viernes, 28 de septiembre de 2018

CARLOS CASTILLO BARRIO Y EL BÉISBOL
Por Héctor Barrios Fernández


El béisbol es un deporte que bien te puede dar o te puede quitar y para evitar mayores frustraciones tienes que estar consciente de estas posibilidades.
Puede ser cruel o sin merecerlo puede darte satisfacciones, puedes conectarle sólido a la pelota y ésta va a dar al guante de algún fildeador, puedes batear la bola al filo de la barda y el jardinero en un salto descomunal atraparla ya del otro lado de la cerca o bien puedes conectar un machucón con la punta del bat y de puro milagro la pelota cae atrás del primera o del tercera base y el batazo se convierte en un hit sencillo y a veces doble o triple.
El béisbol es un juego que no puedes “jugar” con él, tienes que tomarlo en serio, de lo contrario te cobrará la factura, en ocasiones a un alto precio.
Al béisbol lo tienes que respetar, si no lo haces te hará pasar un mal momento.
La vida es así, tienes que tomarla con seriedad y ser respetuoso de ella, de no ser así, tarde o temprano lo pagarás caro.
El béisbol te brinda oportunidades y tú sabrás si las aprovechas o las desaprovechas, si las tomas o las dejas.
Por supuesto que el béisbol tiene eso que tiene la vida y la muerte que “cuando te toca, aunque te quites y cuando no te toca aunque te pongas.”
Puedes ser llamado desde la banca a tomar turno al bat y tener la oportunidad de decidir el encuentro con un batazo, pero resulta que recibes un doloroso pelotazo y el siguiente bateador roletea para doble matanza y adiós sueños de victoria, después resulta que al ir a fildear cometes el error con el que pierde tu equipo, quisieras no haberte levantado ese día. El béisbol no te da.
Por el contrario puedes conectar el batazo que pone adelante a tu equipo y enseguida realizar la atrapada que salva el juego para tu causa. Entonces el béisbol te está dando.
Hubo lanzadores que tiraron un juegazo y les tocó perderlo, como el de Jaime Orozco quien estando a un out del juego perfecto, se lleva la derrota, Alfredo Ortiz poncha a 23 Ostioneros de Guaymas y pierde el juego, Freddie Arroyo a punto de lanzar juego perfecto y se lleva la derrota, Harvey Haddix lanzó 12 innings perfectos, retiró a 36 bateadores en forma consecutiva y perdió el juego en el inning 13, Bill Bevens casi logra el primer juego sin hit ni carrera en Serie Mundial y lo que logró fue llevarse la derrota.
Por otra parte el béisbol te ofrece la oportunidad de ser como Sergio “África” González conectándole de hit a Alfredo Ortiz y evitarle lanzar juego sin hit ni carrera o un Sergio Hugo Vizcarra al conectar cuadrangular a Jaime Orozco, pero que tal un Bobby Thomson pegando de cuadrangular a Ralph Branca para ir a la Serie Mundial o mejor aún un Bill Mazeroski conectando batazo de cuatro esquinas para ganar el séptimo juego y la Serie Mundial dejando tendidos en el terreno a los Yankees.
Y así y así, el béisbol da y quita, quita y da, por eso en el béisbol como en la vida debemos andarnos con cuidadito.
En el ámbito del béisbol he tenido en Ustedes a grandes maestros y Ustedes a un alumno que debiera aprenderles más.
Sin embargo he de reconocer el haber aprendido mucho de maestros como Alfonso Araujo, Eduardo Almada, Jesús Rubio, Enrique Kerlegand, Ronnie Camacho quien aparte de haber sido gran pelotero ahora se distingue como escritor, Jaime Jarrín, Mario Thomas, Vin Scully, Jerry Coleman  y por fortuna muchos otros grandes de la crónica.
Hoy ha sido un día muy especial ya que he tenido a bien recibir un libro, vía paquetería, intitulado “Memorias de un sancosmeco.” En él, su autor Juan Edwin Schirp y Milke nos narra una colección de recuerdos, memorias e historias de sus días en el barrio de San Cosme, hoy colonia García Ginerés en la hermosa ciudad de Mérida, Yucatán.
Las páginas 155 y 156 de esta obra están dedicadas a contarnos parte de la historia del maestro Carlos Castillo Barrio quien es un brillante y reconocido historiador del béisbol.
En ellas nos dice que “El Divino Flaco” es un verdadero buscador de antigüedades, sobre todo si son de béisbol. Que donde haya algo que huela a viejo, allí está el “Flaco” acompañado de su lupa para indagar, busca en bibliotecas, librerías, periódicos y sobre todo con personas “de edad.”
Busca records de béisbol, locales y foráneos, le interesan mucho los que son poco conocidos y poco publicados, en su hurgar aquí y allá, se ha hecho de muchos y raros documentos, también con otros miembros de la comunidad, se ha preocupado por hacer trámites y promociones en bien de sus habitantes.
El autor manifiesta su deseo de que “El Flaco Castillo” sea algún día cercano, reconocido y electo al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano, por sus múltiples aportaciones como cronista, historiador, anotador e investigador del béisbol nacional, al haber logrado con su trabajo callado, responsable y limpio los méritos para tal nombramiento.
He recibido también un par de publicaciones periodísticas que nos dicen del trabajo beisbolero de Don Carlos Castillo Barrio y su inclusión al Salón de la Fama del Deporte Yucateco, así como también sus múltiples invitaciones a la Isla de Cuba con la finalidad de dictar conferencias sobre la historia del béisbol, sobre todo a la ciudad de Pinar del Río.
Sea esta entrega un reconocimiento al Maestro Carlos Castillo Barrio y a todos aquellos cronistas que día a día nos aportan sus conocimientos y sus experiencias producto de sus investigaciones dentro del Rey de los Deportes.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com

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