martes, 15 de septiembre de 2020

UN MILLONARIO MEXICANO CASI EXCEPCIONAL

 



TERCER CAPÍTULO

 

“UN CABALLO DE TROYA, APELLIDADO PASQUEL”

 

Por Cesáreo Suárez Naranjo.

 

(“JORGE PASQUEL had been the man to see in Mexico City since long before 1946. “SURE, YOU COULD SAY I’M A DICTATOR”, he told Time, “WHATEVER I ORDER IS DONE”, traducción más adelante).

 

Amigo lector: A punto estuve de “perder el rumbo” en estos comentarios, dado que al concluir el capítulo anterior, anuncié que comenzaría el presente entrando “de lleno” a lo que considero el “punto de despegue” (y que por ello viene a ser “medular”) de los objetivos del magnate veracruzano para iniciarse de lleno en el beisbol. 

 

Esto es, sin duda alguna, “el caballazo” que les dieron – él y Fray Nano (quién, la verdad, únicamente actuó “como peón”) - a los dueños de los equipos de la Liga Mexicana a fines de 1939 para echar, fuera del circuito, a quienes no estuvieran de acuerdo con sus planes (¡ambiciosos, sin duda alguna!, pero sin ninguna clemencia para los que se oponían a su voluntad). Como lo dijese uno de sus biógrafos (que pudo haber sido su cuñado Teódulo Manuel Agundis): “era implacable con sus adversarios”. 

 

Ello – podemos “suponer” (aunque, con las “suposiciones”, nunca va uno lo bien que se quisiera) - se pudo haber fraguado, como un plan “maquiavélico” a fines de 1939 (sino es que mucho antes),  no cabiendo duda alguna, que este personaje "entró a bayoneta calada" para apoderarse de la Liga Mexicana (con la “ayudadita” mencionada), y tomar el control absoluto.

 


Pero me encontré con que había algunos “cabos sueltos” en lo expuesto en las dos partes anteriores. Así que, para no dejar nada en "el tintero" es más que necesario que mencione que existe otro libro que trata más directamente sobre "los haceres, quehaceres y deshaceres" de Jorge Pasquel, y ese es el titulado "The Veracruz Blues" (los Azules del Veracruz), escrito por Mark Winegardner (NOTA: Este libro estuvo “en mis manos”, y debo haberlo leído, de cabo a rabo, hará cosa de cuatro años. Solo que no lo conservo, pues venía con la indicación, precisa, del buen amigo, José Antonio Villegas Moreno, de entregárselo a otra persona). 

 

Bien; en la presentación de dicho libro, por Internet, sus editores hacen los siguientes comentarios acerca de la persona de PASQUEL (que comenzamos con una nota previa, que es posible adherir perfectamente al contexto, y que procedemos a traducir de la mejor forma posible): 

 

“´”¿Cómo es posible que nunca hayas oído hablar de ello? ¡Bien!, hasta (cuando) “Jackie Robinson”, los propietarios de los equipos “americanos” no se les daba por aceptar ni a jugadores negros ni a “latinos” (un error en este comentario, por parte de los editores, porque SÍ había jugadores “latinos”, excluyendo – por supuesto – a los negros), así que esos jugadores fueron atraídos al sur de la frontera por “un Jorge Pasquel” el “HÉROE/VILLANO” principal de esta historia…sin embargo, aun cuando Pasquel creó (sic) una gran liga en México, muy poca atención se le dio por los dueños de los equipos “americanos” – o por “los americanos”, en general – “simplemente porque estaba sucediendo en México, y (porque) en ello estaban involucrados jugadores negros. (Pero) es fácil pensar que ellos “eran grandes jugadores, “ y eran “grandes equipos”. Tales eran las actitudes racistas en aquel tiempo”. 

 

"... How come you’ve never heard of it? Well, until Jackie Robinson, American team owners just couldn’t accept black and latino players, so those players were lured south of the border by one Jorge Pasquel, the prime hero/ villain of this story. ... However, although Pasquel created a great league in Mexico, little attention was paid to it by American club owners or Americans in general, simply because it was happening in Mexico and it involved black players. And, as you might expect, they were great players and great teams. Such were the racist attitudes at that time.

 

Y, no nos “quedamos ahí”, pues siguen “duras”, las opiniones de los editores del libro citado. Sigamos: “Ésta – dicen - es una maravillosa mezcla de hechos y de ficción acerca de “América” (que es la manera de cómo se autonombran – egoístamente - los “gringuitos” a ellos mismos, y a su país); México y el beisbol. El tiempo en que ocurre la historia es en los años cuarentas, cuando México tuvo grandes equipos…y los “Azules de Veracruz” fueron “el mejor de todos los tiempos”. La historia es sobre el año 1946, “la temporada de oro”. 

 


This is a wonderful mixture of fact and fiction about America, Mexico and baseball. The time of the story is the ‘40s when Mexico had great baseball teams and the Veracruz Blues “was the best ball club that ever was”. The story is about 1946, la temporada de oro, the season of gold.

 

“Pasquel, según las consideraciones del narrador, pudo haber sido una especie de: (a) Mefístófles (sin “su Fausto”); (b) un Gatsby (sin “su F. Scott Fitzgerald); (c) Barnum (sin su famoso Circo); (d) un egomaníaco especulador de guerra (sic); (e) un emancipador de atletas “oprimidos”; (f) un pionero en derechos civiles; (g) un Casanova, o acaso un don Juan (¡en fin! (h) (tal vez) un visionario, que debería estar en el Salón de la Fama"; o, quizá, él fue todas o ninguna de las cosas que se le atribuyen. En verdad, PASQUEL con sus "sobornos", amenazas, conexiones (?) y guardaespaldas, se parece más a "un jefe de la mafia"; o, digamos, "a un político mexicano" (¿en serio?, ufff, no lo creo, ja, ja, ja).

 

Pasquel, in the words of the narrator, “was (a) Mephistopheles, (b) Gatsby, (c) Barnum, (d) an egomaniacal war profiteer, (e) a liberator of oppressed athletes, (f) a civil rights pioneer, (g) a philandering murderer, (h) visionary who should be in the Baseball Hall of Fame. Or perhaps he was all or none of the above. In truth, Pasquel, with his bribes, threats, connections and bodyguards, comes across more like a mafia boss or, say, a Mexican politician”. 

 

(Debo decir, amable lector, que esa expresión - en inglés que aparece en el inciso (g): "a philandering murderer", me costó trabajo "hallarle", hasta que le encontré, a fuerza de razonar... Pero, ¿qué le costaba a quien hizo la presentación del libro, decir: "lady killer", que se entendería como "alguien, que trae muertas a las mujeres").

 

Y, aquí (precisamente), nos vemos en la necesidad de hacer “un paréntesis”, pertinente. Para ver “de qué estaba hecho el señor Jorge Pasquel”, o sea un breve reflejo de su forma de ser, tanto como “un ladies killer” (según la observación), así como de “hombre poderoso” por lo que hace a su ostentación de riquezas. Para lo cual nos trasladamos al libro de JOHN VIRTUE “SOUTH OF THE COLOR BARRIER” quien narra un episodio de cuando, en cierta ocasión, Pasquel  cenaba acompañado de su amigo Ray Gillespie en Saint Louis, Mo. Estaban platicando – precisamente – de “cómo convencer a los jugadores norteamericanos; precisamente los que estaban en las Ligas Mayores”. 

 

Y, obviamente, Pasquel sacó a relucir la cuestión del “dinero”. “Mira, te apuesto una cosa”, le dijo a Gillespie, “vas a ver cómo se puede convencer a una persona; por ejemplo aquella muchacha, la cajera. Le voy a ofrecer mil dólares para que salga conmigo. Nos vemos mañana”. Y lo cumplió. Así se las gastaba el magnate mexicano.

 


Ahora bien; ya dimos, desde el primer capítulo, una idea - apenas aproximada - de los "billetes" que estaba soltando don JORGE PASQUEL tan solo para pagarles a los jugadores de Ligas Mayores, que estaban jugando en la Liga Mexicana, eso sin contar a los jugadores negros, cubanos o norteamericanos...y, tampoco, sin incluir a los mexicanos (de los cuales, estos últimos, "casi" me atrevo a asegurar, que no estaban en "la danza del dinero grande"... tenían su "sueldo", y ¡ya!). 

 

De tal manera conocimos la suma que dio, de "perdidas", únicamente para las temporadas de 1947 y 1948 fue de 800,000, a "groso modo" (dólares, por supuesto); pero, surge una pregunta: ¿qué tal si, además, le hubieran dado "EL SÍ" DiMaggio, por los 120,000 dólares anuales que le ofreció, 100,000 a Ted Williams, otros 100,000 a Musial, a los compañeros de éste Terry Moore, 80,000 y Enos Slaughter 75,000 – con lo que se quería llevar el outfield completo de los Cardenales en esos años; a Hank Greenberg 120,000; a Hal Newhouser 116,600; a Bob Feller 100,000 por año (además de otros, de “medio pelo”, cuyos nombres eran mucho menos familiares para los aficionados Mexicanos, como Whitey Kuroski, por 100,000; a Morton Cooper por 40,000 (y que también “jalara” con su hermano, Walker); y a uno, que ya estaba “más pa’llá que pa’cá”, Cookie Lavagetto, por 30,000, en contratos multianuales? (Datos que da el autor del libro). Eche cuentas mediante una pequeña operación  "aritmética";  eso es más que suficiente para dar una idea. Y aun fueron otros jugadores más los que fueron "invitados". 

 

Tomemos, por ejemplo, a Phil Rizzuto, el famoso "scooter" de los Yankees, y que constituye un “capítulo especial” en nuestro tema. “Se dice” (John Virtue) que Bernardo Pasquel, el hermano mayor de Jorge, lo entrevistó el día primero de mayo, de ese 1946, en el hotel Waldorf-Astoria. Que estuvo a punto de convencer a Rizzuto, pero que éste le pidió – aparte del salario (que no dice Virtue de cuánto iba a ser) – un bono por 15,000 dólares. Y quedaron de hablarse al día siguiente. Pero (nuevamente según Virtue) parece ser que Bernardo “se fue de la boca”, contando acerca del incidente, fatal, “de un duelo en que Jorge había matado a un hombre”. Eso hizo que la esposa de Rizzuto, Cora Esselborn, lo persuadiera de que no era conveniente, para nada, firmar para Pasquel.

 

Vamos, ahora, a traducir las palabras, en inglés, que consigné al principio (esas, y unos párrafos más), que aparecen en el Capítulo 9 de un libro titulado: “La Temporada de la Victoria; el Fin de la Segunda Guerra Mundial; y y el Nacimiento de la Época de Oro del Beisbol (The Victory Season: The End of World War II and the Birth of Baseball's Golden Age)” libro en verdad interesante, cuyo autor lo es Robert Weintraub. 

 

Ese capítulo lo denominó Weintraub como “El Hombre Más Interesante del Mundo” (The most interesting man in the World), y veamos qué dice, de “ese hombre”:  

 

“Pasquel era un hombre cuya presencia era imprescindible en (los círculos sociales, políticos y de negocios de) la ciudad de México desde mucho antes de 1946. "¡Seguro, que me puede calificar como 'un DICTADOR'...!", le dijo en una entrevista a un reportero de la revista "Time", "... cualquier cosa que ordeno, se hace".

Jorge Pasquel had been the man to see in México City since long before 1946. “Sure, you could say I’m a Dictator”, he told Time, “whatever I order is done”. 

 

“Este hombre de 30 años (sic) proveniente de una familia rica, el vástago de un magnate naviero; junto con sus cuatro hermanos…incursionó en los negocios a través del país…comenzó con una pequeña fábrica de cigarros (sic); pero pronto ya estaba en los ““tejes manejes” (o “tomas y dacas”) de los negocios de la banca, como propietario de ranchos, corredor de bienes raíces, de agencias navieras, de automóviles y de agencias aduanales”.


The thirty years old was from a wealthy family., the scion of a shipping magnate, and, along with his quartet of brothers…dabbled in businesses across the country. He started with a tiny cigar factory in Vera Cruz, but soon was wheeling and dealing in banking, ranching, real estate,  shipping, automobiles and customs”. 

 

“Presumió de sus riquezas, teniendo una flotilla de (coches) Lincolns, e instaló una mercería en su mansión, totalmente equipada, para estar siempre bien presentado. “¿qué es el dinero?, dijo, encogiéndose de hombros; Tengo cuarenta, cincuenta, sesenta millones…(en dólares)”.  

 

He flaunted his wealth, keeping a fleet of Lincolns and building a fully staffed haberdashery in his mansion to ensure he was always at his dandified best. “What is money?”, he would say with a shroug, “I have forty, fifty, sixty millions…”. Hasta aquí, el texto original, con su traducción lo más fiel posible.

Una cosa que no se le puede negar a este magnate es su pasión por el beisbol. Porque solo así es que uno se puede explicar todo este "derroche".

 

Dice John Virtue que su primera inclinación deportiva en su juventud no fue el beisbol, sino el futbol. Y que ya, adulto práctico distintas actividades deportivas, entre ellas las artes marciales y la halterofilia. Por lo cual, Virtue da a entender que era todo un "sportsman". 

 


Y, a tono con los gustos "exóticos", le gustaba la cacería; tanto "doméstica", como también el de irse al Africa, a la llamada "cacería mayor". (De mis recuerdos – aunque eso es “harina de otro costal” - me viene el nombre de un tal Pablo Bush Romero, rico empresario de una agencia de autos, con otras actividades deportivas, aunque también las calificadas como “filantrópicas”, que algunas veces lo acompañó, pero también compartía esas aventuras con gente muy importante, de otros países. Y que era - PASQUEL - un experto en el manejo de armas, sobre todo una: un revólver calibre .38 de su propiedad, y que "parece ser" – además - que "muy pocas veces" andaba sin ella (que no es un invento mío, sino que lo hacen constar alguno de sus biógrafos). También, de eso, va a ser necesario que hablemos más adelante. Pero ahora sí, con la promesa de que, para el siguiente capítulo, le toca el turno “a la guerra”.

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