(31 ene. 1930), p. 16.
106 El Bravo Izquierdo fue un equipo de cubanos sostenido por el gobernador
de Puebla, Donato Bravo Izquierdo. Knock Out, “Bravo Izquierdo en su
campo derrotó al Chiclets Adams”, El Universal Gráfico (14 jun. 1928), p. 8. 107 El Gendarmería de a Pie lo formó por el general Antonio Gómez Velazco
con peloteros mexicanos y cubanos. “Presentación de la novena de la gendarmería”, El Universal (11 ene. 1926), p. 2.
1112 Miguel Esparza
Según la Asociación del D. F., los equipos trabucos representaban un grave problema para el béisbol nacional porque se
formaban tomando peloteros de otros equipos, aspecto que
debilitaba a las demás novenas, principalmente a las que no tenían
patrocinador, pues al no contar los suficientes recursos con los
cuales retener a su plantilla, tarde o temprano perdían a sus mejores peloteros y en esta condición desertaban del torneo.108
Además de sembrar la discordia y de desorganizar los torneos, los equipos trabucos tenían una duración incierta porque
al depender de la ayuda de un mecenas, cuando ésta faltaba,
automáticamente el equipo se disolvía y en esa época era muy
común que esto ocurriera, pues repentinamente se daba una
movilización militar, el cese de un ministro o simplemente el
patrocinador se aburría y daba de baja al equipo, lo que propiciaba que los peloteros buscaran una nueva novena que les
pagara por jugar y así el ciclo se repetía.109
Por ejemplo, el equipo Regimiento 74, a pesar de ganar el
primer campeonato de la Liga Mexicana en 1925, se quedó sin
patrocinador y tuvo que buscar un nuevo sostén, porque su
mecenas, el general Zarzosa, se aburrió y se retiró del béisbol.110
En ese mismo sentido, el Policía de México se proclamó campeón de la Liga Mexicana en 1928 porque de manera intempestiva tres peloteros cubanos (Catalá, Agapito y Aquilino)
108 Fray Nano, “Comentarios de Fray Nano”, El Universal Gráfico (25 oct.
1929), pp. 16, 17. “La liga mexicana de béisbol dará comienzo el domingo 4 de
Mayo”, El Universal Gráfico (23 abr. 1930), p. 12. 109 “El sindicato ha desaparecido como se necesita un equipo estable en el
baseball”, El Universal Gráfico (18 dic. 1928), p. 10. Fray Nano, “Por qué no
se admitirá a los equipos militares en la Federación beisbolera”, El Universal
Gráfico (18 ene. 1929), p. 10. “El Caso de las novenas ministeriales y militares
en la Federación”, El Universal Gráfico (23 ene. 1929), p. 10. 110 Knock Out, “El domingo hará su presentación la novena San Luis”, El
Universal Gráfico (17 sep. 1925), p. 9. “Un buen juego del S. Luis y una victoria”, El Universal (21 sep. 1925), p. 1.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1113
desertaron del Bravo Izquierdo, ya que recibieron una oferta
económica que no pudieron despreciar.111
Así que las medidas llevadas a cabo por la Asociación del
D. F. buscaban limitar la participación de los equipos trabucos
y de los peloteros extranjeros para con ello reformar la estructura administrativa del béisbol que, por una parte, le permitiera
dominar las relaciones de poder, así como ejercer mayor control
de los equipos de béisbol y, por otra, mejorar la organización de
las ligas y establecer un sistema de formación de peloteros
mexicanos. Fue así como la Federación Mexicana de Béisbol
(antes Asociación del D. F.), logró imponerse a todas las demás
instituciones beisboleras y se posicionó como la única y legítima representante de este deporte, tanto en la ciudad de México
como en el resto del país.
conclusiones
De forma general, la obra de Michel Foucault se caracteriza por
analizar cómo funciona el ejercicio del poder.112 Según Foucault, desde 1840 se observa una transformación de los sistemas
punitivos al sustituirse los castigos corporales por la suspensión
de derechos. Esta nueva forma de sometimiento corporal, que
Foucault denomina panóptico, es menos severa pero más vigilante, porque el control de los sujetos dejó de ser violento y se
volvió más tenue, multiforme e impersonal, ya que por medio
de las instituciones públicas y privadas se difundieron en la
sociedad múltiples mecanismos disciplinarios que han facilitado
el ejercicio del poder y han permitido mantener en operación la
lógica económica.113
111 “Veneno”, “Policía de México ganó su juego al Bravo Izquierdo”, El Universal Gráfico (1o oct. 1928), p. 10. “Policía de México ganó al Bravo Izquierdo
con score de 6 a 0”, El Universal Gráfico (9 oct. 1928), p. 8. 112 Markula y Pringle, Foucault, p. 41. 113 Foucault, Vigilar, pp. 33-242. Markula y Pringle, Foucault, pp. 39-43.
1114 Miguel Esparza
En efecto, el panoptismo es una política corporal cuyo fin
principal es moldear y disciplinar a los individuos hasta convertirlos en sujetos económicamente útiles y políticamente dóciles,
regulando los ritmos de la población por medio de diversas
instituciones como escuelas, cárceles, hospitales, fábricas, gimnasios, clubes, asociaciones y federaciones deportivas que se
encargan de controlar el espacio, manipular el tiempo y difundir
leyes y normas, así como ejercicios sistemáticos y repetitivos.114
Considerando que los mecanismos disciplinarios que permiten el ejercicio del poder se han diseminado y operan en todas las
esferas de la sociedad, algunos académicos (como Hargreaves,
Heikkala, Cole, Hanson y Markula) se han abocado a examinar
principalmente cómo se construyen y funcionan las relaciones
de poder dentro del deporte y cómo las instituciones deportivas fabrican cuerpos útiles y dóciles para la economía y para el
poder político.115
En ese mismo sentido, la institucionalización del béisbol
capitalino durante la década de 1920 fue un proceso en el que
se observa el ajuste de los fenómenos de la población a favor de
la economía, porque las acciones empleadas para conservar o
transformar el ejercicio del poder tenían la intención de organizar las fuerzas productivas mediante el sometimiento de los
sujetos a un orden institucional (al de la Asociación de Béisbol
del D. F.) que derivara en el desarrollo de un sistema económico
y deportivo estable.
En el proceso de institucionalización del béisbol capitalino
se observa cómo los grupos que se disputaban el control de este
deporte implementaron una serie de tácticas y estrategias con
el fin de organizar, fomentar, desarrollar y controlar la práctica beisbolera bajo la dirigencia y respaldo de una institución
114 Markula y Pringle, Foucault, pp. 41-44. 115 Markula y Pringle, Foucault, pp. 44-74.
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1115
deportiva y con ello crear y mantener un negocio redituable. En
un principio, los interesados en cultivar la práctica del béisbol
se reunieron para conformar un “centro de información” que
les facilitara la concertación y organización de partidos, ligas y
campeonatos, pues mientras el gremio beisbolero se mantuviera
disgregado, el béisbol no lograría prosperar, ni como deporte
ni como negocio. A partir de este momento surge una pugna
por el control del béisbol entre los dirigentes de ese primer
organismo y los equipos de béisbol, siendo la principal causa
de conflicto la repartición del dinero recaudado en la taquilla.
En sus primeros años, la Asociación del D. F. padeció varias
crisis financieras que estuvieron a punto de hacerla desaparecer,
ya que el dominio de las relaciones de poder estaba de parte de
los equipos de béisbol, pues eran quienes controlaban la organización de las ligas y administraban el dinero recaudado. Fue
a partir de que Ernesto Carmona asumió la presidencia de la
Asociación del D. F. cuando la situación comenzó a revertirse,
al lograr que la Asociación organizara las ligas y administrara
el dinero recaudado al construir una red clientelar en torno a
su persona.
Carmona logró obtener recursos de militares y empresas
para organizar ligas y campeonatos. Posteriormente, aseguró
(como empresario) un parque de pelota donde solo jugarían
los equipos que acataran sus disposiciones. Con el dominio del
espacio deportivo, Carmona y la Asociación del D. F. tomaron
el control del béisbol y de las relaciones de poder. Sin embargo,
un grupo disidente no estuvo de acuerdo con la forma autoritaria como Carmona manejaba los asuntos del béisbol, por lo
que decidió separarse y formar una nueva asociación de béisbol
(la amab).
La disrupción del grupo disidente fue una estrategia que
equilibró las relaciones de poder y la pugna por el béisbol,
porque debilitó el poder de Carmona y llevó a los dos grupos
a disputarse el control de este deporte en el ámbito deportivo.
1116 Miguel Esparza
Ambos grupos compitieron por organizar más y mejores ligas
de béisbol, incluso, en algún momento organizaron en conjunto
una serie de campeonato; sin embargo, las eternas rencillas (la
repartición del dinero y el control del béisbol) siguieron siendo
causa de división.
Luego de fracasar el intento de unificación, las dos asociaciones retomaron la rivalidad y buscaron cada una por su cuenta,
controlar el béisbol. Fue la Asociación del D. F. la que finalmente se impuso como la institución dominante, gracias a que
su liga principal (la Liga Mexicana) logró destacarse como uno
de los mejores torneos de béisbol, tanto en lo deportivo como
en lo económico, lo que, en última instancia, le permitió ganarse
el apoyo de la prensa y el favor del público.
Al contar con el apoyo de la prensa y la preferencia del
público, la Asociación del D. F. se posicionó como la única y
legítima representante del béisbol en la ciudad de México, ya que
su rival, la Asociación Mexicana (amab), fue catalogada como
un organismo de segunda categoría porque la opinión pública
consideraba que sus campeonatos eran poco competitivos y
muy desorganizados. Finalmente, al ya no tener competencia,
la Asociación del D. F. continuó implementando más y nuevas
reformas, con la finalidad de asegurar el control del béisbol y
mejorar la organización de las ligas.
La Asociación del D. F. consideró conveniente convertir la
Liga Mexicana en un torneo amateur. Esta medida obligó a los
equipos a limitar la participación de los peloteros profesionales
y extranjeros, a los cuales se les consideraba perniciosos para el
desarrollo del béisbol nacional, porque impedían la inclusión de
los novatos mexicanos y saltaban de un equipo a otro cuando
se les presentaban mejores ofertas económicas, aspecto que
desorganizaba las ligas y sembraba la discordia en el gremio
beisbolero. Aunque en el discurso se mencionaba que el objetivo principal era mejorar al béisbol para hacerlo progresar, el
verdadero interés era ejercer mayor control de las relaciones de
LA PUGNA POR EL DIAMANTE 1117
poder, porque esto permitía tener el control total del béisbol y
por supuesto del dinero.
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