* Lo extraño pero real de la Serie 55 de béisbol
Por Juan
A. Martínez de Osaba.
La 55
Serie Nacional de Béisbol llegó al epílogo en una sorprendente e inusual
postemporada definida en el séptimo juego entre Ciego de Ávila y Pinar del Río.
En esta
columna aprovechamos la oportunidad para observar los casos extraños pero
ciertos que ocurrieron. Comenzamos.
-La
temporada estuvo detenida en cinco ocasiones desde agosto hasta abril, piense
en: Premier 12, fin de año, Serie del Caribe, Tope Cuba vs Holanda (que no
ocurrió) y juego Cuba vs Tampa. Ahora salga y pregunte cuántas veces ha
ocurrido esto en cualquier béisbol del mundo, incluyendo la liga de Croacia.
Todos le responderán que nunca.
-Tuvimos
un líder bateador que abandonó el campeonato (Yulieski Gurriel 500 AVE, 87 en
174) y un seguro novato del año (Rubén Paz) que salió del país. Ahora piense un
momento en Miguel Cabrera no jugando más con Detroit en medio de una temporada
o en Jacob de Groom no lanzando más con los Mets. No puede.
-Ariel
Borrero alcanzó su hit 2000 en el último partido de su carrera con la camiseta
de Villa Clara. Luego rompió la marca de dobles históricas de dobles de Michel
Enríquez de 411 con el equipo de Ciego en calidad de refuerzo. Sereno en su
casa, medite luego: ¿Cuántos jugadores pueden arribar a este tipo de marcas con
dos equipos diferentes en una misma temporada?
-El
playoff de la Serie 55 dejó algunas historias, marcas y hazañas divertidas que
prueban la naturaleza impredecible y sorprendente del béisbol:
1) La
que más me impresionó de todas. De 18 juegos de béisbol, 11 de semifinales y
siete de la final, solo una vez ganó el equipo donde el abridor trabajó menos
entradas en comparación con el abridor contrario. Lo que prueba que la métrica
“salidas de calidad” es una absoluta verdad del béisbol moderno. De 18 juegos,
en 17 siempre ganó el equipo del abridor que más caminó. Solo en uno se dio la
excepción y fue el domingo 3 de abril, en el Victoria de Girón, cuando Pinar
volvió de un 0x2 para vencer a Matanzas. Pero bueno, bah, Pinar no cuenta, es
el equipo de las recuperaciones del béisbol cubano.
2)
Michael González pegó 2 jonrones en el 3er juego semifinal ante Matanzas. Pero
Michael solo tenía un jonrón en 78 juegos previos en la temporada. Y adivine,
nunca había conectado dos jonrones en un juego en su carrera.
3)
También tuvimos un record de jonrones en playoff en el 5to juego de Pinar vs
Matanzas. Se pegaron 9 misiles fuera del muro superando a Santiago (1996) y
Pinar (2008) con 7. El último jonrón del partido y válido para récord lo dio
William Luis Campillo. ¿Quién? Sí, un jugador que nunca había conectado jonrón
en un playoff.
4) Un
manager llamado Víctor Mesa entró a conversar con un lanzador (José Angel
García) y debió quitarlo por acumulación de visitas. El entrenador Víctor
Figueroa ensayó ese día canto de ópera gritándole a Mesa para que no pasara la
raya y cometiera el desliz.
5)
Denis Laza necesitó 24 turnos para dar un hit, y Yusniel Ibañez solo uno. A
Jorge Aloma, lo atraparon en home dos veces en un mismo juego y a Jonder
Martínez le dieron en un mismo juego (4to juego semifinal) dos jonrones (Duarte
y Saavedra) en un mismo conteo de 0-0 e inning.
6) Y
hablando de Saavedra, él podría ser llamado el “destructor de pitchers en
postemporada” ya que ha dado 16 jonrones en solo tres playoff (50,53 y 56) y
adivinen cuantas veces hicieron esa misma proeza, Muñoz, Kindelán, Cheito, o
Linares. Creo que acertaste: cero veces.
7) El
dominio de Ciego de Ávila llegó a tal punto que Pinar del Río necesitó 33
innings para situarse por primera vez en la final delante en el marcador. Ciego
solo necesitó uno.
8) Y
finalmente culmino con un enigma muy difícil de romper. Pinar necesitó ganar
cuatro juegos seguidos para ser campeón. Nunca ningún equipo en la historia del
béisbol cubano regresó de una final o instancia cualquiera de playoff perdiendo
0x3. El Tsunami pinareño ganó tres juegos para empatar la final. Cosa que
tampoco nunca había ocurrido. Uno nunca sabe nada en el béisbol. Como dijera
Mickey Mantle, tú no conoces nada acerca de un juego que has practicado toda la
vida.
El
jugador cubano de la semana: Yoenis Céspedes. La última semana de la “Potencia”
fue positiva. Bateó en ese lapso para 300/391/900 con un doble, un triple, tres
jonrones y ocho remolques. En total Céspedes acumula ahora cinco vuelacercas
(séptimo de MLB) y 13 impulsadas (décimo de MLB).
Lo más
negativo: José Adolis García firmó con los Gigantes de Yomiuri en Japón por 91
mil dolarés la temporada. Él se incorporará al equipo en mayo, pero vista la
confluencia de extranjeros con Yomiuri (5, solo pueden estar 4 en el roster
activo) será dificil para el avileño debutar con el equipo grande.
El
dilema: José Fernandez lidera las Mayores en mejor ratio de ponches por cada
nueve innings, 27 K en 16.2, con 14.58 de K/9. ¿Podrá mantener el liderato un
lanzador que está bajo limitación de innings por su franquicia?
Lo
extraño pero real: Antes de iniciar la temporada nadie imagino que Aledmys
Díaz, un jugador que comenzó en Triple-A fuera el lider en WAR (Victorias sobre
el Reemplazo) de los Cardenales de San Luis con un aporte de 1.2 victorias
hasta el momento. Tampoco hay un cubano con mejor WAR que Aledmys.
La
frase: “Creo que como industria le hemos fallado a los jugadores cubanos. Los
firmamos por muchísimo dinero y los llevamos por la vía rápida a las Grandes
Ligas (debido al dinero invertido) solo por su talento crudo. No necesariamente
nos tomamos el tiempo para ayudarlos a asimilar la forma de juego, la cultura”
dijo hace poco el presidente de operaciones de los Dodgers de Los Ángeles,
Andrew Friedman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario