sábado, 18 de mayo de 2024

 


Mérida y Los Leones, en la historia de Fernando “Pulpo” Remes

 

Por GASPAR A. LÓPEZ POVEDA, de Arroba deportes.

 

Son las 5:50 de la mañana en una calurosa Mérida y Fernando Remes Garza deja la cama, se afeita, toma un baño y, como si estuviera en Poza Rica, comienza a trabajar.

“No puedo fallarle a la gente”, dice el “Pulpo” Remes. Es el pensamiento que tiene impregnado y que repite todos los días temprano.

Este sábado no irá al Ayuntamiento de Poza Rica, donde trabaja como alcalde de esa ciudad, sino a un salón del hotel Holiday Inn de Mérida a una reunión con gente del béisbol, en la que presentará su libro “Fernando ‘El Pulpo’ Remes, el número uno”.

Estaba feliz en el evento. Lo acompañaron su esposa; el ex presidente de la Liga Mexicana CP Plinio Escalante Bolio; su ex compañero con los Tigres de México Ramiro Rubio Harrison; su lanzador cuando dirigió a los bengalíes Juan Carlos Ledón Vadillo; el ex tigre Norberto Burke Gaytán; el ex lanzador Óscar Rivera Ruiz, y el ex torpedero temaxeño Géner Rivero Ancona, quien, dijo, se hizo parador corto inspirado en el “Pulpo” Remes.

Aunque aún no está en el Salón de la Fama del Béisbol Mexicano, Remes es un trunfador. En el béisbol y en la vida. Es empresario, transportista, hotelero, ganadero, actor, galán de fotonovelas y político. Y en el béisbol, es un histórico con los Tigres de México, con los que jugó (fue parte del “cuadro del millón”), pelotero franquicia con los bengalíes y un histórico con los Venados de Mazatlán en la Liga Mexicana del Pacífico.

“Ojalá algún día me suban al ring”, apuntó.




“No fueron tan buenas (sus estadísticas), pero tampoco tan malas”, dijo esta mañana. “Con los Tigres jugué toda mi carrera y siempre en el campo corto, nunca jugué otra posición; lo mismo pasó con Mazatlán”, añadió.

El libro, dijo, narra historias de vida dentro y fuera del terreno. Es ameno. Tienes estadísticas, anécdotas y recuerdos de aquel famoso “cuadro del millón”, conformado por Rubén Esquivias (1B), Arnoldo “Kiko” Castro (2B), Armando Murillo (3B) y Remes en el campo corto.

Yucatán está en ellas. En la presentación de la obra recordó que fue ante los Leones de Yucatán cuando, el 13 de abril de 1972, se convirtió en el primer torpedero que jugando para un mismo equipo, llegó a los mil hits en el béisbol mexicano. “Fue un batazo que pasó sobre la cabeza de (Julio César) Ímbert y se fue al jardín central”, recordó.



Recordó que, en un encuentro contra los Leones en el Parque Carta Clara, el umpire de jom cantó una jugada de manera equivocada, que perjudicó a los Tigres, que salieron del campo y se metieron a los vestidores. El umpire le dio al mánager Luis “Chito” García, cinco minutos para que regresemos al terreno. García le dijo:

“No voy a salir si no cambias la jugada”.

Cinco minutos después, el hombre de azul decretó la derrota de los Tigres por forfit.

“El público quería ver béisbol; estaba molesto y comenzó a lanzar cosas al terreno; también a nuestro autobús, no quedó ningún cristal bueno”, contó. “En eso llegó el ‘Capitán’ Castro, ¿lo conocen? (en ese entonces era el jefe de la Policía de Mérida). Nos dijo que no nos precupemos, que nos iba a ayudar a salir del estadio”.

Continuó su recuerdo:

“Los policías rodearon el autobús, los aficionados se alejaron y pudimos salir; el ‘Capitán’ Castro se subió al autobús y dirigió al chofer. Debíamos ir al Hotel Bojórquez (donde estaban alojados). De pronto, ‘Chito’ le dijo que esa no era a ruta al hotel y le respondió: Claro que no”.

El autobús llegó a la cárcel de la que, dijo Remes, salieron a las 3 de la mañana, luego que por medio de una agencia de IUSA (empresa propiedad de Alejo Peralta, dueño también de los Tigres) se pagó una multa de 100 mil pesos.




HAZAÑAS CON LOS FABULOSOS TIGRES

Entre otros temas relacionados con su carrera, recordó que en 1960 fue la primera selección entre 637 jugadores que estaban en la escuela de los Tigres, con los que debutó en la Liga Mexicana en 1962, año en el que estuvo con una filial de los Indios de Cleveland, en la que tuvo como compañero a Lou Piniella. “Lou ganaba 8,500 dólares al mes y a mi me daban 800”, dijo entre risas.

Fue parte de un equipo bengalí jugando exclusivamente con mexicanos. Fue campeón con los “fabulosos Tigres” en las temporadas de 1965 y 1966, viajó con ellos (igual que Ramiro Rubio) a una gira a Japón; con el “1” en los dorsales, el 6 de mayo de 1963 consiguió un récord que sigue vigente en LMB, al realizar 14 asistencias como torpedero.

El 6 de abril de 1965 bateó el “ciclo” ante el Águila de Veracruz (sencillo, doble, triple y jonrón); exactamente un año después, el 6 de abril de 1966, en un encuentro ante los Diablos Rojos, los tres primeros bateadores de los Tigres en la séptima entrada, batearon sendos triples, lo que es un récord que sigue vigente en la pelota de México.




“Yo, ‘Kiko’ y Murillo dimos triples de manera consecutiva; la seguidilla la rompió Esquivias pues dio jonrón”, dijo sonriendo.

En 1970, los Tigres vencieron a los Piratas de Pittsburgh, 2-0, y Remes le conectó un cuadrangular a la estrella de los bucaneros de ese entonces, Dave Giusti.

Aunque los Tigres retiraron el número “1” en honor de Alejo Peralta, es obvio que el padre y fundador del equipo de Bengala nunca lo portó y Remes sí.

“Estuve feliz porque se retiró el “1” por el ingeniero Peralta”, dijo.

Fueron muchas las anécdotas que contó el “Pulpo”, mismas que iremos publicando en próximas entregas.

Vale la pena destacar que el maestro de ceremonias fue el ex umpire Jesús Monter, quien lo hizo de maravilla, y que el evento fue organizado por el ingeniero Jorge Gamboa González. Monter, por cierto, es el director del deporte en el Ayuntamiento de Poza Rica y miembro del Salón de la Fama del Béisbol Mexicano.




El ingeniero químico Juan Méndez Arcila representó a la Liga Yucatán.

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