martes, 30 de marzo de 2021

 



Al Bat


Por Jesús Alberto Rubio.


Mirequé clase de recreación en el tiempo:


Dennis McLain

 

Hablando pues de hechos gloriosos, porque así hay que calificarlos, debe saber usted que el último lanzado en ganar al menos 30 juegos en rol regular fue Dennis McLain, con los Tigres de Detoit.

 

Sucedió en 1968 y en ese año alcanzó la cantidad de ¡31triunfos! (Su registro fue de 31-5).

 

Nadie había llegado a esa cifra desde 1934 cuando Dizzy Dean terminó 30-7 con los Cardenales de San Luis.

 


McClain, verá: un año, en 1967, logró 24-9, 9 blanqueadas y 2.80 de efectividad.

 

Fue un súper estelar del pitcheo con Detroit y en la cúspide de su carrera (1967-68), ganó dos Cy Young consecutivos.

 

 


Bob Gibson

 

Pero de esa época tenemos que mencionar a otro monstruo del pitcheo: Bob Gibson.

 

También en 1968, con los Cardenales, terminó la campaña con un formidable 1.12 de efectividad, cifra que se considera el récord moderno ligamayorista, luego de lanzar 304.2 innings en campaña.

 

Butch Leonard, en 1914 con Boston, logró 1.01 en 222.2 episodios, la marca para el beisbol de antaño, o sea antiguo.

 

Y qué decir de Luis Tiant:  

 


El mismo año del 68 en la Liga Americana, el cubano Luis Tiant con Indios de Cleveland, apantalló con menos del 1.60, algo que no se veía en muchos años, logrando también 9 blanqueadas y 21-9 en ganados y perdidos.

 

En su carrera de 19 años, ganó 229 juegos, ponchó a 2416 y su efectividad fue de 3.30. Ganó dos títulos de promedio de carreras limpias, lideró la liga tres veces en ponches y marcó cuatro temporadas de veinte victorias, la última cerca de los 35 años.

 

Y pensar que aún los miembros del comité elector del Salón de la Fama del beisbol de Ligas Mayores tienen maginado/olvidado al antillano que la vieja afición vio lanzar con los Tigre del México y Naranjeros de Hermosillo.

 


Sucede lo mismo –con esa marginación—de otros dos notables de todos los tiempos: Orestes “Minnie” Miñoso y Tony Oliva.

 

Los detalles en el tiempo…

 

¿Recuerda cuando los bateadores de antes hacían ejercicio con cuatro o cinco bats en el círculo de espera?

 


Y todo estaba bien, hasta que después de la campaña de 1967 llegó Elston Howard, aquel gran receptor de los Yankees, tuvo la idea de utilizar una especie de dona con peso suficiente como para meterla al bat y poder hacer el mismo tipo de ejercicio.

 

Howard ayudó a dos empresarios de Nueva Jersey, Frank Hamilton y Vince Salvucci, para comercializar “la rosquilla”, además de prestar su nombre al producto.

 

Howard y su socio vendieron entonces en una exposición deportiva más de quince mil donas, por lo que aquella idea resultó todo un éxito.

 

Y mire que qué cosa: fue Ken Harrelson, aquel versátil short de los Mets de Nueva York el primero en adaptar la ya entonces famosa dona a su bat.

 

Nombres en los uniformes


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Y sabe quién fue el primero en poner nombre a los uniformes?: Exacto: Bill Veeck, el famoso magnate del béisbol.

 

Veeck lo hizo la primera vez en 1960, con las Medias Blancas de Chicago, y desde aquella época muy bien se recuerda cómo Ted Kluzewski tenía una “Z” en la espalda.

 

A propósito: el crédito para la promoción del Día del Bat lo inició precisamente Bill Veeck.  Y el del juego de veteranos, a Larry McPhail, en el 47.

 


 

Un “flap” colgando

  

En 1982, Steve Yeager fue el primero en la historia del béisbol en utilizar, como receptor, una máscara (careta con un “flap” colgando).

 

La idea era proteger el cuello que se había lesionado un par de campañas antes. Desde entonces, es común ver esta protección de en las caretas de los receptores.

  

La mascota del cátcher

 


 

La mascota grande del catcher data de 1958 cuando la inventó el entonces manager de los Orioles, Paul Richards, a fin de que su receptor Gus Triandos estuviera bien protegido cada vez que lanzaba el nudillero Hoyt Wilhelm.

 

Johnny Bench también aportó una idea respecto a los petos: El que va amarrado, del cuello y de su cintura, en lugar de la espalda.

 

Bats de color

  

Ya sabe usted que en Ligas Mayores aún no se aceptan los bates laminados. Sin embargo, sí han cambiado en su color.

 

Los color negro, por ejemplo, eran empleados en los años veinte y treinta por jugadores como Roger Hornsby, pero habían desaparecido del ambiente hasta que Pat Kelly, de los patipálidos, los volvió a utilizar en 1975.

 


Más tarde, Reggie Jackson y George Foster harían mucho más famosos los bates negros y no precisamente por lucir mucho mejor que los demás, sino por el poder que ambos tenían.

 

Los bates con fondo hueco en la parte superior fueron inventados en Japón y “descubiertos” por el veloz Lou Brock, de Los Cardenales de San Luis.

 

Sin embargo, fue José Cardenal, de los Cachorros, quien en 1976 se convirtió en el primer jugador en ordenar sus bates a la compañía Louisville de este tipo. La teoría es que el peso está mejor distribuido en la parte importante del bat.

 

Precisamente, fue un modelo Loren Babe con el que Mickey Mantle conectó su histórico jonrón de 565 pies en Washington, el 17 de abril de 1953.

  


“Los hombres de azul”

 

Resulta que los ampayers de la Liga Americana cambiaron de modelo en 1967 al usar pantalones grises y, en el 69 se les permitió remover los sacos y las corbatas en los días calurosos.

 

El 71 usaron sacos (blazers) y, de esa forma, aquellos hombres de azul fueron pasando a la historia; se convirtieron en algo del pasado.

 

Pero, de todas formas, al paso del tiempo se les conoce como Hombres de azul.

  


Las pelotas

 

Si: las pelotas de beisbol siempre eran fabricadas por Albert Spalding, con cuero de caballo. Sin embargo, un día su material fue cambiado a cuero de vaca y la compañía Rawlings tomó el lugar de la Spalding.

 

La verdad, como suele decirse, podríamos seguir entreteniéndonos con estos trazos de la historia del beisbol, pero por hoy en suficiente. Gracias.

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