ESTRELLAS DEL BÉISBOL
Evolución
de los guantes para béisbol
Por Héctor Barrios
Fernández.
Tanto como el béisbol fue
presentado en sus inicios como un juego civilizado, de caballeros, este deporte
requirió de cierto vigor y tenacidad, especialmente con el rudimentario equipo
que se empleaba para jugarlo.
Para ayudar a proteger a
los jugadores de lesiones corporales, los Knickerbockers fueron suficientemente
inteligentes para eliminar la práctica de poner out a los corredores
golpeándolos con la pelota cuando corrían entre las bases. El mismo conjunto de
reglas también permitía a los fildeadores atrapar la pelota de un bote para
lograr un out, una opción bien vista por los fildeadores que tenían que atrapar
la pelota a mano limpia.
La regla del “primer
bote” siempre fue polémica y muchos consideraban “afeminado” el dejar que la
pelota diera un bote en lugar de atraparla de aire.
Después de que la
Asociación Nacional de Jugadores de Béisbol eliminó la regla del “primer bote”
y pidió que la pelota fuera atrapada de aire, las potenciales lesiones a los
jugadores con las manos desnudas se incrementaron significativamente.
Tan “afeminado” como era
atrapar la pelota al primer bote, también lo fue usar protección para las
manos. De cualquier forma, poco a poco, los jugadores buscaron la manera de
proteger sus valiosas extremidades. Simples guantes de piel para el trabajo,
regularmente con los dedos cortados, comenzaron a hacer su aparición en los
campos de pelota.
Los catchers eran los más
vulnerables, por supuesto por el número de lanzamientos que tenían que recibir.
Se cree que en 1870 Doug
Allison, receptor de los Red Stockings de Cincinnati usó una especie de guante
de gamuza para proteger sus manos.
El primera base de los
Medias Cafés de San Luis Charles Waitt fue el primer jugador en usar guantes,
pero lo hizo en las dos manos durante un juego, aproximadamente en 1875 y
recibió la burla de sus oponentes, de los aficionados y hasta de sus compañeros
de equipo. Él uso guantes color piel con la intención de que pasaran
desapercibidos.
Los primeros guantes
estaban muy poco acojinados sobre la palma de la mano.
Básicamente estos guantes
fueron usados con el único fin de dar protección a las manos de los jugadores y
no para ayudar en el fildeo.
Solamente unos años
después de que Waitt pusiera en duda su masculinidad al usar guantes, Albert
Spalding, primera base de los Medias Blancas de Chicago, comenzó a usar un
guante negro en el campo.
No solamente el estatus
de Spalding como jugador estrella trajo legitimidad en esta práctica, sino que
como dueño de una tienda de artículos deportivos en Chicago, él quería expandir
el mercado para el uso de este nuevo artículo.
A. G. Spalding &
Hermanos, comenzaron a ofrecer en 1877 sus propios guantes para fildear y con
el cambiar al nuevo siglo, el catálogo de Spalding contaba con múltiple
variedad y estilos de guantes.
La compañía llegó a ser
líder en la producción de guantes para béisbol en esa época.
Arthur Irwin, un
shortstop con los Grises de Providence, fue otro pionero en la evolución de los
guantes de béisbol.
Después de sufrir una
seria lesión en su mano durante un juego en 1882, Irwin agregó una almohadilla
a su guante y usó ésta en el siguiente juego para proteger su mano lesionada.
Inspirado por su invento, fue a Draper & Maynard, un fabricante de guantes
en New Hampshire, y les preguntó que si ellos podían fabricar un guante en base
a su diseño.
La compañía tomó el
proyecto bajo sus manos y comenzó una producción de alta calidad, almohadillas
de piel, guantes sin dedos específicamente para uso en el béisbol.
A principios del siglo
XX, Draper & Maynard era líder fabricante de muchos estilos de guantes y
otros artículos deportivos. En 1920 un anuncio de la compañía decía que más del
90 por ciento de los jugadores de Grandes Ligas usaban guantes D & M.
Los jugadores de Grandes
Ligas de hoy, usan guantes de numerosos fabricantes, Rawlings es el líder,
siendo el dueño de aproximadamente el 50 por ciento del mercado. Esta compañía
fue fundada en 1887 en San Luis como una tienda de artículos deportivos con ventas
al menudeo, pero como Spalding, pronto se convirtió en fabricante.
Rawlings fue líder de la
mayor transformación de los guantes para béisbol en 1919 cuando la compañía
comenzó a producir el modelo Bill Doak, el guante incluía una caja y una red entre
el dedo pulgar y el índice para ayudar a los fildeadores a atrapar la pelota.
Conforme los guantes
fueron más flexibles y efectivos para el fildeo, los jugadores siguieron
necesitando las dos manos para asegurar la pelota debido a que estaban descubiertos
en la parte de la muñeca.
La presentación del borde
en forma de “U” por la compañía Rawlings en 1959 y siendo más flexible,
permitió a los jugadores atrapar la pelota a una sola mano.
Estos avances en el
diseño de los guantes, abrió la puerta para atrapadas más acrobáticas, los
jugadores podían ahora extender completamente su mano enguantada para hacer
atrapadas a una sola mano a batazos que anteriormente tendrían que ser
atrapadas con las dos manos.
Se cree que Bid McPhee,
segunda base de Cincinnati en los 1880s y 1890s, fue el último jugador de
Grandes Ligas en jugar con la mano desnuda.
McPhee no usó un guante
hasta 1896, cuando tenía 15 años como jugador de Ligas Mayores. Pero a pesar de
la ocasional resistencia, el uso de los guantes llegó a ser normal en los
1890s. Guantes para las diferentes posiciones fueron también diseñados,
particularmente para los catchers.
Para 1895, la Liga
Nacional había instituido una regla formal acerca del tamaño de los guantes:
Tanto el receptor como el primera base, contaban con permiso de usar un guante
de cualquier tamaño, forma y peso.
A los demás jugadores se
les restringía el uso de un guante o manopla de no más de diez onzas de peso y
una circunferencia alrededor de la palma de la mano de no más de catorce
pulgadas”.
Ahora las reglas
oficiales de las Ligas Mayores, incluyen varias páginas para detallar las
regulaciones acerca de las dimensiones y construcción de los guantes, con
cláusulas específicas relacionadas a los receptores, primeras bases y
lanzadores.
Como podemos apreciar
también en la evolución de los guantes, así como otros implementos para la
práctica del béisbol, se ha tenido que recorrer un largo camino.
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