TERCER CAPÍTULO
“UN CABALLO DE TROYA,
APELLIDADO PASQUEL”
Por Cesáreo Suárez
Naranjo.
(“JORGE PASQUEL had been
the man to see in Mexico City since long before 1946. “SURE, YOU COULD SAY I’M
A DICTATOR”, he told Time, “WHATEVER I ORDER IS DONE”, traducción más
adelante).
Amigo lector: A punto
estuve de “perder el rumbo” en estos comentarios, dado que al concluir el
capítulo anterior, anuncié que comenzaría el presente entrando “de lleno” a lo
que considero el “punto de despegue” (y que por ello viene a ser “medular”) de
los objetivos del magnate veracruzano para iniciarse de lleno en el
beisbol.
Esto es, sin duda alguna,
“el caballazo” que les dieron – él y Fray Nano (quién, la verdad, únicamente
actuó “como peón”) - a los dueños de los equipos de la Liga Mexicana a fines de
1939 para echar, fuera del circuito, a quienes no estuvieran de acuerdo con sus
planes (¡ambiciosos, sin duda alguna!, pero sin ninguna clemencia para los que
se oponían a su voluntad). Como lo dijese uno de sus biógrafos (que pudo haber
sido su cuñado Teódulo Manuel Agundis): “era implacable con sus
adversarios”.
Ello – podemos “suponer”
(aunque, con las “suposiciones”, nunca va uno lo bien que se quisiera) - se
pudo haber fraguado, como un plan “maquiavélico” a fines de 1939 (sino es que
mucho antes), no cabiendo duda alguna,
que este personaje "entró a bayoneta calada" para apoderarse de la
Liga Mexicana (con la “ayudadita” mencionada), y tomar el control absoluto.
Pero me encontré con que
había algunos “cabos sueltos” en lo expuesto en las dos partes anteriores. Así
que, para no dejar nada en "el tintero" es más que necesario que
mencione que existe otro libro que trata más directamente sobre "los
haceres, quehaceres y deshaceres" de Jorge Pasquel, y ese es el titulado
"The Veracruz Blues" (los Azules del Veracruz), escrito por Mark
Winegardner (NOTA: Este libro estuvo “en mis manos”, y debo haberlo leído, de cabo
a rabo, hará cosa de cuatro años. Solo que no lo conservo, pues venía con la
indicación, precisa, del buen amigo, José Antonio Villegas Moreno, de
entregárselo a otra persona).
Bien; en la presentación
de dicho libro, por Internet, sus editores hacen los siguientes comentarios
acerca de la persona de PASQUEL (que comenzamos con una nota previa, que es
posible adherir perfectamente al contexto, y que procedemos a traducir de la
mejor forma posible):
“´”¿Cómo es posible que
nunca hayas oído hablar de ello? ¡Bien!, hasta (cuando) “Jackie Robinson”, los
propietarios de los equipos “americanos” no se les daba por aceptar ni a
jugadores negros ni a “latinos” (un error en este comentario, por parte de los
editores, porque SÍ había jugadores “latinos”, excluyendo – por supuesto – a
los negros), así que esos jugadores fueron atraídos al sur de la frontera por
“un Jorge Pasquel” el “HÉROE/VILLANO” principal de esta historia…sin embargo,
aun cuando Pasquel creó (sic) una gran liga en México, muy poca atención se le
dio por los dueños de los equipos “americanos” – o por “los americanos”, en
general – “simplemente porque estaba sucediendo en México, y (porque) en ello
estaban involucrados jugadores negros. (Pero) es fácil pensar que ellos “eran
grandes jugadores, “ y eran “grandes equipos”. Tales eran las actitudes
racistas en aquel tiempo”.
"... How come you’ve
never heard of it? Well, until Jackie Robinson, American team owners just
couldn’t accept black and latino players, so those players were lured south of
the border by one Jorge Pasquel, the prime hero/ villain of this story. ...
However, although Pasquel created a great league in Mexico, little attention
was paid to it by American club owners or Americans in general, simply because
it was happening in Mexico and it involved black players. And, as you might
expect, they were great players and great teams. Such were the racist attitudes
at that time.
Y, no nos “quedamos ahí”,
pues siguen “duras”, las opiniones de los editores del libro citado. Sigamos:
“Ésta – dicen - es una maravillosa mezcla de hechos y de ficción acerca de
“América” (que es la manera de cómo se autonombran – egoístamente - los
“gringuitos” a ellos mismos, y a su país); México y el beisbol. El tiempo en
que ocurre la historia es en los años cuarentas, cuando México tuvo grandes
equipos…y los “Azules de Veracruz” fueron “el mejor de todos los tiempos”. La
historia es sobre el año 1946, “la temporada de oro”.
This is a wonderful
mixture of fact and fiction about America, Mexico and baseball. The time of the
story is the ‘40s when Mexico had great baseball teams and the Veracruz Blues
“was the best ball club that ever was”. The story is about 1946, la temporada
de oro, the season of gold.
“Pasquel, según las
consideraciones del narrador, pudo haber sido una especie de: (a) Mefístófles
(sin “su Fausto”); (b) un Gatsby (sin “su F. Scott Fitzgerald); (c) Barnum (sin
su famoso Circo); (d) un egomaníaco especulador de guerra (sic); (e) un emancipador
de atletas “oprimidos”; (f) un pionero en derechos civiles; (g) un Casanova, o
acaso un don Juan (¡en fin! (h) (tal vez) un visionario, que debería estar en
el Salón de la Fama"; o, quizá, él fue todas o ninguna de las cosas que se
le atribuyen. En verdad, PASQUEL con sus "sobornos", amenazas,
conexiones (?) y guardaespaldas, se parece más a "un jefe de la
mafia"; o, digamos, "a un político mexicano" (¿en serio?, ufff,
no lo creo, ja, ja, ja).
Pasquel, in the words of
the narrator, “was (a) Mephistopheles, (b) Gatsby, (c) Barnum, (d) an
egomaniacal war profiteer, (e) a liberator of oppressed athletes, (f) a civil
rights pioneer, (g) a philandering murderer, (h) visionary who should be in the
Baseball Hall of Fame. Or perhaps he was all or none of the above. In truth,
Pasquel, with his bribes, threats, connections and bodyguards, comes across
more like a mafia boss or, say, a Mexican politician”.
(Debo decir, amable
lector, que esa expresión - en inglés que aparece en el inciso (g): "a
philandering murderer", me costó trabajo "hallarle", hasta que
le encontré, a fuerza de razonar... Pero, ¿qué le costaba a quien hizo la
presentación del libro, decir: "lady killer", que se entendería como
"alguien, que trae muertas a las mujeres").
Y, aquí (precisamente),
nos vemos en la necesidad de hacer “un paréntesis”, pertinente. Para ver “de
qué estaba hecho el señor Jorge Pasquel”, o sea un breve reflejo de su forma de
ser, tanto como “un ladies killer” (según la observación), así como de “hombre
poderoso” por lo que hace a su ostentación de riquezas. Para lo cual nos
trasladamos al libro de JOHN VIRTUE “SOUTH OF THE COLOR BARRIER” quien narra un
episodio de cuando, en cierta ocasión, Pasquel
cenaba acompañado de su amigo Ray Gillespie en Saint Louis, Mo. Estaban
platicando – precisamente – de “cómo convencer a los jugadores norteamericanos;
precisamente los que estaban en las Ligas Mayores”.
Y, obviamente, Pasquel
sacó a relucir la cuestión del “dinero”. “Mira, te apuesto una cosa”, le dijo a
Gillespie, “vas a ver cómo se puede convencer a una persona; por ejemplo
aquella muchacha, la cajera. Le voy a ofrecer mil dólares para que salga
conmigo. Nos vemos mañana”. Y lo cumplió. Así se las gastaba el magnate
mexicano.
Ahora bien; ya dimos,
desde el primer capítulo, una idea - apenas aproximada - de los
"billetes" que estaba soltando don JORGE PASQUEL tan solo para
pagarles a los jugadores de Ligas Mayores, que estaban jugando en la Liga
Mexicana, eso sin contar a los jugadores negros, cubanos o norteamericanos...y,
tampoco, sin incluir a los mexicanos (de los cuales, estos últimos,
"casi" me atrevo a asegurar, que no estaban en "la danza del
dinero grande"... tenían su "sueldo", y ¡ya!).
De tal manera conocimos
la suma que dio, de "perdidas", únicamente para las temporadas de
1947 y 1948 fue de 800,000, a "groso modo" (dólares, por supuesto);
pero, surge una pregunta: ¿qué tal si, además, le hubieran dado "EL
SÍ" DiMaggio, por los 120,000 dólares anuales que le ofreció, 100,000 a
Ted Williams, otros 100,000 a Musial, a los compañeros de éste Terry Moore,
80,000 y Enos Slaughter 75,000 – con lo que se quería llevar el outfield
completo de los Cardenales en esos años; a Hank Greenberg 120,000; a Hal
Newhouser 116,600; a Bob Feller 100,000 por año (además de otros, de “medio
pelo”, cuyos nombres eran mucho menos familiares para los aficionados
Mexicanos, como Whitey Kuroski, por 100,000; a Morton Cooper por 40,000 (y que
también “jalara” con su hermano, Walker); y a uno, que ya estaba “más pa’llá
que pa’cá”, Cookie Lavagetto, por 30,000, en contratos multianuales? (Datos que
da el autor del libro). Eche cuentas mediante una pequeña operación "aritmética"; eso es más que suficiente para dar una idea.
Y aun fueron otros jugadores más los que fueron "invitados".
Tomemos, por ejemplo, a
Phil Rizzuto, el famoso "scooter" de los Yankees, y que constituye un
“capítulo especial” en nuestro tema. “Se dice” (John Virtue) que Bernardo
Pasquel, el hermano mayor de Jorge, lo entrevistó el día primero de mayo, de
ese 1946, en el hotel Waldorf-Astoria. Que estuvo a punto de convencer a
Rizzuto, pero que éste le pidió – aparte del salario (que no dice Virtue de
cuánto iba a ser) – un bono por 15,000 dólares. Y quedaron de hablarse al día
siguiente. Pero (nuevamente según Virtue) parece ser que Bernardo “se fue de la
boca”, contando acerca del incidente, fatal, “de un duelo en que Jorge había
matado a un hombre”. Eso hizo que la esposa de Rizzuto, Cora Esselborn, lo
persuadiera de que no era conveniente, para nada, firmar para Pasquel.
Vamos, ahora, a traducir
las palabras, en inglés, que consigné al principio (esas, y unos párrafos más),
que aparecen en el Capítulo 9 de un libro titulado: “La Temporada de la
Victoria; el Fin de la Segunda Guerra Mundial; y y el Nacimiento de la Época de
Oro del Beisbol (The Victory Season: The End of World War II and the Birth of
Baseball's Golden Age)” libro en verdad interesante, cuyo autor lo es Robert
Weintraub.
Ese capítulo lo denominó
Weintraub como “El Hombre Más Interesante del Mundo” (The most interesting man
in the World), y veamos qué dice, de “ese hombre”:
“Pasquel era un hombre
cuya presencia era imprescindible en (los círculos sociales, políticos y de
negocios de) la ciudad de México desde mucho antes de 1946. "¡Seguro, que me
puede calificar como 'un DICTADOR'...!", le dijo en una entrevista a un
reportero de la revista "Time", "... cualquier cosa que ordeno,
se hace".
Jorge Pasquel had been
the man to see in México City since long before 1946. “Sure, you could say I’m
a Dictator”, he told Time, “whatever I order is done”.
“Este hombre de 30 años
(sic) proveniente de una familia rica, el vástago de un magnate naviero; junto
con sus cuatro hermanos…incursionó en los negocios a través del país…comenzó
con una pequeña fábrica de cigarros (sic); pero pronto ya estaba en los ““tejes
manejes” (o “tomas y dacas”) de los negocios de la banca, como propietario de
ranchos, corredor de bienes raíces, de agencias navieras, de automóviles y de
agencias aduanales”.
The thirty years old was
from a wealthy family., the scion of a shipping magnate, and, along with his
quartet of brothers…dabbled in businesses across the country. He started with a
tiny cigar factory in Vera Cruz, but soon was wheeling and dealing in banking,
ranching, real estate, shipping,
automobiles and customs”.
“Presumió de sus
riquezas, teniendo una flotilla de (coches) Lincolns, e instaló una mercería en
su mansión, totalmente equipada, para estar siempre bien presentado. “¿qué es
el dinero?, dijo, encogiéndose de hombros; Tengo cuarenta, cincuenta, sesenta
millones…(en dólares)”.
He flaunted his wealth,
keeping a fleet of Lincolns and building a fully staffed haberdashery in his
mansion to ensure he was always at his dandified best. “What is money?”, he
would say with a shroug, “I have forty, fifty, sixty millions…”. Hasta aquí, el
texto original, con su traducción lo más fiel posible.
Una cosa que no se le
puede negar a este magnate es su pasión por el beisbol. Porque solo así es que
uno se puede explicar todo este "derroche".
Dice John Virtue que su
primera inclinación deportiva en su juventud no fue el beisbol, sino el futbol.
Y que ya, adulto práctico distintas actividades deportivas, entre ellas las
artes marciales y la halterofilia. Por lo cual, Virtue da a entender que era
todo un "sportsman".
Y, a tono con los gustos
"exóticos", le gustaba la cacería; tanto "doméstica", como
también el de irse al Africa, a la llamada "cacería mayor". (De mis
recuerdos – aunque eso es “harina de otro costal” - me viene el nombre de un
tal Pablo Bush Romero, rico empresario de una agencia de autos, con otras
actividades deportivas, aunque también las calificadas como “filantrópicas”,
que algunas veces lo acompañó, pero también compartía esas aventuras con gente
muy importante, de otros países. Y que era - PASQUEL - un experto en el manejo
de armas, sobre todo una: un revólver calibre .38 de su propiedad, y que
"parece ser" – además - que "muy pocas veces" andaba sin
ella (que no es un invento mío, sino que lo hacen constar alguno de sus
biógrafos). También, de eso, va a ser necesario que hablemos más adelante. Pero
ahora sí, con la promesa de que, para el siguiente capítulo, le toca el turno
“a la guerra”.
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