Por Jesús Alberto Rubio.
En Houston, Texas, fue donde quedaron atrás aquellas
estructuras de madera y luego de acero y concreto que caracterizaron a los
viejos estadios.
Precisamente, con el Astrodome de Houston, comenzó
una nueva era en el beisbol de Estados Unidos, toda vez que su notable
estructura, con techo cerrado, impresionó al mundo.
Fue en 1961 cuando la la Liga Nacional se fue a la
expansión aceptando a los Mets de Nueva York y a los entonces Colts 45 de
Houston.
Ese año, los ciudadanos de Houston aprobaron una
idea para pagar un estadio techado, como futura casa del equipo y convertirlo
en el primero en la historia de Ligas Mayores y que en su tiempo sería llamada
“La Octava Maravilla del Mundo”.
Pero, los Colts 45 inicialmente en la campaña del 62
debutaron en un parque de 32 mil asientos llamado Colt Stadium, donde Don
Nottebart y Ken Johnson (perdió 1-0 en la novena por una carrera sucia)
lanzaron en 1963 y 1964 juegos sin hit ni carrera ante Filis y Rojos.
Parte de la estructura del Colt Stadium, luego de la
construcción del Astrodome, sería trasladada hacia Torreón, Coahuila, casa de
los Algodoneros de la Mexicana de Beisbol de Verano.
Para 1965 tomaron el nombre de Astros, además la
notable aparición del Astrodome de Houston, el primer parque techado en la
historia del beisbol de Ligas Mayores.
En el primer partido de exhibición Astros-Yankees,
Mickey Mantle tuvo el honor el 9 de abril de 1965 de batear el primer jonrón en
la historia de ese primer estadio techado. El presidente Lyndon B. Johnson y su
esposa estuvieron presentes.
Cambian de grama
Los ingenieros que lo construyeron, tuvieron que
pedir 9.6 millones de dólares adicionales a los 18 que ya habían sido aprobados
en el 62.
En total, al cambiársele su grama natural por la
artificial, finalmente tuvo un costo de 35.6 millones de dólares.
Y es que se presentó el problema de que por la falta
de sol y aire, el pasto normal del parque comenzó a agonizar, siendo por ello
que Tal Smith, directivo de los Astros, tuvo la ocurrencia de pintar de verde
aquellas áreas donde la grama había desaparecido.
Al término de esa temporada, Smith supo que en Nueva
York había un gimnasio que funcionaba con pasto sintético... y ahí encontró la
solución.
La Compañía Monsanto inventora de la carpeta del
astroturf, istaló el nuevo pasto sintético artificial, en un Astrodome que
presentaba toda una nueva tecnología que impactó en aquella época.
La idea original de esa magna obra fue de Judge Roy
Hofheinz, quien cansado de la línea recta y basándose en la forma estructural
de las telarañas y el Coliseo Romano, introdujo la curva en la construcción de
estadios.
Por su parte, Buckminster Fuller fue el inventor de
la magna cúpula, construida con materiales que le permitieron modificar su
estructura sin cambiar su fisonomía.
El Astrodome no sólo es varilla y cemento. También
impactó en aquellos días con gran orgullo una serie de innovaciones producto de
la industria y la tecnología más modernas que en verdad fueron una fascinación
a la vista.
Era una delicia ver los partidos con una temperatura
de 72 grados gracias a un formidable
sistema de aire acondicionado.
Basado en su avanzado proceso de conversión del piso
que no duraba más de tres horas, el estadio con capacidad para 65 mil
espectadores, también permitió que en un mismo día se celebraran juegos de
beisbol y de futbol americano.
El gran espacio que creó la cúpula dentro del
estadio, era iluminado por más de 4,500 lámparas y elementos reflejantes que
adoptan la gama de la luz del sol.
En igual forma presentó el tablero electrónico más
largo del mundo, con 150 metros de información para apoyar a sus Astros. Esa
monumental pizarra con altura de un edificio de cuatro pisos y 50 mil focos,
tuvo un costo de más de dos millones de dólares.
La Altura del Astrdome es de 208 pisos, lo que
quiere decir que desde el centro del diamante podría construirse un edificio de
18 pisos.
Por supuesto que en el segundo nivel del estadio,
sorprendió a la fanaticada con el conjunto “Star Columbia Suites”, 65 palcos
amueblados con el mayor de los lujos y en renta para toda la temporada.
En igual forma, presentó un centro de convenciones
más grande del mundo: “El Astrohall, para albergar hasta cuatro congresos a la
vez en una área de 70 mil metros cuadrados.
Y así podría seguir enumerando un sin fin de nuevos
espacios, atractivos e innovaciones de tan magna obra que, con el paso del
tiempo, dio paso a otra maravilla tecnológica, como es el Enron Park.
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